Cumpliendo dos cifras redondas, la 55 edición y el vigésimo aniversario del encargo de la obra obligada a los compositores más sobresalientes de la música contemporánea española, el Concurso Internacional de Piano “Premio Jaén” mantiene intacto su prestigio, arriesgando con la controvertida, pero meditada decisión, de declarar “desierto” el primer premio en esta pasada y reciente edición celebrada en el mes de abril. Para ello, RITMO habló con la responsable del Concurso, la diputada del Área de Cultura y Deportes de la Diputación de Jaén, Antonia Olivares Martínez.
55 años…
No se me notan… Estos 55 años significan la absoluta consolidación del Concurso, que se ha mantenido en el tiempo, pasando sus momentos difíciles, encontrándose actualmente en pleno auge. Con las innovaciones que estamos introduciendo, estamos en un punto de inflexión de cara a cumplir otros 55 años. Nos sentimos muy satisfechos de esta edición, en la que el Concurso ha mostrado todas sus virtudes y su fuerte carácter, una edición decisiva para los cambios y para acercarlo aún más a la sociedad jiennense.
Para que nuestros lectores lo sepan, el nuevo equipo al mando del Concurso afronta con esta edición su segundo año. ¿Cuáles son las coordenadas de este nuevo equipo?
Esta experiencia acumulada en estos dos años nos ayuda a tomar decisiones, siempre amparados en el consejo asesor, que desde hace muchos años conoce profundamente el desarrollo del Concurso. Principalmente el tronco del concurso, excepto pequeños matices, esencialmente en lo concerniente a las bases y en la elección de obras de concursantes, sigue tal y como debe estar. Las novedades afectan a actividades y a actuaciones paralelas, que no afectan, insisto, al tronco principal. Los cambios y novedades tienen como función acercar el Concurso a la sociedad jiennense. Es bien sabido de la internacionalidad del mismo, de su fuerte presencia en otros países, de ahí que queramos potenciarlo, precisamente, en nuestra tierra, acercarlo aún más a la sociedad. Una de las grandes novedades son las “materclass” con los concursantes que hayan destacado y que la obra obligada, desde esta edición, esté basada sobre un motivo de la música popular de la provincia, en este caso un melenchón*, que recopila el estudioso Pedro Jiménez Cavallé. La obra de este año, Almenara, de Juan Manuel Ruiz, así como las futuras obras basadas en melodías populares, se añade a una lista de encargos que enriquecen la literatura pianística española contemporánea, con el interesante matiz de tener a Jaén como punto de partida, tanto en el encargo como, desde ahora, en el espíritu.
Esta ha sido una muy buena idea…
La idea ha tenido una respuesta excelente por parte de los compositores a los que se está proponiendo la composición de la obra para las futuras ediciones. La fusión de la música contemporánea con el folclore, que no es nuevo en la creación musical, aporta un matiz muy interesante a la obra obligada, la acerca al público, esconde el motivo popular entre sus notas, se vuelve sofisticada y a la vez popular, se rescata música que dormía impresa en archivos provinciales culturales, aunque se cantara en fiestas populares, para pasar a una partitura realmente compleja, de primera línea compositiva. Es, sin duda, una apuesta acertada y muy original. Por otra parte, es un aliciente para que el público conecte un poco más con la música contemporánea, que se transmite por un lenguaje más difícil que otras músicas. Es un punto de encuentro para que el que la escuche encuentre las conexiones con sus raíces, al menos los oyentes con origen en Jaén.
Del primer encargo de la obra obligada se cumplen en 2013 veinte años…
Fue a Manuel Castillo. Tras él, han pasado nombres tan importantes como Cruz de Castro, García Abril, Zulema de la Cruz, Tomás Marco, García Román, Xavier Montsalvatge, José Luis Turina, Luis de Pablo, Leonardo Balada, Joan Guinjoan o Claudio Prieto, entre otros. Precisamente este año, y esta es otra novedad, realizamos un encuentro con el compositor, en este caso Juan Manuel Ruiz, moderado por Zulema de la Cruz, en el que participó el profesor Jiménez Cavallé, y en el que se explican las claves de la obra, tanto el origen popular como el proceso de composición posterior de Juan Manuel Ruiz. He de decir que estaban presentes bastantes concursantes, de este modo les ayuda a entender mucho mejor una obra de la que apenas hay “jurisprudencia” interpretativa… La música contemporánea, si es explicada de este modo tan detallado, se entiende mucho mejor.
