Christoph Denoth es un músico y guitarrista que combina la solidez europea con la fantasía mediterránea. Su guitarra transmite el alma de la música, como a este instrumentista suizo, nacido en Basilea, le gusta recalcar. Alumno musicalmente de Celibidache, que le ha transmitido la profunda espiritualidad con la que concibe el arte musical, su pensamiento nos lleva hacia los sentidos, hacia una verdad interpretativa que radica, ante todo, un respeto hacia el original del compositor. Su relación con el maestro Lorenzo Palomo, del que nos habla y mucho en esta entrevista, nos lleva hacia una obra que ha marcado un antes y un después en su trayectoria como músico, los Nocturnos de Andalucía, para guitarra y orquesta, que acaba de grabar en los míticos estudios Abbey Road de Londres con el concurso, nada menos, de la London Symphony Orchestra y Jesús López Cobos. Denoth, que ha grabado unos excelentes discos para Signum Classics, protagoniza nuestra portada y nuestra entrevista principal del número de octubre.
Es un placer tener a un maestro como usted en la portada de RITMO, pero, con más detalle, convendría saber quién es Christoph Denoth…
Gracias. Soy un guitarrista de concierto de profesión y además soy profesor en la Royal Academy of Music de Londres. Que recuerde, he dedicado toda mi vida a la música, desde que era un niño. Desde mi niñez, estuve estrechamente relacionado con músicas escritas para la guitarra y con los mismos compositores que escribían para el instrumento. Para ampliar mis conocimientos musicales e imaginativos, también estudié dirección orquestal con Sergiu Celibidache y dirigí cuando tenía aproximadamente veinte años diversas orquestas en Suiza por un periodo de varios años. Pero debo decir que siempre he dedicado la mayor parte de mi tiempo y de mi vida a la guitarra. Siempre me preguntaba por qué el repertorio de guitarra es tan limitado. Grandes compositores en el pasado ignoraron con frecuencia a la guitarra. Por supuesto que en España tuvimos, o tuvieron, a Sor y Tárrega, mientras que en la época actual y relativamente reciente hemos tenido compositores como Turina, Rodrigo, Lorenzo Palomo, Villa-Lobos y algunos otros, pero creo que no es suficiente. De hecho, solo hace falta comprobar como son la mayoría de los programas de guitarra, son principalmente arreglos de piezas de Albéniz y Granados.
Ser guitarrista de guitarra española pero no haber nacido en suelo español, ¿hace entender el instrumento de manera distinta?
En absoluto. O acaso un pianista español no entiende perfectamente e interpreta con el mejor estilo posible la música de Brahms, Beethoven, Bach o Chopin… El misterio y, por llamarlo también así, el gran milagro de la música, es que el alma del compositor está en su música y el trabajo del intérprete es conectar con esa esencia, con esa magia. Para llegar al compositor hay que hacerlo a través de su música.
Y tocar la guitarra sin ser español es quizá un reto mayor que si lo fuera…
La música es un lenguaje internacional y no necesita traducción para ser entendida como si esta fuera un lenguaje. No vislumbro una frontera de nacionalidad como intérprete, por lo que de este modo no necesito un pasaporte concreto para tocar la guitarra.
¿Dónde están los principios de su arte?
Podría contestarle enumerando brevemente estos conceptos esenciales: dinámica, expresión y fraseo, siempre atendiendo a una premisa esencial: soy muy fiel al texto, ante todo respeto lo que el compositor escribió.
¿Dónde está el alma de su guitarra?
El alma, como concepto subjetivo que no es tangible y no puede verse, podemos sentirla por la música que viene viva, si tocamos e interpretamos del modo correcto. Hay leyes musicales y leyes humanas sensoriales y perceptivas que tenemos que entender, que se encuentran relacionadas. Incluso si no podemos dar un nombre a todo lo que podemos sentir, a menudo de un modo intuitivo e inspirado, donde se encuentra la inspiración, se encuentra el alma.
¿Qué instrumentos tiene?
Actualmente toca con una guitarra australiana de Jim Redgate y una guitarra alemana de Gernot Wagner. Durante muchos años estuve estudiando e interpretando con diversas guitarras suizas de Corbellari.
Ha estado trabajando estrechamente con el compositor Lorenzo Palomo. Para un intérprete no es lo usual tener cerca al compositor…
Puede usted imaginarse el inmenso placer que es trabajar con el propio compositor, en este caso con Lorenzo Palomo, con el que he trabajado sus Nocturnos de Andalucía, una de las obras más admirables que existen para guitarra y orquesta. Aunque Lorenzo Palomo escribió detalladamente cualquier detalle interpretativo en la partitura, cuyo estilo es muy preciso, conversar los detalles con él aumentaron mi conocimiento de la obra y mejoraron la interpretación.
