El camino que SIGMA Project ha transitado desde 2007 es sinónimo consolidado de calidad y compromiso en el panorama de la música actual. Surgió como un espacio experimental dedicado a la investigación y la creación sonora, y ha servido como puente entre el repertorio de saxofón de décadas anteriores y las propuestas de creadores internacionales ideadas durante el cambiante panorama de los últimos años.
Esta formación rompe los papeles que la tradición ha asignado a este instrumento y evidencia que, como afirmó el poeta francés Paul Éluard, “hay otros mundos, pero están en este”. Sus cuatro integrantes actuales, Alberto Chaves, Andrés Gomis, Ángel Soria y Josetxo Silguero, generan un diálogo constante que les proporciona un resultado de gran homogeneidad. A modo de alquimia, su conocimiento sobre la creación actual y la diversidad de sus personalidades se funden para generar un híbrido con el potencial de los saxofones en una danza tan plural como unificada.
La familia de este instrumento de viento-madera, cuya personalidad ha cautivado de forma especial a oyentes de todo tipo, abarca el espectro sonoro con una vastísima paleta de posibilidades tímbricas. Sus características, forjadas mediante el mestizaje entre cualidades de otros vecinos orquestales, lo han convertido en un protagonista de la expresión contemporánea que demuestra la importancia de seguir expandiendo su universo en la aventura del siglo XXI.
El 4 de mayo, SIGMA Project debutó en el Teatro de la Scala de Milán, en el Festival Milano Musica. En él, interpretaron obras que utilizan recursos y comprensiones del saxofón muy diferentes. ¿Cómo fue y qué anécdotas dejó esta experiencia?
La verdad es que tuvimos el mejor recibimiento posible, con el anuncio que todas las entradas estaban vendidas y la confirmación, una vez más, de que es la calidad de las músicas propuestas la que abre puertas en todo el mundo. Nos sentimos muy honrados de ser el primer cuarteto de saxofones programado en dicho templo musical y de presentar en nuestro concierto un programa del siglo XXI, con el estreno en Italia del nuevo cuarteto de la compositora italiana Francesca Verunelli, junto a obras de Xenakis, Alberto Posadas y Simone Movio. Quizás, como anécdota principal, destacaría el gran despliegue de saxofones que tuvimos que llevar hasta Milán: cuatro saxofones barítonos, cuatro saxofones sopranos, un saxofón alto y un saxofón tenor. ¡No daban crédito en el avión a la cantidad de asientos extra que tuvimos que reservar!
También, el 6 de mayo, se presentó en Madrid el CD del ciclo Khôra, monográfico dedicado al compositor algecireño José María Sánchez-Verdú, quien ha ingresado recientemente como académico electo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con la medalla n. 47, anteriormente ocupada por Luis de Pablo. La grabación del ciclo en el sello Kairos (ver crítica de quien firma en RITMO de mayo) aporta un muestrario de matices tímbricos a partir del alma de los saxofones y del acordeón microtonal. ¿Cómo fue el proceso de grabación?
La grabación fue una parte importante y a la vez el culmen de un proceso de gestación de siete años en torno a la idea de Khôra. José María tiene una personalidad muy creativa y abierta a generar sinergias con los intérpretes para encontrar el sonido y el espacio que su música requiere. Esto, sumado a las posibilidades que aunábamos SIGMA Project, Iñaki Alberdi y Sylvain Cadars, hizo de la grabación un momento lleno de energía e imaginación.
¿Cómo ha sido el proceso de “traducción” de la espacialización contemplada por el compositor al formato estéreo del CD?
En este aspecto, tenemos que agradecer enormemente a Sylvain Cadars, ingeniero de sonido del IRCAM, el gran trabajo realizado. Es todo un creador en cuanto a la acústica se refiere. Su capacidad de escucha, de comprensión del lenguaje y de las necesidades del compositor hicieron que Sylvain desarrollase todo un dispositivo de microfonía espacializada para captar la esencia de la puesta en escena y la dramaturgia de Khôra. Además, gracias a trabajar en la vanguardia tecnológica que representa el IRCAM, Sylvain ha contado con los recursos más avanzados que existen hasta el momento para conseguir recrear el espacio en los dispositivos estéreos.