Además de esta, hay más novedades…
Se han intentado activar las actividades que complementan al Premio, que son la antesala. Continuamos con el Maratón de piano, que tiene muy buena acogida, con niños y niñas de toda la provincia, de escuelas de música y conservatorios, que vienen a tocar durante un día completo. Para muchos es su primera actuación en público, en un teatro y en un piano de categoría. También, a través de unos talleres lúdico-didácticos, hemos querido enseñarles la historia del piano, del instrumento que ellos están estudiando. Estos niños, en los próximos años, pueden formar parte de un futuro Concurso para piano. Otra novedad han sido los “Concursos en la calle”. Hemos realizado dos conciertos-audiciones, uno en el Mercado de San Francisco y otro en los jardines de la Universidad de Jaén…
Dos emplazamientos bien distintos…
Sí, muy significativos ambos, con públicos también completamente distintos. En estos espacios han tocado alumnos del Conservatorio de Jaén, con reacciones muy positivas por parte de los espectadores. Mientras unos iban a clase, otros realizaban la compra diaria, pero ambos se encontraron con música para piano en vivo, algo poco usual que tuvo una respuesta magnífica. Se trata, en ambos casos, de acercar el piano y el Concurso a diferentes colectivos de la sociedad de Jaén. A esta actividad hay que añadir “Mi piano”, que es un concurso en Facebook, donde niños y niñas de hasta diecisiete años, en dos tramos de edades, colgaban sus interpretaciones en vídeo y las mandaban a nuestro canal de Youtube, para ser votados “online”. Le diré que fui yo quien dio la noticia por teléfono a los niños ganadores, ¡y no puedo decirle la emoción que tenían los niños y los padres!
Hay, como vemos, un continuo esfuerzo didáctico…
Como le he dicho antes, este es el futuro. La apuesta, si queremos que el Concurso de Piano cale en la sociedad, es apostar por los jóvenes, coordinando con las instituciones de la provincia para crear una sólida base de cara al futuro.
Cuando en este país se conjuga el verbo recortar, la Diputación de Jaén conjuga apostar….
Entendemos que recortar en cultura es empobrecer la sociedad en sí, la haces menos libre, pero también es empobrecerla económicamente. Cuando recortas en cultura, estás dejando que caigan empresas y no se beneficien del movimiento económico que genera la cultura, que es mucho más amplio de lo que algunos imaginan. Es un generador de empleo, sin duda, que reporta beneficios materiales y espirituales. No solo mantenemos el Concurso de piano con todas sus novedades, también lo hacemos con el resto de actividades culturales que ha organizado durante tantos años la Diputación de Jaén.
¿Cómo se elige un jurado para un concurso de alto nivel?
El proceso de elección es muy delicado, ya que si el jurado funciona bien, el Concurso funciona bien. Con la elección del jurado no se puede fallar. Que una decisión del jurado esté contestada por el público, es una cuestión para reflexionar. Por este motivo el jurado debe ser elegido atendiendo a cualquier pequeño detalle, por insignificante que parezca. Desde el consejo asesor se hace una labor magnífica para la elección del jurado en cada edición.
Es un jurado muy poliédrico…
Si, es muy importante atender a las distintas escuelas pianísticas del mundo e intentar que estén representadas en el jurado. Aunque no siempre el jurado ejerce su actividad como una sola mente pensante. Como todo colectivo que busca tomar una decisión, surgen continuamente opiniones contrastadas. Es algo absolutamente normal.
Este año casi se ha batido un récord de concursantes inscritos, sesenta y siete…
Es una de las cifras más altas de los últimos años. Curiosamente, en estos tiempos de crisis el Concurso ha sido un aliciente para los pianistas, que han visto reducidos sus conciertos y contrataciones y, de este modo, se han inscrito al Concurso para encontrar más posibilidades de realizar su trabajo y obtener un rendimiento económico al mismo. De los sesenta y siete inscritos finalmente comparecieron al sorteo treinta y nueve, que sigue siendo un número muy alto de participantes. De estos treinta y nueve, accedieron a la Tercera prueba diecisiete y seis a la semifinal, hasta tener los tres finalistas para actuar junto a la Orquesta Ciudad de Granada.
