Con motivo de su grabación para el sello Naxos de un monográfico dedicado a Robert Schumann, música con la que ha pasado horas y horas de estudio y profundización hasta llegar a plasmarla al disco, el pianista Juan Carlos Rodríguez se adentró en el tormentoso mundo del compositor alemán, transfigurándose a ratos en Florestán y a ratos en Eusebius, los dos estados emocionales del autor del Carnaval y la Kreisleriana. En RITMO tenemos la oportunidad de conocer a un pianista puntero de su generación, llamado a representar a España en los próximos envites, discográficos y concertísticos, que le aguardan. Desde esta revista iremos contando paso a paso, con la fuerza de Florestán y la reflexión de Eusebius, las experiencias de este formidable pianista.
Cuando la última nota de la Sonata Op. 1 de Alban Berg se desvanece en el aire, tras diez minutos de vendaval poético, el pianista Juan Carlos Rodríguez alza la vista, se despoja del espíritu de Berg que le ha poseído durante la interpretación de la Sonata y recibe los apasionados aplausos del público, que le ha estado escuchando absorto en una música que Juan Carlos, como muchas otras, ha hecho suya en el escenario. Así son las interpretaciones de este pianista gaditano, uno de los grandes talentos pianísticos de su generación. Apasionado defensor de toda la música, desde la música pianística, por “deformación profesional”, a la música barroca con instrumentos originales, de la que se declara “un coleccionista de todo lo barroco y especialmente de los compositores menos frecuentados, ¿ha escuchado el maravilloso Mondonville de Minkowski?...”, el arte de Rodríguez abarca desde las obras de Bach hasta el piano de nuestros días.
Este pianista, nacido en Cádiz, ha sido alumno de Pilar Bilbao, quien le transmitió, entre muchos valores y conocimientos, su amor por Claudio Arrau: “no solo por su nivel técnico, especialmente Arrau me fascina por la comprensión que hace de la música, por ejemplo Brahms o Beethoven, cuando se los escuchas, da la sensación que ha sido Arrau el propio compositor de lo que está tocando; ha sido el pianista más completo en todos los aspectos”. Así mismo, Juan Carlos Rodríguez ha recibido valiosos consejos de eminentes músicos de renombre internacional, tales como Hans Graf, Brétislav Novotny, Edith Fischer o Solomon Mikowsky. Como casi todos los músicos y pianistas de su generación, Juan Carlos ha tenido su etapa de concursante internacional, que le ha provocado tener una estantería similar a la de Rafa Nadal, acumulando premios y galardones internacionales, como los Premios en los Internacionales de “Les Corts” (Barcelona), “Ciudad de San Sebastián”, “Ciutat de Carlet” (Valencia) o el Premio de Interpretación Musical del Palau de la Música Catalana (Barcelona). Ha ofrecido diversos recitales por España, Portugal, Francia, Alemania, Suiza e Italia, con presentaciones en el Auditorio Kursaal de San Sebastián, Fundación “Juan March” en Madrid, Auditorio de Ibercaja en Zaragoza, Palacio de Festivales y Congresos de Cantabria, Universidad de Deusto en Bilbao, Palau de la Música de Valencia, Palau de la Música de Barcelona, Fundación "Paul Hindemith" en Blonay (Suiza) o Gewandhaus Leipzig, entre otras.
Schumann en Naxos
Admirador de pianistas contemporáneos como Kissin, Volodos o “el maravilloso estilo beethoveniano de Rudolf Buchbinder”, Juan Carlos ha iniciado una colaboración con el sello Naxos, donde acaba de grabar un monográfico Schumann que nos recuerda a aquellos rebuscados y originales programas de Sviatoslav Richter. “Una vez analizadas las propuestas de Naxos, decidí decantarme por el disco dedicado a Schumann, no sólo por la relación que he tenido con este compositor desde muy niño y adolescente (recuerdo un recital que ofrecí con 14 años en el que interprete su Kreisleriana Op. 16). Este disco presenta, en mi opinión, un contenido bastante original, elaborado por obras de Schumann escritas durante periodos de gran madurez. No obstante, aunque no constituyen piezas de su repertorio más conocido, aportan una visión muy interesante sobre la concepción que tenía este compositor de la música para piano, desde las Marchas Op. 76, con su esencia rítmica contrastada con partes realmente líricas, hasta las Fugas Op. 72, donde podemos apreciar la enorme maestría que poseía el autor para desarrollar esta forma musical. En este sentido, estas Fugas parecen presentarse como un homenaje a Bach (del cual recomendaba la interpretación de su Clave Bien Temperado a diario) y, al mismo tiempo, presentan un sello personal que las definen como obras auténticamente schumannianas. En ningún momento constituyen un simple ejercicio formal, sino una manera diferente de concebirlas”.
