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Alicia Pire Méndez de Andés

La gerencia que la OCG necesita

diciembre 2013

La Orquesta Ciudad de Granada está afrontando una etapa de renovación como institución artística. Tras la designación el pasado año de Andrea Marcon como su director artístico, ahora le ha llegado la hora a la gerencia. La jubilación de José Luis Jiménez, anterior gerente, dio lugar a un concurso para ocupar este cargo. Tras un proceso de selección, Alicia Pire Méndez de Andés era designada como nueva gerente el pasado 23 de mayo. Asturiana de nacimiento, es licenciada en Geografía e Historia, y posee formación complementaria en dirección de empresas consultoras de protocolo y en gestión de eventos. Cuenta con una amplia experiencia profesional en el campo cultural, principalmente desde el ámbito privado, a través de Etc&R Gestión de la Cultura Global, empresa de la que ha sido socia y co-gerente. La nueva gerente de la OCG ocupa el cargo en un momento económico difícil, tanto por las deudas que arrastra la institución como por la crisis económica a nivel nacional, lo que ha hecho necesario apretarse el cinturón y reinventar una forma efectiva y sostenible de mantener el principal proyecto cultural de Granada. A través de esta entrevista nos desvelará las claves de su proyecto.

Desde el pasado mes de mayo es usted gerente de la OCG. ¿Qué opinión le merece esta formación, dentro del panorama nacional actual?

La OCG sigue siendo una orquesta singular, pues ofrece una gran calidad musical, un alto grado de responsabilidad profesional y una búsqueda de la excelencia por parte de sus miembros. Pese a ser una orquesta joven, sus componentes han adquirido un grado de madurez que les permite mostrar su flexibilidad y capacidad de adaptación a cada director invitado, poniendo todo su espíritu y experiencia en hacer su trabajo lo mejor posible.

Llega a su cargo de gerente en Granada desde una experiencia profesional diferente. ¿Ha supuesto un cambio de trayectoria pasar a gestionar una entidad tan arraigada en una ciudad como Granada, que debe rendir cuentas ante un consorcio institucional financiado con fondos públicos?

Conocía este tipo de entidades como clientes en Etc&R. El principal reto que se me plantea en la OCG es gestionar una entidad de carácter público con una mentalidad desde el punto de vista privado. Creo que es lo más adecuado en estos momentos, cuando los fondos públicos escasean y las entidades públicas deben reinventarse; hay que promover un cambio de perfil de la financiación de las entidades sin perder nunca de vista una búsqueda de la eficiencia. De momento, estoy acometiendo procesos de análisis y ajustes en la organización de la institución para optimizar mi gestión futura.

¿Había tenido contacto con la OCG con antelación a su llegada a Granada? ¿Y con la vida cultural granadina en general?

Si, conocía la vida cultural granadina antes de trasladarme aquí a vivir. Mi marido es granadino y, aunque hemos vivido en Madrid hasta hace poco, hemos venido a Granada siempre que los quehaceres profesionales y personales lo permitían. La jubilación de mi marido coincidió con el concurso de la gerencia de la OCG, por lo que vi la oportunidad de presentarme a este cargo como un cambio personal y profesional, ya que supondría centrarme por completo en un proyecto cultural concreto y, al mismo tiempo, instalarme en una ciudad como Granada de tamaño medio, similar a Oviedo, la ciudad donde nací; en estos momentos de mi vida me resultaba atractiva la idea de un cambio.

En su presentación definió entre sus líneas de trabajo el mantener el alto nivel artístico de la OCG en tiempos de crisis. ¿Se trata de un proyecto de consolidación a partir de lo que ya existía, o hay expectativas de crecimiento y desarrollo a medio plazo?

Todas las organizaciones son hijos de su historia.  Mi incorporación a la gerencia de la OCG ha coincidido con la llegada de Andrea Marcon. Ambos asumimos un proyecto común de consolidar lo que ya había. El actual equipo quiere, a medio plazo, volver a cotas de internacionalización y de conocimiento de la OCG fuera de las fronteras de Granada, lo que se constatará en proyectos de gira a partir de 2015, y participación en festivales, como el de Musika-Música de Bilbao en 2014. También se está trabajando en el ámbito de las grabaciones, que se plasmará ya en 2014 con proyectos para dos importantes sellos discográficos.

Por otra parte, pretendemos que el buque insignia de la institución sean los aspectos sociales y educativos. Estamos manteniendo un nivel de programación de calidad, consiguiendo a solistas y directores de alto nivel artístico pese a que no podemos pagar en estos momentos unos cachés altos. Además, trabajamos en la celebración del 25 Aniversario de la OCG en 2015, para el que pretendemos invitar a solistas y directores de cierto renombre.

En tiempos de crisis el vil metal parece ser el culpable de todos los males. En este sentido, ¿se puede decir que las instituciones han mermado su interés por el proyecto de la OCG y, por tanto, su apoyo financiero? ¿Es necesario abrir las puertas al sector privado?

Creo que es necesario realizar una puntualización. La financiación pública está reduciéndose debido a los recortes, pero no creo que eso quiera decir que haya reducido su interés por nuestro proyecto cultural. Cualitativamente, hay un interés muy alto por parte de las entidades públicas por la OCG, siendo de un 85 % el presupuesto cubierto por ellas; se intenta que los recortes no afecten demasiado a la institución. El problema es que se arrastra una deuda importante, a la que es necesario hacer frente y que supone recortes importantes en un corto periodo de tiempo, ya que en 2015 queremos tenerla saldada.

