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Pedro Bartolomé

Fidelidad en la dirección de orquesta

Mayo 2020

Parece cada vez encaminar sus pasos más hacia el género lírico, ¿puede hablarnos de sus últimas experiencias en este terreno?

La verdad es que últimamente mucho del repertorio que dirijo sí que está enfocado a este género, es un repertorio que me apasiona desde el primer minuto que cojo la obra para estudiarla, aunque el mundo sinfónico también me entusiasma y forma parte de mis conciertos dentro de cada temporada. En el último año he tenido el placer de poder formar parte de las temporadas de ópera, tanto de las Palmas de Gran Canaria, de Bilbao o incluso en Europa, en Lieja e Italia. En el campo de la zarzuela, cumplí con uno de mis sueños que es haber dirigido La verbena de la Paloma.

Pero además es un estudioso… ¿Para conocer realmente a un compositor es necesario conocer toda su obra al completo?

Para un director de orquesta es básico conocer el contexto de las obras que dirige. Al abordar una nueva obra, el estudio de una partitura debe comenzar adentrándose en el mundo del compositor, su vida, su entorno y todo lo que sucedía en su época. Todo esto te da un posicionamiento inicial para crear un marco en el que poder entender la obra con mayor profundidad y sacar el máximo partido a la hora de interpretarla.

¿Qué virtudes cree que definirían a Pedro Bartolomé como director?

Los directores de orquesta creamos un sonido y le damos dirección. Esa es la máxima que me han inculcado mis maestros de dirección y es en lo que creo. Para ello, es importante acertar con la energía que requiere cada momento, conectar con la orquesta a través de la técnica de la dirección y conocer a fondo la música que tienes entre manos. Lo que me gusta transmitir en mis interpretaciones es una idea fiel a lo que el compositor ha plasmado en su partitura. Siempre hay lugar para la flexibilidad en algunos momentos, pero desde un estudio minucioso de la obra y con respeto a las ideas plasmadas por su creador.

Usted dirige la Joven Orquesta Sinfónica de Burgos e imparte clases magistrales de dirección en diferentes centros… ¿Qué opina de la educación musical actual en nuestro país?

Realmente creo que la educación musical debería tener una mayor importancia en el currículo educativo. Desgraciadamente, las artes cada día están perdiendo más peso en la educación y eso es grave error. La formación en las artes debe ser básica en cualquier sistema educativo, como se demuestra en países de nuestro entorno que sí que estimulan estas áreas y luego se refleja en su sociedad.

¿Quiénes diría que son sus principales referentes y por qué?

Los dos maestros que más han influido en mí como director han sido Miguel Romea y Andrés Salado. Sin lugar a duda, tras conocerlos cambió radicalmente mi visión sobre el mundo de la dirección. Miguel Romea me ha proporcionado todas las herramientas necesarias para defender mis ideas musicales al frente de una orquesta y Andrés Salado ha sacado mi mejor versión en las relaciones humanas, tan importantes cuando trabajas con colectivos de muchas personas. Dentro del mundo de la ópera, también tengo la suerte de haber conocido a dos grandes personas y directores que me han marcado el camino, como son Francesco I. Ciampa y Ricardo Frizza.

¿Cómo le ha afectado la pandemia del Coronavirus?

El periodo que nos está tocando vivir en estos momentos es terrible. La cantidad de vidas humanas que se están perdiendo a nivel mundial ha hecho que el planeta entero se haya detenido, con todas las consecuencias que está ocasionando. En el apartado laboral, muchos conciertos se nos han cancelado, como alguno que teníamos previsto para conmemorar el VIII Centenario de la Catedral de Burgos. Esperemos que pronto podamos volver a los escenarios y celebrar con mucha música eventos tan especiales como este.

Hablando del aniversario de la Catedral de Burgos, en sus programas suele introducir piezas recuperadas del patrimonio histórico, ¿qué cree que aporta esta investigación musicológica a su repertorio?

Cuando eres burgalés y te toca por suerte conmemorar un acontecimiento tan especial como es este, intentas poner todo lo que está a tu alcance para resaltar el valor cultural que ha tenido tal monumento histórico. Sumergirse en el archivo de la Catedral de Burgos y bucear por toda la música compuesta a lo largo de la historia es algo fascinante. Estudiar esas obras, volver a sacarlas a la luz, conseguir que se pueda escuchar lo que se interpretaba en aquellas épocas es algo mágico. El público lo acoge con mucho cariño y especial interés. Es algo de lo que sentirse muy orgulloso.

¿Cómo cree usted que afectará al futuro de la música clásica esta situación?

Seguramente tendremos que esperar mucho tiempo para volver a vivir situaciones cotidianas. Asistir a un concierto en una sala con 1500 espectadores desgraciadamente va a tener que esperar y los artistas no podemos dejar pasar tanto tiempo. Afortunadamente se están haciendo muchas cosas a través de Internet y se está llegando a públicos que antes no se llegaba. Las redes sociales están ayudando a difundir en gran medida muchas manifestaciones culturales que hacen que como sociedad sigamos conectados. Como en toda ocasión excepcional, tenemos que buscar medidas excepcionales y eso pasa por reinventarse.

¿Cuáles son los planes de futuro de Pedro Bartolomé, con permiso del coronavirus?

El resto de temporada que nos quedaba ha sido totalmente cancelada. Solo queda esperar a ver la situación con la que empezamos la 20-21. Tengo buenas sensaciones en cuanto a conciertos y óperas con orquestas españolas y extranjeras. Esperemos que se puedan llevar a cabo para seguir difundiendo nuestra música, la música de todos.

por Blanca Gallego

www.pedrobartolome.com

Foto: El director de orquesta Pedro Bartolomé.

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