Con la nueva temporada 2023-24 del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) en la rampa de salida este mes de septiembre, y antes de unas merecidas vacaciones por la nueva programación ya presentada, nos atiende en su despacho madrileño del Auditorio Nacional de Música Francisco Lorenzo, director del CNDM, que nos resume esta nueva temporada.
La primera reflexión que nos hacemos es que no hay público que se les escape, ya que entran todos los parámetros posibles de público existente hoy en día en la programación del CNDM, y esto nos lleva a preguntarle cómo ha vivido en estos años la evolución de los diversos públicos que asisten al CNDM…
En el CNDM contamos con un público muy variado. Como institución de referencia en el ámbito musical, a menudo hablamos de nuestros públicos en plural porque tocamos un amplio abanico de géneros que hace que tengamos distintas audiencias, desde el aficionado al jazz hasta la persona interesada en el mejor barroco, pasando por quien busca propuestas musicales más contemporáneas. Pero si hay algo que tienen en común todos ellos es la pasión por la música en directo y son oyentes muy fieles: muchas personas llevan años viniendo al CNDM. Esta temporada hemos superado el número de abonados respecto a la edición anterior, lo cual quiere decir que la gente repite y que confía en el proyecto. Asimismo, también trabajamos con determinación para atraer nuevos públicos, con iniciativas pedagógicas o con ciclos como Bach Vermut, que nos ha permitido acercarnos a un público familiar a través de un formato de concierto novedoso.
Los mil detalles para elaborar una programación como esta requieren de un equipo importante…
¡No se crea! Más que un equipo importante, este proyecto requiere también de excelentes profesionales y esa es la suerte que tiene el CNDM, que cuenta con un personal magnífico y comprometido con su trabajo. No hay que olvidar que tenemos la responsabilidad de conjugar la programación pública más ambiciosa de conciertos de todo el país con los recursos que tenemos como entidad, que evidentemente no son ilimitados. Estoy profundamente agradecido y orgulloso del equipo humano que tenemos y que hace posible que todo salga adelante. Somos como una pequeña gran orquesta donde cada uno interpreta una melodía que, entre todos, hace posible que la música no pare.
¿Cómo es la colaboración con el INAEM y el Ministerio de Cultura?
Es muy buena. El INAEM y el Ministerio de Cultura siempre han mostrado un profundo respeto e interés tanto por la música como por este proyecto. Siempre nos hemos sentido muy respaldados y esto se demuestra cada día, en cada acción que planteamos. Lo que ocurre es que el CNDM es una entidad muy compleja. A diferencia de otras unidades, nosotros programamos muchos conciertos en más de 60 salas diferentes, porque llegamos a más de 35 ciudades españolas y extranjeras. Gestionar tal volumen de actividad y en tantos escenarios distintos requiere flexibilidad y una alta capacidad de adaptación, y a veces es complejo llevarlo a cabo.
Para la nueva temporada se ha contado de nuevo con imágenes impactantes, esta vez de Juan Carlos Casado, un referente de la astrofotografía mundial. Esta “marca CNDM”, ¿qué nos quiere decir con estas imágenes?
Desde que soy director del CNDM, he buscado siempre una imagen acorde al momento que vive la institución. Tras unas ediciones atípicas por la pandemia, donde los conceptos de solidez y sostenibilidad del proyecto estuvieron muy presentes, sentía que este año era importante poner en valor nuestra personalidad, que es plural, diversa, heterogénea. Por eso cuando vi las imágenes de cielos y estrellas de Juan Carlos Casado, un fantástico fotógrafo reconocido por Nasa en numerosas ocasiones, pensé que casaban muy bien con el espíritu que representa el CNDM actualmente: un universo de posibilidades para los amantes de la música.
En la presentación de la programación habló que “se asentará en los tres pilares fundamentales del CNDM”. ¿Nos los revela con detalle?
