“Antonio Caldara & the Cello” es el undécimo disco en la discografía de La Ritirata, conjunto que dirige Josetxu Obregón y que tenían pensado promover en base a una programación de conciertos que se ha visto totalmente cancelada y reprogramada por la situación actual. “La situación está siendo muy difícil, entre unas cosas y otras he tenido cerca de treinta cancelaciones, aparte de las obvias cancelaciones de los meses de marzo, abril y mayo, la mayoría de los grandes festivales europeos han cancelado ya todo lo que había en verano, y en muchos casos posponen la programación entera al año siguiente, con lo cual también estamos sufriendo cancelaciones de conciertos que teníamos previstos para el verano de 2021 que están pasando a 2022 porque en el 2021 tienen que acomodar a los artistas cancelados de este año”, afirma Obregón, que no obstante se siente fascinado por la música de Antonio Caldara (1670-1736), reflejada esta fascinación en este nuevo lanzamiento discográfico sobre el que gira esta entrevista.
Este es vuestro undécimo disco, sin embargo las circunstancias son muy diferentes a las habituales, ¿cómo se vive el lanzamiento de un CD en los días que vivimos?
Es una sensación extraña, porque evidentemente todos tenemos cosas mucho más importantes en la cabeza estos días, pero por otro lado por supuesto es importantísimo continuar con la producción cultural, y concretamente un lanzamiento discográfico, al ser algo que hoy en día se puede disfrutar sin salir de casa, es algo muy positivo estos días. De hecho, inicialmente el disco estaba previsto para lanzarse en mayo, pero todos los lanzamientos de mayo del grupo alemán Note1, a quién pertenece Glossa, se pospusieron a junio en su versión física, si bien en su versión digital se ha estrenado ya (disponible desde el 22 de mayo) como estaba previsto, y ya puede disfrutarse en tiendas de descargas online, así como en plataformas de streaming como Qobuz, Spotify, Amazon Music, Apple Music, etc.
Estaría pensado el lanzamiento para coincidir con los conciertos que estaban programados para esta fecha…
Lo que está siendo radicalmente diferente es lo que acompaña al lanzamiento, si bien la campaña de prensa la estoy haciendo enteramente desde casa sin mayor problema, pero respecto a llevar el disco a los escenarios, ya que como indica en abril y mayo teníamos conciertos en festivales como Arte Sacro de la Comunidad de Madrid, Teatro de la Zarzuela, Filarmónica de Lugo, Música Sacra de Las Rozas, Blockfloetenfesttage Stockstadt, Festival Terras Sem Sombra, etc., y todos ellos se han cancelado o aplazado, lo cual supone que el programa del disco no lo vamos a interpretar en concierto hasta el próximo mes de agosto, donde nuestras primeras actuaciones tras el parón están previstas en la Quincena Musical de San Sebastián y en el Festival Internacional de Santander; siguen en pie de momento. Y desde aquí darles mi enhorabuena a ambos festivales por buscar la manera de seguir adelante, ajustándose a las nuevas circunstancias y potenciando a los artistas de nuestro país, algo que creo se deberá tomar muy en serio de ahora en adelante para ayudar a la recuperación económica del tan castigado sector cultural.
¿Cuáles son tus expectativas para el futuro a ese respecto?
La situación está siendo muy difícil, entre unas cosas y otras he tenido cerca de treinta cancelaciones, aparte de las obvias cancelaciones de los meses de marzo, abril y mayo, la mayoría de los grandes festivales europeos han cancelado ya todo lo que había en verano, y en muchos casos posponen la programación entera al año siguiente, con lo cual también estamos sufriendo cancelaciones de conciertos que teníamos previstos para el verano de 2021 que están pasando a 2022 porque en el 2021 tienen que acomodar a los artistas cancelados de este año... Con lo cual, aunque se considera que esos conciertos se han reprogramado, en realidad se están eliminando una gran cantidad de conciertos potenciales porque se ha pospuesto todo una temporada. Y otras actuaciones ni siquiera se han reprogramado, es más, en algunos casos nos hemos enterado de la cancelación por el público, al que se le ha ofrecido la posibilidad de recuperar el importe de sus entradas antes de habernos avisado a los artistas… Situaciones muy complicadas. Creo que se va a tardar bastante en recuperar el ritmo anterior, y muchas cosas van a cambiar, opino sinceramente que hay que abogar por programar más producto nacional, tenemos artistas de primer nivel en España, y concretamente en el campo de la música antigua vemos no solo grupos con un nivel impresionante aquí, sino que en todas las principales formaciones europeas encontramos muchísimos músicos españoles. Espero que esta crisis nos haga apoyar más lo local en el futuro.
