Maghek, ciclo inspirado en las Islas Canarias compuesto por Gustavo Díaz-Jerez, ha sido grabado recientemente por la Royal Scottish National Orchestra y el director Eduardo Portal, para el sello Signum Classics.
¿Cuáles son las claves estéticas que definen a los siete poemas sinfónicos que forman este ciclo?
Mi idea principal es la evocación poética, a través del sonido, de la belleza de las islas. Sus paisajes volcánicos, las texturas de los bosques de laurisilva, el mar, la lluvia, los sonidos onomatopéyicos de animales, el “silbo gomero” y la mitología se integran siempre en el entramado musical de las obras.
¿Cómo surgió la idea de componer el ciclo Maghek y su posterior grabación? ¿Qué apoyos ha tenido en este proyecto?
En 2008 recibí el encargo, por parte del director Alberto Roque Santana, de componer Aranfaybo para una orquesta húngara, y en 2011 otro encargo del Festival de Música de Canarias para el que escribí Ymarxa, dedicada a Tenerife. Fue en ese momento cuando decidí hacer un ciclo de siete obras orquestales, a lo largo de una década, inspirado en cada una de las islas, y que he logrado cumplir. A Eduardo Portal le conocí en 2013, en un concierto en el que yo tocaba como solista con la ORCAM, donde nos dirigió. Mostró mucho interés por mi obra y me propuso terminar el ciclo para grabarlo en un doble CD. Eduardo solicitó, para llevar a cabo esta propuesta, la Beca Leonardo de la Fundación BBVA, que le fue concedida. Hemos contado también con la colaboración de los Cabildos de Gran Canaria y Tenerife, así como del Gobierno de Canarias.
En este proyecto, dirigido por Eduardo Portal, son pilares fundamentales tanto la Royal Scottish National Orchestra como el clarinetista Cristo Barrios y el pianista Ricardo Descalzo. ¿Cómo ha sido la experiencia de colaboración con ellos?
Ha sido un trabajo de muchos meses de preparación, en el que Eduardo ha mostrado una meticulosidad y un gusto por la perfección realmente espectacular. Ha logrado, de forma impecable, el equilibrio de la dinámica, para las texturas, y una total precisión en las modulaciones métricas, tan propias de mi música. Lo mismo ha ocurrido con los dos solistas, para los que he compuesto pensando en sus virtudes y especialización en la música contemporánea. Las grabaciones tuvieron lugar en Glasgow, durante ocho sesiones de tres horas. La orquesta escocesa tiene un nivel de lectura apabullante, incluyendo a sus solistas, y desde los primeros ensayos mostraron una calidad casi de concierto. Se trabajaron pasajes que había que ajustar pero las tomas de grabación fueron muy fluidas. Ha sido muy enriquecedor y estoy muy contento con el resultado.
Su método compositivo se basa en modelos científicos y matemáticos. ¿Cuáles ha tomado en cada obra como base inspiradora para su posterior traducción musical?
La Naturaleza puede ser descrita por procesos matemáticos y científicos, como la geometría fractal. Estas ecuaciones las utilizo para traducir las estructuras naturales a musicales. En todas las obras hay imágenes, como la flora de la laurisilva de una isla, que son descriptibles de forma matemática y que después transformo en música.
¿Busca en sus obras un equilibrio entre el intelecto y lo expresivo o se decanta más por el primer aspecto debido al tipo de procedimientos compositivos que utiliza?
Creo que me decanto por ambos, pero quizá más por la poética desde esa base subyacente científica.
Dos de las obras incluidas en este proyecto son concertantes, una para clarinete y otra para piano. ¿Cuál es la razón para variar el medio orquestal utilizado en el resto del ciclo?
La obra para clarinete y orquesta me la pidió personalmente Cristo Barrios. El Concierto para piano fue decisión propia (como pianista) para aportar una composición nueva a este género. Ambas dan variedad al ciclo.
Desde Aranfaybo, la primera obra del ciclo estrenada en 2008, ¿cómo ha evolucionado su estilo compositivo?
Hay muchas cosas en Aranfaybo presentes en Maghek, como los procesos subyacentes matemáticos compositivos. El tratamiento de la textura y la función “emergente”, propia de los sistemas complejos, tienen mayor relevancia en el resto de las obras.
Varios poemas sinfónicos han sido grabados antes de su estreno. ¿Está proyectado que se lleven a cabo en un futuro próximo?
Eduardo y yo estamos planeando que, en las temporadas de las orquestas, se interpreten las siete obras, incluyendo los estrenos, con diferentes formaciones dentro y fuera de España. Mi gran ilusión sería contar también con las dos orquestas canarias.
¿Qué impacto cree que puede tener este ciclo en el ámbito canario?
Yo he sido muy honesto conmigo mismo a la hora de expresarme. Siendo el corpus musical más extenso compuesto con inspiración canaria, espero que el tiempo favorezca que esta música, en sentido abstracto, pueda ser comprensible para el oyente según su propia manera de percibir la realidad sonora.
por Juan Manuel Ruiz
www.maghek.com
Foto: El pianista y compositor Gustavo Díaz-Jerez, junto al director Eduardo Portal.
Crédito: © Andrej Grilc