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Susana Cordón

Versatilidad e instinto

febrero 2014

Susana Cordón forma parte de una generación de cantantes altamente cualificados y con reconocido prestigio internacional, como demuestran sus numerosos premios y su acreditada trayectoria artística. La versatilidad de su voz, capaz de adaptarse a los más variados géneros y estilos, así como su instinto y sólida personalidad interpretativa, son algunas de las claves de su éxito. A continuación, la soprano alicantina nos pone al día de sus comienzos, sus ilusiones  y de sus próximos proyectos.

¿Cómo fueron sus inicios musicales y, más concretamente, en el canto?

Todo comenzó cuando empecé a cantar en grupos de música, animada por mi madre cuando era jovencita. Por aquel entonces no tenía ningún conocimiento musical, sólo la facilidad para cantar e interpretar cualquier estilo musical con escucharlo un par de veces. Solía trabajar en verano, actividad que combinaba con mis estudios de segundo ciclo. El dinero que ganaba me sirvió posteriormente para pagarme mi primer profesor de canto en Alicante, el barítono Guillermo Palomar, persona clave en mi carrera, que despertó en mí un amor por el canto y la música clásica que, sin duda, cambió mi vida. Después decidí estudiar, en un año y de golpe, cuatro cursos de solfeo que me sirvieron seguidamente para presentarme al Conservatorio de Alicante, donde obtuve el grado medio. A los pocos meses ya estaba presentándome a las pruebas de acceso de la Escuela Superior de Canto de Madrid, aconsejada por la gran soprano alicantina Ana María Sánchez y por la que entonces era su maestra de canto, y más tarde la mía, Isabel Penagos.

Tras su periodo de formación en la Escuela Superior de Canto, tuvo la oportunidad de hacer cursos de perfeccionamiento con Victoria de los Ángeles, Montserrat Caballé, Dolora Zajick… ¿Qué nuevas expectativas le aportaron tanto desde el punto de vista vocal como dramático?

Recibir clases de estas grandes divas de la ópera fue la reafirmación de que había escogido bien mi camino. Ellas valoraron y confirmaron mi talento como cantante de ópera, apoyándome con un trato más cercano y personal, sobre todo con Dolora Zajick y Montserrat Caballé. Dolora me aportó una visión nueva de la técnica de canto. A ella le entusiasman los pueblos y civilizaciones antiguas y el uso que daban a la voz y las resonancias, un tema que a mí me apasiona también, ya que te aporta un conocimiento general del uso de la voz desde un espectro amplio. También compartió conmigo sus conocimientos sobre la voz de pecho, que es bien sabido por todos que es una de sus cualidades más destacadas, por supuesto, entre otras muchas.

En cuanto a la gran Caballé, sólo tengo palabras de agradecimiento. Las masterclasses que impartió en el 2002 en Andorra, marcaron un antes y un después en mí, tanto personalmente como interpretativamente. Ver a una de las sopranos más grandes de nuestro tiempo llorar cuando terminé de cantar el aria de Liú "Tu che di gel sei cinta", es algo que recordaré mientras viva. Ella me propuso unas clases privadas para compartir su gran conocimiento conmigo, de forma absolutamente desinteresada. Estas experiencias son las que te marcan la vida para siempre.

La versatilidad de su voz le ha permitido abordar un repertorio muy amplio, desde la ópera, la zarzuela, el oratorio, la canción…

Como decía anteriormente, la relación que he tenido con la música ha sido de lo más amplia en cuanto a técnica y estilo musicales porque eso me permite abarcar cualquier repertorio de forma camaleónica e instintiva, solo dejándome llevar. Me gusta variar en estilos, que la música se manifieste en mí a través de sentimientos y colores distintos. ¡Es una maravilla!

Hace unos meses tuvimos oportunidad de disfrutar en el Teatro Real de su divertida Berta de El Barbero de Sevilla, uno de sus papeles talismán, por el que no sólo los críticos, sino también el propio Emilio Sagi, han destacado sus brillantes dotes como actriz. Supongo que para usted resulta un gran logro en su carrera.

