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BachFest Stuttgart 2025

Un Bach para todos los gustos

Abril 2025

Pese a que la figura de Johann Sebastian Bach nunca llegara a pisar territorio tan al sur de la por entonces inexistente Alemania, la tranquila Stuttgart se ha convertido con los años en uno de los motores bachianos mejor engrasados y potentes del planeta. Y todo este aún hoy eficiente trabajo de ingeniería habría que anotárselo al genial bufido creativo del legendario Helmuth Rilling, cuya sombra sigue siendo venerada de manera casi religiosa por estos rincones, pues fue capaz de poner a Stuttgart en el escaparate de su música.

Ya en 1954, el estutgardiense, fundó la agrupación coral Gächinger Kantorei, a la que le siguió el Bach-Collegium Stuttgart, lo que con el discurrir de las décadas conllevó que finalmente ambas se fundieran en el “Coro y la Orquesta de la Internationales Bachakademie Stuttgart” (los Gaechinger Cantorey).

El Festival y su Academia velan conjuntamente para que la llama de la música de Bach jamás se apague en este hermoso paraje. Un año más han vuelto a demostrar que la ciudad y el compositor van bien agarrados de la mano, obsequiando una programación brillante, desenfada y variada, capaz de mezclar los aires espirituales y religiosos, con los puramente festivos. El BachFest consigue el milagro de ofrecer un Bach para todos los gustos y sabores. Y es que, todos llevamos irremediablemente algo de Bach dentro.

 

Dos intensas semanas han sido el espacio temporal abarcado por el Festival Bach de Stuttgart de este 2025, en el que se han organizado casi una cuarentena de conciertos y espectáculos en diferentes espacios, tanto escénicos como patrimoniales y siempre con la alargada sombra de Bach acechando. Entre esta amplia agenda se han mezclado propuestas musicalmente más serias con otras más solazadas. En el Festival se puede un día escuchar una de sus titánicas Pasiones y al día siguiente dejarse embelesar por el folclore sudamericano. Durante estos quince días han pasado por la capital germana personalidades del calibre de Hans-Christoph Rademann (verdadero Pope del certamen), Quito Gato, Anna Lucia Richter, la Gaechinger Cantorey, Jonatan Alvarado, Alexander Melnikov, La Grand Chapelle, Sarah Willis, Lucile Boulanger o nuestra Leticia Moreno con una tanguera proposición.

Gloriosa tradición

El BachFest empezó este año la casa por el tejado programando para su jornada inaugural del 9 de marzo desde la Sala Beethoven, nada menos que una de las partituras más monumentales paridas por la humanidad, La Pasión Según San Mateo. Desde que Rilling diera un paso atrás en 2013, las riendas de la Academia Internacional Bach de Stuttgart y por extensión su Festival, recayeron en ese sabio kapellmeister que es Hans-Christoph Rademann, hombre apacible pero meticuloso, que parece estar dirigiendo a veces en el salón de su casa (es tal el grado de compenetración adquirido con sus músicos). Pese al evidente peso de la tradición que impera sobre los cimientos de la Akademie, el sajón ha ido un paso por delante de su antecesor, pues si Rilling apostaba por un Bach de “modernizado” sonido, el nuevo testamento estilístico de Rademann se sustenta en mandamientos netamente historicistas (ajustadas orquestas divididas por la viola da gamba y el órgano, junto a coros enfrentados de apenas una treintena de voces), como viene regularmente demostrando en su ejemplar serie de las Cantatas de Leipzig que está registrando en Hänssler.

Él gusta más de mirarse en el espejo de Philippe Herreweghe, siendo su planteamiento histórico muy bien asimilado. La música fluye sin espasmos, sobresaltos o caprichosas irreverencias. Todo nace desde el equilibrio, desde la sensatez, desde la belleza más pura y desnuda, desde la sensibilidad a flor de piel, en definitiva, desde una sincera verdad que nos sabe a eternidad. En su lectura el único protagonista es Bach y no un “iluminado” que solo pretende llamar la atención con tiranteces, sacudidas o fuegos de artificio. Dirección fiel a sus instrumentos originales (¡qué sutileza de timbres!) que nunca pesa sobre nuestros oídos, ya que es tal el despliegue de encantamiento y fulgor que uno solo puede caer postrado a sus pies.

El Coro es la joya de la corona. Su ensamblaje con la música de Bach es un prodigio, tanto en afinación y empaste, como en expresividad (son un personaje vital en la narración). Su impresionante calidad sigue intacta, como se pudo comprobar en unas Corales de rotunda y sublime beldad (para enmarcar el sotto voce de la expiración final de Cristo). Del joven y bien atado reparto, destacar el soberbio Evangelista del tenor Daniel Johannsen, que más que recitar desgrana con su embriagador canto de manera casi operística sus palpitantes intervenciones, lo que le otorgó un condimento extra de teatralidad a la interpretación.

Bach y Latinoamérica

La temática elegida este 2025 para engalanar el Festival fue la de “Bach y Latinoamérica”. Y es que, como explicaba antes del concierto la almeriense María del Mar Alonso Amat, una de las responsables organizativas y programáticas del certamen, “cuando Europa conquista América, no olvida llevar también su música hasta el nuevo mundo”. De ahí que el segundo de los espectáculos en el Landesmuseum Württemberg, estuviera protagonizado por miembros de la Cappella Mediterranea que dirige Leonardo García-Alarcón. Su esposa, la soprano también argentina Mariana Flores (admirable su gracia a la hora de presentarnos las canciones) y ese músico indomable capaz de tocar todo aquello que caiga entre sus manos que es Quito Gato (junto al contrabajista Romain Lecuyer), ofrecieron, a una audiencia entregada, un ramillete de canciones populares y folclóricas de Argentina y Perú. Sorprendente ver como el público germano hace suyo el ritmo de una chacarera o canturrea tonadas tan legendarias como La flor de la canela. Impagable.

Un BachFest Stuttgart tan delicioso, en definitiva, como ese busto de chocolate del dios Bach que reciben los músicos al concluir sus conciertos. Y es que, aquí Bach sigue más vivo que nunca.

por Javier Extremera

 

www.bachfest-stuttgart.de

www.bachakademie.de

 

Foto: El BachFest Stuttgart 2025 comenzó con La Pasión Según San Mateo con dirección de Hans-Christoph Rademann.
Crédito: © Franziska Kraufmann

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