El CNDM es la unidad del INAEM que vela por el desarrollo y la consolidación de nuestro sector musical a través de tres pilares fundamentales. En primer lugar, somos la entidad responsable de la dirección artística del Auditorio Nacional de Música y dotamos a este espacio de una programación pública, diversa y de máxima calidad. En segundo lugar, la promoción, difusión y ampliación de nuestro patrimonio musical a través de la programación de conciertos y actividades pedagógicas, así como de encargos de composición y recuperaciones históricas de nuestro repertorio. Y, en tercer lugar, velamos por nuestro sector musical a través del apoyo a nuestros creadores e intérpretes.
Hablemos de los artistas residentes, Cuarteto Quiroga, Accademia del Piacere y José Luis Turina. ¿Cuáles son los aspectos que determinan estas selecciones?
Este año, el Cuarteto Quiroga cumple 20 años y nos parecía una oportunidad fantástica para resaltar su trabajo. El Quiroga es una de las formaciones camerísticas más estables y consolidadas de nuestro país, con músicos que no solo apuestan por el repertorio clásico, sino también por la nueva creación. Con ellos, asistiremos a numerosos estrenos y los escucharemos junto a maestros de la interpretación como Javier Perianes, Veronika Hagen o Jörg Widmann. En la categoría de grupo residente también contaremos con Accademia del Piacere, una de las agrupaciones españolas más internacionales. Liderado por Fahmi Alqhai, destaca por la innovación, el mestizaje y la singularidad de sus propuestas. Una cita imprescindible será el Gugurumbé, un espectáculo ideado por Fahmi y el Premio Nacional de Coreografía Antonio Ruz, que contará con la bailaora y Premio Nacional de Danza Patricia Guerrero, la soprano Núria Rial y el guitarrista Dani de Morón. Finalmente, tendremos a José Luis Turina, a quien hemos elegido por su trayectoria: además de ser uno de los compositores españoles más importantes de la actualidad, es una figura imprescindible del desarrollo de la educación musical en nuestro país.
Los ciclos estables son algunas de las gemas musicales de este país, como el Ciclo de Lied, el Liceo de Cámara o Universo Barroco, entre otros… Pero también se han creado ciclos para conmemorar grandes efemérides, como el de Alicia de Larrocha. ¿Tiene vocación anual o solo será por una vez?
Este ciclo nace como contribución a los homenajes de los que estamos disfrutando este año en torno a la gran pianista Alicia de Larrocha con motivo del centenario de su nacimiento. Conoceremos partituras vinculadas a su trayectoria de la mano de Rosa Torres-Pardo, Noelia Rodiles y Judith Jáuregui. Al tratarse de una propuesta ligada a una conmemoración, en principio solo está contemplado esta temporada, así que animo al público a no perdérselo y a viajar al universo musical de esta icónica artista a través de un ciclo que tiene, además, precios muy populares.
Las colaboraciones son otro eje esencial del CNDM, con tantas y tantas instituciones privadas y públicas…
Las coproducciones son fundamentales para articular la actividad musical del CNDM en el conjunto del país. Esta vertebración territorial, que desarrollamos a través de nuestros Circuitos, está en la base de nuestra actividad. Gracias a más de 150 alianzas y sinergias con organismos afines y socios coproductores, acercamos a cualquier rincón de nuestra geografía y parte del extranjero las músicas más frágiles, aquellas que menos se programan desde la iniciativa privada.
Hablemos de los muy asequibles precios de las entradas y abonos, ya que el CNDM no tiene una vocación de negocio, si no de servicio…
Nuestra misión es velar por nuestro patrimonio musical y diseñar una programación que sea accesible y que llegue al conjunto de la ciudadanía. Esto influye en los criterios artísticos de selección de propuestas musicales, pero también pasa por una política de precios asequibles que fija el Ministerio de Cultura y Deporte y que está diseñada para que todo el mundo pueda acudir a los conciertos. Este año se mantienen los descuentos sociales para que, por ejemplo, los jóvenes menores de 30 años o las personas en situación legal de desempleo puedan disfrutar de los conciertos con un 50% de descuento.
