Música clásica desde 1929

Andrés Valero-Castells
Octubre 2020 - Núm. 943

Andrés Valero-Castells

Composición e interpretación ecléctica

Con un mes de octubre muy dinámico, al compositor y director Andrés Valero-Castells le estrena la Orquesta de Valencia, dirigida por Enrique García Asensio, Banksy’s Answer, en el Palau de Les Arts el día 28, y catorce días después, también le estrenan su Concierto Galdosiano para dos trompetas y orquesta, con los solistas J. Barberá y R. Junquera, dirigidos por Leopold Hager. “Me considero un compositor ecléctico que lejos de renunciar a nada, potencio mis influencias y circunstancias para que la música que escribo tenga una marcada personalidad propia”, afirma Andrés Valero-Castells, que indica igualmente que “tanto la banda como la orquesta, ambas sinfónicas, son distintas pero igualmente satisfactorias para mí”.

Está en un momento dulce, con varios estrenos importantes concentrados en poco tiempo, a pesar del contexto en el que vivimos, cuéntenos…

Durante el último año he tenido una actividad frenética; realmente siempre me recuerdo así, dedicado por entero a la música en general y a la composición en particular. Como suelo decir, es un modo de vida, que disfruto tanto a nivel intelectual como pasional; es lo que soy. Lo que ocurre es que hay épocas en que los encargos y estrenos suceden de forma más acelerada. Con la pandemia me han aplazado proyectos de estrenos, grabaciones, bastantes conciertos como director, conferencias y clases magistrales. Pero las circunstancias han hecho que ahora se concentre parte de la actividad no suspendida. Hace pocos días, los geniales Spanish Brass me han estrenado en el Festival de Música Contemporánea ENSEMS mi obra Rachmanirvanoff. El próximo día 28 de octubre la Orquesta de Valencia dirigida por mi maestro E. García Asensio me estrena Banksy’s Answer, en el Palau de Les Arts, y en el mismo escenario y con la misma orquesta, 14 días después, el 10 de noviembre, me estrenan Concierto Galdosiano para dos trompetas y orquesta, con los solistas J. Barberá y R. Junquera, dirigidos por L. Hager. Si se me permite, en cierto modo me considero un poco profeta en mi tierra: ha sido mi 21ª obra programada en el Festival ENSEMS, y la Orquesta de Valencia, a la que también he dirigido, me ha programado ya en siete ocasiones; en el Palau de Les Arts fui el primer compositor vivo en estrenar allí.

Háblenos un poco de esas tres obras…

Rachmanirvanoff es la versión para quinteto de metal de mi obra Smells Like Prelude, encargo del Concurso Internacional de Piano Iturbi; se trata de una hibridación del famoso Preludio en do sostenido menor de Rachmaninov, y el tema Smells Like Teen Spirit del grupo Nirvana, dos músicas muy apreciadas por mí. Fue además la segunda obra que escribí por encargo del prestigioso Concurso Iturbi, puesto que años antes compuse mi tocata Ma-Chacona, que ha llegado a interpretarse en el Carnegie Hall neoyorquino, a cargo de J. Huang. Por otra parte, Banksy’s Answer procede de mi Sinfonía n. 6, “Grafítica”, para banda sinfónica. El concepto figura-fondo, inherente a todo grafiti, aquí queda reflejado por la recreación del coral de cuerda de la obra La pregunta sin respuesta, de Ives, que grafiteo con mi descripción musical de tres pinturas pacifistas del artista urbano inglés Banksy, y de ahí el título. El concepto fundamental es responder la pregunta de Ives, a cerca de la existencia humana, con toda la carga simbólica del pacifismo de Banksy. Es una propuesta de respuesta a una pregunta que bien merece la pena el intento, y únicamente con pacifismo he querido responderla. Concierto Galdosiano es una obra escrita por encargo de la Fundación SGAE y la AEOS, a propuesta de la OV. Este año es el centenario de la muerte de Don Benito, quien consideraba que Beethoven era el mejor compositor de la historia. No se me ocurrió mejor homenaje a ambos que componer a partir de textos de Galdós, citando música de Beethoven, de quien también estamos celebrando su 250 aniversario. Terminé esta obra en pleno confinamiento, pensando que Galdós escribió uno de los relatos de los que me sirvo, en medio de una de las pandemias de cólera que nos azotaron en el siglo XIX. La obra posee un cierto aire fúnebre, aunque no está exenta de positivismo y esperanza. El 20 de octubre daré una conferencia en el Ateneo Mercantil de Valencia, organizada por la Academia de la Música Valenciana, titulada Pérez Galdós y la Música: Concierto Galdosiano.