Con entrada libre en todas las pruebas y un precio muy económico en la final…
Nuestra intención, como le he dicho anteriormente, es acercar el Concurso, la cultura y la música en este caso, a la sociedad jiennense. No puede haber otra manera que esta, facilitando el acceso en unos tiempos en que los bolsillos no andan sobrados. Concierto inaugural y desarrollo de las pruebas tienen entrada libre hasta completar aforo, mientras que la final tiene una entrada a un precio muy bajo, solo diez euros, que se agotaron inmediatamente.
Y para la 66 edición…
Vamos en la buena dirección, el secreto está en saber escuchar, que cada uno haga los que mejor sabe hacer. Si cada elemento del Concurso hace correctamente su trabajo, al final se componen las patas de una mesa bien estructurada y equilibrada. Hemos puesto el listón alto, incorporaremos nuevas novedades y corregiremos los errores, si los ha habido. Este no es un evento cultural cualquiera, estamos hablando del buque insignia de las actividades culturales de la provincia de Jaén y de las actividades de la Diputación, en esta línea hay que cuidarlo, mimarlo y promocionarlo, hay que dejar que siga creciendo. En esta dirección la Diputación va a seguir abonando el Concurso “Premio Jaén”.
Enhorabuena por esta apuesta. Ha sido un placer.
(* Canción y baile popular típico de las fiestas de San Antón. Se suelen cantar y bailar alrededor de una hoguera. Sus letras tienen un toque picante y gracioso, versando sobre las relaciones amorosas y familiares.)
Por: Gonzalo Pérez Chamorro
ALMENARA: FUEGO Y PIEDRA (Sobre la obra obligada de la presente edición)
Juan Manuel Ruiz (Las Palmas, 1968) se suma a la lista de celebérrimos compositores que han posado su ingenio sobre el Premio Jaén de Piano. Se incrusta así al imborrable pasado del “érase una vez” que en forma sonora legaran los García Abril, Zulema de la Cruz, Marco, Montsalvatge, J. L. Turina, de Pablo, Balada... Cuando uno conversa con este entusiasta creador canario (sus años madrileños han dotado a su lengua de un aire puramente castizo que ha borrado su pasado isleño) nota a leguas su enorme melomanía (discos incluidos) y su pasión por las otras artes, llámense cine, literatura, teatro o pintura, que no han hecho sino enriquecer los sonidos que manan de su mente.
Admirador de lo germánico, con Ruiz uno acaba saltando de Bruckner a Webern y de Furtwängler a Thielemann, mientras apura la última calada de su cigarro. Intérprete compulsivo de guitarra (algo que nota el oído), su propuesta para esta 55 edición la tituló Almenara, que en árabe (pasado insalvable para Jaén) viene a significar “Torre del Fuego”, en referencia a esa lumbre avivada en las atalayas y que servía a la población como noticiero de avisos. Una especie de faro, que en Jaén está personificado por el Castillo de Santa Catalina, fortificación que domina visualmente con sus piedras cada rincón de la urbe y cuya silueta acaba devorando la partitura.
La obra (bien compactada, sin fisuras ni grietas temáticas) está estructurada en dos partes diferentes pero complementarias. Ambas se siguen sin pestañear. En la primera (Enérgico) surge el primer tema que representa al imponente Castillo jiennense, cuya figura parece surgir de la bruma matinal. Ruiz aprovecha para introducir la melodía del melenchón jaenero (canción popular que se ejecuta alrededor de las lumbres para festejar la noche de San Antón). El cromatismo, la riqueza rítmica (Accelerandi) y los clústeres producen un efecto folclórico irreal de la melodía (como de tinta corrida), que reviste todo de una arcaica modernidad. Las disonancias relucen con particular brillo, mientras el viaje desfallece en una cadencia acre donde todo se derrumba estruendosamente. La segunda parte (Allegro con fuoco) profundiza en la raíz gitana de la ciudad (febril zapateado con ecos a Fantasía Baetica) agarrada a un ritmo percusivo y constante, de esos de acelerar corazones. El tema del Castillo regresa por última vez con toda su majestuosidad (Grandioso) como si tuviéramos delante una fotografía en blanco y negro de La gran puerta de Kiev. Todo agoniza en una reexposición de volátil sonoridad (Perdendosi). Música que muere para dar más vida a este decalustro Concurso.
