Estimado señor Pochekin, ante todo le felicitamos el día de su 70 aniversario. Y hablando de su arte, ¿qué ha sido lo más importante para usted en todos estos años?
¡Muchas gracias! Lo primero, siendo luthier, es la obra de toda mi vida; no podría vivir de otra manera. Hablando de mi trabajo, claro que siempre me ha gustado crear nuevos instrumentos. En todos estos años he hecho más de 300 violines, violas y violonchelos. Con mucho gusto he restaurado los antiguos instrumentos italianos, incluyendo los exquisitos ejemplos de Stradivari, Guarneri, Guadagnini y muchos otros. Sin duda, para mí las cualidades sonoras siempre han sido lo principal, del mismo modo con los antiguos instrumentos que con los míos propios.
¿Cómo llegó a esta profesión?
Comencé a tocar el violín a los 5 años y luego hice mis estudios de música en la Academia Musical de Gnesin en Moscú. A los 13 y 14 años me aficioné de verdad al arte de luthier. Me fascinaba todo sobre el tema, como la estructura, forma, sonido, etc. A los 17 años, aproximadamente, empecé con pequeñas restauraciones de violines, encerdando los arcos, y pronto ya hice mi primer violín. Y ahora resulta que llevo más de 50 años en la profesión... Supongo que fue difícil para mí cuando decidí dejar de tocar y me dediqué al arte de luthier. Pero me siento muy feliz que fuera así. Y el hecho de que tocara el violín por muchos años, me ha ayudado mucho en mi trabajo acústico con los instrumentos y me ha permitido y me permite escuchar el sonido de una forma particular.
Estudiaba con los más famosos luthiers de segunda mitad del siglo 20, cuéntenos un poco sobre ellos…
En verdad me siento muy afortunado de haber tenido maestros así. Tras ganar el Concurso Nacional de Luthiers de la Unión Soviética en 1974, fui a estudiar a Cremona al “Istituto di Istruzione Superiore Antonio Stradivari”, donde mis maestros fueron Francesco Bissolotti y Gio Batta Morassi. En 1980 fui a Praga para trabajar con Premysl Spidlen en su taller. Todos los maestros eran diferentes y cada uno tenía su propia forma artística. Pero había una cosa en común para todos ellos, su fidelidad fanática al arte y su amor por los violines.
Entre los músicos con los que ha trabajado, había gente extraordinaria. ¿Entre ellos, quién le impresionó profundamente?
Entre los primeros músicos que me confiaron sus instrumentos, estaban los miembros del legendario Cuarteto Borodin y el violinista Boris Goldstein. En aquel entonces, para un joven luthier como yo, poder trabajar con maestros de ese nivel significaba mucho apoyo y era una experiencia increíble. Posteriormente hicimos amigos artísticos con muchos músicos. En general, me siento muy feliz de haber podido trabajar en Moscú en los años 70 y 80. Fue la temporada del gran apogeo de la escuela rusa. Yo cuidaba durante muchos años los instrumentos de Daniil Shafran, Mikhail Kopelman, Nelli Shkolnikova o Liana Issakadze. También estábamos en contacto constante con los legendarios profesores Yuri Yankelevich, Boris Belenkiy y Zakhar Bron. Cada uno tenía diferentes personalidades y pudimos establecer un contacto creativo muy especial. Por ejemplo, una etapa importante en mi trabajo fue la cooperación con la Colección Estatal de Instrumentos Únicos en Moscú. También trabajé durante varios años con el Teatro Mariinsky y su director artístico Valery Gergiev. Tienen una colección exclusiva de instrumentos italianos antiguos.
En los últimos 20 años vive y trabaja en Madrid. ¿Qué le parece España?
Me mudé a España en 1998. Un año después participé en el Concurso Nacional de Lutheria de José Contreras en Sevilla, donde mi violín y viola ganaron el Primer Premio y la Medalla de Oro, marcando un periodo importante de mi vida española. Si le digo la verdad, yo disfruto trabajando en Madrid. Buen clima y el sol son indispensables para poder crear nuevos instrumentos y aquí, como se puede comprobar, ambos elementos están de sobra durante casi todo el año. También he establecido excelentes relaciones con muchos músicos en España. En Madrid, por ejemplo, tengo buenas amistades con la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Es una escuela maravillosa, donde trabajan los mejores maestros del mundo.
Curiosamente, sus hijos Iván y Mikhail, famosos violinistas que siempre tocan los instrumentos que usted hace, son los primeros probadores de sus creaciones….
Si le digo la verdad, siempre he querido que mis hijos tocasen el violín. Incluso hice ocho pequeños instrumentos con las formas y dimensiones apropiadas para ellos. Es decir; estas formas permitían que cuando el niño creciera, cambiara el violín por uno más grande y no apreciara la diferencia. Ahora, mis hijos ya son mayores. Tienen 31 y 28 años, respectivamente. Cuando interpretan como solistas con una gran orquesta sinfónica tocando los instrumentos que he hecho, siempre me provoca una gran satisfacción…
Yuri Pochekin (Luthier)
Contacto:
yuri_pochekin@mail.ru
www.pochekin.com
por Lucas Quirós
Foto: Afincado en Madrid desde 1998, Yuri Pochekin es uno de los más prestigiosos luthiers del mundo.
Fotografía de Kirill Bashkirov