En líneas generales, es muy necesario cambiar el perfil de financiación de las instituciones culturales en todo el sector cultural español, es un camino imparable a medio y largo plazo, y en ese camino se deberá contemplar un lugar, como ocurre en Europa, al sector privado. La OCG deberá ser también generadora de beneficios, para lo que hay que ser más transparentes y convencer a toda la sociedad para que participe en el apoyo a la cultura.

A nivel artístico, la llegada de Andrea Marcon ha renovado la programación de la orquesta, que está agradando al público incondicional y atrayendo nuevas incorporaciones. ¿Hay proyectos artísticos de gran envergadura en el futuro dignos de reseñar? ¿Se contempla una línea de programación concreta para las próximas temporadas?

Andrea Marcon está trabajando muy intensamente en la OCG, y está en continuo contacto con la gestión de la misma, ideando ya las próximas temporadas. Algo que creo que es muy interesante en su idea de programación es su apuesta por las integrales de grandes autores. Este año ha sido Schumann y el año que viene serán Bach y Brahms. Se apuesta por la diversidad de estilos: barroco en el ciclo de otoño, presencia del romanticismo, etc. Se busca la variedad, y se atrae a nombres de prestigio a nivel internacional: Swensen, Höbarth ya han estado y pretendemos que vuelvan. A medio plazo se prevé también programar ópera, aunque habrá que esperar a sanear las cuentas.

Otra de las líneas de trabajo definidas en su presentación es el refuerzo de la vocación social de la OCG. ¿En qué acciones concretas se está trabajando?

Este año hemos puesto en marcha el proyecto “El corazón de la OCG”, con el que hemos querido acercarnos a la sociedad granadina; es el primer paso para un proyecto que tendrá su puesta de largo en la próxima temporada, que se llamará “La OCG social”, y que tendrá tres áreas de acción:

1) “El corazón de la OCG”: un proyecto social que permitirá a los músicos ofrecer su labor interpretativa con carácter solidario y altruista.

2) Renovación pedagógica: el área educativa y de divulgación se llamará “Crecer con la música”, y se centrará en la difusión de la música desde los primeros años de enseñanza infantil hasta la educación secundaria. Tendrá un apartado de trabajo en el aula, con experiencias piloto de trabajo en los centros. También se incentivarán los conciertos en familia.

3) Formación musical para músicos profesionales: se mantendrá la Joven Academia y además se implementará la parte práctica de un master para músicos profesionales que pretendemos que sea una iniciativa de formación de práctica orquestal. Los jóvenes trabajarán durante todo el año con los músicos de la orquesta, tanto a nivel particular como en la interpretación colectiva.

Como melómana y como gestora cultural habrá tomado contacto con distintas audiencias; ¿qué opinión le merece el público granadino?

El público granadino es excelente: es exigente, porque tiene conocimiento musical, y es muy fiel. Una orquesta la forman los músicos, pero también su público, que busca igualmente la excelencia, y escucha con el alma. En Granada el público anima a la OCG y la apoya, pero también le empuja a seguir siendo una gran orquesta.

El Coro de la OCG fue un empeño de Josep Pons, quien lo creó, y ha sido el ojito derecho de Salvador Mas. Sin embargo, su existencia siempre se ha visto amenazada por las dificultades económicas. ¿Cree que Granada necesita un coro como éste?

Absolutamente. Yo diría que Granada y, sobre todo la OCG, necesita un coro de calidad. Una orquesta de calidad es mejor orquesta si tiene a su coro. Una ciudad tan musical como ésta necesita también un coro que complete la labor de su orquesta. Es más, creo que se podría hacer más por la música coral, animando al público a asistir a una temporada estable de música coral, e incluso en el futuro a una temporada de ópera.

La incorporación de Lluís Villamajó a la dirección del Coro de la OCG ha supuesto una brisa de aire fresco para la formación. Sin embargo, todavía se adolece de los apoyos institucionales necesarios para el desarrollo y consolidación del coro como un proyecto artístico de envergadura dentro de la propia OCG. ¿Cuál es la postura de la gerencia al respecto?

En estos momentos de dificultad económica lo más fácil para la gerencia habría sido prescindir del coro, al no existir presupuesto para él. Sin embargo, Lluís Vilamajó me transmitió su entusiasmo por esta iniciativa y me enamoró. Me hizo caer en la cuenta de que la existencia del coro dependía de que hubiera una persona como él que lo dirigiera y unas expectativas. Él representa este espíritu y se ha adaptado estupendamente a las circunstancias tan precarias en las que nos encontramos. Acabar con algo es muy fácil, pero volverlo a crear es muy difícil. Por ello se ha apostado por la propuesta de Lluís por mantener la existencia del coro y construir, a partir de unas bases estables, un proyecto de futuro. Pero es necesario tener paciencia y esperar a un momento económico más favorable para el crecimiento. Creo que este proyecto del coro de la OCG puede ser un área en la que se apueste por la financiación privada.

Muchas gracias por su tiempo y atención. Como reflexión final, ¿quisiera añadir algo?

Agradezco el apoyo que estoy teniendo de la dirección artística y, sobre todo, del colectivo profesional de la orquesta. El trabajo que hacen día a día por mantener el nivel de la OCG es encomiable; están muy involucrados y motivados para mantener la calidad y tocar como nunca.

Gonzalo Roldán Herencia

www.orquestaciudadgranada.es

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