¿Algo que se le haya quedado grabado de la pasada temporada…?
La temporada pasada disfrutamos de momentos inolvidables. Asistimos a numerosas recuperaciones históricas de la mano de agrupaciones de primerísimo nivel, a estrenos, a debuts en el CNDM, como el del contratenor y director gallego Alberto Miguélez Rouco y su ensemble Los Elementos… Pero también a la vuelta de Bach Vermut con su oferta gastronómica, un ciclo que nos trajo conciertos gloriosos como el de las improvisaciones que ofreció Juan de la Rubia sobre la película El Maquinista de la General de Buster Keaton. Lo cierto es que tengo muchos momentos grabados en la retina, pero si tuviera que quedarme con un solo elemento, sería con la sensación de satisfacción porque, después de todo lo que tuvimos que vivir por la pandemia, el público ha vuelto a las salas, sigue creyendo en la cultura y en este proyecto y tiene más ganas que nunca de sentir la música en directo.
¿Alguna espinita que le haya dolido?
Dada el elevado número de actividades del CNDM, no haber podido acudir a todos y cada uno de los conciertos programados.
En números redondos, ¿cuántas actividades preparan para 2023-24?
La ambiciosa programación del CNDM amplía esta temporada el número de actividades, de ciudades y de socios coproductores respecto a la edición anterior. En total tendremos 270 citas, lo que supone un 11% más respecto a la edición anterior, con 204 conciertos y 66 actividades pedagógicas en 29 ciudades españolas y 7 en el extranjero.
¿Dónde están los must de la nueva temporada?
El público que acuda al CNDM esta temporada disfrutará de grandes voces como las de los contratenores Franco Fagioli, Philippe Jaroussky, las esperadas sopranos Jeanine de Bique, la mezzo Ann Hallenberg o el sopranista Samuel Mariño. Vuelven los mejores cuartetos de cuerda del panorama internacional y celebraremos una doble cita con el piano minimalista con la presencia de Hauschka y Dustin O’Halloran, premiados autores de bandas sonoras. También tendremos a Víkingur Ólafsson con su personal visión sobre las Variaciones Goldberg. Y en el Universo Barroco celebraremos conciertos muy especiales, como la interpretación de La pasión según San Mateo a cargo de la agrupación española Vesprès d’Arnadí junto al Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana y el Cor Infantil de L’Orfeó Català. Por último, quiero destacar a las aclamadas sopranos Lise Davidsen y Olga Peretyatko, que se presentarán en el prestigioso Ciclo de Lied, que este año celebra su 30º aniversario.
¿Se han incorporado nuevas ciudades españolas a la programación del CNDM?
Sí, seguir sumando ciudades a nuestros Circuitos es primordial para alcanzar más rincones del país y cumplir con nuestro cometido como centro de difusión de la música. Esta temporada incorporaremos las ciudades de Arnuero (Cantabria), Valladolid y Vélez Blanco (Almería). En Arnuero estaremos en el Concurso Internacional de Música de Cámara de la ciudad con un concierto de una de nuestras agrupaciones residentes, el Cuarteto Quiroga. En Valladolid nos presentaremos en el ciclo de Recitales y Música de Cámara con el Cuarteto Cosmos, el Cuarteto Casals y, de nuevo, con el Quiroga, con el objetivo fomentar el apoyo a los grupos camerísticos españoles. En Vélez Blanco, en el marco del Festival de Música Renacentista y Barroca, podremos escuchar a Musica Ficta y una interesantísima propuesta de Delirivm Musica y La Floreta, con un concierto coreográfico que se sumerge en los bailes que estaban de moda en la corte de Felipe V.
¿Y extranjeras?
