Música clásica desde 1929

Elena Mikhailova
Diciembre 2017 - Núm. 913

Elena Mikhailova

La diva del violín

 

Aparece como una princesa rusa enfundada en un profundo pañuelo rojo que le aporta un aire de señorial linaje. Elena me saluda y desaparecen las poses, es tan natural, que su sonrisa desvela el encanto que tiene en todo lo que dice, cuando a sí misma se corrige o cuando se ríe sin cesar de cualquier expresión o frase que me pide por favor omita en la entrevista… Elena Mikhailova es una violinista de moda, en el sentido total de la expresión, “la zarina de la música”, que a la vez combina su faceta de instrumentista virtuosa con campañas publicitarias a alto nivel y conciertos benéficos solidarios para luchar contra la pobreza y recaudar fondos. Compositora como violinista, sus Caprichos desvelan la pasión que siente por Paganini. Amante también de los buenos vinos, con Elena se puede pasar del blanco al tinto y cambiar de tema sin que oponga objeción alguna. Es una chica de hoy y una violinista de siempre, con sólidas bases musicales que proceden de la madre Rusia, que es buen punto de partida para iniciar esta entrevista para RITMO. 

Violinista y compositora, compositora y violinista… ¿Quién es, a grandes rasgos, Elena Mikhailova?

Supongo que alguien que crea música y que la transmite de la mejor manera que puede. No sé hacer otra cosa. Admiro a la gente polifacética; yo sólo he elegido este destino. Aunque fue un regalo de mis padres. Como sabes, soy cuarta generación de artistas: padre y abuelo violinistas, bisabuelo trompetista… Aunque si voy más lejos, terminamos hablando de Zares y del Ejército Blanco: mi tatarabuelo formó parte de la Guerra Civil de Rusia en los años 20. Pero lo dejamos para otro encuentro, ¿no…?

Es curioso, ya que se han cumplido cien años justo ahora… Entonces déjame que aproveche ese enlace con Rusia para hablar de tus orígenes. Naciste en Azerbaiyán, aunque eres mitad armenia, mitad rusa. Estudiaste en Alemania e Italia. Española de nacionalidad y vives en Madrid… ¿De dónde te sientes?

De todas partes y de ninguna, en mi DNI debería figurar “residente del mundo”. En realidad soy del país en el que se escuche mi música, tenga la latitud y longitud que tenga. Mi violín es mi pasaporte y mi música mi nacionalidad. Aunque sí hay un hecho objetivo, al residir en Madrid, soy madrileña y madridista… No por la gracia de Dios. Por la gracia de mis hermanas, o la presión (risas).

¿Qué te parece lo de la “zarina de la música”?

¡Me hace mucha gracia! De hecho, lo de “zarinas” viene por una gran amiga llamada Beatrice Altobelli, estrechamente vinculada al mundo musical y de los intérpretes, que siempre nos llama a mi hermana Katy y a mí “zarinas”; a ella, medio “mundillo” clásico la llama “la principessa Altobelli”. Pero lo de “Zarina de la música” lo decidió el prestigioso fotógrafo Juan Carlos Vega durante el shooting para esta entrevista para RITMO.
 

“Soy de todas partes y de ninguna, en mi DNI debería figurar ‘residente del mundo’; en realidad soy del país en el que se escuche mi música, tenga la latitud y longitud que tenga; mi violín es mi pasaporte y mi música mi nacionalidad”
 

Ya que hablas del espectacular shooting de Juan Carlos Vega, rompes moldes con tu imagen sofisticada y de extrema elegancia, la portada nos ha dejado sin palabras…

He disfrutado muchísimo con esta sesión de fotos. Trabajar con Juan Carlos Vega es un lujo: alguien que ha hecho la última campaña con Antonio Banderas para Viceroy… Y contar con el collar de Aristocrazy (¡gracias a Edelmiro Arnaltes y Emiliano Suárez!) que fue presentado en la Fashion Week de Madrid en 2015 ha sido un guiño a mis antepasados de Rusia; o ropa de Loewe, Miguel Marinero, Versace… Ha quedado una portada muy zarista, sí….

…En pleno aniversario de la Revolución de Octubre… ¿Cuál es tu revolución personal en el mundo del arte, de la música?

Mi revolución profesional es romper los esquemas tradicionales de la música clásica, un poco como estoy haciendo. Y mi revolución personal es terminar de descubrirme mientras compongo.

