Música clásica desde 1929

Concurso Internacional de Piano "Premio Jaén"
Junio 2014 - Núm. 875

Concurso Internacional de Piano "Premio Jaén"

56 años dando la nota

Cumpliendo años y ediciones a toda vela, el Premio ‘Jaén’ de piano alcanza su 56º edición con un resultado artístico admirable, un primer premio para un pianista colosal, el japonés Akihiro Sakiya, y el resto de premios muy bien repartidos entre concursantes con mucha proyección internacional. Curiosamente, esta entrevista se hizo momentos antes de la final, por lo que ninguno de los presentes sabía que iba a pasar. Este es el tercer año de un proyecto iniciado en 2012 por el equipo formado por Antonia Olivares, Manuela Mora y Ana Guijarro. Para ello, RITMO habló simultáneamente con la diputada del Área de Cultura y Deportes de la Diputación de Jaén, Antonia Olivares Martínez, y con la presidenta del jurado, Ana Guijarro.

Este es el tercer año del nuevo proyecto encabezado por usted, con Ana Guijarro y la dirección de Manuela Mora, directora del Área de Cultura y Deportes de la Diputación de Jaén…

Antonia Olivares: Hemos trabajado para mejorar algo que ya en sí está muy bien  realizado. En la Diputación Provincial de Jaén, de la que depende casi en su totalidad el Concurso, el reto ha sido acercarlo aún más a la provincia. Los principales cambios han ido dirigidos en esta línea, dar a conocer el concurso a nivel provincial, acercándolo a los tramos más jóvenes de la población. Queda camino por recorrer, pero se ha hecho un avance importante. Otros cambios intrínsecos del Concurso afectan a actividades paralelas, como las clases magistrales que ofrecen los miembros del jurado, aunque en esta faceta Ana Guijarro seguro que puede explicar las cosas con mayor exactitud que yo.

Ana Guijarro: Creo que la evolución es indudable, teniendo en cuenta que el número de participantes asciende cada año. En 2014 hemos batido el récord en el número de inscritos-participantes y en el número de participantes españoles, que creo es un hito en la historia de los concursos internacionales de primer nivel que se celebran en España. Los concursantes apuestan por un concurso donde se les ofrecen garantías de calidad, justicia y reconocimiento. Por todo esto debemos felicitarnos.

Se han incrementado los premios. En los tiempos que corren no es algo muy habitual…

A.O.: Además de mejorar la dotación económica, hemos mantenido los premios. El año pasado tuvimos que reducir el segundo premio, con lo cual había un salto cuantitativo y cualitativo entre el primer premio y el segundo, que “perdió” 4.000 euros, recuperados para 2014. No podíamos permitirnos este salto entre ambos premios. La Diputación ha hecho un esfuerzo y hemos crecido en dotación, manteniendo el segundo premio como estaba antes de su reducción.

A.G.: A mí me gustaría recalcar la sensibilidad hacia la música y hacia este proyecto tan consolidado, como es el Premio ‘Jaén’, del presidente de la Diputación, Francisco Reyes. En todas y cada una de sus intervenciones recalca la importancia de la cultura y de promoverla sobre los más jóvenes. Esta sensibilidad, que hago extensible a Antonia Olivares, ayuda a mantener la dotación económica en tiempos difíciles.

A.O.: Sin la apuesta personal del presidente difícilmente hubiéramos podido crecer y llegar hasta donde estamos.

Estamos a pocas horas de la final (esta entrevista, como pueden leer en la entradilla, se realizó antes de saber los premiados), ya han pasado días desde que 63 pianistas se inscribieron, 46 participaron, 19 accedieron a la segunda prueba, 6 a la segunda y 3 a la final, Juan Carlos Fernández Nieto, Akihiro Sakiya y João Miguel Xavier…

A.G.: El hecho de que se presentaran tantos concursantes nos hizo muy difícil hacer la selección de la primera a la segunda prueba, donde ya pudimos comprobar aspectos y cualidades que no pudimos certificar del todo en la primera prueba. De ahí que pasáramos a diecinueve, un número nuevamente alto. En concursos como estos, no consiste solo en tocar bien todo el repertorio propuesto, si no mantener la resistencia física, psicológica y emocional. Los concursantes que se han ido quedando en las pruebas anteriores, han demostrado ser excelentes pianistas, con muy buen nivel, pero les ha faltado ese aspecto de resistencia, en cualquiera de sus facetas citadas.

