En Jerusalén, la ciudad tres veces santa, lugar de peregrinación de judíos, musulmanes y cristianos, tuvo lugar la decimonovena edición del Festival Internacional de Música de Cámara, fundado y dirigido por la reconocida pianista de origen ruso, Elena Bashkirova (hija del célebre Dmitri Bashkirov y esposa de Daniel Barenboim). El Jerusalem International Chamber Music Festival (JCMF), que comenzó su andadura en septiembre de 1998, como experimento para establecer un diálogo entre culturas a través de la música de cámara, lejos de celos políticos y religiosos, se ha convertido, casi dos décadas después, en uno de los eventos más importantes de la escena musical israelí.
En palabras de Elena Bashkirova: “Podemos decir que el primer festival fue un experimento, porque no sabías qué público iba a asistir, cómo reaccionaría, qué podíamos hacer, etc. Aunque, desde el principio, queríamos tener aquí a los mejores, no a los más famosos, pero sí a los mejores, y afortunadamente muchos de ellos han querido volver, siempre que han podido”.
El ambiente de camaradería es, sin duda, una de las señas de identidad de este festival, en el que los conciertos rara vez duran menos de tres horas, y público y artistas comparten espacio durante las pausas en la terraza del legendario hotel YMCA. “Los artistas invitados conviven como mínimo 5 días, y participan al menos en dos conciertos. Aquí no prima el glamour, el evento social, los clientes VIP, los managers o las grandes compañías discográficas -nos cuenta Bashkirova-; este no es un sitio para hacer carrera, aquí los artistas conviven, ensayan, comen y beben juntos en la terraza y hablan durante horas; hay un buen feeling, no hay ninguna presión, más allá de la propiamente musical”.
Y, efectivamente, un año más, durante diez días (del 1 al 10 de septiembre) en la sala abovedada del edificio de la YMCA, a solo diez minutos a pie de la ciudad antigua, jóvenes y talentosos músicos israelís se unieron a miembros de las mejores orquestas de la escena internacional y a renombrados solistas de todo el mundo, como el flautista Emmanuel Pahud, la violinista letona Baiba Skride, la violista Madeleine Carruzzo (la primera mujer en formar parte de la Filarmónica de Berlín, con Karajan), el chelista alemán Julian Steckel o los pianistas Sir András Schiff y Kirill Gerstein, entre otros. El objetivo: hacer música juntos. Tal y como nos contó el pianista Kirill Gerstein: “Es un festival muy especial, es el único festival al que regreso cada año, desde hace catorce ediciones, y he visto como el público se entrega cada vez más a la música de cámara (…) Y es maravilloso que los músicos vengan solo por la alegría de tocar juntos, ya que aquí no hay dinero de por medio (el festival no paga a los músicos), lo importante es la música, hacer música con otros y compartirla con el público”.
Octeto de Mendelssohn
El Jerusalem International Chamber Music Festival 2016, que como cada año se clausuró con el Octeto de Mendelssohn (memorable actuación de Baiba Skirde, violín, y de Madeleine Carruzzo, viola), estuvo dedicado, en esta ocasión, a los aniversarios de tres compositores: Reger, Busoni y Shostakovich.
Además, siguiendo la tradición, se estrenó una nueva obra de encargo del compositor israelí Yinam Leef. Entre los conciertos de este año es necesario destacar la excelente interpretación del dúo Bashkirova y Pahud de la Sonata en la menor para Arpeggione y piano D 821 de Schubert, en arreglo del propio Pahud, la magistral interpretación de obras de Bach y Busoni de Sir András Schiff, y las exquisitas Bagatelles para quinteto de viento de Ligeti que ofrecieron Les Vents Français. Mención especial merece el legendario pianista Menahem Pressler, que actuaba por primera vez en el Festival. Su interpretación del Quinteto para piano n. 2 en la mayor Op. 81 de Dvorak, junto a Baiba Skride, Benny Peled (violines), Krzysztof Chorzelski (viola) y Julian Steckel (violonchelo), fue recibida con enormes aplausos y la ovación del público puesto en pie, que el nonagenario pianista agradeció con una propina.
http://jcmf.org.il/
Por: Lorena Jiménez
Foto: Elena Bashkirova junto al legendario pianista Menahem Pressler.
Acreditación: © Dan Porges