Y no ha sido el maestro Palomo el único compositor con el que usted ha trabajado cara a cara…
Exacto, igualmente he trabajado junto a un buen número de compositores, algunos de ellos han escrito expresamente para mi algunas obras para guitarra o con formaciones de cámara. Pienso que es muy importante para un compositor entender bien la guitarra y su sonido para crear lo mejor posible, de este modo la “convivencia” con el intérprete es una retroalimentación positiva para ambos.
Los Nocturnos de Andalucía le causaron una fuerte impresión… Cuéntenos su opinión sobre esta música…
Estuve presente en el estreno de los Nocturnos de Andalucía en la Konzerthaus de Berlín con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín, dirigida por el recientemente fallecido maestro Rafael Frühbeck de Burgos, con Pepe Romero como guitarra solista. Estuve fascinado desde la primera nota. Era precisamente la obra que estaba buscando desde hacía años. Nocturnos de Andalucía es una conjugación del mundo clásico y la vanguardia musical, en el sentido que conjuga un lenguaje moderno. Esta obra presenta también un lenguaje sinfónico para una gran orquesta, la cual es la que precisamente necesita la guitarra para acceder al mundo sinfónico concertante. Es una obra maravillosamente orquestada, donde la orquesta en ningún momento tapa el sonido de la guitarra. Es una obra repleta de inspiración, desde el mismo comienzo hasta su conclusión.
Ha estado buena parte de su vida buscando este Grial…
Por supuesto, además, desde el primer momento en que escuché Nocturnos de Andalucía, quise tener la satisfacción de poder realizar una grabación de la misma. Los Nocturnos son una mágica descripción en seis escenas de la noche en Andalucía. Se dio la posibilidad para poder grabar los Nocturnos de Andalucía bajo las mejores condiciones posibles en los estudios míticos de Abbey Road de Londres, con la London Symphony Orchestra, bajo la dirección de Jesús López Cobos.
Grabar los Nocturnos nada menos que con la Orquesta Sinfónica de Londres y López Cobos ha debido ser una experiencia muy buena…
Cierto. Tuvimos una fantástica sesión de grabación en los estudios Abbey Road y la Orquesta se enamoró de la música de Lorenzo. Realmente estoy muy feliz de haber hecho esta grabación con una orquesta del renombre de la London Symphony y Jesús López Cobos. Ahora solo hay que esperar al lanzamiento del CD que será en el próximo febrero…
Un pianista no puede llevar su instrumento consigo, pero un guitarrista sí. Es su guitarra una prolongación de su cuerpo, se funde con ella mientras toca, ¿hay un “encuentro amoroso” con el instrumento?
Desde luego que sí, en cierto modo. Hay mucho amor envuelto entre el guitarrista y su instrumento. Durante muchos años el intérprete llega a ser uno solo con su instrumento, con su guitarra. No hay una sensación de estar o no estar.
¿Qué relación puede fructificar entre la Europa Central con la música española? ¿Es Palomo una figura esencial para este encuentro de culturas?
Desde luego que sí. En la estructura de la música de Lorenzo Palomo se puede percibir claramente la gran influencia de los compositores de la Europa Central, esencialmente compositores alemanes, como, al mismo tiempo, cada nota que escribe proviene y está inspirada de su país, España. La música española, por ejemplo, siempre ha sido bien acogida en Suiza, pensemos en la relación de Ansermet con la música de Falla.
Hay más música de Lorenzo Palomo en la mente de Christoph Denoth… O se supone que está Christoph Denoth en la mente de Lorenzo Palomo…
Lorenzo Palomo tiene y concibe su propio mundo cuando compone su música. Afortunadamente para los guitarristas y para mi, él ha compuesto su Sinfonía a Granada, para soprano, guitarra y orquesta; Fulgores para violín, guitarra y orquesta y sus dos maravillosos ciclos de canciones para voz y guitarra, Madrigal y Cinco sefardíes y Mi jardín solitario. Con músicas así los guitarristas enriquecemos nuestro repertorio.
¿Es esta, la vertiente que sigue Lorenzo Palomo, la música española más demandada fuera de España, en lugar de creaciones más experimentales y alejadas de la tradición?
