Dicen los argentinos que Gardel cada día canta mejor. Con Leonard Bernstein podría pasarnos algo parecido, cada día dirige mejor, compone mejor, divulga mejor… Este Leonardo da Vinci de la música se convirtió en el gran humanista del siglo XX, hombre total, arrollador en sus opiniones, que disertaba sobre Platón, Melville o Thomas Mann a la vez que no se mordía la lengua para hablar de sexo a tumba abierta. El compositor o el intérprete, el pianista o el director, en Bernstein se dan la suma de las capacidades, que el sello Sony Classical, anticipándose al centenario del nacimiento en 2018, lo homenajea en The Remastered Edition, una cuidadísima selección de sus grabaciones legendarias en 100 discos.
Basándonos en sus conversaciones directas con Helen Epstein (“Hablemos de música”, Javier Vergara Editor, 1987) y Joan Peyser (“Bernstein - La biografía”, Javier Vergara Editor, 1987), trazamos una entrevista ficticia con este genio, al que nos encontramos en todo su esplendor, luciendo un generoso bronceado, vistiendo una camisa vaquera desabotonada que deja ver un torso moreno cubierto de vello blanco, del que cuelga una medalla dorada. De sus jeans azules estrechos extrae un paquete de cigarrillos, que enciende uno a uno aspirando con profundidad. Ante él, todo se eclipsa, es Leonard Bernstein, Lenny Forever…
Señor Bernstein, puede servirse un whisky, siéntase cómodo…
Y usted no pregunte tonterías, no hace mucho me llamaron del New York Times para preguntarme sobre el 4 de Julio, mientras decía lo que me parecía al otro lado del auricular el tipo no hacía más que detener mis palabras para que le repitiera lo que decía mientras tecleaba su máquina de escribir… Y finalmente no publicaron nada…
Esto se publicará, se trata de hablar de usted y un poco sobre sus grabaciones ahora editadas en esta colección, The Remastered Edition…
Me alegra que tantas grabaciones realizadas con tanto amor por mis músicos de la Filarmónica de Nueva York vean de nuevo la luz. Imagino que habrán incluido Sibelius, solo por escuchar el clarinete de Stanley Drucker ya merece la pena. O la Quinta de Shostakovich; no sé si sabrá que Yuri Temirkanov dijo de ella que era la mejor interpretación en disco. Aunque lo que me preocupa ahora es una grabación de Tristán e Isolda que tengo pendiente con la Orquesta de la Radio de Baviera…
Usted nunca ha sido muy wagneriano…
Hace poco dirigí en la Opera del Estado de Viena los terceros actos de Sigfrido y La Valquiria. En las grabaciones privadas del teatro me permití escribir en las cintas magnetofónicas lo siguiente: “¿Qué hace un buen muchacho judío como tú en un lugar como éste, ejecutando música racista?”. Recuerdo también que en 1953, en Milán, cuando conocí a Maria Callas, lo primero que le pedí que me cantara fueron pasajes del Tristán en italiano… Sabe, cuando escucho a Wagner siento una gran contradicción, por mi pasan sentimientos contradictorios cuando lo dirijo, ¿cómo es posible que un genio de primera categoría sea un hombre de tercera clase? A veces escucho mi propia voz que me dice: “Richard Wagner, te odio; pero te odio de rodillas”. Creo que el verdadero problema de Wagner lo encontramos en el Tercer Acto de Sigfrido, donde aborda su propio problema, que es la figura del padre. Wagner fue el noveno hijo de su madre, y Ludwig Geyer, que era judío e inquilino de la misma casa, casualmente desposó a su madre solo seis meses después del nacimiento de Richard... El aroma de la fijación en Wagner con el padre es demasiado intenso, tanto en su vida como en su arte; sencillamente, no alcanza a disiparse…
Dos asuntos importantes para usted, su padre y la causa judía…
Mi padre no deseaba que fuera músico, para él, para la mentalidad del ghetto, el concepto de músico era el de un klezmer, y los klezmers eran poco más que mendigos que vagaban de ciudad en ciudad, que por unos pocos kopeks tocaban en una boda o en un bar mitzvah… Tuve que esforzarme mucho para poder pagarme mis clases de piano; tocaba en clubs y con amigos ganábamos algunos dólares haciendo arreglos de jazz, pero a medida que progresaba en mis clases, éstas me costaban más y buscaba ingresos de donde fuera. En mi vida he tenido suerte. Hay dos momentos fundamentales: uno, cuando Bruno Walter enfermó en 1943 y me llamaron para sustituirle al frente de la Filarmónica de Nueva York. Tenía apenas veinticinco años y me convertí en portada del Times. Siempre he dicho que Walter “tuvo la amabilidad de enfermarse en el momento oportuno”. Fue bondadoso conmigo, es cierto, e introdujo a Mahler en mi vida. El otro momento fundamental está vinculado a Tanglewood, donde he pasado las mejores horas musicales y eróticas de mi vida. Era la primavera de 1940; vi un anuncio de que Serge Koussevitzky iniciaba una escuela en Tanglewood y fui a Boston, cargado de cartas de recomendación. Nos enamoramos en el acto. Desde el 1 de julio, fuimos como padre e hijo. El necesitaba un hijo, yo, un padre sustituto. Hasta que murió once veranos más tarde, estuvimos muy, muy unidos. Cada vez que salgo al escenario, beso los gemelos que él me regaló.
