Música clásica desde 1929

Artemandoline
Marzo 2021 - Núm. 948

Artemandoline

El renacer de la mandolina

Juan Carlos Muñoz y Mari Fe Pavón, máximos responsables de Artemandoline, son el único grupo mundial de música antigua especializado en el estudio, recuperación e interpretación de la fantástica música compuesta para la mandolina barroca, instrumento muy apreciado y empleado en Europa durante los siglos XVII y XVIII y que poco a poco va recuperando su posición. Su último CD, Italian baroque mandolin sonatas, acaba de salir al mercado para el sello Deutsche Harmonia Mundi con obras de fantásticos autores desconocidos como Capponi, Sussier, Romaldi, da Trento o Piccone, da pie a esta entrevista.

¿Quiénes son Juan Carlos Muñoz (JCM) y Mari Fe Pavón (MFP)?

JCM: Yo soy español, pero nací y vivo en Luxemburgo. Soy, junto a Mari Fe, el director artístico de Artemandoline y soy profesor de mandolina y de música de cámara en el Conservatorio de Luxemburgo y en el Conservatorio Superior de Saarbrücken, Alemania.

MFP: Yo también soy española. Me marché a los 19 años a Luxemburgo. Comencé con la bandurria en España, porque no existían los estudios de mandolina barroca. Estudié en Luxemburgo con Juan Carlos Muñoz y en la Hochschule de Colonia. Fue nuestra profesora, Marga Wilden-Hüsgen, personaje clave en el redescubrimiento de la mandolina, quien dio a conocer la literatura de mandolina que no se conocía hasta ese momento, y fue ella quien nos dio el gusto y el placer de continuar con su labor.

¿Escuchan otro tipo de música que no sea música clásica?

MFP: Yo soy bastante polivalente. Me gusta mucho escuchar todo tipo de música, aunque escucho mucho barroco, por supuesto, es lo que más me gusta e inspira. Pero también me gusta estar al día de lo que hay en la actualidad. Me gusta mucho también el jazz o la música brasileña. A veces disfruto también del flamenco.

JCM: A mí me gusta cualquier tipo de música mientras esté bien interpretada: oigo también jazz, aunque mi música preferida es, por supuesto, la música barroca. Curiosamente tengo que comentarle que interpretamos bastante música contemporánea con las mandolinas. Existe un repertorio muy interesante para nuestro instrumento, que es totalmente opuesto al repertorio barroco.

¿Cómo llegaron a interesarse en un instrumento como la mandolina barroca?

MFP: La mandolina barroca en sí misma ya es una joya. Ya solamente descubrirla en un cuadro o viendo un ejemplar vas sintiendo fascinación por el instrumento y comienzas a indagar sobre ella, hasta que se convierte en tu pasión. Mandolinas hay de muchísimos tipos. Solamente en cada región de Italia hay una distinta, con una afinación diferente y un propósito singular. Por ejemplo, la mandolina napolitana, que está afinada como el violín, en quintas, contrasta mucho con las mandolinas del norte, con las cuales hemos grabado nuestro último disco, Italian baroque mandolin sonatas, están mucho más cerca del laúd soprano (también denominadas mandolinas milanesas), ya que están afinadas por cuartas y terceras.

Es sorprendente observar el efecto que produce el instrumento en el público que acude a nuestros conciertos. Habitualmente el 90-95% de ellos desconocen tanto la mandolina como el repertorio, y siempre se muestran realmente fascinados y agradecidos, especialmente con el hecho de que la mandolina barroca sea capaz de transmitir tantas y diferentes emociones.

¿Qué le dirían al público que todavía piensa que su instrumento es el que se toca en las tunas?

JCM: Los instrumentos que se emplean en las tunas son ya de una concepción romántica, ya que el instrumento a través de los siglos ha cambiado de forma y tamaño; son instrumentos mucho más simples en su construcción y se emplean las cuerdas de acero. La mandolina barroca, sin embargo, se toca con cuerdas de tripa o con entorchado de plata. No tienen nada que ver. Además, en las tunas los instrumentos suelen ser de fondo plano, algo que se hace para abaratar mucho los costes. La mandolina barroca es un instrumento mucho más complejo, elaborado y para el que existe una literatura maravillosa. Debo añadir que la mandolina se tocaba en el siglo XVIII en la Corte Española. Por ejemplo, Bárbara de Braganza la tocaba y el mismo Scarlatti transcribió seis Sonatas para ella. Fue un instrumento de moda en el París de Luis XV, lo que llevó a toda Europa a contar con mandolinistas y mandolinas en sus cortes, como en Lisboa o Viena, trascendiendo su origen italiano.  

¿Cómo se toca la mano derecha en la mandolina barroca, con plectro, con los dedos, con las uñas…?

MFP: Se emplean plumas. Nosotros preferimos las plumas de pavo real, porque son las que mejor sonido y recursos desempeñan en el instrumento. También se pueden emplear las plumas de otros animales, como las de los patos, o de avestruz, pero son más duras.

¿Cómo consiguen las plumas de pavo real para su instrumento? ¿Crían pavos? ¿Van a parques a desplumarlos…?

JCM: ¡No, no, claro que no! (risas) ¡Además las que tenemos son Bio! Conocemos a gente que tiene criaderos de pavos reales y a través de ellos las conseguimos.

