Ramón Paús nos participa sus experiencias e impresiones en un tiempo de inquietud y desasosiego. En su conversación se refleja su completa formación humanística (es músico y también científico) y cierta ironía escéptica, intrínseca a su personalidad. Artista de su tiempo, numerosas formaciones orquestales le encomiendan encargos de estreno, así como solistas de diversos instrumentos, a la vez que escribe música para cine o para montajes audiovisuales.
¿Cómo ha afectado la situación de confinamiento a Ramón Paús profesor universitario? ¿Y al compositor Ramón Paús?
En cuanto a mi trabajo de profesor de la Facultad de Música y Artes Escénicas de la Universidad Alfonso X, ha sido un poco salvaje tener que aprenderse las plataformas online casi en tiempo real, pero lo hemos hecho, y también descubierto muchas cosas al tiempo. Como compositor, este aislamiento me ha permitido disponer del tiempo para finalizar mi Irreverent Duet para clarinete bajo y piano, que surge de un encargo que me hicieron allá por el mes de enero los primeros espadas y tocayos Eduardo Fernández y Eduardo Raimundo. Este tiempo suspendido también me ha permitido, por un lado, retomar el segundo acto de mi ópera Aprendizaje de la Noche y, por el otro, diseñar una música de naturaleza electrónica para la videocreación Interín, sobre una idea de la coreógrafa Cristina Masson y el cineasta Juan Vicente Chuliá.
La situación de alarma que vivimos, ¿tiene incidencia en el desarrollo de los proyectos que se trae entre manos?
Este año no entró con buen pie para mí, ya que tenía en agenda el estreno absoluto de mi Concierto n. 1 para viola y orquesta, De Profundis, en el Palau de la Música de Valencia, con Ramón Tebar al timón de la orquesta y Yuval Gotlibovich de solista. Este estreno se iba a registrar para el sello Naxos, pero todo se vio frustrado al desprenderse el techado del edificio del Palau. En cuanto al estado de alarma, probablemente impida el estreno por parte de la ORCAM de mi Cantata sobre fondo Alborán; la fecha asignada iba a ser el próximo 30 de junio en el Auditorio Nacional, en la clausura de la temporada ORCAM y con Víctor Pablo Pérez de director. A día de hoy no se me han dado muchas esperanzas respecto a que el estreno de esta obra de encargo se ponga en pie en la fecha indicada.
Para un compositor, ¿es el confinamiento realmente un sacrificio? ¿O solo la institucionalización de una elección vital personal, ya que componer es un trabajo solitario?
En mi caso añoro salir a pasear, ver y disfrutar de los amigos y de mis jornadas de piscina con mi fisioterapeuta. En general, los compositores somos bastante solitarios y eremitas, es cierto; los que nos dedicamos a inventar música solemos estar urgidos de silencio y soledad, por lo que el confinamiento no ha sido una imposición especialmente cruel.
¿Qué podéis ofrecer a la sociedad los artistas musicales, en concreto los que os dedicáis a la música culta, en estos tiempos de confinamiento y de inquietud?
Los artistas, haya o no confinamiento, intentan a través de su búsqueda y consecuente concreción en obras, elevar el estado de conciencia de los habitantes de este mundo, a veces muy hostil.
A la hora de solicitarle una reflexión personal sobre este tiempo excepcional, no olvidamos que además de artista, es bioquímico. ¿Cree que ante el abismo de lo desconocido la ciencia crea certezas, o solo abre nuevos interrogantes que generan mayor incertidumbre?
No hay que olvidar que entre muchos otros hallazgos la ciencia descubrió la penicilina y las vacunas. Acabo de leer que, en la Universidad de Oxford, y gracias a la ayuda inestimable de algunos filántropos, se acaba de generar una nueva vacuna contra el Covid-19 que probablemente estará a punto para el próximo otoño. No hace mucho tiempo, el diseño de una vacuna eficaz solía llevar años de trabajo e investigación. Hoy en día, al ser capaces de secuenciar el genoma de un virus con rapidez, podemos sintetizar una vacuna en tiempos impensables no hace mucho. Si hay alguna disciplina humana que trabaja y crece a partir de certezas, esa es la ciencia, ya que el proceso científico es muy riguroso. La ciencia está empezando a recuperar a los pacientes oncológicos con inmunoterapia, se están empezando a usar nanorobots para un suministro más eficiente y en menores dosis de los medicamentos, la Inteligencia Artificial está empezando a hacer diagnósticos de enfermedades que acumulan el conocimiento y la experiencia de millones de médicos... Entonces ¿estamos hablando de certezas o de incertidumbres?
por Blanca Gutiérrez Cardona
www.ramonpaus.com
Foto: “Los artistas, haya o no confinamiento, intentan a través de su búsqueda y consecuente concreción en obras, elevar el estado de conciencia de los habitantes de este mundo, a veces muy hostil”, sentencia el compositor Ramón Paús.
Crédito: © Fernando Briones