¿Qué supone para la Diputación un día como hoy, con la gran final, el teatro lleno y tanta expectación?

A.O.: Supone mucha responsabilidad. La final es el broche de oro a una semana muy intensa, musical y artísticamente hablando, donde muchas personas “en la sombra” han trabajado para que todo sea prácticamente perfecto, tal como nos lo han hecho saber los propios concursantes.

Ana, hablaba de la dificultad de resistir para el concursante. Imagino que dentro del jurado también habrá debate y no siempre serán decisiones unánimes… La música, como todo arte, es juzgada subjetivamente. ¿Enriquecen personalmente estos procesos?

A.G.: El contacto con miembros del jurado con elevada experiencia pianística y en concursos, lógicamente es una aportación de ideas y un flujo constante de enriquecimiento. He de decir que en este concurso, como en casi todos los que he participado, ha habido un rico intercambio de ideas, el contacto interprofesional entre nosotros ha sido muy sencillo y de trato fácil y ha facilitado el momento de la deliberación. La subjetividad de la música provoca que uno mismo no recabe la misma información de un pianista que otro miembro del jurado, que recibe distinta información. Todos salimos reforzados del Premio ‘Jaén’.

Lo que tal vez no sepan nuestros lectores es que el Concurso va tomando forma mucho antes de su comienzo, con múltiples actividades paralelas, como un maratón de piano donde, si no me equivoco, llegaron a tocar unos trescientos niños…

A.O.: Pues se equivoca, Gonzalo, ya que no fueron cerca de trescientos, fueron cerca de quinientos niños…

Vaya, de golpe he borrado del mapa a doscientos chiquillos…

A.O.: Sí, fueron creo 442 niñas y niños de toda la provincia de Jaén. Esta es una actividad que ha ido ganando con los años y que se ha mejorado sustancialmente, organizativa y musicalmente, con mayor aportación de los propios chavales. Hemos percibido que los niños acudían al maratón sin saber que este pertenecía a un engranaje mayor que es el Concurso Internacional de Piano. Por tanto, en los últimos años hemos trabajado en esta idea, de asociar ambos para sembrar una semilla y obtener su fruto al cabo de los años. Si se educa musicalmente, ya que al maratón añadimos unos talleres didácticos, el Concurso, con los años, tendrá su nuevo público y, quien sabe, quizá hasta concursantes de la provincia. Para la próxima edición de 2015, tanto el Concurso como el maratón se diseñarán conjuntamente en nada que termine la edición que hoy concluye.

Estarán de acuerdo que no todos los acontecimientos culturales en este país conllevan actividades pedagógicas paralelas…

A.G.: Estas actividades paralelas pedagógicas atraen a los que podrían ser los pianistas del mañana. Niños que ni llegaban a los pedales, tan pequeños que iban de la mano de sus padres… En fin, es una actividad fundamental y con proyección de futuro.

Además hay otras actividades relacionadas con la pedagogía…

A.O.: Este es el tercer año en el que estamos desarrollando un pequeño concurso online llamado “Mi piano”, que consta de dos categorías de edad y en el que los participantes mandan sus actuaciones en vídeo para ser votadas y juzgadas en nuestra página de Facebook*. También desarrollamos “Pianos en la calle”, actuaciones en vivo en lugares emblemáticos de la ciudad, para acercar el piano al mismo núcleo urbano y disfrutar de la música en un ambiente que, a priori, poco se relaciona con el mundo del piano. Ambas actividades han tenido una excelente acogida, además de estar relacionadas entre sí, ya que los ganadores de “Mi piano” han podido actuar en “Pianos en la calle”.

Este año el Concurso ha acogido a más participantes españoles que en otros años. ¿Tiene una explicación o simplemente es fruto de la casualidad?

A.G.: Creo que podemos contemplar las dos cosas. Nuestros jóvenes saben que hay un concurso serio, al que pueden acceder sin miedo a manipulaciones y entresijos. Esto les anima a muchos, además de todas las facilidades y ayudas que ofrece el Premio ‘Jaén’.

