En la señorial Turín, la ciudad abrazada por el río Po y rodeada por los Alpes, y en su vecina Milán, la ciudad más cosmopolita de Italia, celebró su décimo aniversario el festival MITO SettembreMusica, del 2 al 22 de septiembre, con renovada identidad musical y más de un centenar de conciertos (80 en cada ciudad).
Un festival temático renovado
El nuevo equipo de dirección del festival, presidido por la milanesa Anna Gastel, historiadora y sobrina de Luchino Visconti, y su director artístico, Nicola Campogrande (Torino, 1969), uno de los compositores italianos más interesantes de la nueva generación, decidieron darle este año un nuevo impulso al festival. “Cuando imaginé un nuevo MITO SettembreMusica con el deseo de dedicar el festival exclusivamente a la música clásica, -nos explica Nicola Campogrande-, pensé en dos tipos de público: los que acuden periódicamente a los conciertos y aquellos que nunca han ido a una sala de conciertos. Quería ofrecer algo distinto, algo que renovase la experiencia como oyentes para aquellos que regularmente acuden a los conciertos y, al mismo tiempo, derribar barreras para aquellos que no lo hacen. Esa es la razón por la que pensé en un festival temático, donde cada evento es ad hoc, y está pensado para una audiencia a la que, a veces, también se invita a participar. Por eso el lema de este año es Padri e figli (padres e hijos), porque creo que encaja con la idea de un festival que ya tiene detrás una historia, pero que se abre a la innovación, enriquecido con la mejor música de los compositores vivos”.
Y, efectivamente, MITO ha sido este año una invitación para que todos pudieran disfrutar de la música clásica, incluidos los más pequeños. Gentes de todas las edades participaron en el MITO open singing el pasado 10 de septiembre en Milán y al día siguiente en Turín. Treinta coros procedentes de toda Italia, y más de un millar de coristi, cantaron con el público en la Piazza del Duomo di Milano y en la Piazza San Carlo di Torino, bajo la batuta del director Michael Gohl y el apoyo del Coro Giovanile Italiano, que actuó cono coro guía. Además, tal y como nos comentó la presidenta Anna Gastel: “En esta ocasión, se redujeron los precios de las entradas para facilitar la accesibilidad a las salas de conciertos, y se prestó especial atención a los habitantes de las áreas periféricas, que pudieron disfrutar de un concierto gratis cada tarde, en ocasiones con los mismos artistas presentes en las grandes salas de conciertos”.
Otra novedad de esta décima edición del MITO fue la introducción previa a la escucha de los musicólogos Stefano Catucci en Turín y Gaia Varon en Milán. Durante las dos primeras veladas del festival, el público dispuso de una guía de audición, realizada por Fabrizio Festa (Nicola Campogrande, La Mer) que se visualizaba en el display que se usa para los subtítulos operísticos.
Originales programas, específicamente diseñados para el festival e idénticos en ambas ciudades, con un arco temporal que recorre más de 800 años de música, en muchas ocasiones rompiendo la barrera de los géneros, donde las nuevas composiciones emergieron entre el repertorio barroco, y Richard Strauss dejó espacio a las bandas sonoras de Hollywood y al repertorio contemporáneo, fueron la tónica dominante del festival, que en esta edición estuvo dedicada a Giorgio Balmas, Assessore per la Cultura (1975-1985) y fundador del original Settembre Musica en los años 70.
La gala inaugural de esta décima edición del festival MITO tuvo lugar el día 2 de septiembre en el que fue teatro de la corte de Saboya: el renovado Teatro Regio di Torino. Ocho minutos de entusiastas aplausos para la batuta de Gianandrea Noseda y la Orquesta Sinfónica de Londres que, por primera vez en Italia, estrenó cinco Preludios del II libro de Debussy, transformados en “bocetos” sinfónicos, gracias a la fantasía tímbrica de Nikos Christodoulou, presente en la sala. Aunque, sin duda, lo mejor de la velada inaugural fue la Sinfonía n. 2 de Rachmaninov, que nos permitió apreciar la particular sonoridad de la LSO y su excelente sección de cuerda, a pesar de la mala acústica de la sala. Ante la insistencia del público, ferviente admirador del director italiano (es el director musical del Regio desde el 2007), Noseda, ya sin partitura, y con auténtico entusiasmo, regaló a su público dos populares bises: Trepak, la famosa danza rusa del Cascanueces de Tchaikovsky y la Danza Húngara n. 5 de de Brahms.
Otro de los conciertos a destacar fue, sin duda, el original concierto de la Academia Montis Regalis, “Casa Bach”, con música de Bach y sus hijos Carl Philipp Emanuel, Wilhelm Friedemann y Johann Christoph Friedrich, que se celebró en el escenario circular del Piccolo Teatro Studio Melato de Milán y en el Conservatorio de Turín. Además, en la edición de este año, se dieron cita destacados solistas y ensembles de la escena internacional como Gabriela Montero, Diego Matheuz con la Orchestra del Teatro Regio di Torino, Riccardo Chailly con la Filarmonica della Scala y Beatrice Rana, Mario Brunello, la Orchestra Sinfonica Nazionale della RAI, la Capella Napolitana o el Ghislieri Choir&Consort. La conocida como “diva del siglo XXI”, la soprano y directora Barbara Hannigan, al frente de su Orchestra Ludwig, llenó la Sala Verdi del Conservatorio di Musica “Giuseppe Verdi” di Milano y el original Auditorium Giovanni Agnelli-Lingotto, con un ecléctico programa dedicado a Debussy (Syrinx), Sibelius (Luonnotar), Fauré (Pelléas et Mélisande), la Suite de Lulu de Alban Berg, y entusiasmó al público con su interpretación de Girl Crazy Suite de George Gershwin.
http://www.mitosettembremusica.it
Por: Lorena Jiménez
Foto: La conocida como “diva del siglo XXI”, la soprano y directora Barbara Hannigan, al frente de su Orchestra Ludwig.
Acreditación: Gianluca Platania