Ferran Adrià es a la cocina o Pablo Berger es al cine lo que Juanjo Guillem a la percusión. No en vano, Guillem pertenece a esa generación de músicos españoles que, amparados por una sólida formación, son el máximo exponente de la modernidad. Profesor de la Orquesta Nacional de España desde 1999, desarrolla paralelamente una reconocida actividad como solista, pedagogo, compositor y organizador, sin olvidar la interesante labor que lleva desarrollando durante años con Juanjo Rubio y Rafa Gálvez en el grupo Neopercusión con el que abordan obras maestras indiscutibles.
Nos encontramos con Juanjo Guillem en el aula donde estudia en el Auditorio Nacional rodeado de tambores, marimbas y campanas… Se encuentra preparando el Concierto para percusión y orquesta, de Friedrich Cerha, que tocará los próximos 12, 13 y 14 de abril, dentro del programa Carta Blanca. Se siente afortunado de “poder tocar con la Orquesta Nacional mi tercer concierto de solista en los trece años que llevo en esta agrupación. Es un dato muy positivo, ya que las tres obras han sido estrenos en España. Primero fue el Water concierto, de Tan Dun y después La hora del alma para percusión y mezzosoprano, de Gubaidulina. Los conciertos que he tocado con diversas orquestas han tenido un gran éxito no sólo entre la crítica sino también entre el público, lo que demuestra que la gente está abierta a conocer músicas nuevas, sin embargo, a la percusión en España le queda un largo camino por recorrer. Tengo en cartera una larga lista de conciertos de grandes compositores que quisiera estrenar pero las instituciones son todavía un poco reticentes y les cuesta programarlos. Me encantaría que las orquestas pudieran programar más de un concierto de percusión cada 5 ó 6 años, eso facilitaría el conocimiento de nuestro instrumento por el gran público y estoy seguro que redundaría en una mayor asistencia a los conciertos”.
Juanjo Guillem lleva años reivindicando la percusión en España. “El problema es que a día de hoy la percusión, que ha evolucionado tímbricamente muchísimo durante el siglo XX, que tiene su técnica específica y que posee un repertorio propio riquísimo, es una de las disciplinas más desconocidas. Se necesita que llegue a un gran número de audiencias, a las grandes salas de conciertos, a los festivales más relevantes. Los percusionistas somos unos músicos con formación clásica que podemos tocar todo tipo de músicas, clásica, contemporánea, étnica, improvisación. No se trata de ponerle etiquetas a la música, sino de facilitar a los jóvenes el acceso al repertorio clásico con programas innovadores que atraígan su curiosidad, pues el público actual que viene a nuestros auditorios a escuchar esas maravillosas obras de arte de Beethoven o Malher se va a perder en unos pocos años como no se le ofrezca otras alternativas. Hay que abrirse a lo actual sin ser elitistas, ahora es el momento de ser más innovadores y ahí tenemos que estar todos, músicos, programadores, gestores, editores, etc”.
Y aunque siempre ha valorado muy positivamente la oportunidad de haber encontrado en España salidas profesionales a su vocación, “a día de hoy los músicos españoles no somos profetas en nuestra tierra, aun cuando formamos parte de una generacióncuya notoriedad y repercusión internacional no tiene precedentes en este país. Con 20 años me fui a estudiar a Francia donde me ofrecieron tocar con los percusionistas de Estrasburgo y rechacé esta oferta, como hice con otras años después en Manchester y en diversas partes de Europa porque quería desarrollar mis proyectos en mi país”. Y a pesar de lo que ha evolucionado la vida musical española en los últimos 30 años, “los artistas extranjeros siguen contando con el apoyo que se nos niega a los músicos españoles y no da la impresión de que haya una industria cultural que pueda conseguir que los españoles tengamos proyección internacional y las excepciones confirman la regla”.
Juanjo Guillem es, ante todo, un músico comprometido con el tiempo que le ha tocado vivir. Su forma tan personal de hacer música no es más que el resultado de una mentalidad abierta, que se guía por su gran curiosidad por descubrir nuevos repertorios y los más innovadores lenguajes. Ese es también el germen de Neopercusión, “con el que Rafa Gálvez y yo procuramos ofrecer proyectos innovadores y de altísima calidad artística. Cada año presentamos al público obras ya míticas del legado musical del siglo XX que hasta ahora no se habían interpretado en España, como Musik Im Bauch (1975), de Stockhausen, Exótica (1972), de Kagel, o Triangle Carre (1982), de Aperghis”. También contribuyen a la ampliación del repertorio, “pues son muchos los compositores que nos dedican sus nuevas creaciones”.
Desde el año 2008, Neopercusión es grupo residente del madrileño Distrito de Chamberí. En el Teatro Galileo y en otros espacios desarrolla dos interesantes ciclos de conciertos anuales: Konekt@rte Sonoro y Ritmo Vital. “Konekt@rte es un ciclo muy ecléctico que se celebra entre mayo y julio. En la próxima edición contaremos con Raquel Andueza, con la que ofreceremos una obra estreno en España de G. Crumb y un estreno absoluto de A. Carretero. En el segundo concierto tocaremos obras de Reich y Cage, entre otros, en espacios insólitos de Chamberí, en una jornada que finalizaremos en el patio del Centro Cultural Galileo con una obra de John L. Adams. Y la tercera cita será un concierto de jazz, en la Plaza del Carmen de Chamartín”.
Después vendrá Ritmo Vital, “que es un ciclo cuyo eje es la música para percusión y que se desarrolla entre los meses de octubre, noviembre y diciembre. Nuestras propuestas no se reducen a una sesión de música en directo al uso, sino que se transforman en todo un espectáculo de fusión de géneros y estilos musicales”.
Y esto no es todo porque “el 24 de abril, en el Auditorio Nacional, dentro del ciclo Series 20/21 del Centro Nacional de Difusión Musical, presentamos con el trompetista Markus Stockhausen, el programa ‘Música intuitiva’, que va más allá de la imporvisación ya que se trata realmente de crear música en el mismo instante de su ejecución; un nuevo paso en nuestra trayectoria artística. En julio grabamos, en el Auditorio de Zaragoza, la obra de R. Humet Interludis meditatius para Shakuhachi y 4 percusionistas, con el sello Neu Records, con Kaoru Kakizakai como solista. Y tenemos en proyecto dos grabaciones más, un monográfico dedicado a Jesús Torres, y otro CD que incluirá piezas escritas para nosotros de Verdú, Torres, Humet y Carretero”.
Más información: www.neopercusion.es
Elena Trujillo Hervás