Michael Fabiano vuela alto, no solo por su afición a volar y a los aviones, “es mi gran pasión”, afirma, sino por su momento artístico, requerido por los teatros más importantes del mundo (acaba de “llorar” la muerte de Mimì como Rodolfo en La Bohème en el Metropolitan de Nueva York). Este mes de marzo recala en el Palau de les Arts de Valencia para interpretar en escena a Corrado, de Il Corsaro de Verdi, ópera poco programada y que será una excelente oportunidad para comprobar la afinidad de Fabiano con el compositor italiano. Asiduo y enamorado de España, cantó recientemente en Bilbao a Des Griex de Manon y algunos lo recuerdan por aquel joven tenor que compartió escenario con Plácido Domingo en I Due Foscari de Verdi en el Teatro Real, después de haber actuado en Cyrano de Bergerac en la temporada 2011-12 del coliseo madrileño.
¿Qué opinión le merece estilísticamente Il Corsaro, tratándose de una obra bisagra entre el Verdi más romántico y el Verdi más maduro de la etapa posterior?
Primero, en mi opinión, en lugar de dos, Verdi tiene tres periodos de composición. Il Corsaro surge al final del primer periodo. Estrenada en 1848, no es una fecha temprana pero tampoco tardía en la producción del compositor. En esta ópera comienza a explorar al ser humano, del mismo modo que lo hace en La Traviata, Luisa Miller y posteriormente en Un ballo in maschera. En “Eccomi prigioniero!”, como usted sabe un aria de Il Corsaro, hay cambios tonales y armónicos muy avanzados, no sigue la estructura de las primeras óperas con la tradicional forma de “aria-duetto” y finales, dando mayor importancia, en cambio, a la melodía. ¡Realmente adoro esta música! Las dos arias de Corrado son muy agradecidas para el tenor.
¿Cómo ve el personaje de Corrado en Il Corsaro? ¿Qué características tiene tanto desde el punto de vista vocal como dramáticas?
Es un papel muy lírico y, desde el punto de vista argumental, es muy creíble. La primera aria es importante, más bien grande, quiero decir, con su cabaletta, que le imprime velocidad y “agresividad”. Son arias para un tenor “líder”, en las que el ímpetu escrito, como ocurre en I Lombardi, es muy avasallador.
¿Desde que lo debutó en Washington hace unas temporadas, cómo ha evolucionado su visión del personaje al interpretar otros roles verdianos?
Verdi es el compositor más natural para mi voz, para mí. Evoluciona del mismo modo como lo hacen otros papeles que he hecho en escena, como Luisa Miller (Rodolfo) o Don Carlo. De hecho, este Corrado supone mi noveno Verdi en escena.
¿Es Corrado su favorito de los personajes verdianos?
No sabría decirle… Cada personaje de cada ópera tiene sus propias y maravillosas cualidades. En esta ópera encontramos momentos mágicos, como cuando Corrado se encuentra con Gulnara, la esclava; en este momento de canto juntos se siente el éxtasis. Como en mi querida primera cabaletta; en realidad no podría escoger un único rol verdiano favorito, pero al estar inmerso ahora en Corrado me siento muy cercano a él.
Últimamente se ha prodigado por España; ha cantado Des Grieux en Bilbao y debutará en marzo en Les Arts de Valencia con Il Corsaro. ¿Cómo se siente en nuestro país? ¿Le gusta?
Habría que estar loco para que a uno no le guste España… El público es muy apasionado y sabe de repertorio. Es uno de los países en los que me siento más a gusto en un escenario y donde más me gusta cantar.
Además de Verdi y Puccini, cuyas óperas usted canta a menudo y parecen escritas para su voz, ¿qué otros repertorios le interesan? ¿Hacia dónde cree que podrá evolucionar?
Tengo también mucha inclinación por el repertorio ruso, por ejemplo con Eugene Onegin, del que ya he cantado el personaje de Lensky. También adoro Massenet, especialmente su ópera Manon. Y claro, el personaje de Hoffmann es uno de los pilares de la ópera francesa, que también incluyo, por supuesto. Es decir, además de mis papeles italianos, en mi repertorio están los que comprenden la opera rusa y francesa.
Usted canta mucho en Estados Unidos pero también en Europa. ¿Qué diferencias, ventajas o inconvenientes encuentra entre el mercado operístico norteamericano y el europeo?
La gran diferencia entre ambas es el sistema de gestión. En Estados Unidos son las fundaciones privadas las que gestionan los espectáculos operísticos, mientras que en Europa son los gobiernos y algunas instituciones aisladas las que los gestionan. En Estados Unidos el consejo asesor lógicamente interviene en la programación, pero al final, en definitiva, para mí no hay grandes diferencias.
¿Algún cantante del pasado o del presente?
Me gustan muchos cantantes de otras épocas, especialmente de los años treinta y cuarenta del siglo pasado. Pero mi referencia es Neil Shicoff, que es mi maestro. Franco Corelli ha sido, para mí, uno de los grandes, del mismo modo que José Carreras y Plácido Domingo son nombres incuestionables en mi “lista”. También tengo en estima y aprendo de cantantes de otras cuerdas, como sopranos o barítonos. Si le soy sincero, no quiero destacar a uno solo.
Soy seguidor suyo en sus redes sociales, en las que se muestra muy activo. ¿Qué opina de las redes? ¿En qué medida influyen en su día a día? ¿Son importantes para un cantante?
Es esencial. Porque es el sistema para que uno, dos o tres millones de aficionados y seguidores sepan lo que estás haciendo en ese momento, dónde estás cantando y en qué teatro estás actuando. Es una manera relativamente sencilla de mostrar lo mejor de tu carrera a tus seguidores. Y la información que se dirige está, en mi caso, avalada, porque yo mismo estoy detrás de ella.
“Aspetti, signorina, le dirò con due parole, chi son, che faccio e come vivo…” Estas palabras las tiene muy frescas ya que acaba de cantar el Rodolfo de La Bohème en el Met de Nueva York, podría “Rodolfo Fabiano” decirnos “con due parole” quién es?
(Risas). “Non sono un poeta…”, no son dos palabras suficientes para expresarme… Yo soy el capitán, soy un comandante. Soy el capitán de mi vida y de mi destino; soy el capitán de mi barco y de mi avión, que como sabe es mi gran pasión, volar, volar alto… Soy el capitán de mi carrera.
Il capitano del canto, gracias por su tiempo.
http://michaelfabianotenor.com/
por Gonzalo Pérez Chamorro
Foto: Michael Fabiano
Crédito: Jiyang Chen