Música clásica desde 1929

Karel Mark Chichon
Octubre 2018 - Núm. 922

Karel Mark Chichon

Resurreción orquestal

Sus ojos azules te miran fijamente mientras conversa, y su ilusión al hablar de su proyecto con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria los hacen más grandes y brillantes, a pesar que muestra un cansancio evidente fruto de ensayos y preparación del concierto de apertura de temporada con el reto de la Segunda Sinfonía de Mahler, la llamada “Resurrección”, una buena metáfora de la situación actual de la orquesta. Insiste una y otra vez en lo fundamental que es crear estabilidad para la orquesta, conjugando verbos como desarrollar o enriquecer.

Renovado en su cargo de titular de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, el maestro insiste en mantener una relación duradera para crear un proyecto de futuro y en el que el director de orquesta no es un señor que aparece para ensayar y para dirigir, “le puedo asegurar que el gran director que no sabe llevar una orquesta fuera del escenario, no funciona; como titular, sería un auténtico desastre”, afirma asegurando que “un conjunto tan grande que puede rondar, entre músicos y personal, las cien personas, donde cada uno es un mundo y donde se producen actos y hechos que el director, al despertarse cada día, desconoce, como pueden ser una pérdida familiar, un desasosiego de la persona o una ruptura matrimonial, son hechos que me hacen saber apreciar cualidades humanas para escucharles, atenderles o protegerles”. Enamorado de la tierra canaria y sus gentes, este amante del mar nos ha concedido gentilmente su escaso tiempo para hablar en cuatro movimientos, cada uno aportando una realidad diferente de la música y la vida.

I. ALLEGRO
Forma Sonata

Esta primera temporada bajo su completa programación, ha dado comienzo con la colosal Segunda de Mahler, que también podría servir para acabarla…

Como sus lectores ya saben, esta obra grandiosa es conocida como la “Resurrección”… ¡No le parece un inmejorable comienzo…! La Segunda Sinfonía de Mahler simboliza un inicio de temporada muy especial, ya que es la primera vez que la interpreta la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, algo que me gustó aclarar justo antes del concierto en un pequeño speech, incidiendo en algunos aspectos apuntados por Mahler para el futuro interpretativo de su obra, aunque no siempre han sido respetados. Ha sido su première para la orquesta y es una especie de declaración de intenciones de la nueva temporada, por eso es ideal que hayamos arrancado con ella. Esta es una temporada donde se va a renovar repertorio, se va a desarrollar la orquesta y se va a enriquecer al público, misión esta última fundamental para una orquesta. Volviendo a Mahler, esta Sinfonía, que personalmente he dirigido mucho antes de este estreno en Las Palmas de Gran Canaria, demanda una gran formación sinfónica, además de coros y solistas. Por este motivo, tengo muy claro que no se debe experimentar sin saber qué es lo que se debe hacer; en cada orquesta que he sido titular hemos manejado un gran repertorio, pero sabiendo lo que hacemos por ambas partes. Es un ejercicio de responsabilidad, ya que no se conoce una obra hasta que no se ha dirigido lo suficiente y, para mi orquesta, no se debe tratar de experimentar con ella para mi propio beneficio y mi ampliación de horizontes.

El concierto de apertura de temporada también ha incluido el estreno de la obra ganadora del Concurso de Composición Musical de la Fundación Martín Chirino, en este caso Spectra fractalis de Gustavo Díaz Jerez…

Este estreno ha tenido lugar en un concierto de especial trascendencia y viene a simbolizar también mi apuesta por el impulso a la difusión de la música contemporánea, a los creadores de nuestro tiempo, algo que para una orquesta como la Filarmónica de Gran Canaria constituye casi una obligación, máxime cuando se trata de autores españoles y en particular canarios, como es el caso. Lo que sí ha sido una casualidad es contar con obras de dos Gustavos en la inauguración de temporada, un Gustav del pasado y un Gustavo del presente… Volviendo a este hecho, también es una vía que refuerza la colaboración de la orquesta con otras entidades culturales de gran peso en la isla como es la Fundación Martín Chirino (el entrevistador le apunta que este mismo mes de octubre, RITMO dialoga con el propio Martín Chirino en la pequeña entrevista final de la sección “Contrapunto”, de la página 82). Dentro de esta voluntad de colaboración, precisamente en este concierto también se reúnen por vez primera el Coro de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria con el Coro de la Temporada de Ópera de Las Palmas para afrontar con garantías un reto sinfónico-coral de las dimensiones de la Sinfonía Resurrección.