En breve, este ciclo será puesto en escena en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, el 9 de julio, en concreto. ¿Qué nuevos matices aguarda la propuesta para este concierto?, dado que se trata de una composición que reflexiona de manera central en torno al concepto del “espacio”…
Precisamente por ese motivo la reflexión en torno a lo que supondría “hacer sonar el espacio Khôra”, el estreno en Granada contará con un trabajo escénico espacializado y lumínico concebido expresamente para la ocasión por el escenógrafo alavés Javier Larreina, quien lleva años investigando y trabajando junto a SIGMA Project en muy diferentes proyectos y planteamientos escénicos sobre cómo “hacer sonar” el espacio y que pudieron visualizarse en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Quincena Musical donostiarra o Museo Universitario de Navarra, por citar solo unos pocos.
El saxofón es un instrumento fascinante, con posibilidades mutables y sorprendentes. Sin embargo, a nivel sonoro parece inseparable del patrimonio clásico del jazz y de una serie de sonoridades que lo encasillan para el gran público. En este sentido, el conjunto tiene un papel fundamental en la resignificación de este instrumento, demostrando la cantidad de universos sonoros que ofrece. ¿Se ha planteado trabajar en proyectos sonoros alternativos dentro del propio jazz?
Aunque el belga Adolphe Sax inventó el saxofón (palabra derivada del griego “phono” [sonido] y el añadido de su apellido, o sea “sonido de Sax”), a mediados del siglo XIX con la idea de introducirlo en la música clásica sinfónica de la época, es evidente que el gran auge de este nuevo instrumento entre el gran público del siglo XX se debió a la aparición del jazz y sus grandes improvisadores saxofonistas, como Lester Young, Ben Webster, Charlie Parker o John Coltrane, por citar solo unos pocos. Es solo a partir de la década de 1980 que el saxofón comienza a introducirse con inusitada fuerza y con múltiples posibilidades de investigación sonora en el campo de la composición académica actual. Es sabido que, si el cuarteto de cuerda fue el conjunto por excelencia en los siglos pasados, SIGMA Project, en el siglo XXI, reivindica ese papel para el cuarteto de saxofones. Y es precisamente en ese papel de investigación que reivindica el conjunto, y no como solistas de jazz, donde hemos experimentado con esa raíz primordial y creativa del jazz, como es la improvisación, en múltiples proyectos y performances realizadas en el Museo Guggenheim de Bilbao, Museo Chillida Leku de Hernani, Fundación Joan Miró de Palma de Mallorca, Auditorio Nacional de Música de Madrid, Museo CGAC de Santiago de Compostela y el Festival Cultura UNAM de Ciudad de México, por citar solo algunos.
¿Cuáles son las sonoridades que más les han sorprendido en su última etapa?
SIGMA Project se ha identificado estéticamente más próximo a los creadores que escriben de forma orgánica para el instrumento, es decir, compositores que han investigado acerca de las singularidades del saxofón. Los ciclos Khôra (2012-2018) y Poética del Laberinto (2017-2018) son buena muestra de ello. Obras más recientes, como In my beginning is my end (2022), de la italiana Francesca Verunelli, presentada días atrás en el Teatro de La Scala de Milán, ejemplifican esta escritura orgánica y profundamente saxofonística. La obra, compuesta para cuatro saxofones barítonos, explora de manera sucinta un viaje por las profundidades del espectro de un multifónico.
El grupo ha expresado que “existe una complementariedad generacional” entre sus integrantes…
Desde la misma fundación de SIGMA Project, la idea de unir la experiencia y madurez de la generación mayor con la energía y frescura de la generación más joven fue uno de nuestros baluartes. Y después de diecisiete años de andadura, solamente vemos beneficios en este criterio. Desde luego que en el día a día ha habido situaciones que han puesto a prueba este criterio, pero, precisamente, en esas situaciones es donde hemos podido comprobar que las propuestas desde el otro lado generacional son las que nos han hecho encontrar la solución más equilibrada.