Volviendo al lanzamiento discográfico, ¿por qué ha elegido una vez más a Antonio Caldara?
Se juntaban varios motivos, por un lado su 350 aniversario que celebramos en este 2020 es lo que ha hecho que sea el proyecto elegido para este año, pero la idea ya venía de antes. De hecho, cuando hice The Cello in Spain en 2015, dejé “de lado” a Caldara con vistas a hacer un proyecto más monográfico sobre el compositor y el violoncello, tratándose de un violoncellista que además había trabajado en Barcelona y con una producción tan extensa, pensé que se merecía un disco en sí mismo. Desde entonces le he ido dando vueltas a la idea, y finalmente ha tomado forma en este disco que combina una gran parte instrumental de su producción para violoncello, con el concierto y una selección de entre sus sonatas y ejercicios, completándolo con piezas vocales en las que el papel del violoncello es muy relevante, para lo cual he contado con las estupendas voces de la soprano Eugenia Boix y la mezzo Luciana Mancini, dos artistas con las que he tenido la suerte de colaborar muchas veces en los escenarios, dentro y fuera de La Ritirata, pero que nunca habíamos tenido ocasión de hacer un disco juntos.
¿Cuál fue la importancia del violonchelo en la vida de Antonio Caldara?
Caldara le dedicó algunas de sus mejores páginas a su instrumento, de hecho en las notas al programa hay un prefacio mío en el que hablo del tema, aparte de las piezas instrumentales donde es el único protagonista, comento que nos encontramos, por un lado melodías que han pasado a la historia como un referente absoluto en la escritura para violonchelo obbligato, como “Vicino a un rivoletto” o “Pompe inutili”, hasta ejemplos como la poco conocida cantata Porgete per pietà. Sin dejar de lado la capacidad del violonchelo para acompañar a la voz desde el bajo continuo, para lo cual nos hemos valido como ejemplo del aria “Dolce è pur d’amor l’affanno”.
¿Hay alguna primera grabación mundial, como viene siendo frecuente en sus discos anteriores?
Sí, de hecho esta Porgete per pietà es primera grabación desde un manuscrito conservado en el Royal College of Music londinense, además de ser uno de los poco frecuentes dúos de violín y violonchelo obligados en la producción de Caldara. Y además, los ejercicios que recuperé desde otro manuscrito, en esta ocasión en la Österreichische Nationalbibliothek de Viena, tampoco estaban grabados. De esta manera, además de reunir algunos de los solos míticos para violoncello que ya han sido grabados en otras ocasiones, pues añadimos algo “nuevo” para el oyente especializado en Caldara. Y además hubo como siempre un largo trabajo de preselección y selección, lo cual continuamente ocurre en un disco de estas características, cuando quieres hacer verdadera justicia a la calidad de la escritura de Caldara para el violoncello mostrando lo que realmente es lo mejor de lo mejor de entre su producción.
Además del violonchelo, ¿qué otros instrumentos han tomado parte en la grabación?
Como en otras ocasiones, he tratado de tener un continuo lo más numeroso y variado posible, en el cual he contado con Daniel Oyarzabal al clave y órgano, Daniel Zapico con tiorba y guitarra barroca, Ismael Campanero con violone y contrabajo, Ruth Verona al violoncello y Franziska Fleischanderl con el salterio barroco, un instrumento que era muy habitual en la corte de Viena en la época de Caldara, motivo por el cual, al igual que cuando grabamos nuestro disco dedicado a las óperas cervantinas, he contado con el precioso color del salterio de Franziska para varias piezas del disco. Y aparte del violoncello solista y el continuo, para el concierto y una de las arias, he contado con los violines de Anaïs Chen y Pablo Prieto.
por Blanca Gallego
http://laritirata.com
Foto: Josetxu Obregón, violoncellista y director de La Ritirata.
Crédito: Michal Novak