Si retomamos la figura antes citada de Beatrice Altobelli, cuya agencia (Conciertos Vitoria) es mánager en España de Anne-Sophie Mutter, Riccardo Muti, Miguel Ángel Gómez Martínez, etc., le dedicas una obra en tu último disco, que me informan que se vende en las tiendas de Agatha Ruiz de la Prada de Madrid y París…

Capricho Saltando. Muy italiano… Lo compuse en primavera de este año pensando en ella. Nos veíamos varias veces por semana. Compongo condicionada por lo que me rodea y lo que me gusta. Lo llamé “saltando” porque el estado anímico de Beatrice es así, siempre contenta, alegre y sonriente. El estreno mundial fue en una gala solidaria con el Padre Ángel el pasado mes de mayo; Beatrice en primera fila, se le escaparon unas lagrimitas… Espero que no me mate por contar esto…
 

“Mi revolución profesional es romper los esquemas tradicionales de la música clásica, un poco como estoy haciendo. Y mi revolución personal es terminar de descubrirme mientras compongo”

 

Qué significa la palabra “capricho” en tu vida, ya que lo mencionas...

¡Me encanta esta pregunta! (Elena se detiene a pensar, momento que el autor de la entrevista aprovecha para ojear unos excelentes vinos que nos acompañan en la entrevista). De hecho, nunca me la he planteado de esta manera. En términos paganinianos significa horas y horas para aprenderme los 24 Caprichos de Paganini desde que tengo 8 años. Los perfeccioné con Salvatore Accardo…

Recuerdo que sus grabaciones de Paganini eran míticas… ¿Qué nos puedes decir de él?

Salvatore en las clases era capaz de coger cualquier fragmento de cualquier obra de repertorio violinístico de sus alumnos, y, de memoria, tocarlo con uno de sus Stradivarius. Me impresionaba muchísimo su capacidad de memorizar  en cuestión de segundos. Salvatore es muy sociable, recuerdo con mucho cariño en Cremona cómo íbamos a cenar después de sus clases junto a otros estudiantes. Siempre ha sido muy cercano.

Volvamos al significado de “capricho” para Elena…

La palabra en sí para mí es mucho más que eso: es casi una forma de vida y fuente de inspiración. Llevo componiendo año y medio, he descubierto a una nueva Elena en este proceso creativo.

Estas obras están recopiladas en tú último disco del que antes hablábamos…

Es un homenaje a los 25 años de mi carrera, en donde hay Doce Caprichos de Paganini y Doce Caprichos míos, y en el que colaboran Agatha Ruiz de la Prada, Mercedes-Benz España e Iberia. Los Caprichos son una forma de plasmar mis antojos, mis deseos, mi pasión, mi dolor, mi felicidad… Todo esto a través de acordes, pasajes melódicos, pizzicatos, staccatos… Es decir, generando música.

Aludes a Paganini constantemente; y comparas en una entrevista en “Be In Sports” al compositor italiano con Cristiano Ronaldo…

Sí, a raíz de mi versión del himno clásico del Real Madrid. Lo emitieron en Real Madrid TV, después en la cadena que mencionas  solté esa perlita… En realidad, era una broma que alguno que otro se lo tomó muy mal, (seguramente los seguidores del F. C. Barcelona), por eso que dije que a Messi lo comparaba con Tchaikovsky por la melancolía y esas cosas… (risas). Sólo los pies de Cristiano se equiparan, en el fútbol, con las manos de Paganini.

Parece claro quién es su compositor goleador…

Exacto, y siguiendo por sus comparaciones futbolísticas, para no quedarme en fuera de juego, si tuviera que darle el violín de oro se lo daría a Paganini. Es más, si tuviera que quedarme con un único compositor sería Niccolò Paganini. Sin todas sus aportaciones al violín, ni Tchaikovsky sería lo que es, ni ningún otro compositor “romántico”. Ya me imagino las críticas en las redes sociales… ¡pero me da igual!

Sería algo así como “it violinist” en lugar de “it girl”, por meternos de lleno en un mundo que le apasiona, el de las redes sociales...

Sí. Lo confieso. Soy una adicta al móvil y a Instagram. El Facebook me lo lleva mi equipo, porque si me meto ahí pongo de todo… Menudo peligro…

¿Y qué importancia crees que tienen las redes sociales para captar amantes de la música?

