Erik Whitacre Singers.
Orquesta Sinfónica de Londres.
Dir: Erik Whitacre
Decca, 2743209, 2796323 (CD)
Hace mucho tiempo que no se vea en las discográficas tamaño despliegue de medios para el lanzamiento de una estrella. En este caso no se trata de un nuevo violinista o una nueva soprano despampanante sino de un compositor, el norteamericano afincando en Inglaterra Erich Whitacre (1970). ¿A qué obedece tal despliegue? Pues a su enorme atractivo como compositor de obras corales desde un poco antes de alcanzar la treintena de años. Sus obras tienen una escritura muy interesante desde el punto de vista armónico pero para una armonía pensada para las voces ( una segunda mayor entre las voces suena ‘distinta’ de una segunda mayor entre instrumentos). Su primer éxito fue Lux Aurumque, que ha sido interpretado por doquier incluso con gran predicamento entre coros de aficionados.
El primer disco aquí comentado lleva justamente ese nombre Luz y Oro. Es un recopilatorio con una presentación en ocre dorado y negro bellísima de 16 de sus principales obras, todas para coro, donde se incluyen algunos de sus ciclos más importantes como las Cinco canciones de amor hebreas (precisan de acompañamiento de cuarteto de cuerda), o las Three Songs of Faith. Todas son interpretadas por un grupo creado ex profeso por y para Eric Whitacre, The Eric Whitacre Singers en 2010 y que se mantiene en la actualidad. Se trata de 12 voces de una afinación y empaste únicos, hasta el extremo de poder afirmar que aquí no tenemos ni por asomo un grupo de estas características. La única obra que no canta este coro es The stolen Child (2008), grabada por sus dedicatarios The King Singers.
Dos años después, es decir, en este 2012 aparece un segundo disco, de sobrenombre Water Night, y en él aparecen ni más ni menos que siete nuevas obras entre las que destaca poderosamente el Alleluia inicial, una obra basada en esa sola palabra de nueve minutos de duración que muestra la imaginación de Whitacre para la escritura coral. Dentro del repertorio, nueve obras en total, aparecen tres obras orquestales, las primeras de las que tengamos noticias; una es transcripción de una obra coral de mismo nombre, Water Night, la otra se llama Equus y la tercera requiere de cello solista, que interpreta Julian Lloyd Weber. Y aquí es donde hace aguas: lo que funciona de maravilla para voces, en escritura para orquesta de cuerdas viene a ser algo trillado y manido por autores como Gorecki, Part o Kancheli. Además, él mismo sigue siendo el director. The Eric Whitacre Singers siguen sonando espectaculares, a lo que se añade la toma sonora, que en ambos discos es superlativa. En fin, discos para conservar y reescuchar de un autor que merecidamente ocupa ese privilegiado puesto de honor entre los autores de música coral actuales.
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