Sobre la Sinfonía n. 6, “Grafítica”, ¿qué más podemos saber de esta obra y de sus Sinfonías en general?

Pues aunque mi Sinfonía n. 3 “Epidemia Silenciosa”, para gran orquesta, siempre ha sido mi obra más especial y personal, puesto que es una profunda reflexión acerca del Alzheimer, al tiempo que un sentido homenaje a mi madre, que perdí prematuramente por dicha enfermedad, “Grafítica” ahora mismo es mi ojito derecho. Es la obra en la que no solamente he volcado toda mi sensibilidad, fantasía, técnica y capacidad, sino que es una composición comprometida, con mucho mensaje. Pacifismo, humanismo, y ecologismo son sus valores, y además de lo ya explicado sobre Banksy, utilizo entre otras referencias un extracto del histórico discurso en la ONU de Pepe Mujica. Percusión callejera, rap o citas de Iron Maiden, conviven con guiños a los mayores taggers de la historia de la música, Bach y Shostakovich. Todo ello está meditado y calculado hasta la saciedad, cada vez disfruto más depurando la fase de conceptualización de mis obras. Naturalmente deseo que se interprete a menudo, tanto con banda como la versión orquestal, pero lo que realmente me ilusiona es transmitir el potente mensaje de mentes brillantes y privilegiadas como Mujica o Banksy, a personas que tal vez no se han detenido lo suficiente en ello. No obstante, no pretendo posicionamiento político en mi mensaje, o sí, aunque lo que hay en realidad es ideología de vida, por encima de todo. La obra fue encargo de la Sociedad Musical La Artística de Buñol, quienes la estrenaron el año pasado, bajo la dirección de S. Sebastiá, en el Festival Mano a Mano de Buñol. Fue un estreno muy especial, con mis hijos Adrià y Andreu a mi lado.

Su recorrido como compositor es amplio…

Ya han pasado 30 años desde que empecé con mis primeros bocetos adolescentes, y mi catálogo abarca un centenar de obras dedicadas en su mayoría al terreno sinfónico y al camerístico. La orquesta y la banda sinfónica, donde nací y crecí como músico, son los terrenos donde me muevo más felizmente, aunque la trompeta y el piano, además de la percusión, que son mis instrumentos de cabecera, también han sido destinatarios habituales de mi trabajo. En mi producción tal vez destacan mis 6 Sinfonías, pero debo decir que cada vez más, no doy importancia a la cantidad, la calidad es infinitamente más importante. He escrito muchas obras sinfónicas que no son sinfonías, para mí, entre otras cosas una sinfonía tiene que poseer un concepto especialmente depurado, una gran orquestación, y una duración razonable. Ya he hablado de la Tercera y la Sexta, mi Sinfonía n. 1 “La Vall de la Murta”, fue un encargo de la Sociedad Musical de Alzira para poner en valor un paraje natural protegido cargado de historia y de naturaleza; mi Sinfonía n. 2 “Teogóncia” fue encargo de la Sociedad Musical La Amistad de Quart de Poblet, y me sirvo de La Teogonía de Hesiodo para sumergirme de lleno en el mundo mitológico clásico; mi Sinfonía (n. 4) de Plata es una obra piromusical, que fue encargo del Castell de l’Olla de Altea, para banda, coro, percusión solista y fuegos artificiales, con textos de R. Bellveser; y mi Sinfonía n. 5 en do fue encargo de la Banda Primitiva de Llíria, sobre textos del poeta C. Marzal. Estas dos últimas tuve el placer de estrenarlas dirigiendo a la Primitiva de Llíria. 

