El violinista Manrico Padovani ha grabado para Ars Produktion los Conciertos ns. 1 y 2 de Paganini, así como su Sonata con variaciones sobre un tema de Joseph Weigl.
¿Se sigue viendo a Paganini como un virtuoso romántico, o su figura puede considerarse más la de un importante compositor que la de un magnético intérprete demoníaco?
La figura de Paganini siempre ha estado ligada a su papel como un cambio en la historia de la música instrumental. Con su impresionante violinismo y su vida aventurera, a quien se debe que la gente hablara mucho de él y que estuviera continuamente en el centro de la atención mediática de la época, que se promovía a través de la prensa, cada vez más importante entonces. Paganini siempre estaba en busca de nuevos efectos, creando una nueva forma de tocar el instrumento, introduciendo sonidos armónicos, simples y dobles, arpegios y pizzicati también como acompañamiento de una melodía hecha con el arco (inspirado en la guitarra, instrumento que tocaba muy bien), efectos con el arco lanzado, sonidos estridentes, etc. En resumen, con el objetivo de sorprender, creó una forma de tocar nunca antes escuchada. Y su forma de componer está indisolublemente ligada al belcanto y a la ópera italiana. Sus temas cantabile y los tiempos lentos de sus Conciertos son arias conmovedoras, como si fuera una soprano quien las cantara, melodías maravillosas e inmediatamente comprensibles. La esencia de Paganini como compositor reside en este cantabile y, aunque su aspecto demoníaco sigue siendo predominante, esta capacidad compositiva suya es cada vez más relevante.
¿Qué diferencias hay entre los Conciertos de Paganini y los de su época?
Las diferencias sustanciales se deben a que utilizó el violín en un intento de sorprender al público. Así que el aspecto técnico, con todos los nuevos efectos, era la diferencia más evidente. Fue quizás el único instrumentista que volvió a la forma operística de componer. De hecho, en sus Conciertos nunca encontramos como parte central un desarrollo de los temas como se entendía más al norte por otros compositores, sino que creaba un nuevo episodio musical, una especie de cambio de escena, que no estaba relacionado en absoluto con los temas expuestos hasta ese momento de la composición, enfatizando en estos momentos musicales el aspecto demoníaco de su violinismo. En sus Conciertos ns. 1 y 2, este aspecto es muy evidente.
¿Cuáles son sus principales retos a la hora de interpretar Conciertos de Paganini?
Sobre todo, tener la energía necesaria para expresar toda la pasión que desprenden estas obras. Presentarme con el objetivo de triunfar sólo en el aspecto técnico tocando para no cometer errores no me basta. Intento crear una magia en la interpretación, tratando de "sentir profunda y apasionadamente" lo que toco. Creo que éste es el verdadero ingrediente secreto que hace grande una interpretación en público.
En la grabación toca con tres orquestas diferentes... ¿Juega la orquesta un papel menor respecto al violín en estos Conciertos?
El hecho de que me acompañaran tres orquestas diferentes es pura coincidencia, ya que fueron tres conciertos en vivo diferentes. La orquestación en las obras de Paganini tiene el rol de un acompañamiento discreto mientras toca el solista. Y en los interludios, permite al solista descansar un momento. Un discurso musical en el que el violín acompaña con ornamentos un tema expuesto por la orquesta, como ocurre ampliamente en el Concierto de Beethoven y ocurrirá en el Romanticismo tardío, en las composiciones de Paganini es algo absolutamente raro. Sin embargo, será utilizado por Paganini en sus últimos Conciertos, especialmente hacia el final del tercer movimiento, con un efecto de acompañamiento en arpegios que será copiado y utilizado por Mendelssohn en su Concierto Op. 64
El CD contiene una de las muchas obras con variaciones escritas por Paganini. ¿Cómo es la Sonata con variaciones sobre un tema de Joseph Weigl?
Paganini tenía mucha imaginación y uno de sus mayores dones era poder variar los temas que elegía de forma muy creativa, a menudo incluso improvisando. Esto también le causó problemas, como en Turín en 1818, cuando después de un concierto, un embajador, a petición del Rey, pidió a Paganini que repitiera una composición que acababa de tocar improvisando y que al Rey le gustaba especialmente. Habiéndola improvisado, y quizás no de forma especialmente diplomática, Paganini respondió que no podía repetirla, precisamente porque era improvisada. El embajador se limitó a decirle al Rey "Paganini no repite", creando la mítica frase. Este hecho le costó a Paganini la cancelación de dos conciertos y la prohibición de dar más conciertos en Turín ese año. Volviendo a la capacidad de Paganini para variar los temas musicales, piénsese que en sus Variazioni Barucabà escribió nada menos que 60 variaciones sobre un tema bastante simple. En comparación, Bach, aunque musicalmente en otra dimensión, sólo escribió 30 en sus Variaciones Goldberg, mientras que Beethoven compuso 33 en sus Variaciones Diabelli. Y sobre su pregunta, las variaciones sobre el famoso tema del aria “Pria ch'io l'impegno” de la exitosa ópera L'amor marinaro ossia il Corsaro de Joseph Weigl también fueron variadas por Beethoven en su Trío “Gassenhauer” Op. 11. Esta composición extremadamente positiva y alegre es introducida por un movimiento enteramente a dos cuerdas que conduce al tema y a cinco variaciones absolutamente espectaculares. Lo que más me fascina es la alegría que desprende de principio a fin. Entre las grandes composiciones de Paganini, ésta es curiosamente poco conocida y, aparte de una versión de estudio de 1975, ésta es la primera grabación en directo existente y la primera en este segundo milenio. Y eso me enorgullece especialmente.
por Blanca Gallego
www.manricopadovani.com
Foto: En su última grabación, el violinista Manrico Padovani despliega su arte en tres obras de Paganini.