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Editorial

Adiós al CD, bienvenida la música
Septiembre 2024 - Núm. 986

Adiós al CD, bienvenida la música

El comercio de discos ha experimentado una transformación radical en los últimos años, con un cambio drástico en la forma en que los consumidores acceden y disfrutan de la música grabada. La era de los formatos físicos, como CD, DVD, Blu-ray e incluso vinilos, está cediendo terreno al dominio de las plataformas de streaming y, en menor medida, a las descargas digitales. Esta evolución plantea preguntas sobre el futuro de las escasas tiendas de discos y el rol que desempeñarán tanto los grandes sellos multinacionales como los independientes.

En el pasado, los reproductores de CD eran omnipresentes en hogares y automóviles, permitiendo disfrutar de la música grabada en cualquier momento. Sin embargo, con la proliferación de servicios de streaming, la manera en que consumimos música ha cambiado drásticamente. Hoy en día, la música está disponible en nuestros teléfonos móviles, y a través de sistemas de Wi-Fi o cable en hogares y vehículos, lo que ha vuelto a la conectividad a Internet fundamental para acceder a las grabaciones musicales. Como consecuencia, el CD ha perdido relevancia, y sus reproductores casi han desaparecido de las tiendas de electrónica, salvo en algunas versiones de alta gama a precios elevados.

En España, como en el resto del mundo, las tiendas de discos han sufrido una drástica reducción en esta nueva era online, quedando muy pocos establecimientos que aún ofrecen secciones dedicadas a la música clásica. Sobresalen los departamentos de música de El Corte Inglés, que mantienen una presencia activa de música grabada en sus secciones de discos en un número reducido de ciudades, aunque con una representación mínima de novedades y fondo de catálogo clásico. Por otro lado, aún subsisten algunas tiendas independientes que continúan en el negocio, aunque enfrentan un posible camino hacia una lenta extinción.

Es importante destacar que, dentro de la precariedad del mercado, la venta por correo sigue ofreciendo un apoyo tangible a los clientes fieles al CD, DVD, Blu-ray y vinilo. Algunas empresas, tanto en España como en Europa, proporcionan servicios de distribución de discos físicos. Compañías de prestigio en el sector como Amazon, El Corte Inglés, Disco 100, JPC, Presto o Música Directa, entre otras, ofrecen una amplia y cuidada selección de opciones tradicionales para los amantes de la música clásica en España.

Actualmente, los sellos discográficos, tanto multinacionales como independientes, presentan sus catálogos completos en servicios online (streaming y descargas), además de en formato físico. No obstante, la tendencia indica que, quizás desde esta misma temporada, se reduzca la oferta de soportes físicos (CD, DVD, Blu-ray, vinilo) tanto en novedades como en fondo de catálogo, quedando la mayoría de la oferta exclusivamente en formato digital.

Por otro lado, grandes plataformas de servicios musicales online ya dominan el mercado, ofreciendo el catálogo completo de música clásica grabada (audio y video) para streaming y descargas, accesible desde dispositivos digitales como ordenadores, tablets, smartphones, televisores y, para los más exigentes, desde receptores de alta fidelidad con conexión a Internet. Ejemplos de estas plataformas incluyen Amazon, Apple Music, e-Classical, Classical Archives, Idagio, iTunes, My Opera Player (Teatro Real), Naxos Music Library, Qobuz, Spotify y YouTube, entre otras.

Con este panorama, ¿cuál debería ser la mejor estrategia de las compañías discográficas para ofrecer sus productos al amante de la música? Las multinacionales ya han establecido tiendas en la web donde exponen todos sus productos, tanto novedades como fondo de catálogo, disponibles en streaming, descargas e incluso en soporte físico, aunque, como mencionamos anteriormente, este último está en tendencia a desaparecer. Los sellos independientes siguen una línea similar, aunque con una mayor permanencia del disco físico, que aún se mantiene en el mercado como tarjeta de presentación en sectores profesionales y conciertos y, por supuesto, para satisfacer la pequeña pero persistente demanda de un mercado clásico que todavía se resiste a morir.

En resumen, el formato de disco-grabación continuará siendo un producto clave que encapsula la música grabada, acompañado de sus portadas y libretos informativos, tanto en formato físico como digital. En el entorno online, no solo la música, sino también las portadas y los libretos están accesibles, ya sea a través de plataformas de distribución digital o en las tiendas en línea de los propios sellos discográficos. Así, nos vamos despidiendo del CD y damos la bienvenida a una nueva era donde la música trasciende el formato físico.

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