¿Qué otras áreas de conocimiento, aficiones o intereses de sus integrantes han tenido a lo largo de estos años un papel especial en el resultado artístico del grupo?
SIGMA [Σ, decimoctava letra del alfabeto griego] representa el sumatorio de una serie finita o infinita de elementos. De ahí que el “sumatorio” de las cuatro individualidades artísticas del cuarteto (con sus respectivas personalidades, recorridos de vida y aficiones) influya decisivamente en el devenir artístico del grupo. Todo suma (SIGMA) para enriquecer un amplio pensamiento artístico y estético compartido internamente entre los cuatro. Por ejemplo, y por dar unas pequeñas pistas a nuestros lectores, Andrés lleva desarrollando durante años una amplia faceta personal de investigación sonora en torno al saxofón bajo, además de ser el “manitas-inventor” sigmático de numerosas herramientas introducidas en el seno del cuarteto. Josetxo es un apasionado de la gestión de conciertos y su experiencia en territorios latinoamericanos ha significado para SIGMA Project una apertura musical sin precedentes, estableciendo una continua y estrecha relación con esa región a través de numerosas giras, grabaciones discográficas y encargos musicales. El “sumatorio” de la generación joven de SIGMA (Ángel y Alberto) es muy evidente en todo lo relacionado con la digitalización y difusión en redes sociales. Sus habilidades innatas en la aplicación de nuevas tecnologías al cuarteto, así como sus nuevos posicionamientos estéticos y escénicos a la hora de afrontar programas novedosos y registros discográficos, son fundamentales para el grupo. Y, por supuesto, sin olvidar ese puntito óptimo de sal deseable en toda larga relación musical y personal: nuestra común pasión “sumatoria” por la gastronomía y la diversidad cultural a la hora de visitar nuevos países.
La comprensión de la música a partir del conocimiento que nos brindan la acústica, la psicoacústica y las nuevas tecnologías del sonido, en constante expansión, está brindando espectaculares muestras en los espacios de investigación…
Hemos constatado esos cambios e innovaciones que comenta. El universo de la creación musical es de un dinamismo máximo, siempre buscando nuevos formatos, nuevos sonidos, nuevas dramaturgias. Es el espejo perfecto de una sociedad en permanente cambio como es la nuestra. En SIGMA Project nos sentimos afortunados de estar en el ojo del huracán de esa constante ebullición. Por compartir algunos ejemplos de ello, hemos construido literalmente el espacio sonoro con los cien saxofones en movimiento de la obra La bocca, il piedi, il suono, de Salvatore Sciarrino. Hemos multiplicado exponencialmente nuestro sonido y nuestra imagen por medio de la investigación de nuevos software en 0.997 de Alberto Bernal. También hemos conseguido subir un saxofón a la Estación Espacial Internacional en la celebración del vigésimo quinto aniversario del Guggenheim de Bilbao. Actualmente, estamos iniciando un nuevo proyecto en colaboración con el Instituto Stocos, dirigido por Pablo Palacio y Muriel Romero, que nos conectará con el universo de la inteligencia artificial y la plasmación visual del sonido. En definitiva, es nuestra inquietud artística la que nos hace buscar nuevos espacios para la creación.
Escuchando numerosas composiciones actuales para saxofón es difícil no asombrarse del potencial espectral de este instrumento, por ejemplo a través de la técnica extendida de los multifónicos. ¿Hay algunas sonoridades que enamoren especialmente a los integrantes del grupo SIGMA?
