Música clásica desde 1929

A mi ritmo

Una visión objetiva sobre RITMO en sus 90 años
por Gonzalo Pérez Chamorro
Editor de RITMO
(Publicado en la revista RITMO de Noviembre 2018 - num. 923 - Especial 90 Años)

“Entré a mi Ritmo, trabajo a mi Ritmo y vivo a mi Ritmo…”. Con estas palabras, el editor de la revista (queda claro…) escribe (redundancias aparte) sobre el papel de las revistas, el papel del papel o el papel de Internet, así como, desde su punto de vista, hace un somero repaso al antes, ahora y después de RITMO... Y vincula a sus colaboradores como sus invisibles compañeros de trabajo que hacen que cada mes, con sus críticas y artículos, la revista tenga una imagen actual y diversidad y variedad de secciones y opiniones.​

“Los tiempos cambian, pero yo no”, expresa un insolente Billy the Kid a Pat Garrett en la crepuscular película Pat Garrett and Billy The Kid, film de 1973 de Sam Peckinpah. Esta afirmación es la que lleva a la tumba a Billy el Niño, que se niega a reconocer que los tiempos están cambiando… Y sirva esta sentencia cinematográfica para toda empresa cultural que se precie, donde el “renovarse o morir” debe ser asumido con astucia, independencia y buen criterio, a fin de obtener los resultados que se buscan.

En estas páginas concluyo la serie de artículos que glosan a RITMO en sus noventa años. Y como el lector estará un poco abrumado de tantas felicitaciones y velas sopladas, propongo cambiar de rumbo, o de tonalidad, y poner curso hacia lo que entiendo como una revista hoy, que en breve se complementará en una nueva página web sólida, moderna, activa, funcional y diversa, siendo ambas, Ritmo.es y Ritmo la revista de papel casi la misma cosa, salvo que Billy the Kid se niegue a aceptar que los tiempos sí están cambiando...

“Entré a mi Ritmo, trabajo a mi Ritmo y vivo a mi Ritmo”, podría ser un buen epitafio para un editor de esta revista. Del latín rhythmus, “el ritmo es un orden acompasado en la sucesión de las cosas”, indica una de las acepciones de la Real Academia Española. Y este orden acompasado lleva ya noventa años y 923 números de revistas en las calles españolas, como la misma sucesión de las cosas...

Pero también ritmo, en su raíz griega (rheos, fluir), marca una relación directa con el movimiento, que es exactamente lo que esta revista lleva haciendo desde que se fundó en blanco y negro hasta el día de hoy, impresa a todo color, como gustaba decir a los de antes.

Pat Garrett escuchaba atentamente a Billy, sabiendo que la tozudez del joven era su sentencia de muerte. RITMO ha sido una revista que ha sabido escuchar a la sociedad musical española y, sin llevar un Colt del 45 como Garrett enfundado en la cintura, sí ha sabido interpretar los vientos del cambio y se ha adaptado, con mucha cintura, en la medida de lo posible y con los medios de los que dispone (principalmente ilusión y trabajo), a las nuevas necesidades de una revista en papel en el siglo XXI, donde todo se consume ya, donde todo se quiere ya y donde todo se necesita ya.

La inmediatez de la información hace al escritor o al crítico un esclavo del tiempo, como siempre ha sido a la hora del cierre de las ediciones. Pero ahora más, porque se ha sumado una nueva jugadora en este tablero, Internet. Con las páginas web una crítica puede salir cuando aún resuena la música en la sala, y las redes sociales se encargan de que esa publicación se difunda aún con mayor velocidad. Hemos de adaptarnos a estos cambios, que en RITMO se materializan con la disponibilidad de sus colaboradores, siempre atentos.

923

Cuando en octubre de 2016 RITMO celebró su número 900, veintitrés revistas después, volvemos a soplar las velas de otro aniversario. ¡Qué pesados los de RITMO!, pensarán algunos… Pero así es la historia, ya que cuando uno se hace mayor y cumple años, cualquier excusa es buena para una celebración. Aquel 900 descorchó la botella de las celebraciones, con un número especial donde cientos de firmas dieron su opinión (unas breves, a modo de ráfaga o titular; otras más extensas, a modo de opinión), que mostraron el apoyo nacional e internacional que goza la revista y que sirve igualmente para este aniversario de los noventa años.