 Absolutamente. Soy una persona curiosa y todo lo que tenga que ver con el teatro lírico me entusiasma. En el ámbito interpretativo me pasa lo mismo que a nivel vocal, me gusta tener las herramientas necesarias para interpretar cualquier rol, pudiendo adaptarlo a la técnica interpretativa que el director de escena y / o musical demande. Por ello, este año he empezado a dar clases de teatro con un gran maestro, José Carlos Plaza, con quien he tenido la fortuna de trabajar recientemente en el Teatro de la Zarzuela en los Amores de la Inés, una partitura de Falla que es prácticamente una obra de teatro. Sin la dirección de José Carlos no habría entusiasmado al público como lo hizo. Este ha sido el detonante para indagar y ampliar mis conocimientos teatrales; era algo que tenía pendiente desde hace muchos años.

Con Emilio Sagi ha trabajado en varias ocasiones. ¿Cómo ha sido la experiencia y qué aportaciones artísticas ha tenido para su carrera?

Para mi Emilio es el más grande director de escena del teatro lírico actual. Sabe presentar en una comunión sin igual y de una forma magistral la parte teatral combinada con la música. Es más que evidente su gran conocimiento del canto y eso me parece una cualidad fundamental para ofrecer al público un espectáculo de gran calidad en una simbiosis perfecta. Soy una gran admiradora de Emilo Sagi.

Usted es una firme defensora de la zarzuela, un género que cultiva muchísimo y en el que ha alcanzado también grandes éxitos. Sus intervenciones en títulos como La Chulapona, La Bruja, La Alsaciana…han marcado un antes y un después en su trayectoria artística.

Por supuesto, soy una gran defensora de nuestro patrimonio musical. Creo que es muy importante no considerar la zarzuela como un género menor y darle la importancia que se merece en nuestro país. A mi modo de ver, la zarzuela, debería estar un poco más mimada en el ámbito cultural y, también, bien representada y defendida a un alto nivel vocal, como lo hicieron, por ejemplo, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, Pilar Lorengar, etc.

La música española, especialmente las obras de nueva creación, ocupan un lugar muy importante en su repertorio. De hecho, con motivo del 40º aniversario del Cuarteto Brodsky tuvo oportunidad de colaborar con ellos en el estreno de dos obras de Jorge Grundman: Sobreviviendo al suicidio de un hijo y Los bocetos de Dios, que fueron también grabados. ¿Qué ha significado para usted trabajar con el Brodsky?

Pues ha sido una experiencia muy particular. Nunca había coincidido con un cuarteto con el que me entendiese tan bien desde el minuto uno y con un empaste casi perfecto, creando una sola unidad. Fue espectacular; siempre atentos a la voz y a la expresión. Desde luego ha sido un honor colaborar con ellos, no solamente con Los bocetos de Dios, sino también con la última obra de Jorge Grundman, el oratorio The Resurection of Christ, que ha producido Chandos y que dentro de nada saldrá a la venta en el Reino Unido. También el honor es por partida doble porque no sólo es grabar dos CDs con ellos y haber disfrutado en su elaboración, sino que es un cuarteto con el que sólo han cantado dos sopranos en el mundo: Anne Sofie Von Otter y servidora... ¿Qué más se puede pedir?

¿Cómo nació su relación artística con Jorge Grundman y cómo definiría su obra?

Conocí a Jorge Grundman a través de Ara Malikian, al que ya conocía porque por aquel entonces Malikian trabajaba como concertino en la Orquesta Sinfónica de Madrid en el Teatro Real, donde coincidimos en varias producciones y tuvimos la ocasión de charlar y felicitarnos por nuestros trabajos en la cantina del teatro. Un tiempo después, Ara Malikian iba a dirigir y a interpretar una pieza que Jorge acababa de componer, Four Seasons y que, por suerte para mí, era una obra para orquesta y soprano. Jorge le preguntó si conocía a una soprano que pudiese interpretar su partitura que, a diferencia de otras, tenía la particularidad de tener bastante texto en inglés. Además, es una pieza de gran dificultad técnica, como todas las composiciones de Jorge, aunque eso ya lo sabrán si conocen su obra. Así que, nada más colgarle el teléfono a Jorge, Ara me llamo para proponerme el trabajo. En un par de ensayos, Jorge y yo ya sabíamos que queríamos el uno del otro… ¡Había una química profesional total! Desde entonces, no me hace falta ni siquiera hablar con él para saber qué quiere reflejar en cada momento, tanto desde el punto de vista vocal como interpretativo. Es increíble que hubiera ese tipo de conexión tan intensa y casi sin conocernos.