A su padre le llevó tiempo comprender su éxito y su seguridad económica, que al fin y el cabo era su aspiración en la vida…
Recuerdo que una vez mi madre y mi padre accedieron tras un concierto detrás del escenario. Mi padre estaba resplandeciente. De pronto, comprendió que todo era posible; hubo un gran momento de perdón y una emoción muy profunda.
Pero usted también estuvo muy vinculado a Copland y Mitropoulos…
Aaron se convirtió en mi mentor, lo más aproximado que tendría nunca a un maestro de composición. Con Dimitri era otra relación, él siempre vigilaba mis pasos. Recuerdo cuando Hitler invadió Polonia, yo entonces regresaba a casa con el rabo entre las piernas, era el 1 de septiembre de 1939, después de pasar todo el verano buscando trabajo como pianista llegué a casa con las manos vacías. Mi padre casi consigue que me rindiera, pero entonces, Dimitri apareció en escena. Le pregunté: “¿Qué puedo hacer? No consigo trabajo”. Y él, muy seguro de sí mismo, me dijo: “Tienes que ser director”.
Con Mitropoulos también tuvo alguna tirantez por su inquebrantable defensa de la música contemporánea y dodecafónica, de la que usted en sus obras se ha mantenido al margen…
El abandono de la tonalidad fue crítico en nuestra época. Tuvo que ocurrir, era una necesidad histórica, pero creó un enorme abismo entre el compositor y el público. Muchas personas fingieron que les gustaba. Boulez ofrecía conciertos, y la gente solía ir y se sentaba en las alfombras y escuchaba a Stockhausen, les gustaba, y resultaba que estaban todos drogados y se sentían espléndidamente porque en realidad eran cosas que no estaban obligados a escuchar... Dejaban revolotear alrededor de ellos la música al compás del humo de sus cigarrillos. El gran problema del compositor de hoy consiste en cómo escribir música que en cierta forma sea tonal y que no suene como todo lo que se ha escrito siempre. Por ejemplo, a Aaron le ocurrió que cuando los vientos de la música lo dejaron atrás, trató de alcanzarlos con la música dodecafónica, en el mismo momento en que ésta también comenzaba a parecer anticuada a los jóvenes.
Su música está completamente asentada en el repertorio, tanto la música para el teatro como sus otras creaciones, presentes en esta edición, con cada vez mayor atención por los intérpretes…
Comienzo a pensar que apenas estoy iniciando la composición de mi propia música. Al principio, había no poco de Copland, Stravinsky, Debussy… Cuanto mejor director es uno, más difícil parece ser compositor. Muchos inviernos traté de liberarme de la dirección orquestal para dedicarme a componer, pero componer Música, no espectáculos…
¿Qué es dirigir?