Sí, es cierto que el multifónico es profundamente interesante en el contexto del saxofón. Giorgio Netti y su ciclo Necessità d'interrogare il cielo ya exploran de manera exhaustiva todas las posibilidades del saxofón soprano. En los saxofones barítono, bajo e incluso tenor, las posibilidades se multiplican, ya que el espectro abarca desde sonidos más graves, y la modulación con microvariaciones de la embocadura resulta más sencilla. Si hablamos de "sonoridades que enamoren" a SIGMA Project, la naturalidad y la organicidad espectrales del instrumento podrían servir como ejemplo destacado.
Las grabaciones que ha realizado SIGMA Project poseen un acabado sobresaliente. Para ello, el trabajo de postproducción es fundamental. Llama en particular la atención en todas las grabaciones el papel fundamental de la reverberación; esto conlleva ciertas decisiones, como decidir cuál va a ser el espacio de grabación que producirá ese ambiente de reflexiones sonoras que darán un resultado mágico…
A pesar de la debacle mundial en la industria musical, desde SP reivindicamos la grabación discográfica (tanto en soporte físico como en los actuales formatos digitales), lo que nos permite dejar documentado un período determinado de investigación y creación musical, como así ha quedado plasmado en los CD Poética del Laberinto de Alberto Posadas (Wergo, 2020), el monográfico de compositores mexicanos (Mode Records, 2022), ciclo Khôra de J.M. Sánchez-Verdú (Kairos, 2024) o Ipar Haizea, monográfico de compositores vascos (Sigma Records, 2024). En el caso que comenta, Utopías: New music for saxophone quartet (Sigma Records, 2012), ese primer registro sonoro realizado por el grupo documentó el trabajo de investigación y creación llevado a cabo por el cuarteto en sus primeros cinco años de vida; y haciendo memoria ahora, recordamos llegar a gestionar hasta tres espacios acústicos diferentes de grabación, teniendo así en cuenta que alguna de las obras llevaba electrónica (caso de Juan José Eslava), otra requería una acústica reverberante más amplia (José Manuel López López) y otras ambientes acústicos un tanto más secos (Lazkano, Torres, Alonso e Ibarrondo). Por supuesto, en todas las grabaciones que realiza SIGMA Project es condición indispensable que el creador/a esté presente, para así decidir de manera consensuada las mejores decisiones técnicas, musicales y artísticas en bien de la propia obra musical.
Desde el nacimiento de la autoría, tal y como la conocemos hoy, la historia de la notación musical ha experimentado variaciones en el grado de especificación respecto a “aquello que debía sonar”. En el paradigma de la música actual existen casos radicalmente opuestos en este sentido, bien con una escritura muy abierta y libre, o bien con la intención de describir con tanto detalle como sea posible. Pero, aun en este último caso, existe una labor de co-creación en la que las decisiones del intérprete son fundamentales…
Esta pregunta nos parece particularmente interesante. El proceso de "traducción" del texto a la realidad del sonido es una cuestión de madurez, de saber interpretar las intenciones del creador. En la actualidad, cada compositor busca establecer su propio mundo sonoro, su estética y su estilo distintivos. En este sentido, alejarse de la especulación y acercarse a la verdadera intención de los compositores dependerá de la cantidad de repertorio que forme parte de la identidad del grupo. En SIGMA Project, hemos tenido la fortuna de trabajar con una amplia variedad de obras que han contribuido significativamente a nuestra madurez musical.
La actividad del grupo no abarca solamente la práctica musical. El grupo está comprometido con llegar al oyente a través de conferencias y diferentes medios que acercan este nuevo patrimonio musical a los públicos. Distintos compositores, como Helmut Lachenmann o Salvatore Sciarrino, realizaron reflexiones plenamente vigentes hoy sobre el proceso de “escucha”. ¿Qué es “escuchar” hoy para SIGMA Project?
