Para alguien nacido en Hong Kong y formado en Estados Unidos, ¿qué significa ocupar la titularidad de la Orquesta Sinfónica de Navarra (OSN)?
Es un honor increíble. En mis dos visitas previas como Director Invitado sentí una conexión maravillosa con los músicos y el público pamplonés, así que ya entonces tuve la sensación de que había química entre nosotros y que podríamos formar un buen equipo. Pero desde luego la compatibilidad no es suficiente para ser Director Titular y Artístico de una orquesta histórica tan notable como la OSN. Juntos debemos proyectar la visión artística necesaria para garantizar el futuro desarrollo de la Orquesta y, como entidad del Gobierno de Navarra que somos bajo el paraguas de Fundación Baluarte, consolidar un proyecto social que vaya mucho más allá de ofrecer la mejor música posible al público, ya que nuestra misión global consiste en promover las artes y la cultura por toda Navarra.
Antes fue director invitado en varios conciertos, pero ahora la puede manejar a su gusto, ¿dónde cree que está la mayor virtud de esta orquesta?
Nuestra orquesta tiene una historia fascinante en la que voy ahondando día a día, y creo que muchas de las cualidades que me atrajeron de ella tienen que ver con su casi siglo y medio de historia, lo que la convierte en una de las formaciones profesionales más antiguas de Europa. Es difícil destacar una sola virtud, así que prefiero enumerar varias: en primer lugar, es una orquesta con un fuerte sentido identitario, y ya en mis tres primeras semanas de trabajo como Director Titular pude percibir claramente la manera que tienen de responder colectivamente a una idea musical. Cuando me invitaron a dirigirla en temporadas pasadas también me impresionó mucho la excelente disposición de los profesores hacia un tipo de repertorio nuevo y desafiante, que es lo mismo que decir que se trata de una orquesta que se define no por lo que ha hecho, sino por lo que quiere llegar a conseguir. Estas dos cualidades son un regalo incalculable para cualquier Director Titular, pues tenemos siempre la mira puesta en el futuro.
¿Hacia dónde quiere enfocar el grueso de los programas, dónde está su repertorio principal?
Nuestro plan es expandir el repertorio de diferentes maneras: manteniendo un compromiso con la música contemporánea a través de la programación de compositores navarros y españoles; reintroduciendo poco a poco en nuestro repertorio grandes obras de mediados del siglo XX que han ido desapareciendo durante las últimas décadas; y, por último, descubriendo obras maestras olvidadas de los siglos XVIII y XIX. Por ejemplo, hemos abierto la Temporada con un estreno mundial de la compositora Beatriz Arzamendi, y seguiremos en esta línea presentando al público obras de Unsuk Chin, Sofia Gubaidulina, Jukka Tiensuu y Kaija Saariaho; interpretaremos la Música para cuerdas de Bartók en una gira madrileña y el Don Quijote de Roberto Gerhard como cierre de temporada. Además, ofreceremos el poco programado oratorio El paraíso y la peri de Schumann, una Cantata de Fanny Mendelssohn-Hensel y una Sinfonía de Louise Farrenc.
¿Y para las próximas temporadas?
De cara a las próximas temporadas, me gustaría integrar en nuestro repertorio obras del Barroco tardío y acercarnos más en profundidad a las nuevas generaciones de compositores españoles contemporáneos. Nuestro repertorio ha estado tradicionalmente ligado a la música rusa y alemana del siglo XIX y fuera de abono a la ópera italiana y la zarzuela. Uno de mis objetivos primordiales con respecto al canon de compositores sinfónicos es forjarnos una personalidad fuerte y distintiva: esta temporada tenemos dos Sinfonías de Brahms, tres de Beethoven, dos obras importantes de Berlioz, varias Sinfonías de Haydn y Mozart y un Oratorio de Haydn. Como puede ver, mis metas en cuanto al repertorio son bastante amplias. Este el tipo de equilibrio que me gustaría alcanzar durante los próximos años: una cierta proporcionalidad entre la programación de obras nuevas y desconocidas y el repertorio central.
¿Nos habla también de la sala Baluarte y de los diferentes escenarios dentro de la Comunidad Foral de Navarra?
Tenemos la suerte de contar con una variedad de espacios muy distintos para la población, relativamente pequeña, de la Comunidad Foral. La Sala Principal de Baluarte tiene una acústica brillante y dinámica, y siendo el auditorio que acapara la mayor parte de nuestra actividad, estamos siempre buscando la mejor forma de adecuar nuestro sonido al espacio para optimizar el aprovechamiento acústico. El Auditorio Barañáin, sede técnica de la OSN, cuenta con un escenario bastante amplio y un sonido limpio, y por lo que he podido comprobar el trabajo acústico que hacemos allí es fácilmente transferible a otros espacios de la Comunidad Foral. En cuanto a Tafalla y Tudela, localidades en las que también tenemos temporadas de abono en paralelo a la de Pamplona, solo he tenido ocasión de dirigir un par de veces, así que todavía me falta conocer mejor los recintos para realizar los ajustes pertinentes. Como Orquesta de la Comunidad Foral, viajar a otras localidades de Navarra es una actividad esencial para nosotros, así como el hecho de ser capaces de adaptarnos con flexibilidad y sensibilidad a las características técnicas y culturales de los lugares que forman parte de nuestro itinerario.
