Al hablar con Isabel Dobarro, el interlocutor acaba completamente convencido de todo lo que dice la pianista tras el primer diálogo, tal es su convencimiento, seguridad y tranquilidad en todo lo que transmite. De este modo se percibe el proyecto Kaleidoscope, un recorrido por la composición pianística femenina contemporánea que ha sido publicado en el sello Grand Piano. “Kaleidoscope refleja mi trabajo de investigación y de interpretación de los últimos años; supone una exploración del repertorio actual de compositoras de todo el mundo”. Y por tanto este es un registro histórico, no solo por la forma, sino por el fondo, ya que hoy en día gusta mucho de incorporar a Fanny Mendelssohn o a Clara Schumann, por ejemplo, junto a sus célebres familiares masculinos, e incluso quizá haya monográficos, amparados en el famoso apellido, pero un recorrido exclusivo por el piano femenino contemporáneo no es habitual, y menos con la calidad que aquí se ofrece, tanto en obras como en interpretación. “Este trabajo -indica durante la entrevista la pianista gallega- me ha llevado a descubrir un repertorio fascinante, en muchos casos influido por las diversas raíces culturales de estas compositoras, generando un disco donde confluyen una amplia variedad de estilos y lenguajes musicales”. La lista de compositoras que Isabel Dobarro muestra en este registro es apabullante: Dobrinka Tabakova, Gabriela Ortiz, Nkeiru Okoye, Suad Bushnaq, Yoko Kanno, Tania León, Carolyn Morris, Karen Tanaka, Claudia Montero, Julia Wolfe, Caroline Shaw y Carme Rodríguez. ¿Es o no un caleidoscopio femenino de emociones pianísticas? Pues pasen y vean, y puestos a disfrutar, busquen el disco, ya que la tecnología nos ofrece muchas y fáciles posibilidades para escucharlo.
¿Kaleidoscope resume el contacto y el descubrimiento que ha hecho usted de este repertorio de compositoras contemporáneas?
Así es, Kaleidoscope refleja mi trabajo de investigación y de interpretación de los últimos años. Supone una exploración del repertorio actual de compositoras de todo el mundo. En este trabajo discográfico he tratado de reflejar mis valores y mi visión como artista, en este momento de mi carrera.
¿Por qué Kaleidoscope?
Sentía que, como parte de mi trabajo en la recuperación y visibilización de compositoras, debía acercarme a creadoras de otros continentes, no solo de Europa y América, que es lo que había trabajado hasta la fecha. Este trabajo me ha llevado a descubrir un repertorio fascinante, en muchos casos influido por las diversas raíces culturales de estas compositoras, generando un disco donde confluyen una amplia variedad de estilos y lenguajes musicales.
¿Cuándo comenzó a fraguarse el proyecto?
Si bien creo que la semilla de este proyecto comenzó en los intercambios culturales a través de obras de compositoras que ya llevaba años realizando mediante la iniciativa Women in Music / Mujeres en la Música (proyecto con el que colaboramos con instituciones como la New York Philharmonic, New York Women Composers, Asociación de Mujeres en la Música), la idea de ampliar el alcance de este CD surgió, aproximadamente, tres años atrás. Desde ese momento, realicé una investigación exhaustiva del repertorio de piano de compositoras de distintos continentes.
¿En qué momento nos encontramos en la composición femenina?
Se han producido avances notables, en particular en relación con la visibilización de determinadas compositoras como Clara Wieck o Fanny Mendelssohn. No obstante, existe todavía un inmenso repertorio de una gran calidad desconocido, esperando a ser rescatado. Para ello, es necesaria la incorporación del repertorio de las compositoras en los programas y en las aulas de los centros de educación musical, en los concursos, en la investigación académica y en la industria discográfica. El hecho de que una discográfica del prestigio y reconocimiento global como Naxos Grand Piano haya apostado por este CD, es algo muy emocionante.
Cómo mujer y como pianista, esto supone un doble reto, ¿es un compromiso especial?
Creo que este compromiso debe ser común a hombres y mujeres, ya que supone un enriquecimiento del repertorio que beneficia a ambos sexos.
Responsabilidad es un término que en este caso se admite sin objeción alguna…
Considero que los artistas tenemos la responsabilidad de reflejar la música y el espíritu de nuestro tiempo. Si no se apoya la creación contemporánea, como intérpretes no estamos contribuyendo activamente a su supervivencia. Para mí, es una parte fundamental de mi trabajo y que considero también parte de mi rol y responsabilidades como concertista.