Siempre dije que el número más difícil de hacer no sería el 900, que tuvo su miga, les aseguro, si no el 901, porque todo fasto quedaba enseguida sepultado y había que volver a la realidad, pasados los festejos. En estos 90 años que comienzan con este número de noviembre, las celebraciones serán más dilatadas en el tiempo, pues tenemos todo un año por delante. 

Una revista, hoy

Decía Stendhal que todas las artes le habían llevado a la música. El RITMO de hoy podría emplear la misma frase pero a la inversa, ya que ha sido la música la que le ha llevado al resto de las artes, con secciones dedicadas a la pintura (“El Laúd de Vermeer”, firmado por Luis Agius), literatura (“Doktor Faustus”, firmado, entre otros, por Álvaro del Amo”) o cine (“La gran ilusión”, firmada por diversas plumas con cámara en mano), siendo además nuestro “Tema del mes” (sección firmada por Rafael-Juan Poveda Jabonero), una sección donde tienen cabida todas las artes y su actualidad, siempre relacionadas con la música, como bien se han publicado las dedicadas a pintores o escritores. O la sección de documentales, firmado por ese wanderer llamado Javier Extremera, que se balancea entre el cine y la música. Sin olvidar la puntual cita del “amante de las corcheas”, Arnoldo Liberman, donde el doctor nos ofrece cada mes su visión de la música tan cercana a la filosofía. A las que hay que añadir las críticas de los colaboradores, siempre finos con la actualidad musical. O las nuevas secciones que nos esperan a la vuelta de la esquina, donde el arte será un elemento asociado a la música.

Pero no nos detengamos en la exploración solo y exclusivamente de las artes, ya que inventamos un formato como “Mesa para 4”, donde cada mes cuatro destacadas personas de la vida cultural y musical de este país se enfrentan a la elección de diez cuestiones propuestas en el “menú”, propiciado este por la actualidad o por decisión editorial. Y seguimos, puesto que el año 2018 dio a luz un bello proyecto que ha alcanzado su primer año de vida con todo esplendor, como ha sido “Las Musas”, sección donde se habla de mujeres y música, escrita por mujeres, que reivindican la figura femenina en la historia de la música a lo largo de los siglos. “Un gol por la escuadra”, me dijo más de una…

E igualmente se mantiene activa la búsqueda incesante de nuevos compositores y su estudio mensual por parte de Juan Carlos Moreno, que, con su claridad, nos muestra cada mes un nuevo perfil de un creador para disfrutar de músicas, como se les llamó en su momento, “fuera del circuito”.

En el formato de pequeñas entrevistas, jugamos siempre con la misma alineación de preguntas en “El estudio de Andrea”, sección en la que cada mes Andrea González entrevista a un gestor significativo de este país, y en “Contrapunto”, donde mensualmente disparamos a una persona conocida que pone la guinda a la revista (por poner ejemplos, personalidades tan dispares como Miguel Rellán, Anne Igartiburu o Pepe Domingo Castaño, gran melómano, han protagonizado la página).

Y si las pequeñas entrevistas abren el apetito, la mesa está puesta para las amplias entrevistas, que van, desde las vinculadas a nuestra portada mensual, pasando por las que cada mes Lorena Jiménez nos prepara con los mejores músicos internacionales y las que Juan Antonio Llorente enfoca rascando en el lado más humano de los músicos.

El futuro

Si la nueva cocina ha encontrado un espacio importante en las cartas de los restaurantes junto con la cocina tradicional, porqué no puede ocurrir que el papel conviva con Internet, apoyándose el uno al otro, y viceversa… Si una revista ofrece artículos como los anteriormente indicados, desatándose de su naturaleza más sencilla, que era la de informar con naturalidad y objetivamente de la actualidad, y se especializa en contenidos que raramente podrían encontrarse en Internet, la curiosidad del lector estará animada por secciones con textos preparados para activar la lectura.

El lector de RITMO será el lector de Ritmo.es, aunque, para garantizar la exclusividad de los contenidos en papel, éstos en su gran mayoría solo estarán disponibles, al menos durante el mes de su nacimiento, en papel, para así reservar el derecho de exclusividad del formato inicial.

Durante 2019 llegarán nuevos proyectos, nuevas aventuras y la edición de cada número supondrá una nueva etapa de alta montaña para una revista que apenas cuenta con ayuda pública y ninguna privada, pero que con ilusión y trabajo alcanza la meta.

Pat Garrett decía a media voz que era “como si los tiempos hubieran cambiado…”. Los tiempos siempre cambian, ya lo decía la zarzuela, pero lo que no va a cambiar, para el que escribe, es que siempre iré a mi ritmo…