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Discos recomendados de Ritmo

En esta sección encontrará los 10 discos que la revista RITMO recomienda cada mes, clasificados por meses y por su orden de recomendación del 1 al 10. Se archivan los recomendados desde junio 2011, para ver anteriores ir a "Ritmo Histórico".
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Ritmo [EDNcf:Mes] - Núm.

WAGNER: Lohengrin.

Anna Netrebko, Piotr Beczala, Evelyn Herlitzius, Georg Zeppenfeld. Coro de la Ópera de Dresde. Staatskapelle Dresde / Christian Thielemann. Escena: Christine Mielitz.
DG 004400735319 (2 DVD)



La crítica

UN WAGNER DEL PASADO Y OTRO PARA EL FUTURO 

Dos nuevas y esperadísimas filmaciones (con subtítulos patrios y DTS) arriban a los marginales escaparates de nuestra clásica. Dos formas distintas de ver y entender el organigrama dramático de Wagner. Una, desde la perspectiva de la tradición y el clasicismo. La otra, testigo de su tiempo y nociva para los guardianes del comedimiento, desmadejada bajo los mandamientos de la indagación. Dos visiones opuestas, pero complementarias entre sí. No se puede explorar el futuro wagneriano sin entender antes el pasado.

Como copioso aperitivo de ese Lohengrin que estrenará Thielemann el próximo verano en Bayreuth (con escena de Yuval Sharon), nos llega éste, espléndido y resplandeciente registrado en Dresde el pasado año (solo se programaron cuatro funciones), el más redondo y proverbial acercamiento existente en DVD a esta ópera romántica, pues todo conjuga a las mil maravillas. La producción escénica tuvo su premiere en 1983, firmándola la curtida en mil batallas Christine Mielitz (su asistenta Angela Brandt ha sido la responsable del revival). Pese al conservadurismo y tradicionalismo de su revestimiento formal, este Lohengrin belcantista y de vieja escuela, que huele a cantar de gesta, nos devuelve ecos de un legado glorioso. Un pasado que no es arcaico, casposo o ferruginoso, sino que revive renovadoramente en el presente, reclamando su validez, vigencia y contemporaneidad (no solo de las “ratas” de Neuenfels puede alimentarse el wagneriano). Una muestra eficaz de la intemporalidad de los valores clásicos (esta escena jamás perderá la dentadura). Magnífica dirección de actores también, que eclosiona en el impactante final del acto segundo. Teatral y poético, este Lohengrin a lo Walter Scott posee la misma fuerza que el cine clásico de Hollywood (vestuario incluido).

Un heroico Thielemann borda aquí su mejor Wagner, labrando un segundo acto antológico. Lectura poderosa y arrebatadora, de sólida y colorida cimentación, con un sonido tan centelleante que parece emanar candente de ese foso transformado en fragua (forjado a martillazos y semejante al acero). Para el berlinés el sonido es mucho más importante que el drama, deslumbrando los oídos como un foco lo haría sobre nuestros ojos. Esa grandiosidad karajaniana a veces no nos deja admirar el entorno, apabullando y esclavizando la escucha, pues recubre todo con un lujoso envoltorio que ensombrece lo que le rodea. Para Thielemann el sonido no es un simple vehículo, sino el fin en sí mismo. Dirige sin remilgos ni terciopelos, aportando una tensión a veces irrespirable. No es un director imaginativo ni sensual (espartano Preludio inicial), pero ofrece una experiencia sensitiva trepidante, atornillado a una formación orquestal genuina, racial y en estado de gracia.

Debutaban en roles wagnerianos dos de las grandes estrellas del presente. Anna Netrebko (que ha renunciado a cantarlo en Bayreuth) es una Elsa algo candorosa e ingenua, pero potente, suntuosa y de porte aristocrático. Dominante y excelsa en su caracterización, posee un magnetismo y aura sobre el escenario que avasalla. Beczala es un caballero cisne muy lírico e italianizado (sin lugar para el dolor o las sombras del pasado). Una cegadora voz y un fraseo delicioso, de esmaltado agudo, con una emisión natural, sin lamparones ni forzamientos. De poderío, feroz y visceral la Ortrud de Herlitzius, puro temperamento que inquieta y electrifica la escena (irascible en el magnífico dúo del acto segundo). 

Javier Extremera 

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