Dobrinka Tabakova, Gabriela Ortiz, Nkeiru Okoye, Suad Bushnaq, Yoko Kanno, Tania León, Carolyn Morris, Karen Tanaka, Claudia Montero, Julia Wolfe, Caroline Shaw y Carme Rodríguez… Un auténtico festín pianístico, hablemos un poco del contenido del álbum, ¿por dónde podemos comenzar?
Pues por el Nocturno de la búlgara Dobrinka Tabakova, que explora una atmósfera intimista, un mundo de diferentes colores y sentimientos que llegan al alma. Por su parte, la compositora cubanoamericana Tania León, ganadora del Premio Pulitzer y que recientemente recibió en Madrid el XIX Premio SGAE de la Música Iberoamericana “Tomás Luis de Victoria”, combina en su explosivo Tumbao los apasionados ritmos latinos con el lenguaje contemporáneo, creando una pieza llena de vida, esperanza y luz.
Sigamos…
El Estudio n. 3 de la galardonada compositora mexicana Gabriela Ortiz está lleno de virtuosismo y fuego, una delicia imaginativa para el pianista y el oyente. Y como esta grabación habla de diálogo, de unión en la diversidad, de lenguajes musicales que se funden y florecen, este también es el caso de Earring, de la americana Julia Wolfe, galardonada con el MacArthur Genius Grant y Premio Pulitzer; Earring es dos ritmos, dos mundos que, tras moverse en direcciones diferentes durante la mayor parte de la pieza, se unen al final.
También viajamos en Kaleidoscope a Asia…
Exacto, ya que la obra de la japonesa Yoko Kanno, Hana Wa Saku, dedicada a las víctimas de uno de los terremotos más mortíferos del país, combina el dolor con la esperanza, la tristeza con la luz. Es un maravilloso himno de resiliencia. O también Water Dance III, de la japonesa Karen Tanaka, que explora los reflejos del agua, sus variaciones o su inagotable fuente de inspiración.
Y nos desplazamos a Australia…
Eso es, con la australiana Carolyn Morris, que nos transporta a sus primeros recuerdos en una pieza conmovedora y también inspirada en el agua, Blue Ocean, que traslada al oyente a la Great Ocean Road de Australia, donde creció la compositora.
Hay también creaciones procedentes de África…
Sí, con Dusk de los African Sketches de la compositora de raíces nigerianas Nkeiru Okoye, que es otro viaje, no sólo a los fascinantes colores de la música africana, sino también a uno mismo. Una obra melancólica e íntima muy conectada con mi forma de entender la música.
Proseguimos con el resto de obras que conforman Kaleidoscope…
Buenos Aires, Despierta y Sueña es una obra de la compositora argentina Claudia Montero, que nos traslada a las calles de la ciudad sudamericana con una sensación de melancolía y nostalgia. Por su parte, Gustave Le Gray, de la americana Caroline Shaw, no sólo es una de las piezas centrales del repertorio contemporáneo, sino también una fascinante exploración del sonido, la forma, la transformación y el color. Seguimos en América, con la Improvisación de la compositora jordana-canadiense Suad Bushnaq, que traslada sus raíces musicales árabes al lenguaje pianístico romántico, una combinación llena de riqueza musical. Y por último, tuve el honor de ser la dedicataria del Alalá das Paisaxes Verticais de Carme Rodríguez. Una imagen musical de mi Galicia natal, una pieza en la que confluyen tradición y contemporaneidad.
¿Entre las propias obras hay nexos?
El programa ha sido pensado como un todo coherente con un orden que busca generar un impacto emocional en el oyente. Si bien es posible escuchar las obras de forma individual en plataformas, el orden del CD físico tiene un significado.
Como oficiante de esta liturgia con tantas creadoras, debe haber tenido conexiones con las propias compositoras, a modo de dedicataria, como en Alalá das Paisaxes Verticais de Carme Rodríguez, imaginamos…
Sí, me acerqué a la selección de obras desde perspectivas diversas. A figuras como Tania León la conocía de Nueva York, donde había tocado en su festival Composers Now. A otras, como Yoko Kanno, me acerqué gracias a mi marido, que conocía su trabajo en el mundo del cine. En el caso de Julia Wolfe, ella era profesora de composición en New York University, por lo que la conocí allí en mis años de estudiante. Con Claudia Montero o Carme Rodríguez me unía la amistad. Sin embargo, hay otras compositoras que desconocía por completo y a las que me acerqué en la investigación previa a este CD, como Nkeiru Okoye o Karen Tanaka.