Veo que ha dirigido mucho, ¿es un compositor que dirige?

No, soy compositor, y soy director. Hay compositores que dirigen y hay directores que componen. Las dos actividades se complementan perfectamente, pero en mi caso no he llegado a la dirección por inercia, sino que aunque se trate de una actividad de menor importancia para mí que la composición, me preparé para ello, con los estudios oficiales de dirección de orquesta y de coro, y múltiples cursos de formación. La temporada 2015-16 fui nombrado director titular de la fantástica Banda Municipal de A Coruña. He tenido la suerte de ser invitado a dirigir por la mayoría de bandas profesionales del estado. En los últimos años he dirigido además la Orquesta Sinfónica de Galicia, la Orquesta ADDA Sinfónica de Alicante o la Orquesta BellesArts, entre otras. También he dirigido en multitud de ocasiones diferentes tipos de ensembles, yo mismo fundé uno hace años, Ensemble Estudi Obert. Mi repertorio como director se centra especialmente en el siglo XX y XXI, he protagonizado estrenos absolutos y nacionales de L. Balada, H. Mertens, M. Daugherty, L. Berio, S. Sciarrino, Ll. Barber, R. Mira, F. Tamarit, N. García y un largo etcétera. En el Festival ENSEMS he dirigido ensembles, bandas sinfónicas y ópera en concierto. Además, he llevado a cabo proyectos singulares, como la grabación para Sony Music del DVD y doble CD En Clave de Rock, con la banda sinfónica de Mislata y el grupo Barón Rojo, en 2008, fuimos pioneros en España en ese tipo de producciones; estrené en España el Concierto para grupo de rock y orquesta de J. Lord (Deep Purple), con el grupo Malsujeto; también me encargué de dirigir una banda de más de 14.000 músicos en la Gala de los Récords Guinness de la FSMCV, celebrada en el campo de Mestalla. Mi terreno natural es la banda sinfónica, pero me considero un director todoterreno, y es una actividad que adoro, porque hace años que no toco mis instrumentos, y la dirección me permite sentirme “artista” en el escenario.

¿Entonces prefiere banda u orquesta?

Aunque he dirigido orquestas, como director mi especialidad es la banda sinfónica. Como compositor he tenido la suerte de estar programado por las principales orquestas españolas (sinfónicas de Valencia, Galicia, ORTVE, Orquesta Nacional de España, Alicante, Córdoba, Murcia, etc.), también por la Filarmónica de Medellín, Baltic Neopolis Orchestra, Solistas del Covent Garden, The World Orchestra, Sioux Symphony Orchestra, etc. En cuanto a bandas, la muestra es más amplia todavía. Sinceramente creo que tanto la banda como la orquesta, ambas sinfónicas, son distintas pero igualmente satisfactorias para mí. No creo que haya una mejor que la otra, son simplemente diferentes. Lo que sí creo es que falta llegar a una situación de normalidad en la que a igual nivel de profesionalidad, desde la gestión se considere por igual una banda que una orquesta. En el siglo XXI considerar “de oficio” que una banda es un grupo de menor entidad que una orquesta me parece mal. Hace poco me contaba un colega director de orquesta que su agente le obligaba a omitir en su curriculum que había dirigido bandas por cuestiones de prestigio, a mí me parece una actitud patética, además de una muestra de desconocimiento. Hay bandas en el mundo que son máquinas perfectas de hacer música: Belgian Guides, Tokyo Kosei, Guardia Republicana de París, etc.

