Bienvenido a RITMO, maestro, siempre es un placer hablar con un guitarrista, dado que la guitarra es nuestro instrumento por el que se nos conoce en el mundo, de hecho, usted ha realizado una carrera impresionante como solista de guitarra, con nueve discos, la mayoría con Naxos, apareciendo con orquestas poco habituales para los guitarristas como la Filarmónica de Buenos Aires, Qatar Philharmonic, o nacionales como la de Ecuador, España y hasta la BBC…
¿Qué es la guitarra y porqué gusta tanto?
Le cuento lo que he aprendido de mi maestro, el gran Pepe Romero. La guitarra es el instrumento que, con el sonido que produce, sale más directo de los dedos, del contacto directo de nuestras yemas y uñas con la cuerda. Cuerda de nylon o tripa de animal que pulsamos y que transmite a la madera a través de un hueso la vibración para convertirla en sonido. Es un contacto directo entre el instrumento y el músico como en ningún otro instrumento y, por ello, podemos decir que el sonido que cada uno sacamos sale desde lo más profundo de nosotros. Si este sonido tiene calidad y emoción, el público va a percibirlo especialmente. La guitarra es mágica porque tiene una gama de posibilidades, colores, timbres y potencia asombrosa.
¿Dónde está hoy la guitarra?
El problema de hoy es la rapidez con la que se quiere todo. Queremos tocar rápido, más rápido que nadie y muy pronto. Luego te haces unas buenas fotos, una web impresionante y pareces Rubinstein sin saber ni afinar. Pero la guitarra y la música clásica necesitan de un sonido que identifique al intérprete y de muchos años de evolución interna del músico. No puede ser que uno toque en una sala de 500 o de 80 personas y coloques un micro. El sonido que sale no es tuyo, es del micro, del técnico, del equipo. Es el fin de la música clásica y la guitarra. Se pierde la magia, el cuidado que tuvieron los grandes compositores para orquestar los conciertos para guitarra y orquesta históricos, se pierde el balance original que debiera sonar entre orquesta y guitarra y se acaba la música. El guitarrista tiene que tener un sonido lleno, potente, bello. Pero esto necesita tiempo y tener el concepto en la cabeza. Oírlo primero en tu mente, saber qué quieres, qué te gustaría escuchar y tratar de sacarlo con las manos. El límite de la velocidad no está en lo rápido que puedes mover los dedos, sino en saber cuándo pierdes la calidad para no correr más. Ahí entra el ego de demostrar. La música no es demostración. La música es emoción. Si no pones tu técnica al servicio de la música y sólo pretendes impresionar, para mí, es sólo una demostración de cualidades. Circo.
Usted dio un gran viraje en su carrera en 2016 creando la European Guitar Foundation, que hoy hace algunos de los eventos más importantes de la guitarra en el mundo, ¿por qué?
En mis viajes y mi carrera, tanto de estudiante de niño como después como concertista, he visto como algunos festivales de guitarra se usaban como fruto de intercambio para tener conciertos entre los que los dirigían, muchas veces usando dinero público. Esto provocaba que hubiera festivales que se replicaban con los mismos nombres y una calidad dudosa. Quería hacer algo distinto, usar mis contactos y amistades profesionales y personales de tantos años para comprometerlos a colaborar en hacer eventos para la guitarra de calado e importancia. Cuando invito a un guitarrista a un festival mío, es porque soy capaz de sentarme a disfrutar de su concierto. Si no soy capaz de aguantar ese concierto, ¿cómo voy a pedirle a nadie que pague por una entrada? Y ese concierto, ¿cómo va a emocionar a nadie tanto como para hacer que vuelva a otros conciertos y crear afición a la guitarra?
El Festival Internacional de la Guitarra de Granada está considerado como uno de los más fuertes en el mundo, sino el que más en torno a la guitarra española. ¿Cómo lo ha conseguido en tan poco tiempo?
