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Festival dei Teatri di Pietra de Taormina

Testigos milenarios

Septiembre 2024

Al hablar de Taormina, en Sicilia, ciudad mítica cercana a Siracusa, Catania o Messina, su solo nombre evoca la cuna de las civilizaciones del Mediterráneo, la griega y romana, que conservan espacios arqueológicos tan impresionantes como el Teatro Antico de Taormina, desde donde se contempla la bahía de Naxos y el majestuoso Etna, que vivió en agosto puntuales erupciones volcánicas recordando al visitante y a todo siciliano su intimidadora presencia.

Y fue en el Teatro Antico donde se desarrolló parte de la sexta edición del Festival dei Teatri di Pietra, que en mi caso pude contemplar, con el espléndido Coro Lirico Siciliano, que dirige el maestro Francesco Costa, un vistoso Turandot de Puccini y una gala dedicada a Ennio Morricone, como testigos milenarios del paso del tiempo los restos de este Teatro que agiganta su belleza en la hora del crepúsculo, cuando las tardes de verano son más largas.

Coro Lirico Siciliano

Como la comida o los vinos sicilianos, elaborados con pureza, sin alardes y con las materias primas como fundamento, el Coro Lirico Siciliano es un conjunto de voces que parecen surgir de la misma tierra siciliana, con un sonido de mucha presencia y una abrumadora entidad vocal (los bajos mantienen ese color a bajo italiano clásico), así como con cualidades tímbricas y técnicas muy trabajadas.

Su maestro, Francesco Costa, asume también la dirección artística del Festival dei Teatri di Pietra, teniendo a Turandot como espléndido ejemplo de cómo se hace la ópera en la “vera” Italia, con repartos homogéneos, orquestas con muchos jóvenes en sus atriles y coros muy potentes y con mucha presencia, así como realizaciones escénicas coherentes, respetuosas y eficaces a la hora de trasladar estas producciones a otros festivales o teatros.

El reparto, encabezado por Chrystelle Di Marco (Turandot), el español Eduardo Sandoval (Calaf) y Elena Mosuc (Liù), estuvo constantemente cuidado en los volúmenes por la dirección musical de Filippo Arlia, en un espacio escénico complejo de controlar la dinámica de orquesta y coro, a veces exaltados ante la inmensidad del espacio abierto.

Destacar momentos impactantes como los “Il nome!” que cantó el Coro, que como “Popolo di Pekino” exige saber impaciente la identidad real de Calaf.

La idea escénica de Salvo Dolce se basó principalmente en la inquietante apariencia del coro y en los movimientos actorales, resolviendo muy bien momentos de difícil conjunción, como la salida de Turandot o la muerte de Liù.

Como se trataba también de homenajear a Puccini por su centenario, una vez ocurre la escena de la muerte de Liù, la ópera concluyó sin el añadido de Alfano, como verdadero y sincero homenaje al compositor italiano en toda su pureza.

Homenaje a Morricone

La gala dedicada a Ennio Morricone, también con la Filarmónica de Calabria, el Coro Lirico Siciliano y Filippo Arlia, fue un espectáculo con más de 5.000 espectadores en el Teatro Antico, contando con el tenor pop Alberto Urso y la soprano Maria Francesca Mazzara, en un recorrido por las músicas cinematográficas y canciones del compositor fallecido en 2020, que tan bien sabía musicar los intensos paisajes de esta Sicilia única y embriagadora.

por Gonzalo Pérez Chamorro

www.coroliricosiciliano.com

Foto: Turandot se representó en el incomparable Teatro Antico de Taormina.
Crédito: © Pier Paolo Papalia

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