En cuanto a la obra de Jorge, yo la entiendo como una expresión pura de sentimiento y sencillez. Creo que quiere simplemente contarnos, a través del texto (que en la mayoría de las ocasiones es escrito por él mismo) y de su música, historias que no nos dejen indiferentes. Quiere moverte con sus colores, entristecerte con sus sombras… Es imposible no rendirse a la emoción, al torbellino de sentimientos que te presenta a través de su trabajo. Para mí, sus partituras son micro óperas. Sí, historias contadas en muy corto espacio de tiempo pero con su comienzo, desarrollo y final, exponiéndolo de tal manera que penetra en tu interior de una forma brutal.

Antes hacía referencia a la grabación de The Resurrection of Christ. ¿Cómo fue la experiencia?

Esta ha sido la obra más larga para cuarteto y soprano que ha escrito Jorge, nada más y nada menos que cincuenta minutos de música y con el texto literal del Evangelio según San Juan ¡en latín! Lo resalto porque la cantidad de texto y la dificultad para encontrar las reglas fonéticas que permiten una pronunciación más fidedigna, fue una tarea mayor. Tengo una anécdota que me ocurrió durante el estudio de esta pieza. Me encontraba en Barcelona en la producción de Les Contes d'Hoffmann del Liceu y muy cerca del teatro encontré una iglesia que me llamó la atención no solo por su belleza arquitectónica, sino también, porque la misa era cantada en su totalidad por una congregación de religiosos que convertían ese instante en un momento mágico. Allí finalmente conocí a una religiosa a la que me atreví a preguntar si sabía latín o me podía ayudar a encontrar alguna información veraz que me pudiese ayudar en el proceso. Ella y un amigo suyo franciscano me ayudaron durante varios días con el texto, así que, desde aquí les mando un gran abrazo y mi más sincero agradecimiento por la ayuda desinteresada que nos ofrecieron. Es una obra preciosa que combina el mundo antiguo con el siglo XXI. No se la pueden perder.

Jorge Grundman está trabajando en la adaptación operística de la novela Cinco horas con Mario de Miguel Delibes, que posiblemente se estrene en 2016, en la que usted interpretará el papel de Carmen Sotillo.

Sí, efectivamente, una obra fascinante de Delibes en la que yo personalmente no sé sí reír, llorar o ambas cosas; una maravilla literaria que hoy en día sigue muy vigente y que afrontaré con muchísima ilusión y con lo mejor de mí misma. Desde luego Carmen es un personaje con el que no me siento muy identificada desde el punto de vista moral e ideológico; pero eso a su vez me encanta, ya que tendré que trabajar duro para plasmar a esa Carmen tan genuina de Delibes.

¿Qué otros proyectos artísticos tiene?

En abril y mayo cantaré en el Gran Teatre del Liceu el papel de Gerhilde de Die Walküre de Wagner. Después, volveré a trabajar en 2015 en el Teatro de la Zarzuela, por el que siento un gran cariño y admiración. Este año comenzaré y compaginaré con mi carrera una etapa nueva como profesora de canto en la Escuela Superior de Madrid. Me apetece muchísimo porque me siento preparada para compartir con los alumnos principalmente mi visión muy personal de la técnica de canto, tema que me apasiona y que es fundamental para hacer una carrera próspera. También ofreceré recitales fuera de España, de los que os iré informando más adelante.

Más Info: https://sites.google.com/site/sopranosusanacordon/

Por: E.T.H.

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