Daniel Pinteño, violinista y director de Concerto 1700, acomete 2021 con ilusión ante los nuevos proyectos discográficos y con la esperanza de recuperar el tiempo perdido en forma de conciertos aplazados. Pero antes, debe completar este difícil año cerrándolo con tres conciertos en el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, el Festival Música Antigua Aranjuez y la Sociedad Filarmónica de Lugo.
¿Ahora que estamos viendo el final a este 2020 puede hacer balance de lo que ha supuesto este año tan complicado para Concerto 1700 y para usted? ¿Se han cumplido algunas de las metas artísticas que tenía cuando arrancó el año?
Nuestro año 2020, supongo que como el de tantos otros, empezó con muchos proyectos ilusionantes que se vieron súbitamente truncados por esta terrible enfermedad que ha puesto patas arriba el mundo. Una gran parte de nuestra temporada de conciertos estaba condensada entre los meses de marzo y junio, así que se puede imaginar el golpe que supuso el confinamiento para nosotros. Durante el mes de marzo recibía cancelaciones o aplazamientos a diario y la incertidumbre se cernía sobre el sector. Tenía que trasladar esas malas noticias a los músicos y sinceramente no era plato de buen gusto. Muchos de los que trabajamos en el sector de la música antigua somos freelance, es decir, si no trabajamos, no tenemos ingresos. Todavía tenemos en diciembre algunos compromisos pendientes, pero volviendo a los objetivos marcados para 2020, podemos estar relativamente contentos, ya que hemos mantenido una actividad musical aceptable para lo que podíamos prever en los meses de marzo y abril. Adicionalmente nos hemos volcado en la faceta discográfica aprovechando los meses de verano para acometer dos proyectos que verán la luz en 2021.
¿Qué compromisos le quedan para este último mes de 2020?
En diciembre, si todo va bien, tendremos tres conciertos repartidos por diferentes puntos de la geografía española. Nuestra primera cita musical será dentro del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza (este 6 de diciembre), con un exigente programa centrado en la escuela de violinistas que reinó en la Hofkapelle de Dresde durante más de 150 años. Es un repertorio no especialmente conocido por el gran público, donde podemos encontrar nombres como Farina, Walther, Westhoff, Heinichen, Weiss o Pisendel. Este programa ha sido posible gracias al apoyo del CNDM que quería en esta temporada rendir un homenaje a la música de Sajonia. Tras esto cambiamos de tercio y viajamos al Madrid del último tercio del siglo XVIII con un concierto muy bonito centrado en la música de Boccherini, Haydn y Brunetti, con dos citas, el 13 y 19 de diciembre. Es un repertorio que hemos trabajado en profundidad y con el que disfruto muchísimo. Con él visitaremos el Teatro Real Carlos III de Aranjuez dentro del Festival Música Antigua Aranjuez. Es un Festival al que le tengo mucho cariño porque siempre han tenido una apuesta decidida por los músicos jóvenes y por el patrimonio español. Da la particularidad de que este teatro es prácticamente contemporáneo a la música que interpretamos, con lo que le da un valor añadido a la experiencia musical. La última cita del mes la tendremos si todo va bien con el mismo programa en la programación de la Sociedad Filarmónica de Lugo el 19 de diciembre. Espero que las nuevas restricciones que parece se están implementado en cada territorio español no afecte a alguna de las fechas.
Como bien decía la actividad musical se retomó lentamente durante el verano y se ha conseguido mantener hasta ahora sin demasiados contratiempos. ¿Se debe esto a las medidas que se han ido tomando en el sector para garantizar una cultura segura?
En nuestro caso, la actividad se retomó a partir de julio gracias a la apuesta decidida por la cultura que ha hecho en todo momento la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid. Tenemos muchísimo que agradecer a Pepe Mompeán y todo el equipo de la Consejería porque sin ellos posiblemente muchos grupos habríamos desaparecido. Como la Comunidad de Madrid hay otras administraciones locales y autonómicas que han conseguido mantener latiendo al ralentí la cultura de este país, demostrando en todo momento que realmente la cultura es segura. No es simplemente un eslogan. Es un hecho. En nuestro caso siempre hay acceso ordenado, el público está sentado y distanciado, es obligatorio el uso de mascarillas en todo momento tanto para público como para intérpretes, etc. Ojalá en todos los espacios públicos se actuara con la misma responsabilidad.
Durante el confinamiento muchos músicos se volcaron en realizar directos o retransmisiones de microconciertos. ¿Cree usted que el consumo virtual de conciertos ha llegado para quedarse?
No creo que el modelo de microconciertos que vivimos durante el confinamiento vaya a ser mayoritario. Se dio durante un periodo muy concreto en el que la música en directo no podía llegar a las salas de concierto. Dicho esto, creo que mientras duren las restricciones de movilidad y las limitaciones de aforo conviviremos con un modelo híbrido de concierto donde en muchos casos haya público en directo y público virtual desde su casa. Esto es algo que ya hemos visto durante 2020, aunque sinceramente a día de hoy he visto muy pocos streamings con una calidad aceptable. Esto no consiste solo en tener muchas cámaras sino en que la toma de sonido sea perfecta, para ello se necesitan el número adecuado de micrófonos, pero sobre todo se necesita contar con un técnico de sonido familiarizado con el tipo de música que va a trabajar. En nuestro caso música antigua. Las emisiones en directo permiten no perder el carácter efímero y fugaz que tiene un concierto. Esto es algo que no se debe perder. Con esto el oyente puede tener siempre la sensación certera de estar viviendo una experiencia única e irrepetible. No soy muy partidario de grabar conciertos completos y mantenerlos colgados en redes para la eternidad. En el futuro habrá que estudiar los límites legales de estas emisiones y grabaciones destinadas a redes sociales, porque creo que es un terreno todavía sin acotar; considero que en muchas ocasiones se pueden estar conculcando algunos derechos individuales y profesionales. El tiempo lo dirá, pero estoy seguro que si se mantiene esta tendencia se legislará para establecer un marco legal claro de actuación.