Mucha. Hoy contratan a los artistas por el número de seguidores que tienen en redes... Y eso tiene una parte buena y una mala. ¿La buena? Que se ha democratizado el funcionamiento de esta industria, y ya no es tan hermética como antes y no depende de las 4 ó 5 agencias que se reparten el pastel. La mala es que a veces hay artistas de muy baja calidad que por el poder que tienen en YouTube o Instagram acaparan más conciertos que otros que se lo “merecen” más, en cuanto a la calidad y la técnica musical.

Has llegado a tu posición con multitud de premios nacionales e internacionales, además de tocar con orquestas como la Orquesta Sinfónica de RTVE o la ORCAM, y te has formado, entre otros, con Yehudi Menuhin, Salvatore Accardo, Zakhar Bron…

Francamente, reconozco que he llegado a obsesionarme con los concursos internacionales para violín. Si cuento con unos veinticinco premios en diversos concursos de prestigio, tanto nacionales como internacionales (Primer Palau, Juventudes Musicales, Joaquín Rodrigo, Michelangelo Abbado, Andrea Postacchini…), he debido de presentarme a, por lo menos, unos cincuenta o sesenta. Mi infancia y adolescencia la he pasado encerrada en la habitación de mi casa o de algún hotel llegando a estudiar hasta 14 horas. Mi compañero fiel era el violín. No tuve ni vida cotidiana. ¡Una barbaridad! Es gracias a todos los concursos en los que he participado que he conseguido recorrer medio mundo. ¡Hasta he representado a España en Eurovisión en la modalidad de música clásica en el año 2000 en Noruega! Participar en concursos también te da un bagaje necesario para salir al escenario, ya que no es lo mismo tocar ante un jurado que ante un público. Si no me hubiera presentado a esos 60 “campeonatos”, hoy no sería la que soy, ni en lo profesional ni en lo personal.

Una vida dura para una adolescente… ¿Qué crees que te faltó a nivel personal?

Aprender a montar en bicicleta (Elena vuelve a reír). ¡No me dejaban! Por eso de si me caía y me rompía las manos, que para un violinista son algo más que una herramienta de trabajo, son mi comunicación directa con el instrumento, son quienes lo acarician y lo cuidan, las que consiguen día y día extraer de él la música que hay en mi cabeza.

Si te parece, pasemos del vino tinto al blanco y hablemos de… ¿moda?

¡Genial! Aunque soy más de tintos… Ahora en serio, pensaba que íbamos a discutir sobre el IVA cultural, la crisis y esas cosas…, y acabas descorchando este tema que realmente me apasiona, como es el de la moda. Y te agradezco que no me preguntes por aquellos temas porque vivo en mi burbuja. Y sobre la moda… Yo era de esas que salía al escenario con vestidos largos y oscuros; de hecho, sólo tenía dos (hoy tengo cerca de 50, la mitad regalos de las marcas). Cuando toqué el Primer Concierto para violín de Prokofiev con la Orquesta Sinfónica de RTVE, dirigida por Gerd Albrecht en el Monumental, no llevaba ni brillo en los labios… La moda ha cambiado mi vida. Primero, por culpa de mi hermana, y después a raíz del proyecto con Agatha Ruiz de la Prada, quién me fichó aun sin haberme escuchado tocar. Le bastó con verme con un vestido suyo en una fiesta en su tienda de la calle Serrano. Agatha me dijo: “tenemos que hacer una gira contigo por todas mis tiendas, en París, Milán, Nueva York…”. Eso fue hace dos años. Hoy ya tenemos tres discos publicados. Agatha es una de las mujeres más auténticas que he conocido, y que más ha apostado por mí.

¿Qué hay que cambiar para que no parezca que tratamos de asuntos demasiado serios?

Dejar de hablar con ese lenguaje tan raro (Elena vuelve a reír), al igual que pasa con los vinos, por ejemplo... Hay que hacer cosas diferentes. Como ha hecho Luis Cobos, Pilar Jurado, como está haciendo Ara Malikian o Paco Montalvo. Fusionar la clásica con la electrónica, el flamenco, el rock… Cambiar la ropa, introducir más imagen, más marketing, más vida… ¡Enterrar el negro…! ¡Se me ocurren tantas maneras! Y ya empieza a haber avances, lo que me hace muy feliz.

“Entre en el mundo de la moda, entre otros motivos, gracias a Agatha Ruiz de la Prada, quién me fichó aun sin haberme escuchado tocar; le bastó con verme con un vestido suyo en una fiesta en su tienda de la calle Serrano, entonces Agatha me dijo: ‘tenemos que hacer una gira contigo por todas mis tiendas, en París, Milán, Nueva York…”

Hablas de restar profundidad en el lenguaje, ¿pero no en el concepto?

