Originalidad y perfección técnica son cualidades que caracterizan a Ambrosio Valero. Un artista capaz de captar la atención del público sin ampulismos pero con un pianismo cargado de lirismo y poesía. Ambrosio forma parte de una generación de músicos altamente cualificados y con reconocido prestigio internacional como lo demuestran sus numerosos premios y recitales ofrecidos en todo el mundo. Invitado frecuente de los más relevantes festivales y auditorios del panorama internacional nos encontramos ante uno de los más importantes valores del piano actual.
Ambrosio Valero ha sido galardonado, entre otros, con el Primer Premio Nacional de Piano “Ciudad de Albacete”, galardón obtenido conjuntamente con el Premio a la mejor interpretación de la música de Beethoven, Chopin y a la música española; el Premio Nacional de Piano “Manuel de Falla” o el Premio al mejor pianista español, mejor intérprete de la música de Mompou y Medalla en el Concurso Internacional de Piano “María Canals” de Barcelona.
Encontramos a Ambrosio Valero rodeado de pianos escogiendo el instrumento que le acompañará en sus próximas giras por España y Sudamérica: un magnífico Bösendorfer 290 Imperial. En estos recitales ofrecerá programas temáticos como las tres últimas sonatas de Beethoven, las cuatro Baladas de Chopin o una recopilación de transcripciones de Busoni sobre la música de Bach. Destacan sobre las demás las Impresiones íntimas de Mompou, obra con la que obtuvo el Premio Especial a la mejor interpretación de la música del maestro catalán otorgado por la Fundación “Frederic Mompou”, dentro del Concurso Internacional de Piano “Maria Canals” de Barcelona. “Siento un especial cariño por la música de Mompou. Su música permite desarrollar la imaginación y jugar con todos los recursos que ofrece el piano. Particularmente me gusta el carácter miniaturista y casi improvisado de sus partituras. Esto se acentúa en su obra Impresiones íntimas y, más concretamente, en piezas como Secreto o Pájaro triste. Dentro de una extraordinaria simpleza se esconde una emotividad contenida al alcance solo de un genio como era el maestro barcelonés”.
Ambrosio es un pianista con una concepción profunda de la música y con un sonido personal e inconfundible. Escuchar uno de sus recitales es adentrarse en una búsqueda incesante de colores y timbres. “El trabajo técnico de un pianista no solo consiste en la repetición mecánica de pasajes de gran dificultad, también debemos trabajar el sonido para que sea lleno, personal y nunca duro. Hemos de llevar el sonido con la misma claridad a todos los rincones de un auditorio. El sonido de cada pianista debe ser como las huellas dactilares o el timbre de la voz. Debe ser tan personal que sea irrepetible. De lo contrario se cae en la mediocridad. Cada vez encuentro más músicos que tocan igual, que caen en lo llamado ‘standard’ y que parecen más preocupados en no molestar con su interpretación que en desplegar su imaginación y mostrarnos su punto de vista sobre la obra. La creatividad, la originalidad o la frescura son cualidades que deben ser premiadas en el mundo del arte y en muchas ocasiones tengo la sensación de que se persiguen y castigan. No debemos olvidar que un artista es aquel capaz de evocar sentimientos a través del arte”.
Es conocida su capacidad a la hora de conectar y transmitir al público su visión del piano y su literatura. “Quiero transmitir emociones y busco que la audiencia entienda lo que quiero decir con la música y sería incapaz de expresar de otra manera. Cuando esta simbiosis entre artista y público se produce, se crea una comunión muy especial entre ambos. Es una sensación similar a la que produce mirar un cuadro y predecir a través del gesto de los personajes, sin necesidad de explicación alguna, el sentir de cada uno de ellos. La música es el vehículo de expresión de un artista para comunicarse con el espectador”.
Dejamos a Ambrosio donde lo encontramos, esta vez interpretando a Chopin, con la sensación de que los sonidos corroboran sus palabras. Se trata de talento aunado con intuición y la seguridad que solo puede proporcionar el estudio y la reflexión. Encontramos en él un pianismo que tal y como nos ha dicho “trata de profundizar en el alma de quien escucha”.
Julia Alonso
Foto: Ambrosio Valero, uno de lso más importantes valores del piano actual.