El placer de descubrir, disfrutar, estimular, sorprender y sugerir a través de nuestro sentido más abstracto y efímero: la escucha. Este término requiere tiempo, calma; una rareza en medio del vertiginoso contexto actual que nos rodea. Estamos constantemente bombardeados por estímulos externos que nos ofrecen gratificación instantánea. Para los intérpretes contemporáneos, el desafío de conectar con el público es aún mayor, especialmente cuando se trata de música de creación. En SIGMA Project, valoramos enormemente la cercanía y el diálogo con el público. Buscamos atender las inquietudes que la música pueda despertar en aquellos que se acercan a descubrir. Es crucial llevar nuestra música a los espacios más frecuentados por el público, como las redes sociales y las plataformas audiovisuales. Por ello, trabajamos constantemente en la búsqueda de nuevas formas de compartir y brindar al oyente una experiencia que lo haga partícipe del sonido de nuestro tiempo.
No es descabellado afirmar que la preocupación por la abundancia y diversidad de manifestaciones musicales en un Estado es un indicador de salud cultural. Dada la trayectoria en el espacio estatal e internacional del conjunto, sería interesante conocer de su mano si las cosas han cambiado en España en cuanto al apoyo de la música contemporánea, así como qué retos ve por delante.
Nuestro país ha alcanzado su mayoría de edad culturalmente, con una explosión de manifestaciones artísticas, aunque predominantemente ligadas a la industria cultural en lugar del sector de investigación, que es mucho más minoritario. Se ha enfocado en un sector cultural fuerte que genere grandes ingresos, principalmente vinculado al turismo, el sector más importante en nuestro país, debido a los beneficios económicos que genera. Sin embargo, la música contemporánea no recibe un apoyo explícito. Los compositores jóvenes a menudo deben buscar residencias fuera del país, ya que son escasas aquí, y los encargos ofrecidos son insuficientes en términos económicos. Además, el circuito de festivales especializados en música contemporánea es reducido en comparación con el número de grupos de música de cámara interesados en la música actual. Esto obliga a nuestros jóvenes músicos a buscar oportunidades fuera de nuestras fronteras para continuar su investigación y desarrollo artístico. Por tanto, es crucial revertir esta situación. Se deben aumentar las dotaciones económicas institucionales para encargos y ampliar el circuito de ciclos y festivales especializados. Debemos transmitir a las instituciones y programadores la idea de que la música no solo es entretenimiento, sino también una herramienta fundamental para la reflexión y la expresión artística.
¿Qué proyectos están por venir? ¿Se esperan colaboraciones con nuevas disciplinas y prácticas artísticas?
Tenemos por delante un verano y otoño intensos, que trataremos de compaginar con algunos merecidos días de desconexión y relax. Después del concierto en el Festival Internacional de Música de Granada (9 de julio), viajaremos con nuestro querido Mario Prisuelos hasta Zarautz y Guadalajara (2 y 3 de agosto) para celebrar el 100 aniversario del estreno de la icónica Rhapsody In Blue. Del 5 al 14 de agosto nos espera la primera gira por Brasil, donde interpretaremos la primera audición del Concierto para cuarteto de saxofones y orquesta sinfónica de Philip Glass (10 de agosto, Belo Horizonte), así como la masterclass y el concierto de cámara en Río de Janeiro, con el estreno mundial del nuevo Cuarteto del compositor brasileño Rodrigo Lima. En octubre, volveremos al ciclo de Música Actual de Badajoz (día 4) para el estreno mundial del nuevo Cuarteto de Mauricio Sotelo, continuando nuestro viaje hacia Chipre (día 6) y cerrando el mes con el concierto de clausura en la Bienal de Arte y Pensamiento/Encuentros de Pamplona (día 13). Ya en enero de 2025, nos espera el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía/CNDM, para la presentación del ciclo completo Poética del Laberinto de Alberto Posadas. Además, tenemos programadas dos nuevas giras en Colombia (abril y noviembre de 2025), donde presentaremos el nuevo CD monográfico de compositores colombianos. En cuanto a colaboraciones con otras disciplinas artísticas, sí, tenemos un par de proyectos muy novedosos e ilusionantes, que aún están en proceso de desarrollo.
por David Lima Guerrero
www.sigmaproject.es