Alois Mühlbacher (1995) podría representar esa juventud austriaca de irresistible flow, capaz de unir modernidad con tradición. "¡Adelante!", le diría el Alois actual a aquel Alois niño corista de San Florián, el mismo que terminaría (o comenzaría) triunfando con apenas 15 años sobre un gran escenario, el que defendería esa voz con tanta leyenda a sus espaldas como es la de contratenor, y que no se limitaría al repertorio barroco sino que se abriría a Mahler, Strauss, Wolf..., e incluso la música más actual (Fanny y Alexander, de Gisle Kverndokk). La juventud de este artista se fusiona con la de un veterano eternamente joven, Marc Minkowski, y su ya mítica formación Les Musiciens du Louvre. Junto a ellos, y en compañía de un elenco brillante, la Alcina de Haendel se paseó por estas tierras en versión de concierto (ver crítica de la interpretación en el Auditorio Nacional de Música, dentro del ciclo Universo Barroco del CNDM, en la pestaña “auditorio” de ritmo.es), pero el joven contratenor dedicó una parte de su tiempo para hablar con RITMO.
Usted triunfó a la temprana edad de 15 años y, desde entonces, su carrera no ha dejado de avanzar. Seguro que debió de sacrificar mucho desde muy pronto. ¿Alguna vez ha sentido la tentación de renunciar a algo de la música para tener una juventud "más normal"?
Bueno, para ser honesto, nunca he tenido la tentación de dejar la música, ya que estaba fascinado con todas las canciones que me enseñaban como miembro del coro de niños de St. Florian. ¡Para mí, era como jugar! Otros muchachos practicaban fútbol y yo entrenaba mi voz. Por supuesto, sacrifiqué en alguna medida el deporte y las actividades sociales, pero realmente no extrañaba nada en ese momento, ya que me gustaba esquiar con mi familia y vivía en un internado donde disfrutaba de la compañía de los otros niños del coro.
ecidir ser músico siempre es una decisión difícil que no todo el mundo comprende, pero, además apostar por la carrera de contratenor es todo un reto para la sociedad, porque poca gente conoce la esencia de esa voz. ¿Cómo aceptó su círculo más cercano esa elección?
En realidad, ¡todos los que me conocen, conocen mi voz aguda como niño soprano! Por eso, cuando me escuchan como contratenor, afirman: ¡este es Alois!
La mayor parte de su repertorio, obviamente, pertenece al Barroco. ¿Llegó a ese estilo a partir de su voz o ya le gustaba antes?
Desde que comencé como niño de coro en St. Florian, me he familiarizado con todos los estilos de música. Me gustaba cantar y nunca me preocupé por los diferentes estilos. Disfruté cantando y actuando desde mi niñez. Afortunadamente, siempre he tenido la oportunidad de colaborar con especialistas en música barroca.
Usemos la imaginación y viajemos en el tiempo: se encuentra usted en una de esas épocas en las que se debatía sobre si la poesía debía estar al servicio de la música o al revés. ¿Qué postura defendería?
Depende del estilo de música. En las óperas barrocas, la mayoría de las veces la música es lo primero, pero en el Lied la poesía también es muy importante.
Volvamos a usar la imaginación: le preguntan por qué es importante hoy la música de hace más de 300 años. ¿Qué respondería?
La música compuesta hace 300 años tiene un encanto muy especial. Los músicos y los oyentes quedan fascinados con los instrumentos barrocos y su sonido tan exclusivo.
No sólo aborda repertorio barroco, sino que también se atreve con Mahler, Wolf o Richard Strauss. ¿Encuentra alguna conexión entre estos autores del Romanticismo tardío y otros más antiguos como Haendel, Bach o Caldara?
Para mí, cada pieza musical tiene su encanto único. Ya interpreté a Bach, Haendel, Mahler, Wolf o Strauss, me pongo en sus zapatos y trato de caminar con ellos, trato de sentir lo que podrían haber sentido al componer su música tan única. Todos son grandes personalidades y supone un gran honor y una satisfacción para mí cambiar de uno a otro.
¿Ópera o Lied?
Opera o Lied... ¡ambos! Sentirse como en casa con varios estilos hace que la música sea más fascinante.
Usted también se ha formado como actor. Ahora que no nos oye nadie: ¿los directores musicales suelen ser sensibles a las necesidades teatrales?
Mi experiencia con directores musicales ha sido muy positiva hasta ahora.