El lenguaje es una manera de codificar el concepto. No importa si se empieza por una cosa o la otra. El lenguaje es muy pesado: si lees una crítica de música y no tienes ni idea de este mundo, te asustas. Por eso existe ese rechazo por parte de jóvenes, porque hay un desconocimiento total. Después hay que cambiar la imagen de los músicos; y, por último, hacer música clásica pero de una manera más moderna. Por ejemplo, romper la barrera de los auditorios, bajando al artista al patio de butacas, u ofreciendo conciertos en tiendas de moda o de electrónica (¡qué sé yo!), en la calle… En otros lugares más comunes para generar cercanía frente a ese público nada entendido. Versionar la música clásica con otros géneros, por ejemplo, incorporar elementos de la música pop o rock a la clásica… Se me ocurren muchas maneras, la mayoría ya realizadas.

Ahora un poquito de cava… ¿coches?

(Elena ríe). ¡Cómo no! Si es Mercedes-Benz, mejor. Todo queda en familia: en la moda y en la Fashion Week Madrid en septiembre de 2016. Si algo tenemos en común esta firma y yo es que somos clásicos renovados. Ahora Mercedes-Benz está intentando asentar la cabeza con una campaña con Ara Malikian: genial iniciativa. Soy una afortunada de poder contar con el apoyo de unas de las mejores empresas de coches que hay en el mundo. Pero lo del cava me gusta mucho también: Protos es mi preferido, tocar en sus bodegas fue una maravilla (tienen las bodegas más impresionantes de toda España, diseñada por Richard Rogers-Alonso Balaguer y Arquitectos Asociados, y las más antiguas de la D.O. Ribera del Duero, ¿lo sabías?). También Pagos de Carraovejas, Mauro, Tomás Postigo son bodegas que me gustan mucho… ¡Espíritu Ribera! Pero últimamente me ha dado por Veuve Clicquot. Para componer, (¡que no tocar!) me inspira muchísimo este champagne…

Vayamos a por algo más fuerte, en vaso corto… Fuiste portada de Interviú…

Interviú… Añádele un poco de hielo a ese vaso corto, que enfríe el asunto… ¡Qué locura! ¿verdad? No ha pasado ni un año aún, y lo recuerdo como si fuera ayer. ¡No he cobrado nada! Si haces algo reivindicativo resulta una hipocresía lucrarse. Me desnudé (parcialmente, no hubo topless) para defender el papel de la mujer en la industria de la música clásica frente al machismo que sigue imperando. Recuerdo la llamada de mi padre impactado. ¡Hoy le parece genial y tiene media casa empapelada con mis fotos! Muchas de esas fotos tienen un aire muy a lo “Cosmopolitan”….

La igualdad de géneros en este mundo, decías...

Aun estoy esperando ver una mujer dirigiendo el famoso Concierto de Año Nuevo de Viena… En realidad, lo de Interviú fue una “liada” de mi mánager, pero no lo dudé dos segundos. Reinterpretamos la famosa fotografía de los años 20 del dadaísta Man Ray (El violín de Ingres), pero en color, y con un turbante de Agatha Ruiz de la Prada en la cabeza. Hicimos algo muy elegante. Si Rocío Jurado o Anne Igartiburu se atrevieron, ¡alguien de la clásica tenía que dar el paso!

Combinas tu faceta clásica, como hablábamos antes, con nuevos proyectos, fusionando este género con otros géneros musicales…

¡Sí! Música clásica y flamenco. Un tándem con Curro de Candela (sucesor de Joaquín Cortés, según la prensa española), uno de los mejores bailaores del mundo. Gran amigo. Y detrás de todo esto está Beatrice Altobelli y su agencia. Estoy muy feliz. A Curro le dedico mi Capricho Flamenco del disco.

España es un país de directores musicales muy diversos, ¿con cuál de ellos te gustaría tocar que no lo hayas hecho?

Así, sin pensarlo demasiado, con Miguel Ángel Gómez Martínez… ¡Me encantaría hacer el Concierto de Khachaturian como guiño a mis raíces armenias!

¿Es el Concierto de Khachaturian tu preferido?

