La joven pianista aborda en su debut discográfico para Solo Musica dos obras mayores de Schumann y Rachmaninov, los Estudios Sinfónicos y las Variaciones Corelli, a las que añade las jugosas y humorísticas Variaciones Op. 14 de Kapustin.
Este es su debut discográfico, ¿por qué con Schumann y Rachmaninov?
Me sentí atraída por estas obras mientras las preparaba para mi repertorio de concierto. Siento que estas piezas tan importantes son interminables de explorar para el intérprete. Siempre hay algo nuevo que descubrimos a través de la escritura de estos compositores y siempre hay mucho que decir como intérprete.
Kapustin ejerce de “telonero”, como decimos en España, para relajar tanta tensión acumulada con dos grandes obras maestras muy intensas…
Esto es cierto; fue difícil combinar tanta profundidad y la complejidad de Schumann y Rachmaninov en el mismo programa, de este modo buscaba algo que añadiera variedad, y pienso que la obra de Kapustin es ideal y además maravillosa. No es exactamente un “entretenimiento”, pero está muy bien escrita con un profundo conocimiento de la literatura pianística y con un gran sentido del humor.
Schumann no llamó “variaciones” a su ciclo pianístico con más variaciones…
Los llamó Estudios Sinfónicos, “estudios” por su complejidad técnica; “sinfónicos” porque el colorido de la escritura está muy cerca de la orquesta sinfónica. Hay además cinco variaciones “extras”, que no he incluido en este Op. 13, publicado póstumamente con el añadido. Tomé la decisión de usar tres de ellas en mi interpretación.
Le ha llevado domar y comprender estas obras como siete años de estudio. ¿Cree que el público o el oyente del CD conoce el extenuante trabajo que hay detrás?
Sí y no… Muy a menudo escucho al público afirmar que cómo es posible que memorice tantas y tantas notas; y cómo de severo debe de ser físicamente y lo complejo que debe ser componerlo. Pero para un músico formado en su integridad, con un proceso mental organizado, sigue siendo complejo, pero se asimila con mayor naturalidad.
¿Qué pretende aportar a un repertorio (Schumann y Rachmaninov) muy grabado?
Entiendo lo que quiere preguntarme, y es cierto que es realmente difícil interpretar estas obras mejor que los más grandes artistas de otros tiempos, del pasado, tal como ellos las grabaron. Pero como habitualmente afirmo, es la finalidad del intérprete explorar las obras de Schumann, Rachmaninov, Bach, Beethoven, Chopin y tantos otros compositores muy interpretados. Y el hecho de que hayan sido tan tocados y grabados no nos impide a una nueva generación expresar nuestra propia voz en nuestras interpretaciones y grabaciones. En el fondo, es lo que el compositor esperaba… Pienso que ellos dejaron un espacio de libertad para nosotros, para diferentes intérpretes y artistas, para crear un sonido que ellos habían dejado escrito en la partitura.
¿De dónde saca tanta energía para otorgar tanto sonido a sus interpretaciones?
Pienso que la calidad del sonido viene desde dos factores: nuestra voluntad y determinación interna y el conocimiento de nuestro cuerpo para hacer el sonido que queremos en el instrumento.
¿Ha tenido experiencia profesional en España?
Sí, en el último año fui solista con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, donde interpreté el Primer Concierto para piano de Tchaikovsky. Este concierto fue organizado para los ganadores del Concurso Internacional ClaMo de Murcia. Y aprovecho para agradecer la hospitalidad que recibí durante mi estancia en España y la organización profesional que se desarrolló durante el ClaMo.
por Blanca Gallego
www.annakavalerova.com
www.no-te.com
Documental: “Anna Kavalerova | Themes and Variations”
https://www.youtube.com/watch?v=hxRPymW9hNA
Foto: La pianista rusa Anna Kavalerova ha grabado para el sello Solo Musica.
Crédito: © Anna Kavalerova 2019