Completamente sí. Está demostrado, por el número de grandes orquestas que interpretan su música a lo largo de todo el mundo, que siempre ha cosechado éxitos allá donde se han escuchado sus obras. El éxito de su música radica en que su lenguaje es aceptado tanto por las orquestas como por el público. Personalmente, como guitarrista, entiendo que la guitarra es un delicado y sensitivo instrumento y que, en algunas ocasiones, la música experimental y la más compleja ignoran la naturaleza y las características de la misma. Dicho de otro modo, la música de mayor vanguardia no casa muy bien con la guitarra. Muchos compositores contemporáneos escriben para la guitarra sin tener conocimiento del instrumento en sí. La guitarra tiene su propia voz, su propio lenguaje, como lo tienen el violín o el piano. De este modo, la música escrita para la guitarra debería respetar su idioma, conocer la naturaleza intrínseca del instrumento. Y volviendo a su pregunta, Lorenzo Palomo es un compositor que conoce muy bien la guitarra y, por esta razón, escribe de manera idónea para el instrumento.
Antes de Palomo, el repertorio para guitarra en el siglo XX recibió atención gracias a intérpretes tan distintos como Bream o Segovia…
Claro, nombres como Andrés Segovia recibieron multitud de obras para guitarra de compositores españoles y sudamericanos, caso de Turina, Ponce, Torroba o Villa-Lobos, entre otros. En otro estilo más vanguardista pero igualmente refinado para el instrumento, Julian Bream recibió música directamente desde las manos de creadores tan importantes, y poco vinculados a la guitarra, como Britten, Henze, Walton o Berkley, entre otros.
¿Cómo ve actualmente el instrumento?
La guitarra clásica es probablemente uno de los más bellos instrumentos, pero no hay demasiada gente familiarizada con ella. Soy muy optimista que en un futuro cercano tendremos más y mejor música para guitarra, además de estar esperanzado en que la popularidad de la guitarra dentro de la música clásica crezca con el paso de los años y tenga más oyentes de los que tiene ahora. Espero también que se asiente como instrumento estable en las formaciones de cámara y en los programas con orquesta, tanto como instrumento integrado en ella, dentro de la misma formación orquestal, como instrumento solista.
Nos habló antes que ejerce la enseñanza en la Royal Academy of Music de Londres...
Habitualmente también ofrezco, por invitación, clases magistrales en diferentes academias y universidades. Para mí es muy importante enseñar guitarra a estudiantes que previamente ya han estudiado música. Solo así serán capaces de entender que una partitura tiene su propia música. De este modo, como profesor me siento cómodo enseñando a futuros guitarristas. Lo principal, el centro de todo, es la música, y la guitarra es el medio que le sirve. No el camino a la inversa. Esto es muy importante. Primero la música, luego la guitarra.
¿Qué hay de usted en cada pieza que interpreta?
Muy sencillo, pongo toda mi alma en la interpretación…
¿Cuál es su modo de acercarse a una obra nueva?
Primero leo y estudio bien la partitura y entonces trato de entender la estructura y el mensaje musical, así como la esencia de cada pieza, como son los sentimientos del compositor. Poco a poco se va descubriendo un secreto más de la obra.
¿Toca mucha música compuesta expresamente para usted? ¿Cuál es el tronco de su repertorio?
En mis programas y en mi repertorio incluyo música que ha sido compuesta para mí, siendo la parte más importante de mi repertorio para guitarra sola la de compositores como Villa-Lobos, Falla, Albéniz, Dowland o Britten, por citar algunos. El mismo Dowland protagonizó uno de mis recientes grabaciones para el sello Signum Classics, disco titulado “Mister Dowland’s Midnight”. En el caso de guitarra solista en obras concertantes, tengo a compositores como Palomo, Rodrigo u Ohana. En música de cámara suelo tocar obras de Paganini y los Cuartetos y Quintetos con guitarra de Boccherini, además de canciones que llevan la guitarra como instrumento acompañante, como las de Schubert, Mozart, Falla o Palomo.
Para acabar, una pregunta que remita a sus comienzos… ¿Cómo llegó usted a la guitarra y cuáles han sido sus principales maestros?
Recuerdo que cuando tenía cinco años escuché tocar la guitarra a Andrés Segovia en la radio unas piezas de Haydn, este fue el punto de partida. Fui “electrificado” por su sonido; la inspiración está todavía presente. Mis profesores más relevantes e importantes fueron el guitarrista suizo René Kappeler, que amplía la colaboración entre este país, Suiza, y la música española y guitarrística, tradición que inició Falla con el famoso director suizo Ernest Ansermet, director entonces de la Orquesta de la Suisse Romande de Ginebra, como he referido antes. Otros de mis maestros han sido Pepe Romero y Oscar Ghiglia. Dentro de una óptica musical más amplia, mi principal influencia, ya que, como dije anteriormente, realicé estudios de dirección orquestal con Celibidache, fue este irrepetible director. Sus magistrales enseñanzas determinaron mi entendimiento musical y fueron básicas para mi carrera de guitarrista profesional.