Antes nos ha hablado de Nirvana, Iron Maiden, Barón Rojo, Deep Purple… ¿Le gusta el heavy?

Además de la música clásica de amplio espectro, desde el gregoriano hasta las vanguardias, me encanta el rock, también de amplio espectro, desde Elvis hasta Metallica, mi grupo preferido es Linkin Park. El año pasado fui nombrado Académico Numerario de la Academia de la Música valenciana, y mi discurso de investidura se tituló La intertextualidad entre la música clásica y el rock; estoy preparando un libro sobre ello. Me considero un compositor ecléctico que lejos de renunciar a nada, potencio mis influencias y circunstancias para que la música que escribo tenga una marcada personalidad propia. Suelo buscar un equilibrio entre tradición y  modernidad, y pienso que la sofisticación no tiene porqué estar reñida con la comunicabilidad. Además del rock, otras influencias que aparecen a menudo en mis obras son el folklore y la música étnica.

En su extenso curriculum, la precocidad es una constante en su faceta principal de compositor. Y concede mucha importancia a la formación, de hecho, ha obtenido ocho títulos de conservatorio y el DEA en la Universidad…

Tuve la suerte de nacer en una familia con mucha tradición musical, por mi abuelo y mi padre; mis dos hermanos Francisco José y Vicente, también se dedican profesionalmente a la música. Empecé muy temprano, a los 8 años, y desde entonces no he hecho otra cosa, la música es mi vida. Empecé a componer a principios de los años 90, de forma intuitiva y autodidáctica, y ya en el 94 se produjo mi primer estreno internacional, en el Festival Aujourd’huí Musiques de Perpignan; antes de iniciar los estudios oficiales en composición ya tenía partituras y grabaciones publicadas, y antes de acabarlos ya había ganado varios premios internacionales y había sido estrenado por orquestas profesionales; en su día fui el Premio Maestro Villa de Madrid más joven. Estuve estudiando todas las especialidades que pude en el conservatorio hasta el año 2003, y en 2004 ya empecé a trabajar como catedrático de composición en el Conservatorio Superior “J. Rodrigo” de Valencia. Mi tesina del Diploma de Estudios Avanzados (La música del Padre Soler como idea en la composición moderna) fue publicada en la Colección Compendium Musicae, de la Intitució Alfons el Magnànim. Después empecé la tesis doctoral, pero quedó en stand by hasta que encuentre tiempo para hacerla bien, requiere mucho tiempo y mientras tenga tanta actividad componiendo y dirigiendo, no será posible. Hay gente que habla de “titulitis”, y es algo que no entiendo, hay músicos titulados mediocres, y músicos brillantes sin título, pero son la excepción, como le dije en una ocasión a un político: el título no es garantía de talento, pero el no-título aún lo es menos. En otras profesiones sería inconcebible que personas que no acrediten la formación adecuada ocupen puestos de responsabilidad. Seamos bohemios, si se quiere, ¡pero también serios! 

Háblenos de sus maestros y referentes…

Me considero afortunado por haber podido aprender de grandes maestros: en composición con L. Balada, R. Ramos y F. Tamarit; en dirección con E. García Asensio, M. Galduf, y E. Cifre; en musicología con J. Mª Vives; en trompeta con V. Campos, etc. Además he asistido a muchísimos cursos de perfeccionamiento, y a todos los profesores que he tenido les debo muchísimo. En cuanto a referentes, mis compositores preferidos son Bach, Beethoven, Mahler, Stravinsky, Ives, Ligeti, Cage y Reich, entre otros.

