El estreno este próximo 23 de junio en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando del Trío para piano, violín y violonchelo n 1 en re menor de Josué Bonnín de Góngora por el Garnati Ensemble, formado por Pablo Martos (violín), Alberto Martos (violonchelo) y Ambrosio Valero (piano), es un acontecimiento para todo amante de la buena música de cámara, que descorcha una nueva obra llamada para quedarse, concierto titulado “DSCH / JBDG” en el que además se interpretará el Trío n. 2 de Shostakovich. Dmitri y Josué, DSCH y JBDG. Hablamos en este encuentro con dos de sus protagonistas, el violinista Pablo Martos (PM) y su hermano, el cellista Alberto Martos (AM).
¿La fusión de los Tríos de Shostakovich y Bonnín de Góngora responde a relacionar la entonces vanguardia de Shostakovich con un estreno, en este caso de Bonnín de Góngora?
PM. Shostakovich no fue sólo un compositor de vanguardia extrema, sino también un artista que transmitía una profunda verdad emocional. Es precisamente esa honestidad lo que establece un vínculo entre su Trío y el de Bonnín de Góngora. Ambas obras exploran los rincones más profundos del alma y alcanzan cotas elevadas de expresión musical, cada una con su propio lenguaje. Creo que estamos ante dos obras maestras y que el nuevo Trío de Bonnín de Góngora ha llegado para formar parte del repertorio fundamental de esta formación. Así lo entendimos en el Garnati Ensemble.
AM. Existe en ambos casos una honestidad absoluta en la forma de comunicar, conmoviendo al oyente de igual forma, a pesar de usar un lenguaje muy distinto. Si en la obra de Shostakovich encontramos gran cantidad de novedades con respecto a la música de cámara que se venía componiendo, el Trío de Bonnín representa igualmente un soplo de aire fresco dentro de la música de cámara actual, si bien su forma de entender la tonalidad puede resultar en ciertos momentos más amable, pero de un tratamiento realmente complejo y refinado.
¿Hasta qué punto la responsabilidad de unos intérpretes recae en un estreno absoluto?
PM. Invirtiendo la pregunta, para los intérpretes contemporáneos, más que una simple responsabilidad, es un deber ético. Es nuestra obligación estudiar los diversos lenguajes que nos atraen para poder transmitir un mensaje al público con la máxima autenticidad. Hoy en día tenemos la suerte de poder estar en contacto con los compositores de nuestro tiempo, independientemente del lenguaje musical utilizado.
AM. La labor del intérprete a la hora de ejecutar una obra de nueva creación conlleva una tremenda responsabilidad. El hecho de poder tener una relación directa con el compositor será determinante para el resultado final. Con una obra contemporánea existen nuevos factores para tener en cuenta. De una parte, tienen la pureza del que escucha por primera vez y por lo tanto no puede comparar con ninguna otra versión. Por otra parte, es misión de los intérpretes ser capaces de hacer vibrar al oyente y saber expresar el sentir del autor, de lo contrario podrían causar una primera impresión desfavorable, lo que podría provocar la condena para la nueva obra. Esto es así debido, entre otras cosas, a la velocidad vertiginosa a la que vivimos en nuestros días y la oferta cultural existente, gracias a la cual no se suele dar más de una oportunidad a un creador si no te ha gustado lo que has escuchado. El intérprete debe creer en esta nueva obra y apostar por ella, llegando a sentirla como suya.
¿Cómo es la estructura y el alma de la música de este Trío de Bonnín de Góngora?
PM. La estructura del Trío de Bonnín de Góngora es la de un autor comprometido con lo que quiere expresar. Tomando el testigo de las grandes formas sinfónicas románticas de compositores como Bruckner, así como de las formas camerísticas de Busoni, Bonnín metaboliza una superestructura en un lenguaje actual y cercano. La música de Josué trasciende lo terrenal y nos invita a su mundo espiritual.
AM. El trío está dividido en cinco movimientos. Con ciertas reminiscencias de una estructura clásica, innova pasando de los cuatro movimientos usuales en el romanticismo por compositores como Brahms o Mendelssohn, a cinco, al que llega de forma meditada tras imponer un intermezzo central como eje gravitatorio de toda la obra. El alma de la música de este Trío es, al igual que en el resto de su obra, todo verdad presente. El año pasado tuve la fortuna de interpretar parte de su producción para violonchelo y piano en el festival “Tocando las Estrellas” de Granada junto al pianista Ambrosio Valero. Pude experimentar como intérprete la experiencia de dar vida a una música atemporal. Partiendo siempre de fuertes raíces clásicas y románticas, la música de Bonnín de Góngora innova principalmente en cuanto a la actitud hacia la creación. Su propuesta es valiente, sincera y absolutamente honesta en tanto en cuanto no atiende a pretensiones vanas fuera de la propia experiencia musical. Tanto es así que puedo afirmar por experiencia propia que el público responde con igual con honestidad tras asistir a la escucha de su obra, demostrando su entusiasmo con una reacción difícil de encontrar dentro del ámbito de los conciertos de música clásica actuales.
¿Quién sale más beneficiado de la mezcla de Tríos, Shostakovich o Bonnín? Porque se pueden retroalimentar, imagino…
PM. La fusión de ambas obras nos brindará una experiencia holística. Es fascinante cómo un mensaje puede cambiar su significado dependiendo del contexto. En este caso, la combinación de una superestructura (Bonnín) con una obra que buscaba alejarse del modelo clásico (Shostakovich), pero con motivaciones expresivas, resultará sumamente estimulante tanto para el público como para nosotros, los intérpretes.
AM. Ambos Tríos se complementan. De naturaleza claramente diferente, comparten una forma de sentir e interpretar la realidad circundante muy similar. Dicha similitud reside en la forma en que ambas propuestas evaden lo más oscuro de la realidad que fue testigo de su creación para reinventar una vía de escape hacia la luz. Mientras Shostakovich se nutre de una mezcla entre tristeza e ironía para sublimar su más hondo sentir, Bonnín de Góngora sabe encontrar otras vías para acercarnos a la gran Belleza. Es para mí un ejemplo de cómo se puede conectar la raíz de lo bien arraigado con el salto a un mundo nuevo.
por Gonzalo Pérez Chamorro
23 junio - 12:00
Concierto DSCH / JBDG
Pablo Martos (violín), Alberto Martos (violonchelo) y Ambrosio Valero (piano)
Obras de Dmitri Shostakovich y Josué Bonnín de Góngora
Salón de Actos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Acceso libre y gratuito
VER CONCIERTO COMPLETO
https://www.youtube.com/watch?v=jjtD0AkkJYI
www.realacademiabellasartessanfernando.com
Foto: Alberto Martos, Pablo Martos y Ambrosio Valero estrenan este próximo 23 de junio en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando del Trío para piano, violín y violonchelo n. 1 en re menor de Josué Bonnín de Góngora.
Crédito: © Sara Ruano