En los últimos diez años solo ha habido un finalista español**, hasta este mismo año…

A.G.: Se presentaron nueve españoles, seis pasaron la primera prueba y desde la tercera ha habido solo uno, que es además finalista, Juan Carlos Fernández Nieto. En proporción, está muy bien que haya un español en la final, de nueve iniciales parece lógico que al menos uno hubiera llegado. De los tres finalistas, hay que apreciar en ellos su honestidad, especialmente consigo mismos. Son tres pianistas muy distintos, pero aunque los lectores de RITMO vean esto cuando ya se conocen los premiados, desde esta posición antes de la prueba final he de decir que hasta aquí ha sido un concurso magnífico y deseo lo mejor para cada finalista.

Una de las señas de identidad de este Concurso es el encargo anual de una obra obligada a un compositor español de prestigio…***

A.O.: Esta es una de las marcas de identidad de este Concurso, por el que han pasado importantes creaciones de nombres señeros de la composición en España, pues son nada menos que veintidós más la opcional de Joaquín Reyes del año 1998, como Manuel Castillo, Cruz de Castro, García Abril, Valentín Ruiz, Ángel Oliver, Zulema de la Cruz, Tomás Marco, García Román, Montsalvatge, José L. Turina, Luis de Pablo, Eneko Vadillo, Leonardo Balada, Josep Soler, Joan Guinjoan, Claudio Prieto, Daniel Mateos, Juan A. Medina, José Zárate, García Aguilera, Juan Manuel Ruiz y Alejandro Román en este 2014, contando con que ya está hecha la de 2015, de Juan Cruz-Guevara. De este encargo nos asesora el consejo asesor del Concurso, que determina quiénes son los elegidos y recomendados para componer. Hay que añadir que, desde hace unos años, el musicólogo y secretario del jurado Pedro Jiménez Cavallé, rastreador del folclore jiennense, aporta un tema al compositor para que este desarrolle la obra en torno a él, como este año ha hecho Alejandro Román en Gaiena sobre la melodía popular “Alegría, Alegría”. Hay que seguir apostando por la obra obligada, que es parte esencial del concurso y que enriquece la literatura pianística contemporánea española. Y conviene recordar que realizamos un encuentro con el compositor para que este explique el por qué de su obra y todos sus aspectos, justo antes de desarrollarla en la segunda prueba, acto al que asisten profesionales, aficionados y concursantes, donde descubren nuevos aspectos de la obra que mejoran su futura interpretación.

A.G.: Es un tesoro para la Diputación y para la provincia de Jaén, sobre todo, como ha dicho Antonia, desde que hace unos años Pedro Jiménez Cavallé se encarga de sacar temas populares de la provincia para que el compositor o compositora elabore su obra. Es curioso, pero desde 1993 solo hemos tenido una mujer compositora, Zulema de la Cruz. Sería muy bonito ampliar la representación femenina en el futuro.

La próxima edición, en la que ya se piensa, es la 57, camino de un aniversario y de conmemorar en breve los veinticinco años de la primera obra obligada…

A.O.: Sí, nos acercamos a los sesenta años, ¡quién lo diría! Y veinticinco años de la obra obligada. Esto lo único que hace es reforzar aún más el Premio ‘Jaén’ y ejemplifica las cosas bien hechas por parte de la Diputación de Jaén.

Me gustaría saber cómo se podría convencer al lector para que asista a esa próxima edición de 2015…

A.O.: Hablamos del concurso internacional de piano más antiguo de España, hablamos de una ciudad que abre sus puertas en primavera al visitante, hablamos de una provincia con el mayor número de espacios naturales reservados, con ciudades patrimonio de la humanidad y con la música presente, que esta sí que es un patrimonio que hay que cuidar, como hacemos desde la Diputación. Animo al lector a visitar Jaén durante el concurso y perderse por sus calles y sus músicas.

Enhorabuena por esta apuesta cultural tan ejemplar. Ha sido un placer.

* https://www.facebook.com/premiopianojaen

http://premiopiano.dipujaen.es/

*** http://premiopiano.dipujaen.es/historia/rincon-obra-obligada.html

** Katia Michel, hispano-suiza.

Por: Gonzalo Pérez Chamorro
Foto: J. Ortega “SITOH”  (de izquierda a derecha, los tres finalistas, Juan Carlos Fernández Nieto, João Miguel Xavier y Akihiro Sakiya).
 