La situación ideal es la pérdida total del yo. Cuando esto ocurre, ocurre porque uno se identifica tan por completo con el compositor, lo ha estudiado con tanta atención, que es como si uno mismo hubiese escrito la pieza. Uno olvida por entero quién es o dónde está, y escribe la pieza ahí mismo. La compone como si nunca la hubiera escuchado hasta entonces, porque se ha convertido en ese compositor. Sé exactamente cuando me sucede esto, porque me lleva mucho tiempo regresar. Necesito cuatro o cinco minutos para saber en qué ciudad estoy, qué orquesta es, quién es esa gente que hace tanto ruido a mis espaldas, quién soy yo. Schopenhauer decía que la música era el único terreno de la vida en el cual esto podía suceder. Pero se equivocaba, también puede producirse en el éxtasis o la meditación religiosa. Puede ocurrir en el orgasmo, cuando uno está con alguien al que ama. Cuando me piden dirigir algo, a veces hago la misma pregunta: “¿Esta música me provocará un orgasmo?”.
El director de cine Martin Scorsese presentará en breve un filme sobre su vida…
No será fácil, Lenny es más de uno. Le cuento, en una velada en Dakota con mi joven y bello amigo John Dunlop, llamó por teléfono una médium. Mi inquietud era saber cómo había conseguido un número que muy pocos tenían, pero mi empeño enseguida cesó cuando ella afirmó muy tajantemente que yo era una reencarnación de Mahler y Wagner. A la hora de morir, no temo hacerlo sobre el estrado, me gustaría irme de este mundo de un modo apocalíptico, quizás en un avión desvencijado, que se desintegre.
por Gonzalo Pérez Chamorro
LEONARD BERNSTEIN REMASTERIZADO
UNA SELECCIÓN DE SUS GRABACIONES LEGENDARIAS EN 100 CD
En la víspera de su 100 aniversario en 2018, Sony Classical lanza la colección más importante de las grabaciones clásicas con Columbia de Leonard Bernstein, remasterizadas a partir de cintas analógicas originales de 2 pistas. Esto ha permitido un equilibrio natural (por ejemplo, entre la orquesta y los instrumentos solistas) que aporta calidad a estas grabaciones que (a pesar de tener medio siglo) son de la mejor calidad posible y no defraudarán al oyente actual. Además, ha habido una restauración meticulosa de algunos de los originales más antiguos en los que el ruido de la superficie del LP se había eliminado a expensas de la calidad de la música.
Sin ninguna duda, este lanzamiento se trata del despliegue más completo del dinamismo y la versatilidad sin precedentes de este genio. Muchas de las interpretaciones más memorables y aclamadas por la crítica aparecen aquí reunidas, en un único lanzamiento.
1. Stravinsky: Histoire du soldat • Octet / Milhaud / Bernstein
2. Bernstein: The Age of Anxiety • Serenade
3. Shapero: Symphony for Classical Orchestra
4. Mozart: Piano Concertos 15 & 17
5. Stravinsky: L’Oiseau de feu / Tchaikovsky: Romeo and Juliet
6. Bartok: Violin Concerto 2
7. Stravinsky: Le Sacre du printemps
8. Beethoven: Violin Concerto
9. Shostakovich: Symphony 5
10. Gershwin: Rhapsody in Blue • An American in Paris / Grofe: Grand Canyon
11. Debussy: Images
12. Vivaldi: Concertos
13. Ives: Symphonies 2 & 3 • The Unanswered Question • Central Park in the Dark
14. Copland: 4 Dance Episodes from Rodeo • Billy the Kid
15. Prokofiev: Peter and the Wolf / Tchaikovsky: The Nutcracker
16. Mahler: Kindertotenlieder • Rückert Lieder
17. Bernstein: On the Town (Studio Cast Recording 1960)
18. Haendel: Ode for St. Cecilia’s Day
19. Dukas: L’Apprenti sorcier / Strauss: Till Eulenspiegel
