Esta versión de cámara de Atlàntida de la Coral de Cámara de Pamplona transmite la esencia y la comprensión de la propia cantata escénica, como nos relata en esta entrevista el director de la Coral de Cámara de Pamplona, David Gálvez Pintado. La obra mítica de Manuel de Falla, de dimensiones épicas, que el maestro no llegó a concluir, es un proyecto que produce la propia Coral de Cámara de Pamplona y el Museo Universidad de Navarra con la colaboración de la Fundación Archivo Manuel de Falla y el apoyo de otras entidades, y que verá la luz este sábado 5 de marzo.
Con la cantata escénica en versión camerística, basada en la llamada versión de Lucerna (1976), de Ernesto Halffter, pero con partes añadidas de la partitura original de Falla que la dotan de mayor sentido teatral, como, por ejemplo, la escena de la muerte de las Pléyades, Gálvez Pintado opina que “concede mayor sentido teatral y argumental y, no por ello menos importante, muy al contrario, también hemos trasladado la partitura a una versión para piano a cuatro manos y percusión, respetando de nuevo la fisonomía, textura y carácter de la obra existente”.
El maestro Gálvez Pintado igualmente nos describe “el privilegio del excelente nivel de nuestros cantantes y solistas invitados, así como destacar que es nuestro tercer trabajo conjunto con el director teatral Tomás Muñoz en esta Atlàntida; con el que nos entendemos muy bien, institucional y personalmente; no sé si el binomio es de éxito entendido como comercial, pero al menos sí es un éxito creativo y humano”.
Esta Atlàntida de la Coral de Cámara de Pamplona y este 5 de marzo son fechas que ya quedan para la historia de la música española y de la obra del gaditano más universal, Manuel de Falla.
Este mes de marzo tenemos su estreno de Atlàntida, como cierre del ciclo de actividades del 75 Aniversario de la Coral de Cámara de Pamplona… ¿Por qué esta obra?
Porque Atlàntida es una obra emblemática como lo es nuestra entidad. Una obra referente del siglo XX, en cuyo repertorio estamos muy especializados. Y, además, Manuel de Falla es el “padre estético” de los primeros compositores que se vincularon a la Coral: Remacha, Bacarisse, Bautista, los Halffter y, por tanto, nuestra inspiración. Finalmente se da otra relación: nuestros aniversarios coinciden: el mes de noviembre de 1946 murió Falla y nacimos nosotros, con pocos días de diferencia. Siempre decimos que, si la Coral se hubiese encontrado con el maestro, le hubiera encargado una obra, como hacía habitualmente con los grandes compositores. Otra cosa es que el compositor hubiera aceptado…
¿Qué tiene de especial esta nueva puesta en escena de Atlàntida?
Todo. Primero, que se trata de una puesta en escena de la obra, algo poco habitual debido a sus enormes dimensiones y, segundo, que hemos conseguido realizarla con una fascinante economía de medios respetando a la vez y al máximo las indicaciones, deseos y propuestas del propio Falla, además de inspirarnos en las numerosas propuestas escénicas que José María García de Paredes y Joaquín Vaquero Turcios realizaron para una definitiva escenografía. Así que a ese nivel creemos que estamos ante una Atlàntida muy esencial, en el más puro sentido de la palabra. Para ello hemos tomado la llamada versión de Lucerna, pero con una parte añadida (la escena completa del Jardín de las Hespérides y la posterior muerte de las Pléyades), que la dotan de mayor sentido teatral y argumental. Finalmente y no por ello menos importante, muy al contrario, hemos trasladado la partitura a una versión para piano a cuatro manos y percusión, respetando de nuevo la fisonomía, textura y carácter de la obra existente.
Hablan de “Atlàntida como un pequeño hito histórico”…
Sí. Como le decía, será una de las pocas veces que se escenifique y, en mi opinión, no solo acercándonos a la esencia “falleana”, sino que además se la ha dotado de gran dinamismo y sentido argumental. La obra se entiende y transcurre ágilmente sin tener que modificar o “reinterpretar” de manera muy alejada su argumento truncado. Ofrecemos una Atlàntida completa (en lo relativo a escenas, personajes, música, etc.), muy destilada en lo musical y mucho más humanizada. Ya no es ese ininteligible titán aterrador al que enfrentarse. Al contrario, Atlàntida se torna inteligible, flexible y sobre todo muy manejable, lo que facilitará de manera definitiva futuras interpretaciones de la obra.