PREMIOS Y PREMIADOS

Primer Premio - Akihiro Sakiya (Japón)

Patrocinados por la Diputación Provincial de Jaén:

Medalla de oro, Diploma, la edición de un disco con el sello Naxos y 20.000 Euros.

•           Un concierto en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén.

•           Un concierto al día siguiente de la prueba final, con la Orquesta Ciudad de Granada.

•           Un concierto en Boston, patrocinado por el Tsai Performing Arts Center de la Universidad de Boston (EE.UU.).

Segundo Premio - Juan Carlos Fernández Nieto (España)

Diploma y 12.000 Euros.

Tercer Premio - João Miguel Xavier (Portugal)

Patrocinado por Unicaja.

Diploma y 8.000 Euros.

Premios Especiales

Premio ‘Rosa Sabater’ - Akihiro Sakiya

Patrocinado por el Ayuntamiento de Jaén al mejor intérprete de música española.

Diploma, un concierto en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén y 6.000 Euros.

Premio ‘Música Contemporánea’ – Jing Fang Tan (China)

Patrocinado por el Ministerio de Cultura al mejor intérprete de la obra obligada.

Diploma y 6.000 Euros.

Premio del Público - Akihiro Sakiya

Escultura de bronce. Sin dotación económica. Se otorgará por votación entre el público.
 

JURADO

Presidenta: Ana Guijarro.

Vocales: Albert Atenelle, Mariana Gurkova, Rafael Quero, Jean Paul Sevilla, Vinia Tsopela, Keng Zhou.

Secretario: Pedro Jiménez Cavallé.

 

Joaquín Reyes Cabrera (1914-2005)

Cien años de un impulsor del Premio ‘Jaén’

En el aniversario de su nacimiento, los alumnos y amigos del profesor Joaquín Reyes, que gracias a él y a Pablo Castillo nació el Concurso Internacional de Piano Premio ‘Jaén”, queremos rememorar su figura haciendo una semblanza de lo que fue y representó el maestro en la música de su tierra, pues a la faceta de docente con mayúsculas hay que unir las no menos interesantes de pianista y compositor.

Joaquín Reyes Cabrera nace en Jaén en 1914. Tras sus primeros estudios musicales, ingresa en el Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid, destacando entre sus maestros Benito García de la Parra, Joaquín Turina y Conrado del Campo. En 1940 es pensionado por la Humboldt Stifftung para ampliar sus estudios pianísticos y compositivos en Alemania; el cronista de Jaén, Luis González López confirma esta circunstancia: “Es allí alumno, durante dos años, de los Conservatorios de Munich y Berlín; el profesor Knappe le enseña Dirección de Orquesta; Riemann, piano, y Hees, composición. En Bad Elstar dirige una orquesta importantísima con motivo de la celebración de la II Semana de Música hispano-alemana…”. Según cuenta Rafael Quero Castro, antiguo director del Conservatorio de Córdoba, miembro del Jurado del Premio ‘Jaén’ y alumno de Joaquín Reyes (“le debo ser músico a Joaquín”, ha afirmado Quero en numerosas ocasiones), el maestro llegó a entablar amistad con Richard Strauss.

Su actividad concertística es amplia, sobre todo, desde su presentación en el Ateneo de Madrid. En el Jaén de 1941 los conciertos de piano abundaban, no faltando nuestro protagonista en el organizado por la Asociación de la Prensa; por aquellas fechas el maestro Cubiles lo había realizado en el teatro Cervantes.

Es nombrado en 1943 profesor del Conservatorio de Córdoba, consiguiendo al año siguiente, tras reñidas oposiciones, la cátedra de armonía del mismo. En 1945 sería nombrado director de dicho centro. En 1946 realizó varios recitales en Jaén.

En cuanto al Premio ‘Jaén’ de Piano, destacamos su presencia en el jurado a partir del año 1956, presencia que se mantuvo casi hasta el final de la década de los noventa; él no sólo colaboraba en la organización y como jurado del Premio, sino que también lo hacía como compositor: en la edición de 1956 su Minueto de concierto fue obra obligada, como en 1957 lo fue Ejido de Belén. En el año 1998 compuso Estampas Andaluzas, que otorgaba el Premio XL Aniversario, en la 40º edición del Concurso.

