Conocí a Rafael Frühbeck de Burgos cuando llegó a Berlín en 1992 como nuevo y flamante GMD (Generalmusikdirektor) de la Deutsche Oper. Nos vimos la primera vez en el hotel de Berlín donde se hospedaba. Me recibió con los brazos abiertos, afable, cordial, comunicativo y deseoso de escuchar. Quiso saber sobre mis años y experiencias como director de orquesta y pianista en el coliseo alemán. Volví a casa con la impresión de haber ganado un nuevo y gran amigo.
Al día siguiente continuaría mi trabajo en la Deutsche Oper como siempre, pero esta vez bajo la dirección de su nuevo director, Rafael Frühbeck de Burgos. Desde el primer momento me convertí en su asistente personal y durante los intervalos de las óperas solía estar con él en su habitación de director para comentar cómo se iba desarrollando la función de ópera del día. En una atmósfera relajada y de total cordialidad, cuando venía al caso, Rafael disfrutaba contándome algunas de las innumerables anécdotas y experiencias de su larga vida profesional.
¡Esto es fantástico!
Un buen día le enseñé la partitura del manuscrito de mis Nocturnos de Andalucía que acababa de componer. La ojeó unos minutos y su reacción, totalmente inesperada para mí, me dejó casi perplejo: “¡Esto es fantástico! ¡Esta obra quiero ser yo el primero en dirigirla!”. Yo me quedé sin palabras. A continuación, me pidió que tocase al piano el quinto movimiento, el llamado Nocturno de Córdoba, diciendo “esto es maravilloso, quiero escucharlo”.
Pocas fechas después me llamó por teléfono para comunicarme que mis Nocturnos de Andalucía se estrenarían el día 27 de enero de 1996 en el Konzerthaus de Berlín con la Rundfunk-Sinfonieorchester de esta ciudad bajo su dirección. El solista sería el guitarrista Pepe Romero.
El estreno de esta obra fue, como dijo la crítica, triunfal. A partir de entonces, Rafael la dirigió con una gran parte de las mejores orquestas del mundo. Yo vivía como en un sueño cada vez que el maestro me llamaba para anunciarme un nuevo país, una nueva ciudad y una nueva orquesta con la que iba a interpretar de nuevo mis Nocturnos.
Poco a poco me fui acostumbrando y hasta me llegó a parecer normal escuchar mi música interpretada por orquestas como las de Boston, Filadelfia, Pittsburgh, Oslo, la Accademia Santa Cecilia di Roma, Suisse Romande, Yomiuri Nippon de Tokyo o nuestra Orquesta Nacional de España en gira por Estados Unidos, en 2001. Solo el pasar del tiempo me ha permitido ver con claridad la dimensión de la ayuda profesional que Rafael me estaba ofreciendo. Yo le di las gracias en muchas ocasiones y siempre me contestaba lo mismo: “A mí no me tienes que agradecer nada, se lo tienes que agradecer a la música que compones.”
FdB
En 1998 Rafael cumplía 65 años y quiso celebrarlo encargando a varios compositores que escribiéramos una composición corta, que durase máximo dos minutos, sobre las notas de las iniciales de su nombre: FdB (Fa-Re-Si). Los compositores elegidos éramos Claudio Prieto, Rainer Bischof, Antón García Abril, José Peris, Luis de Pablo, Tomás Marco y yo. Las obritas se estrenaron en el Konzerthaus de Berlín, interpretadas por la Rundfunk-Sinfonieorchester y dirigidas por el propio Rafael. Fue muy curioso e interesante escuchar la forma en que cada uno de nosotros habíamos realizado el trabajo.
En junio de 2001 Rafael dirigió en el Teatro de la Maestranza de Sevilla el estreno mundial de mi Concierto de Cienfuegos, interpretado por el Cuarteto Romero y la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
De pronto el maestro tuvo una nueva idea. Me pidió que compusiese una obra, nueva en el repertorio sinfónico por su formación como solista: un Doble Concierto para violín, guitarra y orquesta. Me decía: “Con esa obra vamos a arrasar”. Cumpliendo con su deseo, compuse Fulgores, que se estrenó en el Palau de la Música de Valencia con Alexandre da Costa, violín; Pablo Sáinz Villegas, guitarra; y la Orquesta de Valencia, dirigidos por Rafael.
Su deseo era igualmente llevar esta composición por todo el mundo y, por ese motivo, la programó para el 12 de abril pasado en la Philharmonie de Berlín con la Rundfunk-Sinfonieorchester de esta ciudad y para el 15, 16 y 17 de junio con la Orquesta Filarmónica de Hamburgo, pero desgraciadamente el destino no le permitió llevar a cabo su deseo. El concierto de Berlín no pudo dirigirlo por estar ya enfermo y justo cinco días antes de los tres conciertos de Hamburgo, fallecía el maestro Frühbeck en la Clínica Universitaria de Pamplona. Recibí la noticia estando a punto de tomar el avión para ir a Hamburgo. Realicé el viaje abrumado por la tristeza. En el avión lloré su muerte con una profunda sensación de vacío y desolación
Acababa de perder no solamente a uno de mis más preciados y entrañables amigos, sino también a la persona que más había influenciado en el desarrollo de mi carrera como compositor.
Grabaciones en Naxos
Dejó grabados dos CDs en Naxos con mi música, que guardo como un tesoro inapreciable. Estos discos contienen la grabación de mis Nocturnos de Andalucía, mis Canciones Españolas y mi Concierto de Cienfuegos.
Rafael Frühbeck de Burgos fue un titán, que llegó a conquistar el mundo con su batuta, a pesar de que le acosaron sin piedad las enfermedades. Dejó un gran legado. La música española queda en deuda con él, pues llevó nuestra música a todos los rincones de nuestro planeta.
Lloro la muerte de un amigo, que, como ocurre cuando se van nuestros seres más queridos, se fue demasiado pronto. Igualmente, Rafael se fue demasiado pronto para las innumerables orquestas y festivales de todo el mundo que contaban con él y que se quedaron esperando. Disfrutó de una vida profesional en su plenitud y completó una carrera llena de logros y triunfos que serían casi imposibles de enumerar.
Descansa en paz, querido amigo y admirado maestro Rafael Frühbeck de Burgos.
Acceso "Online" a la discografía de Rafael Frühbeck de Burgos con obras de Lorenzo Palomo en Naxos
Nocturnos de Andalucía (+ Info)
Mi jardín solitario (+ Info)
Enlaces de Interés:
Rafael Frühbeck de Burgos en Wikipedia
Rafael Frühbeck de Burgos en YouTube
http://www.lorenzopalomo.com/
Noticia del Fallecimiento
Foto: Lorenzo Palomo y Frühbeck de Burgos, en Tokyo.
Por Lorenzo Palomo