Cuando está sobre un escenario interpretando Lied, ¿siente más limitación como actor que cuando interpreta ópera?
Es algo difícil de explicar. Diría que cuando interpreto un musical o una ópera, hay varias posibilidades para atraer la atención de mi audiencia: me muevo, canto, bailo, actúo, mientras que en un recital de canciones simplemente permanezco en un lugar desde el principio hasta el final. Me concentro totalmente en cada sílaba y en la forma de expresar el contenido del Lied. Para mí es un desafío fascinante lograr que la audiencia se involucre en el estado de ánimo y la atmósfera de la canción. De hecho, mis fans me dicen que esta es una de mis cualidades especiales como cantante de Lied: involucrar emocionalmente a la audiencia.
También lo encontramos en la creación contemporánea: Fanny y Alexander, de Gisle Kverndokk. ¿Cómo se sintió en un proyecto de este tipo? ¿Le resultó complicado este salto de estilo?
Fanny y Alexander fue una experiencia nueva para mí. En realidad, para mi cada estilo tiene un encanto y una fascinación muy especial.
¿Había visto antes el filme? En caso afirmativo, ¿le condicionó mucho a la hora de interpretarlo en escena?
Cuando me ofrecieron un papel en este musical, vi la película de Ingmar Bergman y... ¡quedé fascinado! Sin embargo, traté de interpretar el papel de Ismael de acuerdo con los requisitos de un musical, a mi manera y, con suerte, ¡creé una atmósfera espeluznante similar!
¿En qué estilo de música cree que existe mayor libertad de interpretación?
Cada estilo de música tiene sus reglas especiales. La libertad en las óperas barrocas la constituyen los ornamentos, mientras que en el lied tu libertad radica en la forma de expresar el mensaje del texto.
Durante la gira por España con Marc Minkowski y Les Musiciens du Louvre, se ha enfrentado a Haendel, con Alcina. ¿Cómo ve a este compositor: alemán, italiano o británico?
Veo a Haendel como una maravillosa combinación de los tres tipos. Tal vez esta sea la razón por la cual tanta gente todavía se siente atraída por sus composiciones en la actualidad.
De los compositores barrocos, ¿cuál trata mejor a su voz? ¿Y peor?
En la música barroca me siento muy apegado a las obras de Johann Sebastian Bach, en particular a sus Pasiones y Cantatas. Creo que esto se debe a mi época como niño de coro. Cuando canto óperas me gustan todos los papeles adecuados a mi rango vocal.
¿Y entre Mahler, Strauss, Wolf o alguno de sus contemporáneos?
Como niño de coro canté una selección de canciones de Mahler y Strauss para la grabación de un CD, incluso en los Vier letzte Lieder, que es más bien una curiosidad para un niño. Recientemente he grabado otras canciones de estos compositores. Me gustan sus largas líneas melódicas en las que puedo mostrar la flexibilidad de mi voz. Al interpretar a Hugo Wolf, el objetivo es tratar la relación entre las palabras y la música.
Fuera de la llamada música clásica o académica, ¿qué tipo de voz le gusta escuchar?
En la música pop, la forma en que usas tu voz a menudo es bastante contraria al canto de ópera. Sin embargo, ¡Cat Stevens, Bob Dylan o Billie Eilish me fascinan con sus voces! Como austriaco que creció en los Alpes, debo decir que también aprecio la auténtica "Volksmusik" (música folclórica).
¿Y de música en general?
La música siempre me ha fascinado desde que era un niño. La música realmente me fascina y estoy feliz de poder jugar un papel activo en ella.
Por último, usando de nuevo la imaginación: se encuentra con el niño cantor Alois. ¿Qué le diría desde su actual experiencia?
¡Alois, adelante! ¡Siempre te sentirás cómodo en el mundo de la música!
Muchas gracias por su tiempo, ha sido un placer.
por Juan Gómez Espinosa
Extracto de la crítica de Alcina publicada en:
www.ritmo.es
“Alois Mühlbacher cautivó con un sonido lleno de luz, una luz potentísima incluso en el dramatismo, y que conseguía la complicidad del oyente con un papel, el de hijo desesperado, que sufre las oscuridades del paraíso”
Video
www.youtube.com/watch?v=-3WCvAhtX0s
www.aloismuehlbacher.at
Foto: Alois Mühlbacher cantó en la Alcina de Haendel durante la gira en el mes de febrero por España.
Crédito: © Alexander Eder