Como le he comentado antes, hay además varios condicionantes más. Contra todo pronóstico por su dificultad, conseguí promover que hiciéramos un convenio internacional a tres con la California State University (500.000 estudiantes), el Ayuntamiento de Granada y la Fundación que presido. Fue complicado, por supuesto, pero esto trajo un programa educativo de alta especialización “Summer Arts”, que llevaba décadas haciéndose en California (y sigue allí en otras especialidades). Esto nos trae anualmente 30 alumnos que se matriculan en la CSU para venir a Granada a disfrutar todo el festival de Masterclass y conciertos con los mejores guitarristas del mundo y a vivir en el modo español durante esos días. Es una experiencia única para ellos y la CSU invierte en el festival su esfuerzo y dinero, beneficiando enormemente a la ciudad y al evento. Después, el trabajo junto a las diversas administraciones para obtener colaboración y cesión de espacios monumentales como el Palacio de Carlos V, gracias al Patronato de la Alhambra y Generalife y a su directora, hoy consejera, Rocío Díaz, varios Museos de la ciudad en colaboración con la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, gracias a Antonio Granados, hoy Delegado del Gobierno, y Fernando Egea, la Universidad de Granada y su rectora Pilar Aranda, que tiene en Pedro Mercado un nuevo rector, y el Ayuntamiento de Granada, que tenía hasta ahora a Francisco Cuenca como Alcalde (con José Vallejo y María de Leyva) y a la nueva alcaldesa Marifran Carazo y concejal de cultura Juan Ramón Ferreira, que ya han apoyado al festival efusivamente y que lo agradezco enormemente. Además, el concejal de Presidencia y Relaciones Institucionales, Jorge Saavedra, estudió la carrera completa de guitarra, y esto es fantástico para la música y la cultura. No puedo estar más agradecido a las instituciones de la ciudad. Por mucho que yo haga, un festival si quiere tener entidad y fuerza, necesita del apoyo y reconocimiento de las instituciones. Para eso hay que tener sensibilidad, conocimiento y ganas de hacer las cosas con contundencia. También teniendo una buena comunicación y un buen mecenazgo que nos respalda de empresas granadinas, nacionales e internacionales.
¿Dónde está la habilidad de programar?
Programar es saber combinar lo que quieres escuchar con el espacio donde lo quieres escuchar y el público que vas a tener y lo que necesita y quiere escuchar. También es esencial ser leal a lo que estás haciendo. Si estamos en Andalucía, Granada o Málaga, no debo hacer un festival de guitarra española que acabe siendo una programación de otras músicas en busca de taquillajes. Es muy difícil ser un buen guitarrista y un buen gestor cultural, pero puede darse. También se puede ser un buen gestor cultural sin ser músico y hay casos en España que lo demuestran a gran nivel. Un crítico gastronómico puede orientarnos sobre sus preferencias culinarias o la calidad de un restaurante u otro, pero jamás va a tener la visión de un cocinero que sea una eminencia. No es lo mismo pensar u organizar desde fuera, que si tú eres parte de eso, si lo llevas dentro, si lo has hecho tú. Yo he estado en los escenarios y, modestamente, he demostrado que sé programar y gestionar. Después, lo principal es hacer un festival sostenible. La European Guitar Foundation tiene sus cuentas cristalinas y con todos sus proveedores al día, después de haber producido más de 200 eventos. No hay nada mejor para dormir tranquilo.
Usted creó algo totalmente nuevo con el Concurso de Construcción de Guitarras “Antonio Marín Montero”, háblenos sobre esto…
Tengo la suerte de ser amigo de uno de los guitarreros más importantes de la Historia de la guitarra. Antonio Marín Montero está entre los diez nombres más importantes que hayan existido, junto a nombres como Torres, Hauser, Esteso, Santos Hernández, Miguel Rodríguez, Robert Bouchet o Friederich. Además está vivo y trabajando aun a los 90 años. Pensé que debía hacer algo para promover la construcción tradicional y ensalzar la figura de Antonio. Un guitarrero que ha producido en sus más de 60 años como guitarrero cientos y cientos de guitarras que van a seguir difundiendo su nombre y el de Granada por el resto de lo que dure la Humanidad. El concurso fue una explosión desde su inicio en 2017. Hemos tenido años con 17 nacionalidades concursando. Lo importante y lo que da a un concurso entidad es el jurado. En el jurado tenemos eminencias mundiales de la guitarra como Edmund Blöchinger, Yuris Zeltins, Manuel Cáceres o José Marín. Obviamente, los premios tienen que estar a la altura. Nuestro patrocinador internacional, Guitar Salon International, la mejor tienda del mundo de guitarras profesionales y de colección, es la responsable de los mismos, abriendo al mundo la carrera de los ganadores.
Haber nacido en Linares, tierra de Andrés Segovia, ¿imprime carácter?
Por supuesto. Linares es tierra de grandes artistas. Recuerdo a Andrés Segovia, de muy niño, como si fuera un superhéroe. Oír sus historias, ver sus cosas en casa de su biógrafo que luego formarían el museo. Esas cosas quedan.
Su hermano es uno de los grandes directores de orquesta que tiene España, ¿aprendió música de él?
