El violinista Rubén Darío Reina ha grabado, junto a Svetlana Kotova, el álbum Iberoamérica desde dentro, en el sello Non Profit Music, “con el objetivo de que la música que aquí presentamos sea capaz de enamorar al público y sea escuchada con el mismo placer que provocan las grabaciones de compositores e intérpretes ya consagrados”.
¿Cómo surge la idea de hacer este CD?
Svetlana y yo nos conocimos en Moscú siendo aún estudiantes. Allí tuvimos la oportunidad de tocar en varias ocasiones y siempre nos entendimos muy bien en el plano interpretativo. Pasó mucho tiempo hasta que, hace un par de años, Svetlana viajó a Europa para participar como ponente en la Conferencia Internacional Epta. Esto permitió que nos reencontráramos en Madrid y entre charlas y recuerdos de viejos tiempos, dedicamos una tarde entera a tocar sonatas para violín y piano en el salón de mi casa. De repente, un poco de la nada y casi en tono de broma que no era broma, surgió la pregunta: ¿Y por qué no grabamos un disco?
¿Cuál fue la razón para elegir este repertorio?
La idea de hacer música latinoamericana siempre me ha parecido importante. Hay una gran cantidad de música desconocida en Europa que merece ser disfrutada por el gran público. Esa corriente ha ido creciendo durante los últimos años debido a la presencia cada vez más frecuente de intérpretes latinoamericanos en los escenarios. Hace más de veinte años tuve el honor de hacer el estreno en Rusia del Concierto para violín de Jesús Pinzón Urrea en la Sala Bolshoi de Moscú con la Sinfónica de Rusia, y hace una década hice el estreno en España del Concierto de Esteban Benzecry con la Orquesta Sinfónica RTVE. En aquel momento, ese repertorio todavía se podía considerar un tanto exótico. Hoy en día compositores como Revueltas, Ginastera, Villa-Lobos, Márquez o el mismo Benzecry se escuchan normalmente en escenarios de todo el mundo. Por tanto, la idea era buscar autores representativos de varios países que tuvieran un lenguaje relativamente similar. El resultado fue muy satisfactorio, porque pudimos encontrar obras que en su mayoría fueron compuestas durante la primera mitad del siglo XX y algunas de ellas habían quedado relegadas a un plano bastante secundario, debido tal vez a su estilo postromántico en una época que marchaba al ritmo de las corrientes más vanguardistas. Ese fue el caso de Enrique Soro que, a pesar de ser uno de los compositores chilenos más carismáticos y prolíficos, ha tenido que enfrentarse a una importante corriente de detractores que, en un momento dado, llegaron prácticamente a apartarlo de las instituciones musicales chilenas. Hoy en día, afortunadamente su obra goza cada vez más de un merecido reconocimiento.
También hay música española…
Sí, como la Sonata de Granados, que es el lazo de unión entre la España europea y la de ultramar. A ella se debe el nombre de Iberoamérica en el CD y nos pareció muy importante que estuviera presente en el disco como testimonio de un pasado en común que, deseamos, sea un futuro muy duradero. Por su parte, Lorenzo Fernández fue un estupendo hallazgo de Svetlana que, siendo jurado de un concurso de piano, escuchó una obra suya interpretada por una participante. Fue así como conocimos y decidimos grabar Nocturnal y Romança para violín y piano; son, en nuestra opinión, dos verdaderas joyas de la literatura musical brasileña. Y el colombiano Jorge Pinzón Malagón es el único compositor vivo del disco, aunque su Sonatina fue escrita en el siglo XX, como el resto del repertorio. Fue compuesta cuando éramos estudiantes del Conservatorio Tchaikovsky de Moscú y la estrenamos en la Sala Rachmaninov. Una obra de juventud, llena de talento y vitalidad, que tal vez sea la más vanguardista del CD. Con toda seguridad, el compositor más conocido de los cinco que aparecen en la grabación es el argentino Alberto Ginastera. Su Pampeana para violín y piano reúne el carácter y estructura de una rapsodia que puede haberse inspirado en Tzigane de Ravel. Una obra virtuosa que recurre a elementos nacionalistas con una gran destreza. El ritmo de chacarera presente en la segunda mitad de la pieza, la hace única en su género.
¿Por qué el título Iberoamérica desde dentro?
Como explicaba anteriormente, la idea de “Latinoamérica” se convirtió en “Iberoamérica” con la inclusión de la Sonata de Granados. Y la idea primordial que queremos transmitir con el título es que este disco no solamente es un compendio de obras y compositores elegidos por circunstancias geográficas o estilísticas que pueden resultar útiles para archivos de fonotecas. Nuestro objetivo es que la música que aquí presentamos sea capaz de enamorar al público y sea escuchada con el mismo placer que provocan las grabaciones de compositores e intérpretes ya consagrados. Es una dificilísima tarea que sólo se puede llevar a cabo si, además de hacer un trabajo serio y detallado, también se hace desde dentro, es decir, desde lo más profundo del alma del intérprete.
¿Habrá un próximo disco?
Estamos muy deseosos de hacer un próximo disco. A medida que vamos investigando, nos encontramos con un mar de repertorio que merece ser grabado y creemos que no esperaremos mucho tiempo para registrarlo.
¿Llevarán este repertorio a las salas de concierto?
Aunque el registro discográfico es importantísimo, sabemos que interpretarlo en vivo tiene otras connotaciones y otras emociones. Por tal motivo, estamos organizando actuaciones en Madrid y Barcelona para febrero de 2024 y en Santiago de Chile para marzo del mismo año. Siempre tenemos la dificultad de la distancia, puesto que yo vivo en Madrid y Svetlana en Santiago de Chile. Pero una de las maravillas de la música es su capacidad para cruzar fronteras, crear lazos y, finalmente, hacer del mundo un lugar mejor.
por Lucas Quirós
www.nonprofitmusic.org
En Spotify:
https://shorturl.at/AFMQ9
Foto: El violinista Rubén Darío Reina ha grabado, junto a Svetlana Kotova, el álbum Iberoamérica desde dentro.
Crédito: © Juan Pablo Carranza