¿Cómo ha sido el recibimiento del público, al que ya conocía, en su primer concierto como Titular?
Durante mis primeras semanas como Titular he advertido que la respuesta del público pamplonés es muy distinta a la del tudelano. En Tudela, por ejemplo, el público responde con entusiasmo y energía, mientras que en Pamplona es más sofisticado. En cambio, nuestros amigos de Tafalla generan un ambiente más intimista. Por descontado, la programación de conciertos en Pamplona ha sido, históricamente, una actividad mucho más habitual que en otras ciudades de la Comunidad, por lo cual estamos más familiarizados con la naturaleza de su público y tenemos mayor experiencia programando. Para nuestras temporadas de abono en Tudela y Tafalla estamos barajando distintos enfoques programáticos que se adecuen a los gustos y dotaciones técnicas de cada localidad y que permitan ofrecer al público una oferta variada e interesante.
Ha sido asistente de grandes directores como Edo de Waart, Esa Pekka Salonen, Gustavo Dudamel, Lorin Maazel o John Adams… ¿Cómo es su director ideal?
No hay directores perfectos, salvo quizás en el caso de Carlos Kleiber, ¡pero es que su arte era radicalmente diferente al de la mayoría! Un gran director debe ser, en primer lugar, un gran intérprete. No solo un ejecutante del máximo calibre sino alguien con una imaginación musical portentosa; también debe poseer excelentes cualidades humanas y habilidades diplomáticas, una profunda empatía, buen humor, ser un gran curioso/a de la vida y el arte... Todas estas cualidades deben confluir en los ensayos y conciertos de tal manera que pueda inflamar a la orquesta con su energía y personalidad. Aparte de ello, en nuestra época es esencial desarrollar una comunicación hábil con el público para así calar en la sociedad como embajador de la música, el arte y la cultura. Es evidente que nadie posee todas estas cualidades en la proporción ideal, ¡pero debemos luchar por alcanzar los ideales!
¿Qué espacio de trabajo le ha otorgado la Fundación Baluarte? ¿Libertad absoluta o hay una misión educativa con el público que cumplir...?
Estos meses han sido un proceso colaborativo con la administración de Fundación Baluarte y el comité de la Orquesta. Tras salir de la pandemia, nuestra institución debe enfrentar los mismos retos que cualquier otra entidad musical del mundo: los patrones de consumo del público han cambiado, el medioambiente económico se ha vuelto más volátil a gran escala, y por ello hemos llegado a un consenso para fijar nuestros objetivos en torno a dos grandes asuntos: crearnos una personalidad musical reconocible a la par que flexible para adecuarnos no solo a la realidad sociocultural de Navarra sino también a los cambios sociales que se están operando a nivel global. Tengo mucha suerte de poder trabajar con un equipo que está en plena sintonía con estos objetivos y abierto a las ideas que pueda tener para conseguirlos.
¿Cuáles son los pilares y principios de Perry So a la hora de afrontar una temporada?
Es una pregunta maravillosa y se la agradezco. Una orquesta y su temporada de conciertos surgen del trabajo y dedicación de muchas, muchas personas. Podría decirse que lo que hacemos constituye la más humana de las empresas. Con nuestros instrumentos creamos sonidos que transmiten emoción y significado, sonidos que entreveramos en complejas estructuras para que nuestros congéneres puedan participar de ellas durante unos instantes y sentir gozo, entusiasmo, consuelo o inspiración. El éxito de un solo concierto, por no mencionar el de una temporada completa, se construye sobre la interacción de muchos elementos complejos. Y los elementos más esenciales no son las notas de la página o los instrumentos que tocamos, sino las mentes y los corazones de quienes estamos dentro y fuera del escenario.
La ópera siempre ha formado parte de su vida…
Desde que era joven me han interesado por igual la música y el lenguaje, de tal manera que siendo la ópera el perfecto matrimonio de ambas, es natural que esta haya ocupado un lugar muy especial en mi vida. En mi opinión, lo que fundamenta el trabajo operístico, empezando por el personaje y la emoción que transmite la voz, y continuando con las texturas de la orquesta y los elementos visuales que forman parte de la dramaturgia, es consustancial a la mayor parte de la música occidental desde el Barroco, con independencia de si está concebida o no para la voz. Si bien mi carrera se ha cimentado hasta el momento sobre el repertorio sinfónico, la manera de preparar y entender cualquier obra tanto si se trata de una ópera como de una obra orquestal, es la misma: esto es, partiendo de la construcción narrativa.
¿Y su deseo principal con la OSN?
Liderar una formación histórica como la OSN compuesta por tantos músicos talentosos y entregados es una responsabilidad enorme. Mi objetivo personal es luchar cada día para estar a la altura y ganarme su confianza, con la esperanza de que nuestro trabajo crezca año a año y nuestra música refleje la manera que tenemos de inspirarnos y retarnos mutuamente.
por Lucas Quirós *
* traducción de David Rodríguez Cerdán
www.orquestadenavarra.es
www.perryso.com
Foto: “Uno de mis objetivos primordiales es forjarnos una personalidad fuerte y distintiva; un tipo de equilibrio entre la programación de obras nuevas y desconocidas y el repertorio central”, afirma el Director Titular de la Orquesta Sinfónica de Navarra, Perry So.
Crédito: © Iñaki Zaldua