20. Bernstein: Symphonic Dances West Side Story • On the Waterfront
21. Beethoven: Piano Concerto 4
22. Tchaikovsky: Francesca da Rimini • Capriccio italien • Marche slave • Obertura 1812
23. Debussy: Prélude à l’après-midi d’un faune • Nocturnes • Jeux
24. Bernstein: Jeremiah • Harris: Symphony 3
25/26. Mahler: Symphony 3
27. Stravinsky: Concerto for Piano and Wind Instruments • Pulcinella
28. Wagner: Brünnhilde’s Immolation • Wesendonck-Lieder
29. Copland: Appalachian Spring • El salón México • Music for the Theatre
30. Berlioz: Harold en Italie
31. Tchaikovsky: Piano Concerto 1
32. Bartok: Rhapsodies 1 & 2 / Berg: Violin Concerto
33. Dvorak: Symphony 9
34. Saint-Säens: Le Carnaval des animaux / Britten
35. Beethoven / Rachmaninov Piano Concertos
36. Ravel: Shéhérazade / Berlioz: La Mort de Cléopatre
37. Schumann: Symphonies 2 & 3
38. Liszt: Piano Concerto 1 • Les Préludes
39. Beethoven: Symphony 5 / (Bernstein: How a Great Symphony Was Written)
40. Brahms: Symphony 4
41. Rossini: Overtures
42. Bartók: Music for Strings, Percussion and Celesta / Hindemith: Concert Music
43. Schumann: Symphony 1 • Genoveva
44. Liszt: A Faust Symphony
45. Bernstein: Kaddish
46. Haydn: Symphonies 82 & 83
47. Beethoven: Piano Concerto 3 • Choral Fantasy
48/49. Mahler: Symphony 2
50. Bernstein: Fancy Free • Candide Overture • Prelude, Fugue and Riffs
51. Barber / Hindemith Violin Concertos
52. Sibelius: Symphony 5 • Pohjola’s Daughter • Violin Concerto
53. Nielsen: Symphonies 3 & 5
54. Bernstein: Chichester Psalms • Facsimile
55. Schubert: Symphony 8 / Mendelssohn: Symphony 4
56. Beethoven: Symphony 3
57. Dvorák: Carnival • Slavonic Dances 1 & 3 / Smetana: The Moldau
58/59. Verdi: Falstaff
60. Schumann: Piano Quintet / Mozart: Piano Quartet
61. Bach: Concertos
62. Mendelssohn: Symphony 3 • Die Hebriden
63. Borodin / Ippolitov-Ivanov / Mussorgsky / Glinka
64. Nielsen: Flute Concerto • Clarinet Concerto
65/66. Haydn: Die Schöpfung
67. Mahler: Symphony 6
68. Mahler: Symphony 9
69. Brahms: Serenade 2
70. Prokofiev: Classical Symphony / Bizet: Symphony
71. Goldmark: Rustic Wedding Symphony
72. Haydn: Symphonies 88 & 102
73. Berlioz: Symphonie fantastique (Bernstein: Berlioz Takes a Trip)
74. J. Strauss II: Waltzes
75. Mahler: Des Knaben Wunderhorn • Lieder
76. Hindemith: Symphony • Symphonic Metamorphoses
77. Schuman: Symphony for Strings • Symphony 3
78. Tchaikovsky: Swan Lake (excerpts)
79-81. R. Strauss: Der Rosenkavalier
82. Beethoven: Overtures
83. Bruckner: Symphony 9
84. Great Marches
85. Schubert: Symphony 9
86. Offenbach: Gaîté Parisienne (excerpts) / Bizet: L’Arlésienne Suites
87. Tchaikovsky: Symphony 2
88. Bizet: Carmen Suites / Grieg: Peer Gynt Suites
89. Holst: The Planets
90. Bernstein: Dybbuk
91. Bernstein: Trouble in Tahiti
92. Haydn: Harmoniemesse
93. Weber: Overtures
94. Tchaikovsky / Prokofiev / Borodin / Shostakovich / Gliere
95. Britten: 4 Sea Interludes • Passacaglia • Suite on English Folk Tunes
96. Poulenc: Gloria / Stravinsky: Symphony of Psalms
97. Saint-Säens: “Organ” Symphony • Piano Concerto 4
98. Bernstein: West Side Story (Original Broadway Cast Recording 1957)
99. Bernstein: Candide (Original Broadway Cast Recording 1956)
100. Bernstein: Peter Pan (Original Broadway Cast Recording 1950)
www.leonardbernstein.com
www.sonyclassical.es
En Twitter
https://twitter.com/lennybernstein
En Facebook
www.facebook.com/LeonardBernstein/
En YouTube
https://www.youtube.com/channel/UCGmGJfwD5NaYvJt57mc1fVw
Foto de Leonard Bernstein / © Don Hunstein - Sony Music Entertainment