Se trata de una coproducción entre la Coral de Cámara y el Museo Universidad de Navarra, pero tenemos entendido que además participan muchos otros colaboradores…
En efecto, es de origen una coproducción entre nosotros y el Museo Universidad de Navarra, al que nos unen además de una gran amistad institucional, unas líneas estéticas comunes, que nos retroalimentan continuamente. La verdad es que estamos encantados. Y creo que esta energía unida a un trabajo serio, riguroso, talentoso y fascinante han generado confianza en otras entidades indispensables, como la Fundación y Archivo Manuel de Falla, cuya aportación está siendo definitiva en esta producción. Además, hemos tenido colaboraciones de diversa índole con la Junta de Andalucía, Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona e INAEM.
Es curioso que una entidad como la Coral de Cámara de Pamplona, que aun siendo un referente cultural en Navarra y ciertamente en España y a la cual se le vincula con la música coral y contemporánea, se meta en “jardines” escénicos…
Bueno. A nosotros nos interesa el “hecho coral” y es que la música coral no es solo un “coro cantando”. Existen numerosos ejemplos desde siempre de “ballet cantado”, o “cantata bailada” y que están a medio camino entre la ópera y la cantata. El espectro es enorme y podríamos incluso hablar de un género. Atlàntida, en su indefinición como género nos servía de ejemplo. Es una obra eminentemente coral. Desde mi punto de vista, no es una obra sinfónico-coral. No funciona como “corpus” sinfónico-coral en su totalidad y cuando uno va a la esencia y estudia los materiales originales, las notas, las acotaciones…, o cuando se sumerge en el proceso de creación y crisis del compositor durante los 20 años que duró la escritura de Atlàntida, o se admira de las propuestas escénicas y los intentos de llevarla a cabo, descubre muchas cosas. Nosotros descubrimos que Atlàntida es ante todo una obra coral con numerosos elementos camerísticos. Así que encajaba plenamente en nuestras líneas de trabajo. Además, es una obra capital en la música española (y universal) y nosotros somos una entidad obligada a estrenar y recuperar patrimonio musical de los siglos XX y XXI.
Entonces, es el tercer trabajo junto a Tomás Muñoz… ¿Podemos decir que se ha establecido un binomio de éxito entre la Coral y el director escénico?
Sí, es el tercer trabajo juntos, en efecto. Todo comenzó con una petición de escenografía para una pequeña obra para niños y después nos embarcamos en una propuesta muy interesante: la de poner en escena la música coral sin caer en los fundamentos y dinámicas de la ópera. Así nació nuestro interesantísimo “Tríptycho” que es sin duda el germen de esta Atlàntida. Desde luego, nos entendemos muy bien con Tomás, institucional y personalmente. No sé si el binomio es de éxito entendido como “comercial”, pero al menos sí es un éxito creativo y humano. Eso sin duda.
¿Podría hablarnos de cómo ha sido el proceso de trabajo para la adaptación musical y escénica?
Pues ha sido un proceso orgánico y hermoso. Es como que todo encajaba a priori y en efecto, encajaba. Trasladé a Tomás mis ideas sobre la obra, hablamos mucho, compartimos documentación, música… Sinceramente, yo tenía una idea escénica en la cabeza pero cuando Tomás me mostró los primeros bocetos me entusiasmé, porque parecía haber leído mi pensamiento. Y es que Tomás trabaja sobre la música y eso, sin duda, es un privilegio para un director musical. Así que todo ha ido de la mano desde el inicio: las sugerencias por parte de uno y otro acerca de modificaciones, adaptaciones, mejoras tanto de música como de texto o escena, han sido compartidas en todo momento. A mí me parece una perfecta forma de trabajar. Ojalá haya una cuarta colaboración…
Así pues, vamos a poder disfrutar de una versión escénica completa de la obra…
Por supuesto. Hemos eliminado las partes farragosas, tanto musicales como escénicas de la obra, especialmente las que atañen a la segunda parte. Esto ya ocurre con la versión de concierto o de “Lucerna”, pero hemos incluido la escena completa de las Pléyades. Tomás además ha ideado una solución realmente fascinante para los agujeros del argumento, realizando una especie de traslación del Kintsugi japonés (la técnica con la que se arreglan los objetos rotos destacando las grietas con oro), de este modo realza esos agujeros poniendo en valor su carácter inconcluso y esencial de la Atlántida. Como él dice: “He intentado que vean la Atlántida a través de los ojos de Falla”.