Por: Javier Extremera
DIES IRAE (Historia de los premiados en el concurso)
Si todo debe ser juzgado por sus obras, resulta interesante conocer, aunque sea brevemente y desde una elección personal, algunos de los pianistas merecedores del “Premio Jaén”desde su creación en el año 1956. En los primeros diez años destacó Mario Monreal(1963),músico de profundo conocimiento del repertorio alemán, amante de programar integrales del que puede destacarse su claridad expositiva y excelente calidad poética, y Rafael Orozco Flores (1964), pianista de temperamento con técnica prodigiosa, con una carrera internacional de la que existe amplio testimonio discográfico con repertorio esencialmente romántico y español, siendo inolvidables sus lecturas de las Noches de Falla y de la Iberia de Albéniz. En esta misma época dejaron su impronta Begoña Uriarte (1957)que formó dúo pianístico con Karl-Hermann Mrongovius y el heterodoxoCarles Santos (1960). Las grandes genialidades de un segundo periodo se producen con Jean-François Heisser (1974), pianista francés comunicador, de gran sutileza y quizá el músico extranjero que más ha difundido la música española, moviéndose con adecuación de estilo tanto en las complejidades técnicas y artísticas de Albéniz y Falla, como en el mundo más intimo de Mompou o Granados. En 1975 se produce el triunfo de Boris Bloch,que con su excelente Chopin junto una vertiginosa y colorida Rapsodia Española (Liszt) arrastró en extraña unanimidad a jurado y público. Por los mismos años se pudieron apreciar las excelencias de Joaquín Soriano (1966), Boaz Sharon (1968) Jose María Martín Pinzolas (1970) y las polacas Ewa Osinska (1972) y Elza Kolodin (1973). La elección de pianistas de la tercera década recae sobre el catalán Josep Colom (1977),de gran brillantez técnica y expresiva, sabio constructor de grandes obras y de miniaturas, como acreditan sus acercamientos discográficos a Blasco de Nebra, Brahms, Falla o Mompou, el americano John Salmon (1979) y el turco Hüseyin Sermet (1981),de habilidades excepcionales y amplia versatilidad. En la cuarta década del premio encontramos con Martin Zehn (1989), músico de gran calidad, cuyo inteligente y moderno acercamiento a la obra de Messiaen ha merecido elogios de la crítica internacional, y Olivier Cazal (1993), que despliega toda su elegancia en las aproximaciones de la música de Poulenc (Naxos). Entre los años 1996 a 2005 participaron tres excepcionales pianistas: Sergei Tarasov (1999) de gran fuerza e inspiración, el español Javier Perianes (2001), de sorprendente sonido y exquisita expresividad,y Anna Vinnitskaya (2002),con un pianismo elegante, delicado y muy intenso. En el último lustro hay que destacar a dos grandes promesas del instrumento, el serbio Mladen Colic y el chino Yutong Sun.
Por: José Luis Arévalo
DÍAS EN BLANCO Y NEGRO (Crítica de la final de concurso)
Hasta llegar a la prueba final con los tres finalistas y la orquesta, un total de 39 pianistas comenzaron su andadura en el Concurso. Esto implica que, desde el primer al último día, tras las tres pruebas clasificatorias que dan paso a la final, se escucharon un total de 62 recitales y, aproximadamente, unas 225 obras musicales, que en horas de música rondarían las 45. Una semana marcada por el blanco y negro del piano, que ha dejó Jaén absolutamente invadida de símbolos pianísticos en todas sus esquinas, confundiéndose con la fisionomía de la ciudad.
