En el corazón de Europa y en el centro financiero de Suiza, desde el 27 de mayo al 5 de junio tuvo lugar la decimoquinta edición del prestigioso Concurso Internacional de piano Géza Anda de Zurich, que, además, este año conmemoró el centenario del nacimiento del célebre pianista suizo de origen húngaro. Géza Anda (1921-1976), que con solo trece años fue alumno de la famosa Academia Liszt de Budapest, donde estudió con profesores legendarios como Léo Weiner o Ernst von Dohnányi, y con veinte años debutó en la Filarmónica de Berlín, donde Furtwängler le apodó “el trovador del piano”, se instaló en Suiza tras la Segunda Guerra Mundial y antes de cumplir los cuarenta sucedió a Edwin Fischer como director de las famosas masterclasses de Lucerna.
Desde 1952, actuó como solista todos los años en el Festival de Salzburgo, un récord que ningún otro concertista pudo lograr. Conocido por su defensa de los Conciertos para piano de Bartók, fue también el primer pianista en grabar todos los Conciertos de piano de Mozart, dirigiéndolos desde el teclado.
Tres años después de su muerte (1976) se celebraba el primer Concurso Internacional de Piano Géza Anda organizado por la Fundación que lleva su nombre, creada en memoria de su marido por su esposa Hortense Anda-Bührle con el objetivo de promover a jóvenes y talentosos pianistas en el espíritu de Anda. Un concepto que va mucho más allá de la vertiente práctica de tocar el piano y los límites de un repertorio particular. “Una concepción espiritual”, como él mismo la definió; “Trabajo con los dedos” era para él sinónimo de “trabajo con la cabeza”.
Búsqueda intelectual
El “espíritu musical” de Géza Anda es una búsqueda intelectual en constante oscilación entre dos polos: el ideal de un dominio total de la expresión artística y la búsqueda del más alto nivel técnico. Algo que solo se consigue con la dedicación, la perseverancia y la autocrítica. El Concours Géza Anda (el lector puede ampliar consultando el número de noviembre de 2020 de RITMO, donde el Concours Géza Anda fue portada) se celebra cada 3 años desde 1979 para apoyar a jóvenes y talentosos pianistas en su camino hacia una carrera profesional después de graduarse en la universidad.
Entre los innumerables concursos que existen en la escena internacional hoy en día, el Concours Géza Anda destaca por su famoso concierto final y la calidad de un jurado compuesto por destacas figuras de la música clásica, que en esta ocasión estuvo integrado por los pianistas Ricardo Castro, Zlata Chochieva, Pietro De Maria, Vladimir Feltsman, John Fiore, Andreas Haefliger, Rena Shereshevskaya y Antii Siirala, y presidido por Gerhard Oppitz en ausencia de Nelson Freire (que tuvo que cancelar su participación por razones de salud).
Exigencia de repertorio
El Concours Géza Anda es una competición única en el mundo por sus estrictas reglas y el inmenso programa obligatorio que requiere a los participantes, por lo que es considerado como uno de los concursos de piano de mayor renombre internacional y uno de los más exigentes del mundo. A lo largo de su historia, su prestigioso jurado ha contado con Sir Georg Solti, Antal Doráti, Nikita Magaloff, Vladimir Ashkenazy, Elisso Virsaladze o Christian Zacharias, entre otros.
En el 2020, la mayoría de los jóvenes pianistas perdieron toda oportunidad de actuación y, por lo tanto, de ingresos, y las perspectivas para este año no son mucho mejores. En este contexto, la Fundación Géza Anda decidió no solo mantener el concurso de 2021, sino aumentar su dotación económica con motivo de la celebración del centenario, otorgar un nuevo premio y dar nuevas oportunidades a los jóvenes intérpretes. Como afirmó el presidente de la Fundación, Tobias Richter:
“Un auténtico milagro… Queríamos que el jurado estuviera presente y pudieran discutir entre ellos, que hubiera una audiencia y ganadores dignos de su premio, y se consiguió”
Siguiendo las estrictas normas de seguridad impuestas por la pandemia, 37 candidatos de los 84 inscritos, de 16 países diferentes, compitieron en las cuatro rondas (Audición, Recital, Semifinal de Mozart y Concierto final) en Musikschule Konservatorium Zürich MKZ y Stadthaus Winterthur. El concierto final, bajo la batuta de Gergely Madaras, y con un público muy reducido, se celebró el pasado 5 de junio en la sala de conciertos de maravillosa acústica Tonhalle Maag, feudo de la orquesta sinfónica más antigua de suiza, la famosa Tonhalle-Orchester Zürich, que acompañó a los finalistas.
Premiados
El primer premio fue para el joven pianista alemán Anton Gerzenberg, que a sus 24 años impresionó a todos por la fuerza expresiva de su fantástica interpretación de Liszt con una técnica y virtuosismo extremadamente brillantes. El pianista, que vive en Colonia y estudia con Pierre-Laurent Aimard, recibió un premio de 40.000 CHF (36.570 €) y cerró la velada con el tradicional bis del ganador, interpretando magistralmente Liebesleid de Kreisler en arreglo de Rachmaninov.
El segundo premio fue para Julian Trevelyan, de Reino Unido, que también fue galardonado con el Premio Mozart y el Premio del Público, y el tercer premio fue para el pianista checo Marek Kozák. Mihály Berecz, de Hungría, fue galardonado con el premio Liszt-Bartók y la Beca Hortense fue para el georgiano Giorgi Gigashvili. Dadas las especiales circunstancias de la pandemia de la Covid, el Géza Anda pudo también seguirse en vivo por streaming.
por Lorena Jiménez
https://www.geza-anda.ch/
Foto: Gerhard Oppitz, junto a Gratian Anda, hace entrega del Primer Premio a Anton Gerzenberg.
Crédito: © Geza Anda-Foundation