De los más de 20 premios que ha conseguido como compositor, ocho son extranjeros, y entre las más de 30 instituciones que le han encargado música, hay algunas de Tennessee, Florida o Iwoa, sin embargo me han contado que detesta los aviones…

Cierto, desde el 98 no he vuelto a volar. He estado personalmente en casi toda Europa, pero no he salido de ahí. Esa circunstancia me limita especialmente en mi faceta de director, pero como la música que escribo ha dado ya la vuelta al mundo, tampoco me preocupa demasiado. Además, con las tecnologías, pues le diré por ejemplo que por videoconferencia fui jurado en el Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura de Colombia, o fui profesor de la Universidad Don Bosco de la Fundación Edytra en El Salvador. En España se han celebrado más de 300 conciertos con mi música, y en el extranjero ronda el centenar, en casi toda Europa, América Latina, EE.UU, Canadá, Japón, China, Corea, Singapur, Hong Kong o Australia. 

Aunque el grueso de su producción está publicado en Valencia, ha trabajado con bastantes editoriales en el extranjero. ¿Qué importancia le concede al parámetro editorial?

Efectivamente, mi editor principal es Piles (Valencia); trabajo muy a gusto con ellos, porque además de muy profesionales son muy cercanos. Parte de mi catálogo está gestionado por otros editores españoles como Tot per l’Aire, Brotons & Mercadal o Spanish Brass. Además tengo la suerte de haber publicado varias obras en Francia (G. Billaudot, IMD, y Alfonce Production), en Suiza (BIM) y EE.UU (HoneyRock). Para los compositores, la figura del editor es en parte como un representante. Hoy en día hay muchos autores que se auto-editan, de hecho también yo lo hice en una ocasión, pero el tiempo es oro, y prefiero las labores creativas a las de gestión. En mi caso, por poner algún ejemplo, la primera vez que fui interpretado en Japón fue gracias a Piles, o la primera vez en Hong Kong gracias a Tot per l’Aire. Mi obra para trompa sola, que está en la colección “Ensemble de Cors de Versailles” (gracias a Daniel Bourgue, quien me la encargó), ha sido pieza obligada ya en seis concursos internacionales de interpretación, en Francia, Alemania, Colombia y España, se ha grabado en Polonia y en Japón, a cargo de solistas tan excepcionales como D. Mikulski o el ex solista de la Filarmónica de Berlín, R. Babórak. Dicho esto, considero que es fundamental el tema editorial, porque aunque el editor no promocione una partitura expresamente, el hecho de estar en diferentes catálogos, da visibilidad. 

Ha hablado de grabaciones en Polonia y en Japón, ¿tiene algún proyecto discográfico en marcha?

Pues sí. En el mercado existen ya más de noventa CD y DVD que contienen mi música, algunos dirigidos por mí mismo, de los cuales siete son monográficos. Mi Sinfonía n. 1 “La Vall de la Murta” se ha grabado ocho veces en cuatro países; hay dieciocho discos con mi obra Polifemo, también en 4 países. Además de Polonia y Japón, mi música se ha grabado en España, Noruega, Francia, Suiza, Holanda, Portugal y EE.UU. Hoy en día el mercado discográfico no funciona bien, pero es muy importante que existan grabaciones para la difusión del trabajo. Ahora mismo, estamos ultimando detalles para grabar un CD monográfico con Spanish Brass, con toda la música que me han encargado y he escrito para ellos, me ilusiona muchísimo ese proyecto por la calidad irrepetible del quinteto.

¿Algún proyecto más que nos pueda desvelar?

Pues en el tintero queda el estreno, aún sin fecha, de algunas de mis últimas composiciones. Escribí Flúor, Cobre, Uranio, Vanadio para celebrar este año el 125 aniversario de la Facultad de Química de la Universidad de Valencia, obra que será estrenada por la Orquesta Filarmónica de la UV, bajo la dirección de B. Fernández; también escribí Catarsis en Rojo, para el 75 aniversario de la Tomatina de Buñol, que este año no se ha podido celebrar; tengo ya preparado el encargo de la obra obligada del Certamen Nacional Ciudad de Cullera, que también habrá de esperar. De los proyectos en los que estoy trabajando en este mismo momento no puedo revelar nada aún.

por Noelia Barros da Cuña

www.andresvalero.com

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