Sí. Manuel me lleva siete años y aprendí mucho, además del conservatorio, especialmente pasándole las hojas de las sonatas, scherzos o lo que fuera que estaba tocando y escuchando como interpretaba. Es un fenómeno, aunque está feo que yo lo diga, pero es así.
¿Les viene de familia?
Sí y no. Mi padre era un gran aficionado pero no músico. Mi madre es igualmente aficionada a la música.
¿La guitarra es flamenca o clásica?
La guitarra es “la guitarra española”. Igual que un piano o una flauta no es de jazz ni de flamenco. Luego, depende de su sonido y configuración, irá más para tocar más percutido o menos, estridente o suave. Nos encanta separar lo que antes no lo estaba. Los grandes de la guitarra de mediados de siglo como Manolo de Huelva, Montoya, Ricardo, Celedonio Romero o Yepes, aprendían unos de otros y se disfrutaban.
También ha creado usted un nuevo festival explosivo el año pasado, el Pepe Romero Guitar Festival. ¿Cómo surgió esa iniciativa?
Durante cerca de dos años, he estado trabajando codo a codo con la Directora General del área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Susana Martín y Antonio García de Castro. El Alcalde de Málaga, D. Francisco de la Torre, apoyó desde el primer momento el proyecto, arropándolo completamente. Málaga es la ciudad de Picasso y Antonio Banderas, pero en ella nació la familia de virtuosos más grande de las historia, desde los Kreutzers, Los Romero. En particular, el maestro Pepe Romero ha hecho una carrera que lo ha ensalzado como el guitarrista más importante de la historia contemporánea junto a Andrés Segovia. El año que viene, además, cumple 80 años y 73 en los escenarios. Era el momento de que Málaga le rindiera tributo y le abrazara como el gran hijo que tanto ha hecho por su ciudad, llevándola a los teatros más importantes del mundo miles de veces. Los responsables de la ciudad lo vieron meridianamente claro y vendimos el 100 por 100 de las entradas en la primera edición, llenando una plaza de toros en el primer concierto, nunca antes visto en un festival de guitarra y con una guitarra. Trabajar en Málaga es una bendición y es para mí un privilegio dirigir un festival que rinda tributo a Pepe Romero.
¿Quién es Pepe Romero para la guitarra?
Pepe Romero, y estoy convencido de ello, es uno de los mayores virtuosos de cualquier instrumento que haya existido. Ha llevado la técnica de la guitarra donde nadie. Hoy hay guitarristas con gran velocidad, pero le quitas el micro y no se les escucha en el salón de su casa. Esta técnica sin límites, unida a una musicalidad exquisita, le ha hecho alcanzar varios hitos: primero, el gran número de conciertos (superando por mucho la decena de mil) que ha dado recorriéndose el mundo y abriendo la guitarra española a nuevos públicos y, lo más importante, captando estos públicos para siempre. Segundo, inspirando a compositores como Torroba o Joaquín Rodrigo, del que estrenó tres conciertos y le dedicaron dos, a escribir sin limitaciones, sólo pensando en la música. Tercero, haciendo una cantidad de discos enorme (68 creo que son) grabando más de 25 conciertos para guitarra y orquesta, la gran mayoría con una orquesta del nivel de Academy of St. Martin in the Fields y Sir Neville Marriner, lo que le dan a todas estas grabaciones un sentido único que ningún otro músico de ningún instrumento ha podido hacer. Misma orquesta, mismo director, mismo solista. Cuarto, darlo todo a sus alumnos, donde tengo el privilegio de estar y entre los que se encuentran nombres como Kanengiser, Scott Tennant y muchísimos más.
Y, por último, ¿gusta más la guitarra en España o fuera de nuestro país?
Yo vivo en Granada, paso todos los días bajo la Alhambra y estoy tan acostumbrado que casi no la miro, aunque debo confesarle que sí lo hago. Con la guitarra pasa igual. Estamos tan acostumbrados a ella que la banalizamos y la vemos como parte del paisaje. Desde fuera, la ven como lo que es: un instrumento bello, misterioso, emocionante, magno y único. Mi labor es hacer que cada día los españoles quieran más a este instrumento y que fuera de nuestras fronteras, la enorme afición que tiene vaya a más día por día.
por Lucas Quirós
www.vicente-coves.com
www.europeanguitarfoundation.com
Foto: Vicente Coves creó en 2016 la European Guitar Foundation, que hoy hace algunos de los eventos más importantes de la guitarra en el mundo.
Crédito: © Lucia Rivas