Abrimos la partitura del Covid-19 y está en blanco. No hay notas que tocar, no hay sonidos que escuchar; solo se percibe un silencio indefinido, que es el que amenaza la continuidad de la actividad musical a corto plazo (¿solo a corto plazo, o quizá va más allá?) para nuestros músicos, sumidos en un gran desamparo y con una incertidumbre absoluta ante el panorama futuro.
El músico profesional quiere tocar, pero no lo quiere hacer en balcones para una audiencia formada por el ciudadano que pasea al perro, los viandantes con bolsa de la compra y mascarilla y los colindantes curiosos que han descubierto que tenían por vecinos a una soprano de las de verdad y a un genial trompetista. Las redes sociales se llenaron de vídeos grabados de estos “recitales” en pijama.
Las calles, que ya han comenzado a tener más vida que cuando comenzó el confinamiento, han sido un público privilegiado para estos conciertos improvisados. Pero nuestros músicos necesitan audiencias “de verdad”, público en recintos preparados y una agenda musical programada y bien diseñada para no ver disminuir sus ingresos, que en muchos casos son el único sustento que tienen para vivir, o una parte importante de sus retribuciones mensuales.
El Covid-19 ha abierto una nueva partitura en la escena musical española. La próxima temporada 2020-21, que en diversos casos ya estaba prácticamente cerrada en muchos escenarios e instituciones, no parece ofrecer un hueco para todos estos músicos que desde el 10 de marzo comenzaron a tachar fechas en el calendario por cada cancelación confirmada. De la noche a la mañana, nuestros músicos se han ido quedando huérfanos de conciertos.
Entonces, ¿qué es #MusicaAlrescate?
Desde RITMO hemos impulsado, a través de la plataforma change.org, una campaña llamada #MusicaAlrescate, invitando a los directores, gestores y promotores públicos y privados, para crear en la próxima temporada ciclos de conciertos solo con artistas españoles o residentes en el país, que permita paliar los daños causados por la ausencia de actividad concertística durante las restricciones motivadas por el Covid-19. A estas instituciones y organismos públicos y privados que organizan conciertos en España, sociedades filarmónicas, fundaciones, etc., que a pesar de poder tener ya buena parte de su próxima temporada prácticamente cerrada, les invitamos a crear #MusicaAlrescate o algo similar (no pretendemos acuñar populismo con la etiqueta), organizando nuevos ciclos de conciertos, fuera de su programa habitual, para los músicos españoles o residentes en el país.
La próxima temporada no será una temporada más, puesto que viene con el ADN de la situación actual: recintos especialmente preparados y acotados, medidas higiénicas, soportes adaptados, etc. Los que formamos parte de la vida musical sabemos que esta receta no va a gustar a todos; algunas medidas serán incomodas, algunas otras harán que no podamos conseguir entradas, ocupar aquellos asientos que más nos gustaban o escuchar a los intérpretes más queridos. Debemos de entender que la próxima temporada no será igual que cualquiera de las anteriores, pero sí que debe tener su momento de aplauso diario a las 20:00 horas en modo de conciertos para nuestros músicos huérfanos de trabajo.
En RITMO no tenemos la varita mágica para solucionar estos problemas, lo sabemos, pero con esta humilde idea aportamos nuestra imaginación para invitar a los que tienen en su mano la capacidad de tomar decisiones, para que las tomen. Nosotros hemos entendido que vivimos un momento especial, este número doble que usted ha comenzado a leer es una prueba: ninguno de los que hacemos RITMO recordamos haber fundido mayo y junio en una única revista. Y lo hemos hecho porque los tiempos que nos toca vivir nos obligan a ello (una realidad con fuertes restricciones de distribución física en papel, merma muy importante de ingresos publicitarios, reajustes laborales, teletrabajo y falta de actividad musical para el contenido de la revista), pero no hemos dejado de hacer estas 132 páginas con la misma ilusión, ofreciéndoles un especial de primavera en el que apostamos por los músicos españoles (llevamos un especial de “Encuentros” más abultado que nunca) como ellos lo han hecho por nosotros.
Del mismo modo que constantemente nos están recordando y pidiendo consumir productos españoles y que viajemos por España en lugar de al extranjero, para reactivar nuestra economía de base, a los gestores y promotores de conciertos, en la medida de lo posible, les pediríamos que, cuando todo vuelva a la “nueva normalidad” y se pueda hacer música en vivo de alguna manera, contrataran músicos españoles. Es el momento de #MusicaAlrescate.