Eso son palabras mayores… Siempre digo que mi concierto preferido es el que interpreto en ese momento. Si me encargan tocar un concierto determinado, aunque no me entusiasme al principio, termina formando parte de mi vida y de una etapa. Pero me encanta el de Sibelius, que me ha abierto muchísimas puertas: he ganado muchos concursos gracias a este Concierto. También los dos de Prokofiev, el Segundo lo toqué con Vasily Petrenko y la Orquesta Sinfónica de RTVE. El de Bruch, Brahms… Con permiso de Messi te diré que el de Tchaikovsky…

 

“¡Me encantaría hacer el Concierto de Khachaturian con Miguel Ángel Gómez Martínez como guiño a mis raíces armenias!”

 

Hablas mucho en plural. Percibo que hay un equipo detrás para sostener todo esto… Este dream team, ¿quién lo conforma?

Principalmente Katy, mi hermana, periodista y que sería algo así como mi product manager y jefa de prensa; José Ángel Ollo de Izco todo el marketing, diseño, web, redes; Miky Guerra para las grabaciones de concierto, ensayos, videos de YouTube. Juan Carlos Vega para la dirección artística de grandes campañas de marcas internacionales. En imagen y belleza, Carolina González de Tachi. Smylife mi sonrisa (no duda en sonreír siempre que puede, que es siempre). Ahora con “Conciertos Vitoria” lo del flamenco. Curro de Candela para inspirarme. Y, sin duda: mi madre, Victoria, no puedo vivir sin ella. Lo es todo para mí, en lo profesional, personal, musical, familiar… ¡Somos como un clan! María, mi otra hermana, es mi coach.

¿Qué hace Elena Mikhailova en su tiempo libre?

No perdono ni un sólo día sin nadar en mi piscina o en la del gimnasio. Es casi un ritual. Me gusta jugar al pádel. Por las noches veo “La Que Se Avecina” y me gusta desayunar con algunos magazines matinales televisivos. Mi té verde de las cinco… Leer. Pasar el tiempo con mi gato Mourinho…

¿Un defecto y una virtud?

Impulsiva. Generosa.

Tus planes para diciembre…

El día 2 presentamos en el Auditorio Nacional de Madrid “Sarasate il Divo”, todo óperas para violín y orquesta con Juan Paulo Gómez y la Partiture Philarmonic Orchestra (los mismos que hacen el evento “Sinfónico Mercé”). Y el 14 vuelvo al Auditorio Nacional con Pascual Osa y la Orquesta Filarmonía de Madrid, con un proyecto auspiciado por Siemens. Y el 20 tenemos Concierto de Navidad con el Padre Ángel (interpretaré mis Caprichos y unas obras inéditas) en la Iglesia de San Antón para luchar contra la pobreza y recaudar fondos.

Conciertos benéficos…

Sí. Hago todos los que puedo (rara vez digo que no, salvo que mi agenda no me lo permita). El mes pasado apoyé la Smylife Collection en el Museo Thyssen con las subastas de Venus para Mensajeros de la Paz. ¡Recaudamos cuarenta y cinco mil euros! Gran iniciativa de mi buena amiga Marisa Nufrio.

Y en 2018 Latinoamérica…

Vuelvo a Honduras con el Maestro Barahona, a México con Juan Carlos Lomónaco, Colombia con Felipe Aguirre… ¡Si Dios quiere! También, Córdoba, Málaga en el Museo Picasso, Rusia… Y por supuesto Madrid, mucho Madrid que es mi ciudad. Pozuelo de Alarcón, Las Rozas de Madrid, Alcorcón...

¿Eres feliz?

A ratos. En estos momentos sí. Cuando toco el violín. Cuando compongo.

Un lema…

“Encontrar la verdad a través del arte”; no sé si lo ha dicho alguien antes que yo...

Nos despedimos Elena, pero antes un deseo para 2018…

Que España permanezca unida. Y que ganemos la Champions, la 13…

por Gonzalo Pérez Chamorro

www.elenamikhailova.net  

www.diariodeunaviolinista.com

 

Juan Carlos Vega (Autor de las fotografías de esta entrevista y de la portada)
Fotógrafo asturiano y director artístico. Su mundo es la moda y la publicidad, entre ellas la última campaña de Viceroy con Antonio Banderas. Su trabajo está ligado a marcas como Loewe, Mercedes-Benz España, El Corte Inglés, Mustang, Mango o Bershka, entre otras.
Director artístico de la Revista Broadway Dance Magazine desde su fundación, Vega ha contado con una exposición en el Teatro Campoamor de Oviedo con motivo del 125 aniversario el pasado mes de octubre.

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