Me comentaba que durante 2020 han aprovechado para centrarse en algunos proyectos discográficos. ¿De qué se trata y cuándo están previstos los lanzamientos?
Exactamente, llevábamos meses trabajando en esos proyectos y pese a la situación epidemiológica decidí apostar por ellos. Para el que no lo conozca de primera mano, la preparación, producción, coordinación y logística que conlleva una grabación discográfica es una tarea ardua y agotadora. Partiendo de lo más básico: encontrar un sitio donde grabar. En España y para ser más concreto en Madrid, aunque parezca mentira por la cantidad de sitios de los que dispone, es prácticamente imposible encontrar un espacio donde un grupo pueda desarrollar una labor de residencia artística. Disponer de un espacio cedido, como el que disfrutan nuestros colegas en otros países de nuestro entorno, supondría para nosotros dar un auténtico paso de gigante a la hora de encontrar una estabilidad al proceso creativo porque tendríamos un espacio donde desarrollar proyectos, ensayos y grabaciones. Lamentablemente, las administraciones públicas, que son las que gestionan la mayoría de espacios, están hiperburocratizadas y no quieren involucrarse en ello. Supongo que piensan que les ocasionan más molestias que beneficios, cuando realmente es todo lo contrario.
Pero han conseguido grabar dos discos…
Pese a todas las dificultades sobrevenidas, hemos conseguido grabar durante el verano dos discos de los que estoy especialmente orgulloso. El primero, centrado en la música para alto de Antonio Literes (1674-1747), junto al fantástico contratenor Carlos Mena. Con Carlos he conseguido entenderme muy bien y la música fluye sin problemas. Este CD se llevó a cabo con el apoyo de una Beca Leonardo que me concedió la Fundación BBVA. Verá la luz en el primer tercio de 2021 y esperamos presentarlo en concierto de manera simultánea. El segundo, algo más intimo, recoge una selección muy interesante de música de cámara a cargo de Gaetano Brunetti (1744-1798), que no se había grabado en disco anteriormente y que será presentado a mediados de año.
Por lo que veo sigue su apuesta por la música de la España del siglo XVIII... ¿Seguirá siendo uno de los pilares fundamentales de Concerto 1700 para el año 2021?
Sin duda lo será. Todo el que me conoce sabe de mi apuesta decidida por la recuperación y difusión de la música barroca española. Más allá de las modas, estoy convencido de la enorme calidad de nuestro patrimonio musical. No lo veo como un acto de chovinismo, sino como un ejemplo de justicia hacia obras y autores que permanecen en el olvido. Esta calidad es palpable y lo constato tras cada uno de nuestros conciertos cuando el público se acerca para felicitarnos por la belleza y nos anima a continuar rescatando del abandono nuestro patrimonio. Me gustaría reseñar que esta labor de recuperación se debe siempre al trabajo conjunto que realizamos los intérpretes junto a la comunidad musicológica que tiene mucho que decir al respecto. Esta apuesta por la música barroca española no va a cambiar en 2021 y seguiremos llevando la música de autores como José de Torres, Antonio Literes, José de Herrando, Juan Francés de Iribarren o Francisco Hernández Illana, entre otros, allá donde haya un programador valiente que quiera explorar el maravilloso terreno musical que hay fuera del canon establecido.
Siguiendo con los planes de futuro, supongo que los aplazamientos que sufrieron en 2020 tendrán su reflejo en una reprogramación en el próximo año. ¿Se están reprogramando todos los conciertos que no se pudieron realizar durante el confinamiento?
No todos los conciertos se encuentran reprogramados a día de hoy. Es verdad que la mayoría de los festivales y promotores han apostado, a mi entender de manera acertada, por establecer una nueva fecha y después tomar una decisión en función de la situación una vez llegada la fecha. El problema con el que nos encontramos, y del que se habla poco, es que vamos a tener una temporada repartida en dos años, lo que significa la mitad de actividad y por ende la mitad de facturación. Pongamos el caso de que en 2020 no estabas programado en un festival que tuvo que ser aplazado por la emergencia sanitaria. Esto conllevará con total seguridad que para la edición de 2021 tampoco estés en cartel, ya que el organizador, como es lógico, tiene la obligación moral de reprogramar esos conciertos aplazados. Pese a todo soy optimista porque tanto administraciones como promotores están siendo sensibles en este aspecto y están reprogramando la gran mayoría de conciertos aplazados.
por Lucas Quirós
Concerto 1700 / Diciembre de 2020
· Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza / 6 de diciembre
· Festival Música Antigua Aranjuez / 13 de diciembre
· Sociedad Filarmónica de Lugo / 19 de diciembre
www.concerto1700.com
http://danielpinteno.com
Foto: “La preparación, producción, coordinación y logística que conlleva una grabación discográfica es una tarea ardua y agotadora”, afirma Daniel Pinteño, director y violinista de Concerto 1700.
Crédito: © Jaime Massieu