Con un debut discográfico arrollador (Ars Produktion), en el que combina música del romanticismo (Brahms, Chopin y Liszt) con una obra escrita para ella por Albena Petrovic-Vratchanska, Zala es el nombre a retener de la nueva generación de pianistas.
¿Qué se siente, para un músico de su edad, el tener ya una grabación discográfica?
No quiero engañarle, pero debo admitir que no tengo ninguna sensación especial por esto. Esta intensa experiencia ya pertenece al pasado, de hecho, he “renovado” mi repertorio y creo que no interpretaré en un tiempo la mayoría de las obras que grabé. ¡Hay mucha más música por descubrir! Una de mis pasiones es la lectura, y este disco es exactamente como la primera página de un libro; una vez la has leído, pasa la página y prosigues la lectura, atrapándote cada vez más y más en la historia que te cuenta…
¿Y cuál es la historia de este disco?
Jean Muller, mi profesor de piano en el Conservatorio de Luxemburgo, que también es un pianista aclamado internacionalmente, fue quien me sugirió que grabará mi primer disco en solitario. Le estoy muy agradecida por este consejo porque fue la decisión correcta. Un primer disco, un debut discográfico, es como una tarjeta de presentación. Estudie la mayoría de estas obras en la Music Chapel Queen Elisabeth con Maria João Pires, una increíble artista, y con sus asistente Sylvia Theresa, una brillante y joven pianista y profesora. Les debo mucho. Actualmente estoy estudiando nuevo repertorio con Louis Lortie, el nuevo maestro residente, y con su asistente Avedis Kouyoumdjian desde Viena.
Comenzó a tocar el piano con 5 años… Y ha mencionado que llevaba interpretando el repertorio del disco desde hace varios años. Estas son obras de compositores con vidas intensas y experiencias musicales. De este modo, ¿piensa que estas interpretaciones son una manera de desarrollar un concepto de la obra y que cambiarán con el paso de los años?
Soy más o menos consciente de numerosos detalles, a través de los cuales una audición atenta puede adivinar mi juventud, porque se necesita tiempo y experiencia. Yo misma estoy impaciente y tengo curiosidad por saber cómo tocaré con el paso del tiempo. Mientras que mis futuras interpretaciones seguramente serán diferentes, espero que los oyentes también sean convincentes y personales, con todo el respeto posible a las partituras y estilos.
La obra de Albena Petrovic-Vratchanska es sorprendentemente diferente en comparación a las piezas románticas. ¿Por qué decidió grabarla?
Grabar Crystal Dream en mi debut discográfico fue una elección del corazón y un modesto reconocimiento a la contribución de Albena en mi desarrollo como músico.
Ser la dedicataria de esta obra a su edad es de una amabilidad impresionante… ¿Cómo ocurrió?
Hace años, Albena, una pianista de Luxemburgo, profesora de piano y compositora (de origen búlgaro), fundó el Club des Artistes en Herbe (Club de Artistas Florecientes), del cual llegué a ser miembro cuando tenía solo siete años. Aquella militancia me dio muchas oportunidades de tocar en público, incluyendo orquestas. En 2013, Albena decidió escribir Crystal Dream para mí con la intención que me familiarizara con el lenguaje y estilo contemporáneo y moderno. En comparación con las partituras normales, es un verdadero desafío, completamente diferente, hasta en lo visual, otorgando al intérprete mucha libertad. Al principio estaba perdida y no podía leerla. Recuerdo que le pregunté a Albena si podía ayudarme… En 2015 ella compuso otra obra para mí, Mystery Dream, la cual es más compleja y presenta diferentes cambios.
Salvo más concursos pianísticos y clases, ¿cuáles son sus planes musicales? ¿Se centrará en música del siglo XIX y contemporáneo o desearía abarcar otros repertorios? O quizá otros géneros musicales como la música de cámara…
En la actualidad estoy involucrada en mucho más repertorio que el del disco, que es más o menos temático. Por ejemplo, adoro Ravel y su Concierto para piano en sol mayor lo estoy preparando junto al Primero de Prokofiev. El año pasado toqué dos de los Conciertos tempranos de Mozart y ahora estoy estudiándome una de sus Sonatas. También toco Bach, especialmente por las pruebas académicas a las que todavía me tengo que someter. Tengo siempre gran atracción por la música de cámara, pero no he tenido tiempo ni las oportunidades de tocarla, si exceptuamos algunas piezas para dúo de piano, con dos pianistas ya bastante maduros, pero también con mi joven hermano Val. Desde el año pasado, esto está cambiando: participé en el EMCY (European Union of Music Competitions for Youth), donde interpreté un Trío de Brahms. Estoy preparada para otra experiencia similar a los Concursos de Música para Jóvenes de la Unión Europea (EMCY) y, lo más importante, he comenzado a ensayar con Benjamin Kruithof, un joven y premiado cellista de Luxemburgo, con vistas a preparar un recital común.
Está usted muy decidida en como encaminar su carrera musical. ¿Hay algo más que quiera hacer? ¿Y con qué cosas y actividades también disfruta?
Continúo con mis estudios, como los de este año a distancia. Además de la música y lo que concierne a mis estudios, siempre he tenido diversas actividades que disfruto y practico: deportes, vida social, redes sociales últimamente, etc. También, como le dije, leo mucho. No quiero llegar a ser una adicta de lo que rodea a la música y creo que un buen músico, un artista verdadero, debe tener un sólido bagaje cultural y ricas y variadas experiencias vitales. Todas estas son cosas que suman en el crecimiento de una persona y un artista. Vi no hace mucho tiempo el filme de Kubrick Shining (El resplandor); del que podría agregar que “todo el tiempo dedicado al trabajo y no jugar, hace de Jack un zoquete”.
http://zalakravos.eu/
http://www.ars-produktion.de/lounge/eng/artists/zala_kravos/zala_kravos.php
http://www.grooves.land/product_info.php/products_id/2098079323/language/es
Por Lucas Quirós
Foto: La joven pianista Zala Kravos, que ha realizado su primera grabación en el sello Ars Produktion.