Ha sido renovado en su cargo de titular de la Filarmónica de Gran Canaria, y podría decirse que desde ahora las alineaciones sinfónicas son decisiones suyas…

Las anteriores temporadas en las que he estado con la orquesta, la programación no había sido enteramente diseñada por mí, pero ahora soy yo en esta temporada quien decide los “jugadores”… (risas). Y no solo es esto, el programar bajo mis principios, ya que, en mi caso, al provenir del sistema alemán, especialmente de mis años con la Orquesta de la Radio de Saarbrücken, como sabe una formación muy reputada que ha tenido mucha trascendencia, especialmente por sus grabaciones con Skrowaczewski, en este sistema se planea todo con mucha antelación, y en Las Palmas he contado con el apoyo de los políticos, algo que en España no es muy habitual, que es la mejor manera de conseguir estabilidad para la orquesta: apoyo y buena organización. Esta organización nos permite tener a músicos internacionales con tiempo suficiente, especialmente algunas jóvenes promesas que ya tenemos cerradas para próximas temporadas, que si no se planean con este margen, sus cachés subirían mucho más para entonces, una vez convertidos en estrellas. Además, se crea un vínculo especial, ya que estos músicos, una vez que se confió en ellos cuando aún no estaban en lo más alto, quieren seguir viniendo a actuar con la orquesta, manteniendo en cierto modo el caché de su primera visita, sin actualización. Simplificando, es dar estabilidad a la orquesta, que es más importante de lo que parece.

La orquesta también desciende al foso del Pérez Galdós para la temporada regular de ópera…

Sí, es una parte importante del repertorio, porque especialmente adoro la ópera y, en mi caso, soy un fifty-fifty, ya que reparto mi tiempo casi a partes iguales y le concedo la misma importancia a la ópera y al repertorio puramente sinfónico; de hecho, acabo de firmar para el Metropolitan de Nueva York mi presencia en próximas temporadas. La orquesta mantiene muy buena relación con los Amigos Canarios de la Ópera; el año pasado dirigí para ellos Carmen. También, mi primer contacto con la orquesta fue a través de Ulises Jaén, director de los Amigos Canarios de la Ópera. Para la orquesta esta colaboración significa crecimiento. Una orquesta que no hace ópera, siempre tendrá una parte de ella sin desarrollar.

¿Con qué adjetivo o con qué cualidad podría definir justo ahora a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria?

Creo que flexibilidad. A mi modo de ver, en años anteriores a la orquesta no se le ha exigido todo lo que podía dar, y por ello perdieron algo de flexibilidad. Esta flexibilidad son tempi, colores… Es conseguir un sonido diferenciado para cada compositor… Trabajo que ahora hacemos con calma y que con el tiempo produce sus frutos.

En enero va a desarrollar unas clases magistrales de dirección… ¿Qué importancia le da a la faceta educativa, tanto la especializada, como la más socioeducativa, como es el acceso de la orquesta a las capas sociales menos ligadas con la orquesta?

Estoy muy orgulloso y feliz de poder ser parte del programa educativo que tiene esta orquesta. Primero, ¡porque llega a 25.000 niños al año!, una cifra enorme para una isla como Gran Canaria. Soy consciente que esta acción socioeducativa es la “envidia” de muchas orquestas en España. Y por otra parte, respecto a las clases magistrales, desde mi propia experiencia, cuando hice cursos de dirección, el repertorio se limitaba a Sinfonías de Haydn o Mozart, pero en nuestras masterclasses tendremos obras de mucha enjundia y peso, como poemas sinfónicos de Richard Strauss o ballets de Stravinsky, que son las obras a las que se enfrentan los jóvenes directores y que son las que realmente quieren dirigir y conocer. Por eso las he incluido, ya que mi idea no es solo desarrollar a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, sino preservar y ayudar a la nueva generación de directores españoles. A nuestra temporada siempre vienen directores invitados españoles, como en breve lo hará la directora Lucía Marín, y tenemos un director asistente canario, Rafael Sánchez Araña. Regularmente recuerdo como era mi experiencia cuando era un joven director, y me gusta ponerme en la piel de ellos, porque lo que nunca le van a enseñar los profesores de dirección en los conservatorios es a saber ensayar, cualidad que no se enseña y que aquí vamos a realizar para mejorar sus cualidades.