Durante los años siguientes la actividad de Reyes como concertista fue en aumento. El 18 de mayo 1982 se informaba del homenaje a Joaquín Reyes, realizado en Córdoba días antes, por el que le fue impuesta la Cruz de Caballero de la Orden de Alfonso X El Sabio. Académico numerario por la Academia de Córdoba, murió el día 24 de febrero del año 2005 a los 90 años de edad, a consecuencia de un paro cardíaco.

Por último, en su faceta de compositor (además de lo ya reseñado) es autor de obras sinfónicas, música de cámara, música de piano, canciones y también ha escrito para la escena dos Estampas Españolas, ambas estrenadas con éxito, una de ellas en el Teatro Calderón de Madrid. De entre sus obras podemos mencionar Poema sinfónico, Tema con variaciones para piano, Suite para violín y piano o Egido de Belén. También escribió numerosas obras para banda y su aportación a la faceta popular nos dejó unas versiones para canto y piano de los típicos melenchones de Jaén y una colección lírica (1982) formada de canciones andaluzas, canciones para niños y villancicos. Posiblemente, la obra mayor envergadura es la que dedica al Cristo de la Expiración, titulada por el autor, Agonía y muerte de Jesús, data del año 1941, época en que el autor ampliaba estudios de composición en Munich y, según el maestro, obra muy influenciada por las armonías wagnerianas, que trabajó con el profesor Hees. Escrita en principio como marcha fúnebre y dedicada al Cristo de cuya imagen estaba desde niño “fuertemente impresionado”, la partitura fue remitida desde Alemania al hermano mayor de la Cofradía, Cándido Nogales. Posteriormente al ser instrumentada y levemente modificada, más que ampliada (pues posee el mismo número de compases), quedó establecida como poema sinfónico.

Pedro Jiménez Cavallé
(catedrático de música y secretario del jurado del Consurso Internacional de Piano Premio ‘Jaén’)
 

Gaiena, Diez Paisajes Jienenses

Alejandro Román (Madrid, 1971) se incrusta brillantemente a la lista de celebérrimos compositores (García Abril, de la Cruz, Marco, Montsalvatge, Turina, de Pablo, Balada...) que han prestado su universo sonoro al Premio Jaén de Piano. Las ediciones se suceden. Los premios pronto se olvidan. Los pianistas van y vienen. Llegará un día en que sus interpretaciones se difuminarán como neblina sonora en nuestras cabezas. Entonces, cuando la última nota se extingue en el aire ¿qué nos queda? ¿Qué legamos? No solo se trata de rendir pleitesía por unos días al instrumento, sino que el fin material de este Premio es el de enriquecer a esas generaciones musicales que están por venir. Y si algo perdurará por los siglos de los siglos, es la Obra Obligada en la que todo pianista que aspire a ganar el Concurso debe posar obligatoriamente su ingenio. Una roca indestructible al olvido que la Diputación Provincial encarga tallar anualmente a uno de nuestros notorios compositores. Un eslabón más aportado por Jaén a la interminable cadena del Patrimonio Musical español.

Salpicado por el tema de un villancico popular de la tierra, rescatado por el musicólogo Pedro Jiménez Cavallé, Román (gran amante del cine y de sus bandas sonoras, no en vano posee ya en su curriculum más de una veintena) nos legó Gaiena, Diez Paisajes Jienenses, rica y variada pieza de fácil digestión auditiva, que nace embadurnada de color por todos sus rincones, aspirando a tender un lazo geográfico y emocional con Jaén (sus abuelos nacieron allí). Un ensoñador y brumoso viaje (de estera voladora) de variada métrica por algunos de los pueblos más emblemáticos de la comarca andaluza, a quien el madrileño les dota de estampas y caracteres propios y exclusivos. Acuarelas impresionistas que inundan nuestra cabeza de imágenes y fotografías, y que no fingen esconder la influencia de las mágicas texturas armónicas de Debussy, en especial de sus bíblicos Libros de Preludios (todo echa a andar evocando aquel desolador Des pas sur la neige). Los estilos musicales se entremezclan sin tapujos en un íntimo y cadencioso collage, que busca hermanarse con otros dispares mundos, tratando de tú a tú desde a Bartók o Satie, hasta los firmamentos jazzísticos de Thelonius Monk o nuestro Tete Montoliu. El año que viene el testigo que aumentará nuestra herencia sonora ha sido cogido por el creador almeriense Juan Cruz Guevara. Una perla más que añadir al collar.

Javier Extremera

  

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