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Thomas Schmitt

Juegos filarmónicos en la guitarra

Enero 2020

El guitarrista y musicólogo alemán Thomas Schmitt relaciona en sus trabajos la interpretación con la investigación. Profesor en la Universidad de La Rioja, su línea de estudio le ha llevado a grabar “Juegos filarmónicos”, una selección de obras desconocidas interpretadas con guitarra de seis órdenes.

La Ilustración fue un momento de esplendor intelectual en el que, aparentemente, todo despertaba la curiosidad, ¿sucedió lo mismo con la guitarra?

La Ilustración se muestra en diferentes esferas, tanto sociales como estéticas y compositivas. Podríamos decir que la observamos estéticamente en su recurso a la naturaleza como modelo. Es decir, en la música ya no prima el contrapunto sino el ars combinatoria; la manera de escribir una melodía tenía que ser “sencilla” y juzgada en última instancia por el oído, y no por el intelecto. En este sentido, encontramos referencias en los tratadistas para guitarra, cuando Federico Moretti, por ejemplo, escribe en 1799 que hay que “seguir en todo la naturaleza para huir de la afectación y demasiada compostura”. En la composición esta idea de imitar la naturaleza se manifiesta en melodías regulares o simétricas claramente estructuradas; el bajo es secundario. En la esfera social la Ilustración se muestra paradigmáticamente en los encuentros semioficiales que se conocen como tertulia. Aquí se discutía, se bailaba y cantaba y también se hacía música.

Según explica en las notas del CD, esta música estaba destinada a una élite…

Así es, simplemente por el hecho de que las partituras había que comprarlas, leerlas y entenderlas. Y debido al elevado precio de las partituras y al nivel de analfabetismo en España a finales del siglo XVIII, solo una minoría de la sociedad podía permitirse el lujo de la música escrita en general. La lista de suscriptores que incluye Ferandiere en su tratado de guitarra representa exactamente esta élite: clérigos, abogados, militares, comerciantes, músicos, pero ningún jornalero. En este sentido, la música del CD puede considerarse sin duda ninguna una música para la élite.

Las obras de Manuel Ferau, Isidro Laporta o José Avellana forman parte de esta selección, ¿cómo se escogen las piezas de un trabajo de recuperación?

Bueno, desde hace muchos años estoy investigando la música para guitarra del siglo XVIII. Tenemos aquí, en la Universidad de La Rioja, un grupo de investigación que se dedica a la música española, y formar parte es un gran estímulo para mí. Y este CD es fruto de ello. Por otra parte, siempre me ha llamado la atención que se conozcan bien los vihuelistas, los guitarristas barrocos y el repertorio a partir de Fernando Sor, pero parece como si en la segunda mitad del siglo XVIII no hubiera ninguna música para guitarra. Si leemos la prensa histórica (Diario de Madrid), vemos que se anuncian permanentemente obras para guitarra, lo que significa que sí había un considerable repertorio para la guitarra y una sociedad que la consumía. La selección de las piezas también depende de la accesibilidad de las fuentes. La Biblioteca Municipal de Madrid tiene en este sentido un buen fondo (importante) de fácil acceso. Hay otros archivos, sobre todo privados, que disponen también de música, pero no es tan sencillo acceder a ellos.

Entonces, ¿tampoco hay ninguna edición moderna de este repertorio?

No hay ninguna edición moderna y crítica de la mayoría de las piezas que he grabado. Pero he tenido la suerte de poder publicar en la editorial Doblinger (Viena) algunos cuadernos o antologías con esta música para guitarra y espero que poco a poco se conozca mejor este repertorio, que podría ser también interesante para los guitarristas clásicos, y no solo para los del ambiente de la música antigua. Además, esta música se puede tocar indistintamente en instrumentos de 6 cuerdas simples o dobles.

¿Qué le ha resultado más interesante de este trabajo?

Bueno, para mí lo más interesante ha sido la posibilidad de poder relacionar la teoría con la práctica, la musicología con la interpretación. Creo que empezar con la búsqueda de las fuentes, la interpretación filológica de las mismas, estudiar el contexto social en el que sonaba esta música, practicarla, interpretarla, grabarla, etc., tiene muchas ventajas, aunque también algunas desventajas, como son reflexionar críticamente sobre cualquier aspecto y tomar decisiones.

El libreto del CD recoge un poco esta reflexión crítica…

Sí, al empezar de cero hay que pensar en todo: quién compraba la música, quién la tocaba, cómo se tocaba, con qué instrumento y qué técnica: un sinfín de preguntas. El libreto refleja, de alguna manera, este afán por entender la música en todos sus aspectos. Por ejemplo, hay una reflexión sobre la necesidad de repetir los movimientos de las sonatas (aunque resulten muy extensos) que yo interpreto a través de la idea de una nueva conciencia de lo que es el tiempo en el siglo XVIII. Afortunadamente, he contado con la ayuda de Carlos Gass, el constructor de la guitarra de 6 órdenes que uso, y que tiene una guitarra original de Fernando Alonso de 1796. Con él he discutido detalles como las cuerdas o las tensiones.

¿Hay proyectos para el futuro?

Evidentemente voy a seguir indagando en este repertorio, que incluye música de cámara con guitarra y música de Latinoamérica. Por tanto, seguiré con la investigación y la interpretación de la música para guitarra del XVIII, entre otras cosas porque disfruto mucho con ella.

por Esther Martín

https://thomasschmitt.wordpress.com

https://www.lindoro.es/catalogo/juegos-filarmonicos

Foto: “Lo más interesante ha sido la posibilidad de poder relacionar la teoría con la práctica, la musicología con la interpretación”, afirma el guitarrista y musicólogo alemán Thomas Schmitt.

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