¿La convocatoria de nuevas plazas para 2018-19 puede modificar la formación de la orquesta?

Modificar no… Lógicamente, la orquesta tiene un orgánico y hay plazas que se tienen que cubrir. Tendremos que convocar unas plazas que en su momento se quedaron desiertas, con el apoyo del Cabildo de Gran Canaria, para que no tengamos estas plazas vacantes, que cuentan con mi confianza para mantener la regularidad en la orquesta y contar siempre con los mismos músicos.

Cuando le preguntaba antes por un adjetivo para la orquesta se me pasó por la cabeza preguntarle por si hay un sonido propio de la orquesta que se adapte especialmente bien a un compositor concreto… No me diga Mahler que esa es fácil…

Ya ha comprobado cómo ha sonado la orquesta con Mahler, pero no le voy a decir que Mahler… La verdad, concretamente no hay un sonido específico qué podamos relacionar con un compositor. Esta orquesta tiene tanta versatilidad y toca tanta variedad estilística, que sinceramente hasta ahora no he visto un sonido específico de un compositor para ellos, pero sí le diría que un repertorio como el romántico alemán, es el sonido que más vinculo a la orquesta, una orquesta con un DNI muy internacional; en este sentido se adaptan fantásticamente bien a diferentes repertorios. Hace un momento le hablé de la flexibilidad, verdad… pues añada ahora también la versatilidad.

En el próximo Festival de Canarias dirigirá una obra a la orquesta con la que usted tiene una relación muy especial…

Entiendo que se refiere al Requiem de Verdi… Para mí es una obra que siento muy cercana, resume a la perfección la vida y la muerte, una dualidad filosófica que en esta música se materializa completamente. Desde el punto de vista interpretativo, es como la Segunda de Mahler: requiere mucho de todos los que participan. Como le decía al principio, por suerte tengo un amplio repertorio y sabía que el Requiem  había que hacerlo esta misma temporada con la orquesta. Con unos solistas ya confirmados, como Bryn Terfel, Celso Albelo o Marianna Pizzolato, es decir, cantantes de primer nivel para esta obra, contaremos también con el Coro de Kaunas, que es una excelente formación profesional, imprescindible para el Requiem. Esta partitura la he estudiado con Riccardo Muti y Daniele Gatti y me hace una tremenda ilusión hacerla con la orquesta, ya que sinceramente siento que tengo mucho que decir con ella. Como director que soy y como ser humano, me parece esencial dirigirla y dar mi opinión sobre ella.

Si le parece vamos a pasar al Adagio, el Requiem de Verdi es un enlace idóneo…

II. ADAGIO
Temas recónditos

¿Es consciente de lo afortunado que es teniendo esta profesión de director de orquesta?

Es tremendamente cierto; soy afortunado de tener la vida que tengo, en todos los aspectos, pero no solo en mi profesión. Pero es mi dedicación profesional la que me permite tener la vida que tengo, en eso tiene usted razón. Puedo disponer de mi tiempo, elegir modos de trabajo, interactuar con personas de gran riqueza cultural y humana o desarrollar a mi familia en un entorno privilegiado, por citar algunas facetas maravillosas vinculadas con mi trabajo. Todos estos ingredientes me llevan a dar un “sí”, pero para llegar a este punto tengo que decirle que he hecho enormes esfuerzos y he sacrificado muchas cosas. Mi adolescencia fue un continuo proceso de estudio y no pude realizar la vida social que se tiene a esos años. Estudié muy duro para poder entrar en una escuela de élite, y la Royal Academy of Music de Londres lo es. Esta no es una historia triste, es una historia de esfuerzo, porque muchos colegas míos estudiaron igual que yo y no pudieron acceder a la Academy. Este es el lado “oscuro” de esta afortunada profesión. Si se estudia tanto desde los siete años, como en mi caso y el de otros colegas, no se tiene la certeza en el mundo de la música que acabarás siendo un reconocido solista o un afamado director; muchos se quedan por el camino y no acaban siendo lo que pensaban ser, “simplemente” ejercerán como profesores. Este es un aspecto que el público y la crítica debería valorar cuando escuchan a un músico. Estos sacrificios pasan factura, porque otros no han sido tan afortunados como yo…

Cómo se considera usted, un director que reproduce, que crea, que inventa… ¿Un poeta o un narrador?