En el elenco cuentan con dos voces de referencia y muy actuales, como son el barítono José Antonio López y la mezzosoprano Gemma Coma-Alabert, pero Atlàntida necesita muchos más solistas… ¿Podría hablarnos sobre el modo en que han completado el extenso elenco de Atlàntida?
José Antonio y Gemma se han involucrado mucho en el proyecto y es un privilegio contar con dos cantantes de este nivel profesional y humano. Son unos referentes en muchos aspectos, pero para nosotros José Antonio era un Corifeo perfecto, plagado de matices y no ese personaje hierático habitual; y Gemma conoce a la perfección el alma de Pyrene. Pero Atlàntida propone muchos más roles y todos son asumidos por integrantes de la Coral. Eso además de un privilegio que habla del excelente nivel de nuestros cantantes, agiliza la producción una barbaridad. Isabel la Católica está encomendada a una soprano maravillosa, Marta Huarte, que se ha de medir con estos dos monstruos del canto y la escena. Y tanto las Pléyades como Gerión los acometen espectacularmente bien nuestras compañeras y compañeros. Es un elenco largo que está todo a un nivel muy parejo de calidad. Además, contamos con una niña de nuestra Escuela Coral que se encarga de los roles pertinentes.
Cuando alguien piensa en Atlàntida, enseguida le viene a la cabeza ese inicio prodigioso y suntuoso del Prólogo… ¿Cómo han resuelto la reducción para piano a 4 manos de estos fragmentos, si es que se puede hablar de reducción?
Buf... Esto ha sido un continuo quebradero de cabeza. Sinceramente estamos en ello y seguiremos en ello hasta los días previos al estreno. Hemos dado con alguna solución que creemos satisfactoria, pero seguimos investigando, porque como bien dice, no se trata de una reducción, si no de una plasmación o readaptación que ha de trasladar todos los elementos musicales al trío instrumental (piano a cuatro manos y percusión). Por cierto, la percusión, que tampoco es una transliteración de la partitura original, ayuda una barbaridad y es del todo indispensable.
Nos habla de que la obra se torna inteligible…
Sí, sin duda. Se entiende perfectamente y los elementos aparentemente tan dispares como la mitología y el cristianismo, Hércules, Colón, la reina Pyrene o Isabel la Católica encajan como un guante, se reflejan los unos en los otros y no se molestan ni molestan al público.
En definitiva, ¿qué vamos a poder ver este próximo 5 de marzo?
Pues, en Navarra y por primera vez, Atlàntida, que no es poco. Pero se va a disfrutar de una versión íntegra, delicada, hermosa y rigurosa a la vez de la obra inconclusa de Falla y con la sensación de conclusión, que es algo muy satisfactorio. Además, es un espectáculo dinámico, emocionante y con momentos bellísimos e inolvidables. Asimismo se va a poder disfrutar de un elenco artístico y técnico de muchísimo nivel. Y creo que hay que despojarse del prejuicio de que una Atlàntida sin masa sonora no funciona: esta versión va a permitir la escucha de muchísimos detalles que se pasan por alto en las versiones sinfónico-corales.
¿Tienen previstos más proyectos de esta índole? ¿Podría anticiparnos algo sobre ello u otros proyectos?
Por supuesto. Hace unos años nos enfrascamos en esta línea de trabajo con el impactante “El Último Canto del Basajaun” y, desde entonces, cada dos años aproximadamente tenemos la energía para iniciar una producción de cantata escénica o de ballet cantado. Hay un proyecto en la nevera, desde hace tiempo planificado, en torno a la desconocida música en España de Jerome Moross. Veremos…
Gracias por su tiempo y enhorabuena por este proyecto de Atlàntida.
por Lucas Quirós
Sábado 5 de marzo, 19:30 h
Museo Universidad de Navarra (Pamplona)
Coral de Cámara de Pamplona, dirigida por David Gálvez Pintado
Versión camerística de Atlàntida, de Manuel de Falla
(estreno absoluto de la versión camerística)
Dirección escénica de Tomás Muñoz
Producción: Coral Cámara de Pamplona y Museo Universidad de Navarra
www.accp.es
https://museo.unav.edu