La clavecinista madrileña afincada en Suiza, Inés Moreno Uncilla, ha grabado para Ars Produktion “Opus V”, con obras de Wolfgang Amadeus Mozart y Johann Christian Bach, junto al Minué Ensemble, tras su primer disco titulado “300 Years of Spanish Harpsichord Music”. RITMO ha mantenido un encuentro con la joven clavecinista, que nos relata en detalle su formación, sus inquietudes, el mundo clavecinístico y las particularidades de su nueva grabación.
Bienvenida a RITMO Inés, una clavecinista que reside en Suiza, donde es profesora de clave en la Musikschule en Biel-Bienne. ¿Cómo llegó hasta allí?
Muchas gracias. Pues quizás convenga empezar unos años atrás: durante mis últimos años de estudios en el Centro Integrado Padre Antonio Soler en San Lorenzo de El Escorial, que cursé con Jordan Fumadó, empecé a plantearme dónde seguiría mi formación. Ya conocía la Schola Cantorum Basiliensis, por su prestigio como centro especializado en la Música Antigua (un Conservatorio que enseña en su totalidad “sólo” música desde la época medieval hasta la romántica y cuya infinidad de materias teóricas está completamente centrada en este período, en lugar de ser la música antigua un departamento en un Conservatorio que abarca más estilos) y tanto por recomendación de mi familia (en concreto mi tío Emilio se formó allí), como por recomendación de mi profesor Jordan Fumadó (que también se formó en Basilea) decidí ir a esta institución a estudiar con el Maestro de mi Maestro, Andrea Marcon. Tras cursar un Bachelor, dos Másters y un Estudio de Postgrado en esa institución, decidí quedarme en Suiza trabajando, ya que el entorno nos brinda a los músicos muchas oportunidades. Uno de los Másters que cursé fue en Pedagogía, porque siempre me ha gustado y me ha interesado muchísimo la enseñanza. Llevaba ya varios años enseñando de manera privada y cuando quedó vacante esta plaza en Biel-Bienne y me presenté.
Antes de esta residencia suiza, ¿llegó a pensar que su futuro iba a estar fuera de España?
La verdad es que empecé a estudiar clave de niña, de manera que imagino que hasta que no llegó el momento de decidir cuál sería el siguiente paso en mis estudios, nunca me llegué a plantear dónde estaría en un futuro. Aun así, cuando fue el momento tomar la decisión de venir a Suiza, no tuve dudas en que era el lugar al que tenía que ir.
Y hablando de España, ¿suele venir a menudo, tanto profesional como personalmente?
Tengo que reconocer que vengo más a menudo profesional que personalmente, por falta de tiempo, pero cada vez que vengo por conciertos aprovecho para ver a la familia y es siempre una alegría volver.
¿Cómo podría definirnos el sonido de un clave o de “su clave”?
Esta es una pregunta curiosa. Creo que, si tuviera que describírselo a alguien que no lo ha escuchado nunca, empezaría por su característica “metálica” en el sonido. Quizás es lo primero que llama la atención, al principio. A su vez es un sonido redondo y suave, con cuerpo. Es un instrumento muy delicado y son muy distintos de unos a otros. Tiene una mecánica diferente a la del piano. En el piano, cuando apretamos una tecla, un martillo golpea la cuerda, por eso el piano pertenece a la familia de instrumentos de cuerda percutida. En cambio, en el clave, cuando apretamos una tecla, una púa pinza la cuerda, por eso pertenece a la familia de instrumentos de cuerda pulsada (como la guitarra o el arpa). Esto significa que, en el piano, cuanto más fuerte toquemos una tecla, más fuerte golpeará el martillo la cuerda y, por consecuencia, más fuerte será el sonido resultante, mientras que en el clave no podemos controlar el volumen con la fuerza de los dedos. Por este motivo, el clave tiene diferentes “registros”, concepto que nos recuerda al órgano. Antes de hablar de estos registros, voy a hacer un pequeño paréntesis, sin extenderme demasiado, en los tipos de clave que hay: debemos tener en cuenta que los claves que tocamos hoy, en su grandísima mayoría, son copias de modelos antiguos. Estos modelos por suerte se han conservado, o los planos de estos, y los constructores de hoy en día se basan en ellos para construir estas copias. Es decir, que podemos hablar de claves franceses, franco-flamencos, alemanes, italianos, etc., dependiendo de dónde vienen esos modelos, que son bastante distintos de unos a otros. Para hablar de los registros, voy a tomar el ejemplo de un clave francés de dos teclados. El teclado de abajo sería el registro principal, que se llama “registro de 8 pies”. En la época, entre otros, se usaban los pies como medida, y estos 8 pies indican la longitud de las cuerdas que tiene este registro. El siguiente registro sería el segundo “registro de 8 pies”, que se encuentra en el teclado superior, y que suena un poco más suave del teclado principal (en el caso de que el clave tuviera solo un teclado, este registro se podría accionar por medio de una palanquita que hay casi siempre cerca de las teclas). Otro registro presente en muchos claves se llama “registro de 4 pies”, en el que, siguiendo la idea de antes, las cuerdas miden la mitad de lo que median las de los otros dos registros y por este motivo las notas serán las mismas, pero sonarán una octava más aguda. Ya solo con estos tres registros podemos obtener un piano, si tocamos en el teclado superior, un mezzopiano o mezzoforte si tocamos en el teclado inferior, un forte si juntamos estos dos registros y un fortissimo si juntamos los tres. Gracias a todas estas posibilidades podemos conseguir las distintas dinámicas que en el piano se consiguen con la presión de los dedos. Además de las dinámicas, podemos también conseguir distintos matices usando unos registros u otros, combinándolos de diferentes maneras, y con las distintas articulaciones que podemos hacer con los dedos. El matiz quizás más delicado y característico del clave es el que se logra utilizando el “registro de laúd” que no he mencionado hasta ahora. Este registro, como el de 4 pies, no se encuentra presente en todos los claves. El registro de laúd es un registro con el cual el sonido resultante imita, como su nombre indica, el laúd, un instrumento de la familia antigua de la guitarra. No sé si será por su característica metálica o por todos sus registros y posibilidades sonoras, pero es verdad que el clave es un instrumento para el que los compositores contemporáneos escriben mucha música.