Cómo ha sido la relación con la producción de la grabación y el sello Grand Piano, que tiene una gran distribución mundial…
Estoy inmensamente agradecida al sello internacional Grand Piano de Naxos por apostar por este proyecto e involucrarse de una manera tan activa. Emociona mucho ver que una compañía de este prestigio y trascendencia mundial apoye tan firmemente la creación actual femenina. También, en especial, quiero dar las gracias a Javier Monteverde, ganador de Grammy, productor de este CD y a los musicólogos Patricia Kleinman y Manuel García Orozco (profesor de la Universidad de Columbia) por sus notas al programa y apoyo.
En qué momento se encuentra entonces Isabel Dobarro, ¿en un caleidoscopio de emociones o en un estado de fidelidad y compromiso con la creación femenina contemporánea?
En un estado de fidelidad, felicidad y compromiso con la creación femenina contemporánea.
¿Era este el momento que soñaba hace años?
Estoy muy feliz a nivel profesional y personal. Estoy disfrutando este momento presente teniendo también mucha ilusión por lo que vendrá.
Gracias por su tiempo, ha sido un placer.
por Gonzalo Pérez Chamorro
Un viaje por la emoción
por Isabel Dobarro
Kaleidoscope explora el espectro de mi viaje musical, un viaje cuyos caminos han estado profundamente influenciados por mi descubrimiento de obras de compositoras. Durante ocho años, mi carrera pianística ha buscado obtener la atención para estas contribuciones tan relevantes y maravillosas de las mujeres. Quiero promover su producción en todo el mundo, y la presente grabación sirve como génesis para eso. Por diferentes razones, admiro profundamente a cada una de las compositoras seleccionados para este álbum, y fue a la vez una emoción y una delicia interpretar sus obras. Cada composición me ha afectado profundamente, como intérprete, como persona y como mujer.
El Nocturno de Dobrinka Tabakova explora una atmósfera intimista, cuyos colores y sentimientos sutiles nunca dejan de tocar el alma, mientras que el explosivo Tumbao de Tania León entremezcla apasionados ritmos latinos en medio de la contemporaneidad del lenguaje musical, creando una pieza llena de vida, esperanza y luz. Estas dos piezas marcaron el tono para el ardiente Estudio n. 3, todo un tour de force de Gabriela Ortiz, un virtuosismo de imaginativo tratamiento, tanto para el pianista como para el oyente.
Además de ser una exploración, Kaleidoscope es también un diálogo, donde se funden diversos lenguajes musicales, se sintetizan y florecen juntos. Por ejemplo, a lo largo de Earring de Julia Wolfe, hay dos ritmos y dos mundos, uno rítmico y otro melódico, primero se mueven en diferentes direcciones antes de fusionarse con gracia al final.
La obra de Yoko Kanno, Hana wa saku, dedicada a las víctimas del terremoto de marzo de 2011 en Japón, más mortífera, contrapone la pena con la esperanza, la tristeza con la luz, convirtiéndose en un maravilloso himno para la resistencia.
Water Dance de Karan Tanaka explora los reflejos del agua y sus variaciones como una fuente eterna de inspiración. Igualmente inspirado por el agua, Blue Ocean de Carolyn Morris transporta al oyente a los primeros recuerdos de la compositora al crecer junto al mar a lo largo de la Great Ocean Road de Australia. Dusk de Nkeiru Okoye, extraída de sus Sketches, nos lleva en otro viaje, no solo a los fascinantes colores de la música africana, sino también a uno mismo. Melancólica e íntima, la pieza de Okoye está muy conectada con mis emociones internas.
Con su sentido de la nostalgia, Buenos Aires, Despierta y Sueña de Claudia Montero transporta evocadoramente al oyente a las calles de esa ciudad sudamericana, mientras que Gustave Le Gray de Caroline Shaw ofrece, no solo un pieza central del repertorio clásico contemporáneo, sino una fascinación que explora el sonido, la forma, la transformación y el color. La proyección musical global también está al alcance de la mano en Improvisation de Suad Bushnaq, que invita a las raíces musicales árabes del compositor en el lenguaje romántico del piano, creando un rico tapiz musical.
Kaleidoscope concluye muy cerca de mi corazón, porque me honró ser la dedicataria de la obra de Carme Rodríguez Alalá das Paisaxes Verticais, un retrato musical de mi región natal, Galicia, en el noroeste del país, que evoca una emoción de España, donde la tradición y la contemporaneidad se encuentran de manera tan convincente como lo hacen en cada corte de este disco.
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Para comprar el CD:
https://www.amazon.es/Kaleidoscope-Contemporary-Female-Composers-Around/dp/B0D9YVP475
https://www.elcorteingles.es/musica/A53155347-kaleidoscope-compositoras-s-xxi-cd/?color=default
Crédito de las fotos © Alfonso Novo