Sinceramente, me considero un líder, en el buen sentido de la palabra, y me siento cómodo llevando esta posición que conlleva sensibilidad hacia los que te rodean. La música se tiene o no se tiene. Un líder debe tener cualidades como la comprensión de un grupo tan grande como es una orquesta. Hay que saber apreciar cualidades humanas para escucharles, atenderles o protegerles. Imagine un conjunto tan grande que puede rondar, entre músicos y personal, las cien personas, donde cada uno es un mundo y donde se producen actos y hechos que el director, al despertarse cada día, desconoce, como pueden ser una pérdida familiar, un desasosiego de la persona o una ruptura matrimonial. Aquí entra en liza una sensibilidad humana para comprender a la persona y poder seguir extrayendo de ella el cien por cien de su rendimiento musical de la misma manera cuando no estaba afectada por un fuerte factor emocional. Le puedo asegurar que el gran director de orquesta que no sabe llevar una orquesta fuera del escenario, no funciona. Como titular, sería un auténtico desastre.

Qué música tiene ahora en su cabeza, esa que tararea sin descanso mientras realiza actividades cotidianas…

Hasta hace poco tenía Mahler… Pero justo antes de nuestra conversación me rondaba La Traviata, ya que la voy a hacer en París en diciembre y he estado todo el verano en compañía musical de una chica llamada Violetta…

¿Qué importancia le da a la crítica?

Como músicos, la crítica es una parte indispensable de nuestra vida cotidiana. Si es verdad que está el crítico que ayuda y el que no. El primero puede ayudar a mejorar y crear vínculos, pero el segundo siembra la discordia, no sé si provocado por cuestiones personales o cualquier otro signo de debilidad o complejo. En otras ciudades donde he sido titular de orquestas, siempre me he llevado bien con los críticos, a pesar que en algunos casos las críticas no eran favorables para mí. Trato de leer las críticas y de sintetizar la idea, sacándoles sus aspectos positivos, pero tampoco soy el tipo de persona que pierde el sueño con estas cosas. En el fondo, esto es como nuestra música, si el público que ha asistido al concierto no le ha gustado, poco puedo hacer, solo esperar a que cambien de opinión en el siguiente.

¿La música le persuade más por el cerebro o por el corazón?

Por el corazón, sin duda alguna.

¿Cómo han sido sus maestros?

En Londres tuve maestros sensacionales en la Royal Academy, pero no solo allí, ya que a Londres asistían las primeras figuras de la dirección. Todo el entorno, con las cuatro grandes orquestas londinenses y los dos grandes teatros de ópera hacían que el nivel cada noche fuera de primera. Para un músico de dieciséis años que estuvo allí hasta los veintitrés, como fue mi caso, esta actividad tan enriquecedora y los contactos que se hicieron me provocaron una preparación muy alta para cumplir con las expectativas que me había creado y presenciado.

¿Qué palabra asociaría a estos compositores? Por ejemplo Mahler…

Vivir…

¿Beethoven?

Temperamento…

¿Dvorák?

Naturaleza…

¿Falla?

Fuego…

¿Y a Verdi?

Cantar…

III. SCHERZO
Temas personales

¿Cómo es la vida en Las Palmas para un director internacional que viaja incesantemente?

La vida aquí es gloriosa, tenemos un clima donde es verano todo el año. Mis hijas definen Las Palmas como “la ciudad en que todo el año es verano”, así me lo dicen a menudo. Qué mejor que concluir un ensayo a las 13.30 e irse a la playa… ¡en diciembre! He tenido muchos motivos y razones para aceptar este puesto de director titular de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, y uno de ellos es sin duda el clima. La playa y el mar me relajan y la gente de aquí es muy cálida, tiene otra manera ser…

Nacido en Gibraltar, con una casa en Málaga y largas estancias en Las Palmas… ¿podría vivir sin tener cerca el mar?

No, por supuesto que ya no… Un verano sin mar no es un verano, no lo llevaría muy bien. Y también el sol es un factor importante en mi vida.

Le preguntan a menudo sobre su matrimonio con la famosa mezzo Elīna Garanča, pero seguro que a ella también le hacen la misma pregunta de su matrimonio con el famoso director Karel Mark Chichon…

¡Jajaja! Es normal que a los periodistas les pique la curiosidad, además tanto ella como yo provenimos de culturas muy diferentes y quizá esto también sea un aspecto llamativo que invita a hacer preguntas.