De su anterior grabación para Ars Produktion, “300 Years of Spanish Harpsichord Music”, nos presenta ahora “Opus V”. ¿Qué nos puede decir de este nuevo registro?
Este es un disco muy contrastante con el anterior. “300 Years of Spanish Harpsichord Music” fue un disco enteramente dedicado a la música española, que hacía un viaje desde el 1500 hasta el 1800, abarcando varias épocas y muchos autores, tanto muy conocidos como prácticamente desconocidos. En lo que se diferencia con “Opus V” es en estilo, principalmente, pero también en su ideación. En este caso se trata de dos compositores conocidos, Wolfgang Amadeus Mozart y Johann Christian Bach, y el Op. V entero de este último. Desde que estos dos compositores se conocieron, en el viaje que realizó la familia Mozart a Londres, fueron fuente de inspiración y muy importantes el uno para el otro. Tal era la relación de admiración, que Mozart decidió adaptar 3 Sonatas para clave solo de este Opus de Johann Christian y convertirlas en Conciertos para clave con acompañamiento de dos violines y un violonchelo. Estas piezas son preciosas y se escuchan poco, por lo que decidí grabar el Op. V entero, manteniendo las 3 Sonatas para clave solo (que Mozart no adaptó) así como son y tocando las otras 3 Sonatas en versión de Concierto con acompañamiento de cuerdas. La idea era poder ofrecer en un disco justo esta relación entre los dos compositores y su influencia mutua, a la vez que el Op. V completo de Johann Christian Bach (ya que Mozart no cambió ninguna tonalidad en los Conciertos y adaptó apenas la música añadiendo quizás algún ritornello instrumental y dejando la parte de clave casi idéntica, por lo que al oído, estos Conciertos son muy similares a las Sonatas originales).
¿Qué clave ha usado para la grabación?
El instrumento utilizado en la grabación es un clave francés de dos teclados, con un sonido muy especial, de un constructor japonés: Toshiya Nogami.
La temporada de 2023 visitó España interpretando el Concert Champêtre de Francis Poulenc como solista con la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española, ¿cómo fue la experiencia?
Fue una experiencia brindada por Juventudes Musicales de España por la que aún doy las gracias. No suelo tocar mucha música de esa época, pero cuando me lo propusieron, no dudé en aceptar y recuerdo la experiencia como un momento muy enriquecedor de mi carrera. Fue la primera vez tocando como solista con una orquesta sinfónica y además en mi propia ciudad. Tengo un recuerdo muy positivo y además me ofreció la oportunidad de acercarme a un repertorio, como decía, para mí un poco lejano, que me encantó.
¿Cómo fue la repercusión de “300 Years of Spanish Harpsichord Music”?
“300 Years of Spanish Harpsichord Music” fue mi primer disco y, como primero que fue, gracias a él pude descubrir un poco más el mundo discográfico en todos sus aspectos. La verdad es que estoy muy contenta y agradecida de la repercusión que tuvo y tuve la suerte de poder presentar el programa en distintas ciudades de España y Suiza.
Hablando de repertorio, ¿cuál es la música o repertorio en el que se siente más cómoda? ¿En qué obras se encuentra trabajando?
Si tuviera que elegir un solo estilo, seguramente la música con la que me siento más identificada es la música española. Aunque hay tantísimo repertorio y tan bonito, que es muy difícil decantarse por un único estilo. Así, a bote pronto, me viene en mente también todo el repertorio francés, pero no dejaría de lado toda la música de Bach…
¿En el fondo lo que hacen es música de cámara? ¿O música de cámara con perspectivas de llegar más allá, como en el caso de los Conciertos de Mozart?
Lo que hacemos en este disco es pura música de cámara. Esta música está escrita para un instrumento de tecla con acompañamiento de cuerdas (a partes reales), práctica muy extendida en la época. Johann Christian mismo escribió también muchísima música para tecla incluso con acompañamiento de un solo violín. Este tipo de repertorio me resulta muy interesante.
Si tuviera que recomendarnos un track para pinchar en alguna plataforma y salir corriendo a escucharlo, ¿cuál sería?
Me resulta muy difícil, pero quizás el primer track del disco: el primer movimiento (Allegro) del Concierto en re mayor. La manera en que está escrito este concierto representa muy bien la elegancia y el estilo de la época. Aunque también el segundo movimiento (Allegretto) del Concierto en sol mayor, que es el último track del disco, algo más tranquilo pero muy interesante la escritura del tema con variaciones que se va desarrollando siempre de manera más elaborada hacia el final de la pieza. Si se tratara de un track entre los de clave solo, quizás me decantaría por el segundo movimiento (Adagio) de la Sonata en mi mayor (track 9), o el segundo movimiento (Allegro moderato) de la Sonata en do menor (track 12). En este track, podemos ver con su Fuga que, a pesar de ser hijo de otra época, Johann Christian Bach tenía una gran influencia de su padre, Johann Sebastian.
por Lucas Quirós
Video - Opus V
www.youtube.com/watch?v=cjif1G2qlos
www.ars-produktion.de
Foto: La clavecinista Inés Moreno Uncilla ha grabado para Ars Produktion “Opus V”.
Crédito: © Daniele Caminiti