Zhu Xiao-Mei, piano.
Accentus ACC80580 (5 CD)
La pianista invisible, como me gusta llamar a la maestra Zhu Xiao-Mei, apenas es conocida en el circuito de los conciertos y grabaciones. Su presencia en los escenarios es escasa y sus fuerzas, como las de un Jedi, las enfoca en su concentración interior y en Bach, al que idolatra y al que ha dedicado su vida entera. Pero lo curioso de esta cajita de 5 discos es que Bach como tal no se encuentra presente, aunque, de manera invisible sobrevuela en la personalidad de Xiao-Mei a la hora de interpretar a Scarlatti, Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert y Schumann, principalmente por una claridad polifónica inmensa y un cuidado de las voces propio de los más grandes (Sokolov, por ejemplo).
Desde unas Sonatas de Scarlatti (todas, quizá salvo la K 132, están en su repertorio más tocado) gozosas y de una vitalidad exultante (sin la proeza técnica de un Pogorelich), a un Haydn de una hondura inmensa, que desgrana 4 Sonatas (ns. 38, 53, 60 y 62) con sabiduría y emoción, pasando por un Mozart derrochando ingenio, con una fina mezcla de ingenuidad y madurez, son los instantes colosales de esta caja, con lo mejor de la pianista. No es que la Op. 111 de Beethoven no lo esté, porque la Arietta es de una belleza insondable, o la D 960 de Schubert (de las interpretaciones más íntimas y recogidas que se recuerden), no emocione, pero en la línea de Bach no encuentran un espacio tan cómodo. En cambio, sus Escenas infantiles de Schumann vuelven a combinar la fragilidad y la ensoñación con un fuerte aliento poético.
Gonzalo Pérez Chamorro