Precisamente fue muy sonada la postura de ambos en defensa del Teatro público de la Zarzuela, posición que se ha reafirmado con el nuevo gobierno…

Primeramente, esto ha sido una gran noticia, era la única noticia que debía darse… Fue horroroso lo que trataron de hacer y me alegro mucho que no se llevara a cabo. Una vez que se ha estabilizado la situación, debo decir que a Elīna y a mí siempre nos han tratado de maravilla en el Teatro de la Zarzuela, desde el punto de vista humano, administrativo y musical. Nos pareció una situación muy injusta, algo que en nosotros despertó una sensibilidad especial. De hecho, para que ella y yo actuáramos allí, les dimos unas condiciones muy complicadas para un teatro. Necesitábamos muchos ensayos y ellos hicieron todo lo posible para materializarlos, consiguiendo nuestras condiciones artísticas. Dice mucho del teatro esta actitud, que debería ser la normal en todos los teatros, pero no es así. Es significativo que Elīna y yo hayamos ido a la Zarzuela y todavía no hayamos ido al Real… No se trata de estar del lado de un teatro u otro, sino de defender lo que es justo, ya que hay que levantarse y ser fuerte en lo que uno cree. Elīna y yo pensamos que, desde nuestra posición más fortalecida, algo que no ocurriría con un joven músico que podría poner su carrera en evidencia y en peligro, teníamos la responsabilidad y obligación de defender al Teatro de la Zarzuela y, por eso, aquel día hablamos en público tras el concierto, desatando atronadoras ovaciones en defensa del teatro público y con una actividad incesante en las redes sociales sobre nuestra intervención, ya que además muchos espectadores asistentes nos grabaron en video con sus teléfonos. Estamos orgullosos de ello. Nosotros amamos la zarzuela, Elīna la lleva por todo el mundo y yo adoro la música española. Aprovecho para felicitar a aquellos colegas que también se posicionaron en la defensa del Teatro de la Zarzuela, aunque no todos lo hicieron…

No ha sido la primera vez que usted ha defendido derechos e injusticias…

Si se refiere al “hecho de Letonia”, es así. Cuando fui titular allí, una vez superada una crisis, se les subieron los salarios a los músicos, pero tres años después se les bajaron. Me fui a los medios locales y hablé: “como sigan con esta actitud, dimito de mi cargo”. Y dimití. Hay que ponerse en pie y creer firmemente en las cosas fundamentales para un ser humano y para un músico.

¿Qué escucha en su vida privada?

No se extrañe, pero me gusta escuchar el silencio. Si algo escucho lo hago con auriculares, pero en nuestra casa no hay música, pues bastante hay ya en nuestras vidas… Y frente a mí hay muchos decibelios cuando diriges una gran orquesta sinfónica. ¿Ha escuchado el Mahler? Se imagina toda esa cantidad de sonido justo enfrente mía… En casa ni siquiera vemos programas de cadenas de televisión, acaso vemos una serie, que nos gustan, es decir, lo que se llama hoy televisión a la carta. En casa hay silencio, y a veces tenemos visitas que se sorprenden de este ambiente, pues creen que por ser músicos, vamos a estar en casa también con música. Se necesita una desconexión… y además no tenemos mucho tiempo.

¿Las papas con mojo son como una orquesta versátil con un solista refinado?

¡Absolutamente! Y más aún en Gran Canaria, que es uno de sus platos estrella… Me fascina la gastronomía canaria y tengo un especial aprecio al “polvito uruguayo”, que es una especie de dulce. También me encantan las papas arrugadas… Se come y se vive muy bien en Gran Canaria. Y la gente es entrañable.

IV. FINALE
Presto futuro

¿Qué balance nos puede hacer de esta nueva temporada que ya ha comenzado?

