Internet y las redes sociales ponen a disposición de los amantes de la música y de los profesionales del sector multitud de datos, análisis y opiniones, como también efectivas herramientas de consulta que, como torrente en época de gota fría, llegan a nuestros dispositivos móviles de manera fácil e intuitiva. Es una información que no tiene fronteras, que es accesible en diversos idiomas con la ayuda de los traductores automáticos de que disponen los más populares buscadores y plataformas online. Podemos afirmar que la información musical global está en nuestros días al alcance de todos y de manera gratuita en la mayoría de los canales.
Puestos ya en situación, con Internet bajo el brazo o en el bolsillo, este mes queremos acercarnos al mundo de los blogs de música clásica. Un blog es un espacio en Internet en donde, con herramientas fáciles de utilizar, se puede abrir una ventana o espacio personal o colectivo para divulgar textos e imágenes sobre cualquier tema; en nuestro caso, sobre el mundo musical clásico. Abrir un blog en Internet es, pues, realmente sencillo, pero mantenerlo en el tiempo, con un mínimo de calidad, precisa de un trabajo real, algo de conocimientos técnicos y, por supuesto, de una gran dedicación.
Los blogs son, o deberían ser, plataformas muy distintas de las que nos proporcionan las redes: Facebook, Twitter o Instagram, aunque en muchos de sus casos cada nueva publicación se edite automáticamente en éstas. Creemos que el blog se debe destinar a contenidos de mayor peso en el tiempo, lejos de la inmediatez de las otras redes sociales al uso, y permitir así la figura del artículo de opinión, aunque muchos de los titulares de estas herramientas tienden a confundirlo dentro de un totum revolutum, que nada ayuda a la calidad y a la mejor distribución de la información.
Podríamos dividir el mundo de los blogs musicales en diversos grupos, en función de sus orígenes y objetivos. Tenemos los blogs informativos de las entidades musicales, de las orquestas, de los teatros; también los que nacen del seno de las empresas discográficas y de las editoriales; los que se centran en la enseñanza musical; así como los que surgen de páginas Web de medios de comunicación especializados, entre otros. Todos ellos entrarían en el bloque o grupo de blogs profesionales que, de alguna manera, potencian y promueven la información de los productos y servicios de los distintos sectores comerciales y culturales en torno a la música clásica.
Por otro lado, el mundo de los blogs es ampliamente utilizado por la crítica musical independiente (estos blogs son páginas de Internet que en muchos de sus casos son plataformas culturales, a gusto del creador y dueño de la web-blog, para concederse la oportunidad de escribir críticas de conciertos, de discos y dar su opinión sobre la propia música e intérpretes), pues permite emitir opinión sobre los conciertos y las representaciones de ópera, las grabaciones discográficas y audiovisuales, sobre política musical y otros temas de interés para el sector. Opiniones casi siempre sin las ataduras y corsés o hipotecas comerciales, profesionales y estéticas que el mundo tradicional de la crítica puede parecer que asume. Esto, que en un principio sería positivo, y a nuestro entender lo es, puede ofrecer en casos concretos opiniones demasiado personales, reflejo de fobias que quizá se alejan de la misión teóricamente global, educativa e informativa, que consideramos sería la naturaleza inicial de los blogs.
Nos estamos refiriendo a una minoría de blogueros, en el panorama internacional, que con sus opiniones quizá demasiado dogmáticas, están generando fuertes polémicas, con duras reacciones dialécticas que deberían estar fuera de lugar en un sector cultural y teóricamente educado como debería ser el de la música clásica. Probablemente, en la desnudez de las opiniones directas, sin filtro, está el éxito de este grupo de blogueros, pues cuanto más cruel, directa y subjetiva es la opinión, mayor número de seguidores tiene el blog.
Se habla también, en distintos foros, de la dura competencia que están haciendo los blogs culturales en general, y los musicales en particular, a los medios de comunicación tradicionales. Es cierto, pero no olvidemos que la línea editorial, y las redacciones estables en el tiempo, de los medios consolidados aportan un filtro selectivo que permite dar la información de manera más ordenada y seleccionada, amparada en la calidad e historia de su cabecera, cosa que suele ser muy agradecida por el lector.
Internet lo ha cambiado todo, eso es cierto. Internet nos ha traído nuevos jugadores al campo de la oferta informativa y de opinión, y por ello nos felicitamos. Ahora toca que estos nuevos jugadores entren en el fair play informativo, creciendo todos juntos en pro del desarrollo de la cultura y la educación musical.