MFP: Además, es curioso que mi apellido, Pavón, significa “Pavo Real”…

¿Cómo fue la idea de fundar Artemandoline?

MFP: Nosotros tocábamos ya juntos en un quinteto de mandolinas en Luxemburgo; creímos que era fundamental crear un grupo en concreto que difundiera todo el repertorio tan interesante para mandolina que no se conoce y que está dormido en bibliotecas desde hace siglos. Somos el único grupo del mundo dedicado en exclusiva a este repertorio.

JCM: Tengo que añadir que, curiosamente, a partir de la creación de Artemandoline, las puertas de los grandes festivales de música se nos han abierto. Con el instrumento barroco y con muy buenos músicos hemos podido desarrollar una intensa labor concertística en festivales mundiales de mandolina y de música barroca, algo que jamás había sucedido antes. Colaboraciones junto a excelentes colegas, como la soprano Nuria Rial, también nos han llevado por infinidad de nuevos caminos.

¿Por qué se establecen en Luxemburgo y no han regresado a España?

MFP: La verdad que en España el trabajo en la música antigua está un poco más difícil. En Luxemburgo estamos en el centro de Europa, al lado de Alemania, de Francia, lo que nos permite tener muchas oportunidades artísticas de este mundo tan peculiar. Además, llamamos a muchos músicos de toda Europa para que colaboren con nosotros, y la ubicación de Luxemburgo es una ventaja.

¿Cómo se encuentra ahora la situación docente de la mandolina barroca en España?

MFP: En España solamente hay tres conservatorios superiores, Zaragoza, Murcia y Barcelona que imparten la especialidad. En Madrid solamente el Conservatorio de Arturo Soria, que no es superior, con Pedro Chamorro y Caridad Simón, imparte mandolina barroca. Ellos fueron mis primeros profesores, unos verdaderos pioneros que tuvieron que desarrollar una quijotesca carrera para poder llegar a ser profesores de conservatorio.

¿Cómo es su relación con Deutsche Harmonia Mundi? ¿Tienen obligaciones de qué repertorio o de cuántos discos grabar?

JCM: Tenemos una relación muy buena, particularmente con su vicepresidente en Alemania. No tenemos un contrato en exclusiva porque no queremos tener obligaciones con nadie. Además, les ha encantado la mandolina barroca y su repertorio, por lo que tienen muchas ganas de que descubramos este nido tan precioso en sus discos. Tanto para el instrumento como para nosotros ha sido algo muy importante que DHM confíe en Artemandoline. Ya llevamos 4 CD con ellos, de las 10 grabaciones que lleva ya el grupo. Nos dan libertad total para decidir sobre el repertorio. Nosotros lo proponemos, y si les gusta, se graba.

¿Quién se encarga de las labores de recuperación musicológica? Su último CD está plagado de autores desconocidos como Capponi, Sussier, Romaldi, da Trento o Piccone, compositores de una música realmente excepcional.

JCM: Estas partituras esperan en las bibliotecas a ser redescubiertas, y nuestro compañero Manuel Muñoz ha sido el encargado de esta labor para este CD. Ha efectuado las transcripciones y su edición moderna. Toca, asimismo, la guitarra barroca en el grupo y forma parte, junto a nosotros dos, de Artemandoline desde sus inicios. Es profesor de guitarra barroca en el Conservatorio de Ciudad Real, y es un gran conocedor de la mandolina.

¿Quiénes fueron los compositores que aparecen en el CD?

JCM: Todos los que hemos grabado tocaban la tiorba, el laúd, la guitarra barroca y también la mandolina, porque la mandolina formaba parte del instrumentarium de la corte. Por ejemplo, en Florencia este ensemble era el habitual de la corte y todos los músicos conocían perfectamente estos instrumentos. Nosotros les denominamos ilustres desconocidos porque no han transcendido, pero fueron fundamentales en su época. Por ejemplo, Romaldi compuso dos óperas conjuntamente con Vivaldi. Su música es verdaderamente genial.

¿Cómo ha influido la crisis del Covid en su actividad? ¿Han tenido muchas cancelaciones?

JCM: Hemos perdido la mayoría de nuestros conciertos desde marzo de 2020. Hay muchos que se volverán a programar este año o en 2022, pero es todo todavía muy incierto. Lo que es curioso es que nos ha salvado la salida de nuestros dos últimos discos, grabados justamente antes de la pandemia. Hace 9 meses salió el que grabamos con Nuria Rial, y ahora acaba de ver la luz el que ahora presentamos. Esto no ha permitido seguir con la visibilidad y difusión de Artemandoline, pero hemos perdido unos cuarenta conciertos.

¿Suelen realizar giras por España?

MFP: Hemos realizado conciertos en el FEMPA, en Gijón… Próximamente está previsto un concierto de Alcalá de Henares. Aunque la verdad que donde más actuamos es en otros países europeos. 

¿Qué proyectos de futuro inmediato tiene Artemandoline?

JCM: Tenemos un proyecto de grabación de un disco nuevo, la próxima primavera, con autores más conocidos esta vez. Queremos realizar algún clip en video. Tenemos muchos conciertos en stand-by, ahora mismo, en Suiza, Francia, Polonia…, pero actualmente los conciertos son algo que sigue planteando muchas incógnitas.

por Simón Andueza

www.artemandoline.com

Foto: Juan Carlos muñoz Mari Fe Pavón / Artemandoline
Crédito: Jean-Luc Sacher

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