La noticia de que ya ha sido aprobada la plena compatibilidad de la pensión de jubilación con los derechos de autor ha llenado de satisfacción a nuestro sector, pues era una reivindicación histórica de los autores españoles.
El pasado mes de abril, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto que permite la plena compatibilidad de la percepción de los derechos de autor con la pensión de jubilación. Este texto ya ha sido publicado en el BOE, lo que permite a los jubilados a partir de ahora compatibilizar al cien por cien el cobro de la jubilación con el de los derechos de autor que su obra produzca, según lo establece el Real Decreto 302/2019, de 26 de abril.
El beneficiario de la pensión de jubilación que desarrolle una actividad creativa podrá optar por este nuevo sistema, por la aplicación del régimen jurídico de otras modalidades de compatibilidad entre pensión y trabajo ya existentes, o por la suspensión del percibo de su pensión. También, si ya se encontrase dado de alta en la Seguridad Social por la realización de una actividad artística en el momento de la solicitud de su pensión de jubilación, podrá continuar con la misma acogiéndose a esta nueva modalidad.
Esta decisión llega tras la aprobación, el pasado 28 de diciembre de 2018, de un real decreto ley por el que se desarrollan una serie de recomendaciones incluidas en el informe del Estatuto del Artista. En su disposición final segunda se establecía un periodo máximo de 6 meses en los que el Gobierno debía aprobar una norma que regulase los términos y condiciones de la percepción de la pensión de jubilación con los derechos de propiedad intelectual, y así se ha producido.
En este nuevo escenario fiscal, más de 1.300 autores españoles podrán beneficiarse, de manera inmediata, de esta compatibilidad de la recepción del cien por cien de la pensión contributiva de jubilación con el desarrollo de su actividad artística y los derechos de autor asociados.
La citada compatibilidad del cobro de los derechos de autor con las pensiones figuraba en lugar principal entre las 75 demandas que ochenta asociaciones de escritores, artistas y creadores presentaron a la comisión de Cultura del Congreso en julio del 2017. Las demandas de los creadores quedaron reflejadas en el informe que la Subcomisión para el Estatuto del Artista presentó en junio de 2018 en el Congreso, habiendo contado en su elaboración con la participación de todos los grupos parlamentarios. El pleno de la Cámara Baja aprobó el informe, pendiente de desarrollar mediante distintas medidas legales, recogiendo ampliamente las reclamaciones de los creadores.
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que agrupa a 127.000 creadores, celebró la aprobación del real decreto. “Este avance para los intereses de los autores que están jubilados, que obtuvo un amplio consenso en el Parlamento, da respuesta a una justa reivindicación, fundamental para no prescindir del capital intelectual que aportan creadores y artistas, particularmente en su etapa de madurez, cuando la experiencia acumulada puede favorecer la producción de obras o actuaciones de gran valor”, afirmó la SGAE en un comunicado.
La nueva situación cumple con la petición de los autores jubilados desde que en 2013 Fátima Báñez y Cristóbal Montoro (al frente de los ministerios de Empleo y Hacienda, respectivamente) interpretaron la ley de tal manera que los autores mayores se vieron obligados a dejar de publicar, si querían disfrutar de los ingresos de sus derechos de autor en su jubilación, y no ser multados. Por ello, muchos autores fueron perseguidos desde entonces por percibir una cantidad anual superior al salario mínimo interprofesional (por sus derechos de autor) y cobrar en los mismos períodos su pensión oficial.
Parece ser que ya hemos reconocido con palabras, y también con hechos, que una sociedad moderna no puede prescindir del capital intelectual que los autores y nuestros compositores aportan en su época de madurez, una época de gran fecundidad creativa para muchos de ellos, como bien nos demuestra la historia y la realidad contemporánea.
Nunca es tarde para rectificar y esperemos que la nueva situación, además de poner orden y justicia en el sector, no olvide a los autores ya sancionados, o en proceso de sanción, sobreseyendo los procedimientos abiertos, volviendo las “aguas tributarias” a su cauce, en un mesurado equilibrio para con los autores y sus proyectos de creación, en el fecundo horizonte del otoño de su vida.