Nuestro patrimonio musical destaca por su calidad, su singularidad y su belleza. La percepción que se tiene en el extranjero del repertorio español es muy positiva. Lo pudimos ver este año en el Festival de Música Barroca de Londres, donde dotamos de programación al propio festival con una ambiciosa propuesta de cinco conciertos. Además, tocar en prestigiosos espacios internacionales supone un gran impulso para nuestros artistas. Por ello, desde el CNDM siempre tratamos de localizar nuevas localidades extranjeras y construir propuestas que nos ayuden a ensalzar nuestra cultura. En esta temporada, incorporaremos dos grandes coproducciones a uno y otro lado del Atlántico: Cuba y Polonia. En Cuba, estaremos en el Festival Mozart de la Habana con el pianista Javier Negrín y el conjunto Harmonia del Parnàs. En Polonia, la coproducción tendrá lugar en el marco del 58º Festival Wratislavia Cantans de Breslavia con Musica Boscareccia y Accademia del Piacere. Esta última también viajará a Trondheim, Noruega, con un programa que ahonda en villancicos, romances, y canciones recopiladas entre 1460 y 1480. Además, participaremos en la conmemoración del 150º aniversario de la Academia de España en Roma, con Divertimento Ensemble, que abordará obras de compositores españoles becados por la propia Academia en Milán y Roma. Por su parte, el Cuarteto Camões ofrecerá un recital en Alcobaça (Portugal), que incluye un estreno absoluto de la compositora Nuria Núñez Hierro, encargo del CNDM.
Pues ya hablemos de estos estrenos, porque el CNDM promueve la nueva creación de manera muy intensa…
Un año más, atendiendo a nuestro compromiso con la ampliación de nuestro patrimonio y el apoyo a la nueva creación, tendremos grandes estrenos. Recuperaremos 13 obras del patrimonio musical español y reforzaremos el compromiso con la creación contemporánea con 33 estrenos, 19 por encargo del CNDM de los cuales 14 corresponden a obras creadas por compositoras. En las recuperaciones, me gustaría destacar el estreno en tiempos modernos de Las amazonas de España, una obra de Giacomo Faco a cargo de Concerto 1700, que tendrá lugar en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música, con grandes voces especializadas como María Espada, Giulia Semenzato o Natalie Pérez, entre otras. Y en cuanto a la nueva ceración, destaco los estrenos de grandes compositores como José Luis Turina, Jörg Widmann, Núria Giménez-Comas, Francisco Coll, Pilar Jurado, Marisa Manchado o Peter Eötvös, que podremos escuchar en ciclos como Liceo de Cámara XXI o Series 20/21.
A lo mejor le pongo en un aprieto, pero en la nueva programación habrá músicas muy antiguas con otras estrictamente contemporáneas, como los estrenos. ¿Hablamos quizá de un arco de mil años de músicas en una programación?
Esta cuestión es muy interesante. A pesar de este arco temporal, si nos fijamos bien, hay un hilo invisible que conecta las músicas más antiguas con las músicas contemporáneas. Pensemos, por ejemplo, en la relación entre el Barroco y el jazz. Por un lado, tenemos una música muy alegre y viva y, por el otro, unos ritmos movidos que exigen también de la improvisación; una técnica muy presente en la música barroca. Por eso el público que viene a nuestros conciertos de Barroco es gente más joven que el que pueda acudir a otro tipo de conciertos clásicos. Este arco temporal también nos permite jugar mucho con los repertorios e idear propuestas capaces de conquistar a todo tipo de públicos.
Para brindar por la nueva temporada, el CNDM tiene su propia bebida, que no es otra que el vermú, que ya se asocia al órgano y a Bach de manera indisoluble…
¡Y esta temporada celebra su décimo aniversario! Estamos ante uno de los ciclos más populares del CNDM, que siempre agota localidades y que nos ha permitido llegar a un público más familiar. Este año tendremos grandes conciertos, como el que ofrecerá Wayne Marshall, un auténtico maestro de la improvisación; o el de Thomas Ospital con la periodista Eva Sandoval, que hará un directo en el concierto para descubrirnos los secretos del órgano. ¡No se lo pueden perder!
por Gonzalo Pérez Chamorro
www.cndm.mcu.es
Foto: Francisco Lorenzo, director del Centro Nacional de Difusión Musical.
Crédito: © Rafa Martín