Joan Valent es un reconocido compositor, director y productor musical, que amplió su formación en música cinematográfica en Los Ángeles. Su carrera abarca composiciones orquestales, bandas sonoras, música para danza y proyectos sinfónicos. Ha colaborado con figuras como Montserrat Caballé y estrellas de la música actual popular. En 2002 fue nominado como Mejor Arreglista en la Sexta Edición de los Premios de la Música, con dos nominaciones a los Goya, Globo de Oro, Premio Gaudí, Premio Phoenix de Cine Iberoamericano, etc. Ha compuesto bandas sonoras para películas de directores como Álex de la Iglesia (Las brujas de Zugarramurdi, El bar) o Alejandro González Iñárritu (Birdman), entre otros. Su estilo combina minimalismo, tradición y modernidad, destacando su capacidad para renovar conceptos clásicos.
Su disco más reciente, el octavo, “Rebirth”, incluye piezas para quinteto de cuerda, piano y electrónica. Es un álbum que marca un momento de introspección y madurez en su carrera. Inspirado en la conexión entre la naturaleza y el ser humano, “Rebirth” combina elementos sinfónicos con una emotividad introspectiva, mostrando a Valent en su forma más personal y creativa, consolidando así su trayectoria como uno de los compositores más versátiles y premiados de España. “Rebirth” está disponible en formato digital y próximamente en formato físico.
¿En qué momento descubrió su vocación por la música clásica y qué fue lo que le inspiró a dedicarse a ella?
A muy temprana edad, ya que mi abuelo materno era guitarrista clásico; por razones de la época no pudo dedicar su vida a lo que era su pasión. Al yo tener apenas cuatro años se percató que mis aptitudes musicales eran especiales, cantando, llevando ritmos fijos con las cacerolas de la cocina o intentando tocar su guitarra.
“Rebirth” evoca un renacer. ¿Qué representa este concepto, tanto personal como artísticamente, y cómo se refleja en las composiciones?
Después de tantos años de carrera como compositor, uno echa la vista atrás y, desde la madurez y la humildad, observa con cariño su trayectoria, su obra, su vida. Despojado de toda vanidad (con los años logras divorciarte de ella), los objetivos que persigues con tu obra cambian. De repente las emociones y sentimientos cobran más importancia que los postulados intelectuales, las metas no son gustar y epatar, son gustarte y disfrutar. Eso en sí es un renacer, al igual que retomar obras que tuvieron su vida hace más de veinte años y que retomo para darles otra lectura, una nueva vida.
A lo largo de su carrera, ha navegado entre la música clásica, ópera, zarzuela, flamenco y cine. ¿Cómo ha logrado equilibrar la clásica y la electrónica “Rebirth”?
La vida laboral de un compositor en España, y en casi todo el mundo, no es cosa fácil. Debes dedicarte a la enseñanza o al mundo académico o a la composición musical en sí. Si éste es tu camino, debes desarrollar tu oficio en todos los ámbitos que abarca; arreglos, cine, publicidad, etc., y hacerlo convencido de que en cada ejercicio eres lo mejor de ti mismo al ejercerlo. Esa ha sido mi vida. La electrónica es un mundo vasto de posibilidades y recursos, ha sido maravilloso entrar en él y aprender a controlar sus enormes posibilidades en torno a las partituras convencionales, como si de un instrumento más se tratara.
¿Qué puede contarnos sobre la grabación del disco y la elección de la formación?
La grabación se realizó entre el mes de enero al mes de julio de este año; quise dedicarme a ella y con los músicos ahondar en lo que queríamos como resultado final, sin escatimar en ensayos y tomas de grabación hasta lograr nuestro cometido. Las tomas son casi directos, siento que la música si se toca y se graba desde el principio al fin de la obra, es cuando su estructura, su pulso y su finalidad musical cobran sentido, y así lo hicimos. Con una orquesta no puedes permitirte ese lujo, son muchas horas de estudio y paciencia buscando ese fin. De ahí la formación, piano, quinteto de cuerda y electrónica. Formación que facilita, además, que puedas moverla por diferentes teatros y festivales sin demasiadas complicaciones.
¿Cómo definiría el propósito de la música en “Rebirth”? ¿Busca principalmente transmitir emociones, contar historias o algo más?
La música de “Rebirth” es una música directa, sin trampas, muy honesta en su planteamiento y aparentemente sencilla. Como dije antes, no busca hacer postulados de lenguaje musical, son emociones expuestas para que generen otras emociones a quien lo escucha.
¿Habrá oportunidad de disfrutar de este disco en concierto? ¿Qué formación presentará y dónde pueden sus seguidores encontrar la información?
Está prevista una gira en 2025 por toda España para presentar en directo “Rebirth”, la formación será piano, quinteto de cuerda y electrónica, e iremos informando de fechas y ciudades en los canales mediáticos habituales y en nuestra web y redes sociales (@joanvalent).
por Silvia Pons
www.joanvalent.com
https://www.youtube.com/watch?v=T0qqqUpA8tE
Foto: “La música de Rebirth es una música directa, sin trampas, muy honesta en su planteamiento y aparentemente sencilla”, indica Joan Valent.
Crédito: © Joan Valent