Juan Carlos Rodríguez ha realizado grabaciones para Radio Clásica de Radio Nacional de España, Catalunya Música y Radio Suisse Romande, actuando en la Quincena Musical de San Sebastián, Festival Internacional de Música de Saint Legger (Suiza) o en el Festival Internacional de Música de Canarias. Igualmente ha ofrecido clases magistrales en los Cursos Internacionales de Música de Tenerife, Universidad Internacional de Andalucía y Curso Internacional de Música de Vitoria-Gasteiz. Entre sus proyectos más inminentes, cabe destacar varios recitales en Viena, en la Embajada de España, así como en el Instituto Cervantes, y una gira de conciertos en China, que le llevará hasta Pekín, Tianjin, Shanghai o Nanning, y otra gira por Japón, donde actuará en Tokyo, Nagoya y Osaka. También hará su debut en una de las salas con mejor acústica de Europa, la Philharmonie de Colonia, con un recital dedicado a Robert Schumann, donde tendrá que hilar bien fino, ya que esta ciudad renana es plaza fuerte schumanniana.
Otros proyectos discográficos
Este proyecto discográfico con Naxos ha encontrado vías paralelas en otros dos sellos de reconocido prestigio, como Capriccio y Nightingale Classics. En el primero, Juan Carlos realizará en Viena una grabación, junto a la soprano Arantza Ezenarro, con obras de compositores vascos, donde añadirá una selección de preludios vascos para piano. También en Capriccio, y cómo no podía ser menos para un gaditano que reside en Granada, grabará la integral de la obra para piano de Manuel de Falla. Hasta ahora Juan Carlos mantiene el mismo periplo de su paisano y admirado Falla, de Cádiz a Granada, esperemos que el siguiente paso no sea marcharse a la Argentina… En el sello Nightingale Classics, junto al afamado cellista Friedrich Kleinhapl, grabará un recital de obras para cello y piano.
Novedad discográfica
BEETHOVEN: Sonata Op. 111.
FALLA: Cuatro Piezas Españolas.
ALBÉNIZ: El Albaicín.
Juan Carlos Rodríguez, piano.
Solfa, SR1112090
Este disco se puede entender, dada la mezcla de estilos, como las dos pasiones de Juan Carlos Rodríguez. Por una parte Beethoven y todo lo que significa, incluyendo la gran música europea (como es el Schumann que ha grabado en Naxos) y, por otra, la música española, necesariamente muy dentro del pianista, que desde muy pequeño ha ido con ella, voluntaria o involuntariamente, de clase en clase, de pasillo en pasillo, escuchándola en los conservatorios españoles, como todos los pianistas que se han formado en este país. Ahora bien, ofrecer una interpretación como esta, de la Op. 111 de Beethoven, no está al alcance de cualquier pianista. Alejada de extrañas metafísicas, en especial en la Arietta, donde el pianista gaditano la enlaza con el aire suelto y fresco de las Diabelli, sorprende la constante energía y los bellos detalles de acentuación (trinos en la parte fugada del Allegro con brio). Hay que cambiar de registro para escuchar a Falla, que Rodríguez lo toca como si abriésemos con brío una ventana en una oscura habitación, tal es la luz que desprende su pianismo. Algunos pasajes los toca con tanta naturalidad (Cubana), que se percibe un rastro de humo y de choques de vidrios y líquidos en el ambiente. El Albaicín, para este granadino de adopción, que se habrá perdido por sus callejuelas tantas y tantas veces, es la banda sonora de su ciudad. Sin duda, un disco que merece más atención.
Más información: www.juancarlosrodriguez.es
G.P.C.