Sin duda un modelo referencial para entender la música. Gracias por su tiempo, ha sido un placer.
http://www.christophdenoth.com/
El pintor y la modelo
La relación entre el intérprete y el compositor es como la del pintor y la modelo. Del pincel de uno se refleja el alma de ambos, como sucede en la mente del compositor que piensa en un intérprete cuando crea música. El compositor cordobés Lorenzo Palomo ha montado su caballete con varios guitarristas como modelos, siendo uno de ellos, Christoph Denoth, inspiración para el cordobés, que ha grabado sus Nocturnos de Andalucía.
La música de Lorenzo Palomo es, como deja claro Christoph Denoth en la entrevista, “su música se puede percibir claramente la gran influencia de los compositores alemanes, como, al mismo tiempo, cada nota que escribe proviene y está inspirada de España”, una música que conjuga dos personalidades muy fuertes. En 2016 se conmemorará el 400 aniversario de la muerte de Cervantes y se cumplirán diez años del estreno de la cantata-fantasía Dulcinea de Palomo, estrenada en la Konzerthaus de Berlín y auspiciada por la Deutsche Oper, que contó con Ainhoa Arteta y la dirección de Miguel Ángel Gómez Martínez, ambos en calidad de artistas invitados. Aquel estreno resultó un éxito, marcando un hito en la historia de la música española, ya que Dulcinea fue la primera obra española que se estrenaba la Ópera de Berlín.
Obras especiales
Entre la producción del compositor cordobés, destacan igualmente estas obras: Del atardecer al alba, para canto y piano, encargo de Montserrat Caballé, quien la estrenó en el Carnegie Hall de Nueva York. Cantos del alma, para soprano, clarinete y orquesta, sobre poemas de Juan Ramón Jiménez. Fue un encargo de Jesús López Cobos, quien dirigió su estreno con la Orquesta Sinfónica de Barcelona. Sinfonía a Granada, para soprano, guitarra y orquesta, con texto de Luis García Montero, estrenada por María Bayo, Vicente Coves y la Orquesta Ciudad de Granada en el Auditorio Manuel de Falla. Fulgores, para violín, guitarra y orquesta, encargo de Rafael Frühbeck de Burgos, quien dirigió su estreno con el violinista Alexandre da Costa, el guitarrista Pablo Villegas y la Orquesta Sinfónica de Valencia.
Del mismo modo, la obra de Palomo ha tenido mucha resonancia en Estados Unidos, como con The Sneetches, cuento sinfónico para narrador y orquesta, encargo de la Dr. Seuss Enterprises de Nueva York. La estrenó la Orquesta del Conservatorio de Oberlin (Cleveland, Estados Unidos).
A estas obras hay que añadir su conocida música concertante para guitarra, que incluye los ya citados en la entrevista Nocturnos de Andalucía, que han sido interpretados por gran parte de las mejores orquestas del mundo. Hay que incluir dentro de este catálogo el Concierto de Cienfuegos, para cuatro guitarras y orquesta, estrenado en el Teatro Maestranza de Sevilla por el Cuarteto Los Romero y la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, dirigidos por Rafael Frühbeck de Burgos. Saliendo del instrumento de las seis cuerdas, existe más música concertante del cordobés, como la Humoresca, para contrabajo y orquesta, obra encargo de la Orquesta de Castilla y León, que la estrenó en el Auditorio Miguel Delibes, con Ximo Clemente, contrabajo, dirigida por Guillermo García Calvo.
Otras músicas del compositor tienen a la voz como elemento principal, es el caso de Madrigal y cinco canciones sefardíes y Mi jardín solitario, sendos ciclos de canciones para voz y guitarra, estrenados por María Bayo y Pablo Villegas en el Festival de Torroella de Montgrí.
Curiosamente, uno de los sellos de mayor renombre, Naxos, tiene en catálogo gran parte de las obras de Lorenzo Palomo, que pueden escucharse íntegras en sus plataformas de reproducción en streaming (www.naxosmusiclibrary.com y www.classicsonlinehd.com).
http://www.lorenzopalomo.com/
Por Gonzalo Pérez Chamorro