Desde hace años, el Concurso llegó al acuerdo con la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) para que fuera la orquesta residente del concurso, teniendo la oportunidad el ganador (y la orquesta con él) de tocar al día siguiente de la final en la temporada regular de la OCG. Es así que el diseño de los conciertos que pueden tocarse en la prueba final se consensa con la orquesta granadina, incluyendo a Mozart (n. 20), Beethoven (ns. 4 y 5), Chopin, Schumann, Saint-Saëns (n. 2), Ravel (sol mayor) y Falla (Noches). De este modo, tanto orquesta como concursante se mueven sobre terrenos conocidos, que facilitan el buen resultado final, aun sin demasiados ensayos conjuntos, ya que, como en todos los concursos, no hay tiempo para ensayar como si se tratara de un concierto “normal”. Estos conciertos posibilitan que puedan escucharse algunas de las músicas más queridas por el público, como ocurrió en esta pasada edición, en la que Marcos Raúl Madrigal Soto (Cuba, 1984) interpretó el Segundo de Saint-Saëns, Nicolas Namoradze (Georgia-Hungría, 1992) el Concierto de Schumann y Evgeny Starodubtsev (Rusia, 1981) el Cuarto de Beethoven. Sin duda, una preciosa final, con tres conciertos muy opuestos y tremendamente vistosos.
Con la dirección de Paul Mann, director atento al concursante, al que considera prioritario sobre el resultado global de la interpretación (se puede discutir este asunto), la OCG fue de menos a más, mostrando que algunos de sus solistas, como el clarinete de Estellés, siguen estando en primera fila. El cubano Marcos Raúl Madrigal es un pianista hecho y derecho, algo aparatoso en sus interpretaciones, pero de una solvencia elevada. Su Saint-Saëns, uno de los Conciertos que mejor se adaptan al formato de “concurso”, fue, sin duda, muy hermoso, aunque en la introducción se echara de menos un reposo armónico y una mayor introspección, gusta de resaltar detalles en una mano izquierda muy rítmica (Allegro scherzando). El georgiano y húngaro de adopción, Nicolas Namoradze, optó por un Schumann de tempi muy lentos (rebuscado Allegro affettuoso), en sintonía con Paul Mann, buscando el Schumann más poético, pero encontrando un Schumann excesivamente delicado. El ruso Evgeny Starodubtsev, pianista de concurso, hizo un Beethoven estándar, de buen nivel, pero de un sonido monocorde (imperdonable la aburrida dinámica en el triple trino del lento, que da paso al Finale), dejando una sensación de tocar muy bien, pero de decir muy poco. Curiosamente se llevó el premio del público, que no se sabe si votó al ruso o a Beethoven. Declarar desierto el Primer premio por el jurado que presidió Ana Guijarro pudo ser una buena opción, aunque otros años pianistas inferiores a estos lograron el Primer premio. El cuadro de honor de premiados quedó así: Marcos Madrigal (Segundo premio), Nicolas Namoradze (Tercer Premio), Evgeny Starodubtsev (Premio “Música Contemporánea) y Cristina Lucio-Villegas (Premio “Rosa Sabater”).
G.P.C.
PREMIOS DEL CONCURSO "EDICIÓN2013"
Primer Premio
Patrocinados por la Diputación Provincial de Jaén:
Medalla de oro, Diploma, la edición de un disco con el sello Naxos y 20.000 Euros.
• Un concierto en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén.
• Un concierto al día siguiente de la prueba final, con la Orquesta Ciudad de Granada.
• Un concierto en Boston, patrocinado por el Tsai Performing Arts Center de la Universidad de Boston (EE.UU.).
Segundo Premio
Patrocinado por la Junta de Andalucía:
Diploma y 9.000 Euros.
Tercer Premio
Patrocinado por Unicaja.
Diploma y 6.000 Euros.
Premios Especiales
Premio ‘Rosa Sabater’
Patrocinado por el Ayuntamiento de Jaén al mejor intérprete de música española.
Diploma, un concierto en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén y 6.000 Euros.
Premio ‘Música Contemporánea’
Patrocinado por el Ministerio de Cultura al mejor intérprete de la obra obligada.
Diploma y 6.000 Euros.
Premio del Público
Escultura de bronce. Sin dotación económica. Se otorgará por votación entre el público asistente a la prueba final.
JURADO DEL CONCURSO "EDICIÓN 2013"
Presidenta: Ana Guijarro.
Vocales: Pilar Bilbao, Yukie Nagai, Rafael Quero, Matti Raekallio, Marian Rybicki, Tamas Vesmas.
Secretario: Pedro Jiménez Cavallé.