Es una temporada muy completa, con conciertos para todos. También es una temporada muy exigente para la orquesta, con obras muy importantes y comprometidas como la Segunda Sinfonía de Mahler o La Consagración de la primavera de Stravinsky. También hay muchos directores que harán su debut con la orquesta, como Michael Sanderling, al que tengo en gran estima y que seguro hará una grandísima Consagración dentro de un poderoso programa; también estará Gérard Korsten y Leonardo García Alarcón, que es un especialista en la música barroca, clásica e historicista, ya que considero muy importante que la orquesta renueve este repertorio y tenga mayor conocimiento interpretativo histórico. Fíjese, si en Alemania tuviera que dirigir Beethoven, y le pidiera a esa orquesta que tocara con vibrato, que frasearan con el vibrato romántico, me mirarían con una cara muy rara… En el mundo moderno clásico europeo, eso se ha acabado. El director y la orquesta que no tengan ese conocimiento histórico están años atrás… Además, tocando Haydn y Beethoven y conociendo bien este lenguaje, una orquesta entonces puede tocar cualquier cosa. También tenemos al gran maestro ruso Dmitry Liss, que ha hecho una gran carrera ejemplar, a su manera, un poco al margen del estrellato, pero es una grandísimo director. También tendremos grandes solistas, que no puedo citar a todos, pero tendremos a Albrecht Mayer y por supuesto a Elīna Garanča o al guitarrista español Cañizares, por citar tres presencias bien distintas. Hay mucha variedad y, comparado con otras temporadas, tenemos el mismo presupuesto. La diferencia es que asisten muchos artistas que conozco personalmente y que han adaptado sus cachés para poder estar en Las Palmas. Lo ideal sería tener diversos directores que regularmente dirijan a la orquesta, cada uno especializado en un repertorio, para ir sembrando y crear un poso en la propia orquesta y en el público, que asocie directamente un director con una tipo de repertorio determinado. Hay que tener un plan de continuidad y desarrollo con la orquesta, y esto es importante.

¿Giras internacionales, grabaciones…?

El próximo mes de noviembre grabamos para Deutsche Grammophon de Alemania. La orquesta ya había grabado para Deutsche Grammophon de España. Y sin quitar méritos, aquella tenía una distribución más nacional, pero esta tendrá una distribución mundial, cumpliendo uno de mis objetivos, que el nombre de “Orquesta Filarmónica de Gran Canaria” salga al mundo, gracias al tremendo marketing que nos proporcionará Deutsche Grammophon Alemania. La grabación será un recital junto a mi esposa, Elīna Garanča, y la proyección tan internacional de ella nos ayudará aún más a tener esa presencia mediática que le comentaba. Son dos combinaciones perfectas: asociación de la orquesta con un sello discográfico fundamental y la asociación a un nombre como el de Elīna, que nos situará en la primera fila internacional. Y no quiero olvidar otra cita importante, que es una gira programada para diciembre de 2019 por Alemania, aunque todavía hay que matizarla, ya tenemos una invitación del Festpielhaus Baden-Baden para hacer su “Concierto de Año Nuevo”, que además será retransmitido por el canal Arte, con una grandísima audiencia. Hacer una gira por las ciudades más importantes de Alemania es una oportunidad especial; toda orquesta debe girar para desarrollarse mejor.

Dado el éxito con la Segunda de Mahler y manteniendo la numeración, el año próximo le van a pedir que comience la temporada con la Tercera

Y a la siguiente la Cuarta, luego la Quinta… Bromas aparte, pienso que Mahler es un compositor muy importante para el desarrollo de una orquesta y, aunque no sé si será una elección para la apertura de la próxima temporada, no es una mala idea… Con Mahler todos nos ponemos las pilas, desde el director hasta la orquesta, incluido el público, que disfruta pero debe concentrarse en los mil detalles que éste nos ofrece y que la orquesta desarrolla en toda su plenitud. ¿Acaso desde la primera entrada tan poderosa de la cuerda en el Allegro maestoso o Totenfeier inicial al emocionante final con el coro incluido, no ha tenido la sensación de estar conectado con nosotros y con la música?

Pensaba que las preguntas las hacía yo maestro… Pero ya ha visto al público que abarrotaba la sala como ha reaccionado tras la explosión final, y yo estaba entre ellos…

Lo que le decía…

Usted conjuga el verbo “desarrollar” con generosidad, al que otorga una importancia para el funcionamiento de su orquesta. Le agradecemos su tiempo y el desarrollo de esta entrevista…

Conjugo este verbo porque es esencial para el crecimiento de una orquesta. Como los lectores sabrán, hace dos años la orquesta atravesó momentos críticos. Hoy, cuando nos visitan músicos y tocan con nosotros, nos alaban la disciplina, seriedad y alegría que transmite la orquesta. Hemos dado un giro de ciento ochenta grados, y la orquesta sigue creciendo, y como apenas le he dicho en esta entrevista, sigue desarrollándose… Y un apunte final, para acabar como comenzamos, es muy prometedor comenzar resucitando

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Por Gonzalo Pérez Chamorro

 

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