Con motivo del concierto inaugural y la gran final del CIMCA 2022, que se celebrará los días 8, 9 y 10 de julio en la localidad cántabra de Arnuero, hablamos con su director, Antonio Margallo.
Este año, el CIMCA (Concurso Internacional de Música de Cámara de Arnuero) celebra su XIX edición, pero, ¿cómo surge la idea de este certamen y cuál es el objetivo?
El CIMCA nace, por un lado, de la necesidad de poner a disposición de las agrupaciones de cámara más jóvenes un espacio donde poder explorar todas sus posibilidades, ante un jurado cualificado y un público ajeno a su entorno familiar o académico. Y, por otro, del apoyo decidido de José Manuel Igual, Alcalde de Arnuero, que ha integrado el Concurso en el proyecto municipal Ecoparque de Trasmiera. En cuanto al objetivo, el Concurso pretende funcionar como plataforma de apoyo a jóvenes intérpretes que quieran apostar por desarrollar una carrera profesional en agrupaciones de música de cámara estables, lo que supone, sin duda, un gran desafío y un crecimiento profesional importante.
¿Qué entidades o instituciones colaboran en este concurso?
El CIMCA mantiene acuerdos con diversas instituciones, como la Fundación Botín, el Festival Internacional de Santander, la Real Sociedad Menéndez Pelayo y el Conservatorio Profesional “Jesús de Monasterio”, de Santander. Creo que los grupos de cámara merecen una mayor atención y un apoyo más decidido de las diferentes instituciones culturales, de forma que les permitan integrarse en circuitos municipales de prestigio. En este sentido, considero que los concursos de música son un recurso significativo, al poner a disposición de los festivales de música clásica la posibilidad de contratar grupos jóvenes con un nivel más que contrastado, para nutrir sus programas de conciertos. Sin duda, el mejor premio posible de todo concurso es servir de soporte al inicio de una carrera profesional.
¿Cuál es el perfil de los concursantes? ¿Y cómo es el proceso de selección?
La mayoría de los concursantes son estudiantes de los últimos cursos de grado superior o de máster. Si bien la mayoría procede de conservatorios superiores, hay una participación de grupos procedentes de escuelas de Alemania, Francia, Suiza, Países Bajos, Reino Unido, etc. La edad de los participantes está limitada, pues no podrán superar los 28 años a fecha del concurso. El Covid vino a modificar el proceso de selección, hasta entonces exclusivamente presencial. En esta XIX edición, hay una preselección online de un máximo de 8 agrupaciones que pasan a la semifinal. Ya en Arnuero, de forma presencial, se seleccionan un máximo de 4 grupos para la audición final. De todo este proceso, destacaría la convivencia de concursantes procedentes de distintas escuelas, con métodos y sensibilidades diferentes, y la oportunidad única que supone el poder compartir experiencias con otros músicos y con el jurado.
¿Quiénes son los miembros del jurado?
En esta XIX edición, el Concurso de Arnuero está presidido por el compositor Mauricio Sotelo y forman parte de él, como vocales, el compositor Mario Carro, el violinista Alejandro Saiz, el pianista Enrique Lapaz y la presentadora de Andante con moto de Radio Clásica de Radio Nacional de España, Luz Orihuela.
Una de las singularidades de este Concurso es su apuesta por los compositores contemporáneos. ¿Qué obras se estrenan en esta edición y quiénes son sus autores?
Con la celebración del X aniversario se decidió apostar por aprovechar un recurso que estaba aún sin explotar y que, en mi opinión, bien podía tener cabida en nuestro Concurso. Así que a partir de ese momento, en cada edición, se encarga una obra a dos compositores, que formarán parte del jurado, para su estreno en el concierto inaugural del Concurso. Así es como comienza nuestro Concurso, con el jurado en el escenario y los concursantes formando parte del público. Por eso, el CIMCA es también una apuesta firme por incluir estrenos en la programación, dando así a conocer la obra de nuestros compositores. En esta edición, estrenaremos la pieza Plenitud, para violín y piano, de Mario Carro, inspirada en un poema de Pepe Hierro y la obra Lucifer del azul: el mar…, de Mauricio Sotelo, también para violín y piano, que toma prestado su título de los primeros versos del poema Mar, de Federico García Lorca.
por Jesús Rovira
www.concursomusicaarnuero.es